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domingo, 21 de enero de 2024

DIARIO DEL RUTERO POR LOS MIRADORES DE ATALAYAS Y TRINCHERAS

 

ASOCIACIÓN DE VECINOS HUERTA DE  CAPUCHINOS DE  ALCALÁ LA REAL  (JAÉN)

ENTRE TÓZAR Y LIMONES. MIRADOR DE ATALAYAS Y TRINCHERAS 

BOLETÍN 250  DOMINGO 21 ENERO 2024. 























niciamos la marcha a las NUEVE Y MEDIA DE  LA MAÑANA en el  PARQUE SAUCES y leímos este pasaje periodístico de esta zona subidos en el autobús, cuando pasamos por La Gineta:


Seguimos por el itinerario preparado por la  N-432. Cerro de la Jineta, la Guzmana, cruce con carretera de Tozar, la Matanza, Mingo Pérez, Porqueriza,  y en este trayecto comentamos la Fuente de Malalmuerzo, cortijo de la Matanza en cuadradas en estaas palabras POR LAS ATALAYAS DE LA FRONTERA DEL SUR

Cercana a la ciudad fortificada de la Mota se encontraba la atalaya de la Dehesilla, la única que se conserva en pie por este flanco, sobre un cerro, cuyas laderas se reutilizaron en función agro ganadera. Bajando al ejido del Coto, se extendía la Dehesa de los Caballos, popularmente Dehesilla, una zona roturada desde el siglo XVII para el pago de los servicios a la Corona, en dirección a la Solana de Montefrío el olivar ha sustituido al viñedo, lo mismo que el Rosalejo donde abunda la sembradura y el olivar. Por los cuatro puntos cardinales hay veredas de acceso salvo por algunos lados que se interrumpe por estar recientemente roturados.  Esta torre gótica se asemeja a las torres de la Moraleda y Cascante, con las que se comunicaba en tiempos de frontera. De planta circular y un perímetro menor que las anteriores (14.70), muy cuidada por su aparejo y sillares regulares, sin base troncocónica y un balcón en el parte superior orlado y que circunda la parte superior con sus matacanes corridos, muy bien conservado. Un vano comunicaba con la habitación del alcaide, a través de una escalera de acceso de madera.

 Si avanzamos en dirección a Granada, se suceden una serie de torres, la mayoría de ellas destruidas o convertidas en muladares que ocultan las bases. Este es caso de la torre de la Peña del Yeso, que oteaba el recorrido de los viajeros del camino de Granada (actual N 432) y colocaba su punto de enlace con la de la Torre de Abril. Un poco más baja que la ciudad fortificada de la Mota, se encontraba sobre el cerro de las Esparteras de la casería Utrilla, y debe su nombre a la Peña del Yeso, sobre   un cerro cercano donde se ubicaba un  cortijo  abandonado. Con este nombre, solo queda metro y medio de esta torre, y hace indefinible el perímetro y otros elementos de la torre aunque se distinguen la forma y planta circulares y la mampostería de piedras de su relleno.

 Siguiendo la carretera nacional esta torre debía comunicar con la fortificación iberorromana de la Gineta que se mantuvo en tiempos musulmanes. Este oppidum  jugó un papel fundamental en la ruta de acceso a Granada en dirección a las tierras de Moclín a través del valle del arroyo Velillos. Y su enclave estratégico dejó sus huellas incluso en la última Guerra Civil como puesto de vigilancia entre las dos zonas y algunas escaramuzas de desplazamiento de trincheras entre bandos por las zonas cercanas de Cerro Mulero y la Guzmana, No es de extrañar el asentamiento romano de su entorno e, incluso, los restos neardenthales próximos a este contorno. La Gineta se asemeja a una peineta y forma su escarpada subida, orientada hacia la fortaleza de la Mota, un recinto adecuado para el control de  movimiento de tropas por esta entrada a los reinos de Granada. Desde la Gineta, pasando por el asentamiento romano y los restos del hombre de Neardenthal,  un camino en dirección hacia el Camello vira hacia el antiguo enclave de la Alcacieruela, actualmente deformada por Cariguela, donde una antigua fuente se viste de leyenda y de haber sido un recinto fortificado en dirección al final de los términos de Montefrio e Íllora, por unos parajes marcados por torres, una desparecidas y recordadas en los Libros de Términos como la del Listán y otras  recogidas en libros de repartimientos y conectando las ciudades granadinas de los Montes orientales, como la de Matute.

