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martes, 24 de junio de 2025

FRANCISCO LÓPEZ, AUTOR DE COMEDIAS EN ALCALÁ LA REAL.

Fue 1630, un año muy importante para el teatro en la ciudad de Alcalá la Real. El día diez de julio, la cofradía de la Santa Vera Cruz  cambiaba de administrador del teatro, la casa, patio y el corral de comedias con los asientos, bancos y madera. El hermano mayor Francisco Mírez Valenzuela se lo arrendaba  por la cantidad de  ciento cuarenta ducados a Antonio Sánchez Astildoro y Catalina Lozana con tiempo de un año. Se le obligaba al pago de cuatro meses en cuatro meses, y a dejar el patio y corredores para uso de la cofradía el Jueves Santo y día de la Santa Cruz y fiestas particulares  de la cofradía dejando lña puerta abierta para entrar.

En el 8 de julio firmaban un contrato de compromiso entre Francisco López, autor de comedias como vecino de Zaragoza,  y su representante de su compañía Luís de Valdés por el que el primero se comprometía a pagarle setecientos cinco reales  al segundo por deudas contraíadas anteriormente. Para ello hipotecaba  estas prendas: un capotillo verde bordado de plata, otro de tela de colores de seda, un cupidillo de oro con puntas de diamante y rubíes;  un vestido de hombre de  tabie de aguas verdes guarnecido de caracolillos de plata. 

 (AHPJ. LEGAJO 4643 folios 731 y  732,    8 de julio 1630) 


En 1630, testaba undía después  por el mismo mes de julio, el actor Luís de Valdés , natural de Sevilla,  ante el notario Blas de Cáceres, enfermo y estannte en la ciudad de Alcalá la Real. Y entre  sus mandas y consideraciones sobre su vida exponía varios puntos. Tras su voluntad de enterrarse en la iglesia de Nuestra Señora de Consolación con hábito franciscano y acompañado de la cofradía del Santisimo Sacramento, ordenaba que se le dijeran quinientas misas  por su alma y familiares. Tambien disponía la cera para el Santísimo y la devolución de la dote a su mujer Ana Salvadora de Ortega, hija de Pedro de Ortega e Isabel Gorreta  con la que casó hace once años en Valencia lo que nos indica la presencia de la compañía de Francisco López en esta ciudad en 1619, al que citaba por una deuda contraída por este autor de tres mil doscientos reales en dos recibos( un contraído en Écija por Francisco y el otro por el directamente). Su ajuar era dos joyas de oro ( una de jacinto y otra de piedras comunes), un apretador y ocho sortijas de oro,  y nueve cucharas de plata. Sus padres y herederos eran María de Herrera y Domingo Valdés vecinos de Granada. Por datos de sus testigos Juan de Mora y el prior de Consolación conocemos los otros los representantes Juan Coronel y Juan Montoro. Añadía un inventario de prendas , la mayoría de teatro: siete vestidos (de paño norguerado y otro de plata, de gorguera de puntas de plata y otro  verde, de terciopelo negro, un coleto, dos taalies ),  con sus medias, jubones y ligas, otro vestido de camino ferreruelo, calzón de pidcardía de colores. una oja de espada de Toledo y un aderezo,  y ocho camisas. También inventariaba las prendas de su mujer: dos hábitos, uno noguerado y otro  negro, un jubón, ropa de gorguera negra de Italia, manteo de damasco unos candeleros de plata, unas tijeras de espabilar, un cuadro de la Inmaculada Concepción, unos candeleros de plata, y unos sarcillos de perlas. Y para que no hubiera confusión citaba varios tipos de ferreruelos. 





























































Y que pertenecía a la compañia de Francisco López, un autor de comedias de Sevilla.     

