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viernes, 12 de enero de 2024

LA PUERTA DE SAN BARTOLOMÉ

 


Hace un año publicamos un libro sobre las Puertas de la Mota y de la ciudad de Alcalá la Real. Fijamos las más importantes, y aludimos otras de pasada. Por otro lado, nos llmababa la atención una Puerta de San Bartolomé, que algunos han confundido con la Puerta Nueva. Debemos tener en cuenta que la ciudad fortificada de la Mota, se fue extendiendo hacia el llano a través de arrabales y barrios, y cada unos trataban de hacer un cerco o ampliación amurallada, dependiendo de diversos factores físicos. En verdad que facilmente la Puerta de San Bartolomé se encuentra la más cercana a la Nueva, pero no coinciden. 

Ya lo dijimos en años anteriores, pero seguían reincidiendo en este mismo error, sabiendo que esta puerta jugaba un papel fundamental para los tiempos de la peste. 

Cuando se propagaba esta en la ciudad, se obligaba a estar fuera de ella hasta que se comprobaba que el individuo no tenía peste: esto sucedió al provincial de los Capuchinos que  permaneció durante  20 días en la casa de la huerta  del convento  desde el  7 de junio de 1637.
    En 15 de junio de 1649, para evitar el gusano de los montes que destruía la bellota de los montes y el ganado, se echaron conjuros; a ellos, solía venir fray Diego Chacón, para  echar el conjuro; pero este año murió, y el regidor don Luis de Quesada Méndez  llamó a fray Juan de Valdivia de la Orden de San Francisco. Este se ofreció y se le buscó cabalgadura y gente,  que le acompañó; también el fraile pidió que el ayuntamiento de la ciudad votase el conjuro al santo que quisiese; y, así,  lo hizo con San Antonio de Padua “y así lo exige como abogado de esta imprecación” Le dieron  cien reales al padre frailes y   otros tantos de limosna al convento de San Francisco por las misas que se tenían que celebrar. 
En tiempos de peste, se ponía una puerta en el barrio de San Bartolomé que llegaba a una era que había donde hoy sube la carretera y camino de Rodahuevos ( deformación de Rodajuelos), allí estaba la casa de Sebastián Ayna, donde se colocaba la puerta enfrente de la ermita de San Bartolomé. Era el lugar por donde salían los trabajadores a las labores del campo y, desde el alba hasta la oración de noche permanecía  abierta.
Ahora lo ratificamos en otro documento ante el escribano Francisco de  Velasco, en  1658 (legajo 5169) Micaela Gutiérrez, esposa de Alonso García de Soto testaba  y declaraba que poseía una casa. Ahí radica  la importancia del  testamento: "una casa que estaba junto a la Puerta de San Bartolomé y  lindaba con la de Sebastián de Aynas y casas de Catalina de Martos", la destinaba para que se dijera tres misas por su alma y se lo encargó a sus herederos. Por lo que coinciden con otros documentos en el lugar de esta puerta de salida de hombres del campo que vivían en los barrios y y con direccción a la zona del camino de Priego. Luego, en 1663, la compró el vecino como casa y corral. 
Y muy explictia es una mención en la declaración del capital de Juan Sánchez Mesa sobre sus bienes: " una casa que baja a la puerta que dicen de San Bartolomé" ( esta casa lindaba con las de Juan del Pozo, por lo alto,  y Bartolomé Jiménez  por lo bajo y esta ban gravadas con un censo perteneciente a la  cofradía de la Virgen de las Mercedes. Un documento del mismo escribano, legajo 5183 folio 248 . 24 de junio de  1673.
En 1675, Alonso Serrano daba poder a Miguel Malo de Molina ante la Chancillería de Granada  para que lo defendiera en nombre de los vecinos del barrio de San Bartolomé en el pleito que tenían con el síndico procurador . Y el asunto radicaba en un hecho que manifiesta claramente que existía una puerta " se ha de conservar y estar abierta la puerta del barrio san Bartolomé. (Legajo 5175 folio 233, dos de agosto de 1675).

Por lo tanto, la Puerta Nueva de la Muralla del Aire hizo de Puerta del Campo para el recinto fortificado de la Mota, pero la puerta de San Bartolomé hace referencia a la  del Barrio de debajo de la Mota. 



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