Pero, volviendo al cerro de la Gineta, este controla una atalaya más baja situada en el cerro del Quejigal, le servía de aviso de todo tipo de incursiones enemigas. Esta recibe el nombre de Quejigal, pero en tiempos pasados los libros de términos  la denominaban de  Moclín,  y recientemente de Torre de Abril. A la derecha de la carretera de Granada, situada entre el Moralejo Alto, la Parrilla y la Guzmana, solo se conservan restos de las cuatro primeras hiladas, rellenadas de muladares del relleno interior cilíndrico, y se observa cierto enripiado de las juntas. Eslava en su estudio de los castillos y batallas la definía como la más avanzada de la zona cristiana. A partir del cortijo del Pleito y por los cerros de la Melera, si continuamos el camino del arroyo del Velillos, podemos distinguir las atalayas de tierras granadinas en un paraje romántico, Con la mirada dirigida al castillo de Moclín, una llanura bautizada con Malalmuerzo, todavía rezuma un acontecimiento bélico entre las tropas alcalaínas y del señor de Alcaudete, donde y se encuadra un círculo de atalayas, donde destacan la Porqueriza, Solana y Mingo Andrés entre un paisaje singular de golliznos, valles, picachos, campos llanos, arroyos y sendas empinadas.

Leemos este poema sobre LA BATALLA DEL MALALMUERZO, recordando su 600 aniversario:

Caballeros de Moclín,

peones de Colomera,

entrado habían en acuerdo,

en su consejada negra,

a los campos de Alcalá

donde irían a hacer presa.

Allá la van a hacer,

a esos molinos de Güescar.

Derrocaban los molinos,

derramaban la cibera,

prendían lo molineros,

cuantos hay en la ribera.

Ahí les hablara un viejo

que era discreto en la guerra:

-Para tanto caballero

chica cabalgada es esta;

soltemos un prisionero

que a Alcalá lleve la nueva;

démosle tales heridas,

que en llegando luego muera;

cortémosle el brazo derecho,

porque no nos haga guerra.

Por soltar un molinero

un mancebo les saliera

que era nacido y criado

en Jerez de la Frontera,

que corre más que un gamo

y salta más que una cierva.

 

Por los campos de Alcalá

va gritando: -¡fuera, fuera!

caballeros de Alcalá

no os alabaréis de aquesta,

que por una que hicisteis

y tan caro como cuesta,

que los moros de Moclín

corrido os han la ribera,

robado os han vuestro campo,

y llevado os han gran presa.

 

Oídolo ha don Pedro,

por su desventura negra;

cabalgara en su caballo,

que le dicen Boca-negra.

Al salir de la ciudad

Encontró con Sayavedra:

 

-No vayades allá, hijo,

si mi maldición os venga,

que si hoy fuere la suya,

mañana será la vuestra.

No olvidamos su historia con este artículo de Domingo Murccia Rosales: 

El acontecimiento que se narra en el romance que aquí se estudia ocurrió en el mes de abril de 1424. Los granadinos rompieron una tregua que habían firmado con Juan II de Castilla en el verano de 1419, y que debería haber concluido el 15 de julio de aquel año en curso. Se quebró la paz y se reiniciaron las hostilidades cuando sólo faltaban tres meses para llegar a la conclusión del acuerdo. Exceptuando las épocas de paz, las cabalgadas de un lado u otro eran habituales. Esta ruptura provocó seguidamente incidentes en otros lugares de la frontera. Las tropas nazaríes corrieron nuestras tierras, quemando y devastando lo que encontraban a su paso. Los ganados, los cultivos y las escasas industrias de abasto, con sus operarios, eran casi siempre el objetivo de estas algaradas. Así, se debilitaba al contrario en lo económico.