En  1617, llegó a Pamplona, Francisco López, autor de comedias de renombre nacional, para la festividad del Santísimo Sacramento, según documento del ayuntamiento de la ciudad. Estuvo representando una comedia en la Plaza pública y cobró por la representación la cantidad de 400 reales . Según Pellicer, Francisco López: "Era un hermoso marido de una mujer hermosa (...) Fué uno de los mejores actores de su siglo, logrando generales aplausos, por la perfección con que hacía galanes". En 1627, Francisco López estuvo en Zaragoza y Valencia, según dice Merimée: "Francisco López étant le 12 mai 1627 á Saragose, s'encage para contrat a étre le 15 juin á Valencia" . En 1629 y 1630 estuvo en Sevilla en distintos teatros según recoge Sentaurens: "Coliseo: janvier-febrier 1629; Montería: Printemps-été 1629; Montería: automne 1630" .  En 1630, se encontraba en Alcalá la Real con su compañia, como  hemos expuesto por los documentos anteriores En 1632 estuvo en Madrid contratado junto con Manuel Vallejo para representar cada uno de los autos en la festividad del Santísimo Sacramento.  En 1632,  este autor de comedias fue miembro de la cofradía de Nuestra Señora de la Novena de Pamplona, según se desprende de los datos existentes en la genealogía de comediantes de dicha cofradía: "Damiana Pérez, casada con Francisco López, sus hijos fueron: Adrián, María Francisca, Damiana, Juan Francisco y Beatriz. Todos ellos entraron en la cofradía en 1632.  El hecho de la existencia de una cofradía en la que estaban agrupados los comediantes, nos da una idea del grado de organización y profesionalización a que estaban llegando las compañías de comedias, que son ya algo institucionalizado como cualquier otro gremio de los existentes en la época. La creación de esta cofradía tuvo lugar en 1631. Podían pertenecer a ella todos los comediantes de las compañías de título e incluso los representantes de las compañías de la legua demostrando esta cofradía como dice Diez Borque: "Mayor comprensión de la situación real que los reglamentos que declaraban ilegales a las compañías ambulantes". Los fines de esta cofradía eran sobre todo fines benéficosociales (41 ). Francisco López, estuestuvo prácticamente entre los fundadores de la cofradía. A partir de la presencia de Francisco López, nos encontramos en Pamplona con una nueva laguna en lo que a las representaciones se refiere, y una vez más son los protocolos notariales los que vuelven a dejar constancia del paso de nuevos "cómicos" por la ciudad. 