Los molineros y los molinos de Güéscar (que no Huelma), sufrieron las más graves consecuencias. Uno de estos campesinos, mortalmente herido, llevó la noticia a los alcalaínos. Era domingo. La gente oía misa en la iglesia mayor abacial de Santa María, en la Mota. El malogrado personaje entró en el templo gritando, después de hacerlo por calles y plazas. Se formó un gran revuelo. Traía destrozados el vientre y la cabeza. Escuchadas las razones del moribundo, le auxiliaron y se aprestaron a tomar las armas y los caballos. No eran demasiados: poco más de una veintena de hombres a caballo y otros tantos peones. Allí estaban, entre otros, Alonso Fernández de Córdoba; su hijo –Pedro–; Juan Sánchez de Aranda, Pedro Fernández de Aranda y Fernán Pérez Escamilla. Don Alonso, viendo la escasa tropa reunida y lo que se avecinaba, reprendió a su hijo, pero éste le dejó caer una piadosa mentira.

 Con la improvisada hueste salieron de la Mota, bajaron por la cuesta del Cambrón, en la ladera sur, y se dirigieron a las zonas afectadas. Al descender por ella, cayó don Pedro al suelo, tras arrodillársele el caballo. Los cronistas del hecho difieren del lugar de la caída, creyendo alguno que fue en la Ribera, al pasar una acequia, pero todos coinciden que era señal de mal agüero.

 A la llegada a los molinos de Güéscar los recibió una banda de granadinos, que pasarían de dos mil. No obstante, se retiraron, a pesar de ser más en número. Esta extraña celada, victoriosa en principio, animó a algunos y alertó a otros. Pérez de Escamilla, que era un caballero respetado, por su edad y por los diez hijos y yernos que allí llevaba, recriminó a todos, diciendo: Será acertado no pasar adelante, pues estaremos perdidos. Las tropas moras son numerosas y esta retirada no debemos considerarla como una victoria, que creo que su pretensión es llevarnos a la emboscada... Pero como la mocedad es colérica –dice el manuscrito de Luis Alfonso de Aranda–, los caballeros mozos y algunos otros, manifestaron: En el Gaván nos hemos comido a los moros más de una vez, cuando han querido entrar en la plaza. Más sencillo será aquí, que van huyendo. Escamilla les contestó con prudencia y gallardía: Aquí no conseguiremos la victoria... Nunca, en toda la vida, he sido notado de falta de ánimo, aquí o en mi casa. Muy cerca estoy de morir, que tengo ya más de noventa y dos años... Me apena vuestra perdición, que la tengo por cierta, pero para que veáis que no desfallezco, el primero que embista a los moros seré yo. Se dobló la manga del sayo y reinició la marcha. Superaron dos nuevas celadas, y, como iban en ayunas, decidieron tomar algún alimento, acampando junto a una fuente.

Estando en este menester, los asaltaron los granadinos, que habían preparado una emboscada, tras vigilar escrupulosamente los movimientos de la reducida tropa. Los cercaron por todas partes, en gran número. Eran soldados muy ejercitados y valientes, procedentes de Colomera y Moclín, conocedores como nadie de aquellas tierras. Escamilla murió heroicamente, como don Pedro Fernández de Córdoba y tantos otros caballeros y peones, después de interminables horas de defensa a la desesperada, en donde se mostró el valor de nuestros personajes. Y fue suerte –continúa el manuscrito–, que la noche les cubriese, porque aunque la pérdida de hombres fue una de las mayores que Alcalá tuvo, la oscuridad amparó y protegió a los que no murieron, que fueron muy pocos. Dice el romance que, con presteza, regresó a Alcalá el alcalde Cabrera. El cuerpo muerto de don Pedro Fernández de Córdoba fue llevado a Moclín, donde los nazaríes le cortaron la cabeza. Se la presentaron al rey de Granada, que recibió el macabro trofeo con alegría, festejando la victoria con regocijos públicos y pensando que la frontera había perdido uno de los más valerosos opositores. Don Alonso Fernández de Córdoba pidió al granadino la devolución del cadáver de su hijo, y el monarca, en un gesto humanitario, accedió al ruego. El cuerpo muerto de don Pedro fue trasladado a Córdoba y enterrado en la iglesia de San Hipólito. La mayoría de los fallecidos, y entre ellos Escamilla, fueron sepultados en la iglesia alcalaína de la Mota. Fueron días de desgracia y de luto para Alcalá la Real, tanto, que, según algún testimonio pasado, en la iglesia mayor no se veía toca blanca más que la de una beata