Este comediógrafo en 1634 se hizo de la ‘máquina real’— del que se puede decir que fue único en su género dado queno conocemos que ningún otro autor dispusiera de una ‘máquina real’ de títeres además de ser titular de unacompañía convencional. Debido a esta diversificación de roles y a la parquedad documental- a la hora de diferenciar la dedicación a uno u otro trabajo- es posible que un contrato se extienda para ocuparse de 
las dos actividades y se solape la dedicación con la lacónica frase de ‘lo que se me ordenare’. Y no siempre se especifica cuándo un actor está trabajando en un campo o en el otro, sólopodemos lanzar hipótesis sobre que un actor -t ratándose de la compañía de Francisco López quedispone de una ‘máquina real’- participara o no en el manejo de la misma .Fue en Sevilla de 1634
Tras procederse al paro de las representaciones por la llegada de la Cuaresma (el 1 de marzo fue miércoles de Ceniza) se suceden los contratos y alianzas para configurar unas nuevas compañías dispuestas a dar inicio a la próxima temporada dramática: 1634/1635. Entre los varios autores dispuestos a trabajar en tan apreciada plaza se encuentra Francisco López no siempre se dice ser autor “por su majestad”—, que ya en el mes de febrero había empezado a reclutar a ciertos representantes —como comentaremos— para terminar de perfilar sus necesidades como empresario. No olvidemos que no tenía el autor obligación de configurar su compañía ‘ex novo’ pues en ocasiones los contratos se firmaban por dos o más temporadas. En estas circunstancias se encuentra con el valenciano Valentín Colomer “residente en esta ciudad de Sevilla” y le vende “todas las figuras y aderentes de la máquina real de títeres”. El precio, dos mil reales, cantidad que ha de pagar fraccionada en dos partes: los primeros mil reales se los debía de dar el diez de marzo y los otros mil para finales del mismo mes. El documento se firma el 3 de marzo. Esta premura por el pago que ha de hacer es el que le lleva, presumiblemente, a poner en marcha toda una maquinaria de hacer dinero y eso sólo se consigue de dos formas: haciendo que te paguen tus deudas o pidiendo dinero prestado. Ambos caminos recorre el autor: otorga poder a su yerno, Sebastián González, para que cobre todas sus deudas y solicita directamente que le pague Pedro de la Rosa, representante de la compañía de Tomás Fernández, que le adeuda 600 reales . También pide prestado, en compañía de su cobrador —Juan López— (para aparentar mayor solvencia hacia el deudor), 3600 reales a Juan Perea, vecino de Sevilla. Se los pagarán, dicen, a finales del mes de junio de ese mismo año. En prenda de la deuda, aunque sin posibilidad de venderlo salvo que incumplan su palabra, le entregan “un vestido de hombre, calzón y ropilla y ferreruelo y mangas de armador carmesí, todo bordado de oro, el cual le hipotecamos para no le sacar de su poder...”47. Y en el mismo día solicita, a título personal el autor, otros 3000 reales al propio cobrador de su compañía, Juan López, préstamo al que no se le pone fecha de pago con el compromiso de pagárselos en el momento que se los solicite Francisco López ha de empezar a trabajar y lo hará, por contrato, en el Coliseo: [...] veinte representaciones de comedias, con mi compañía, desde el día de Pascua Florida de este año de mil y seiscientos y treinta y cuatro en adelante, sucesivas, cada día una, sin exceptuar los sábados, con sus bailes y entremeses, y es condición que me obligo de hacer y echar cada semana de las del discurso del dicho tiempo, dos comedias nuevas con que si alguna semana en que así echare comedia nueva y pareciere bien y se pasaren más días, lo he de poder hacer, e con ella he de poder haber cumplido la tal semana; otrosí: es condición que en todas las comedias así hiciere e representare en el dicho corral, las apariencias que para ello se hicieren y uso de ellas, se han de  Lo había hecho en una primera ocasión y lo ratifica unos días más tarde El documento registra una nota marginal en la que se dice que Francisco López le ha saldado la deuda y Juan de Perea ha devuelto a su dueño el vestido. Se firma el 17 de mayo de ese mismo año. Incluso Varey reseña también que Francisco López, autor de comedias, estuvo en Valencia presentando una función con su  teatro de títeresAdelantamos su presencia —en el ámbito del teatro—, en un año: hasta el momento se había localizado,

en Málaga, en 1635. Para Francisco López es el actor y reclamo más importante de todos cuantos ha contratado hasta el presente y, aunque no se especifica en el contrato qué papel desempeñará, dice estar dispuesto a hacer todo lo que se le ordenare; es evidente que ocupaba un rango elevado por lo que va a cobrar: “treinta y tres reales en cada un día, los diez de ellos de ración de todos los días del discurso del dicho tiempo y los veinte y tres reales de cada representación que se hiciere, pública o particular [ El máximo permitido. Ni una palabra de tener que hacer nada con respecto a la máquina real. Hasta aquí los comediantes que —documentalmente— formaban parte de la compañía de Francisco López en esta temporada de 1634-1635. Ahora, y para cerrar este apartado, tenemos que añadir la presencia en Sevilla —por esta fecha anterior al arranque de la temporada dramática— de ciertos comediantes que no dicen tener vínculo con ningún autor de comedias. Realizan actividades de transacciones económicas, como Pedro de Herrera que, a su vez, presenta como testigos a otros dos comediantes: Juan González y Miguel González
Dos nuevos nombres podemos añadir a este pulular de actores que, presentes en Sevilla, esperan poder contraer compromiso con alguno de los grandes autores de comedias que en esta ciudad se dan cita cada temporada. Me refiero a Diego Casco, esposo de Ana María de la Mata, que otorga poder para cobrar en Madrid una ínfima cantidad del resto de los 500 ducados que le debían por la legítima de su esposa67. Estamos ante las mismas dudas que en el caso anterior ¿Formarían 
Francisco López, autor de comedias, estuvo en Valencia presentando una función de títeres en 1636, faceta nueva en este prolífico autor.


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