. Esta batalla se conoce en la historia como la de la Peña de Mingo-Andrés. La fuente, desde entonces, se llama del Malalmuerzo. Lo relatado en el romance es un hecho real y se recoge en algunas crónicas. Los datos que anteceden sobrepasan los que se deducen del propio romance. Y es que este hecho de armas es comentado en un interesante manuscrito de la Biblioteca Nacional (n.º 18.040), del que hemos realizado diversas publicaciones, y del que Francisco Toro ha hecho una edición en 1993, que afecta sólo a la primera parte. Se intitula Discurso Genealógico del Linaje de los Aranda, que viven en la ciudad de Alcalá la Real... escrito por el Licenciado Sancho de Aranda y ampliado por Luis Alfonso de Aranda... De este manuscrito hay diversas copias y versiones, algunas de ellas, en mi archivo, que estamos utilizando Toro Ceballos y Murcia Rosales para una próxima publicación que las conjugará. También he utilizado el libro del abad de Rute, don Francisco Fernández de Córdoba, titulado Historia de la Casa de Córdoba, que es más escueto en la exposición, pero que coincide en lo esencial; y la Carta Ejecutoria de 1532, en la que Carlos I confirma los privilegios de esta Ciudad. 

Y tampoco estas palabras del cortijo de la Matanza hace tres años:



























I

 Llegamos a Tozar, una localidad perteneciente al municipio de Moclín, en la provincia de Granada, situada en la parte oriental de la comarca de Loja. A ocho kilómetros del límite con la provincia de Jaén, cerca de esta localidad se encuentran los núcleos de LimonesAlcalá la RealColomera y Benalúa de las Villas. Comentamos que su nombre  proviene de la época árabe, cuando se le denominaba "Tusar". hasta aquí en coche, y a pie entramos en Tozar , una localidad y pedanía española perteneciente al municipio de Moclín, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Está situada en la parte oriental de la comarca de Loja. A ocho kilómetros del límite con la provincia de Jaén, cerca de esta localidad se encuentran los núcleos de LimonesAlcalá la RealColomera y Benalúa de las Villas.El nombre proviene de la época árabe, cuand o se le denominaba "Tusar"[.

Por el  Tejar, caminamos por una leve cuesta hacia la Fuente de Poyatos, ruta del pastor de Colomera, por Sierra Limones contemplando parapetos y trincheras y el  Observatorio de la  Guerra Civil de  Limones, entre una sierra de monte mediterráneos y olivar y algún que otro cazador,  entramos en este pueblo por la  carretera escuela, posamos en iglesia comentando Tu, domine, es inter nos, lavadero y fuente de cinco caños vertiendo agua, LIMONES

MUnicipio de Moclín, en la provincia de Granada (comunidad autónoma de Andalucía). Está situado junto al límite con la provincia de Jaén. Dista 7 km de Moclín, la cabecera municipal y sede del Ayuntamiento. En el año 2019 tenía, según el INE, 103 habitantes.

Se accede por la carretera provincial GR-3415 desde la nacional de Granada a Córdoba. Predomina la agricultura, y dentro de ella, la explotación del olivar. Además, la localidad presenta aptitudes para el turismo rural, pero no se han explotado prácticamente hasta la fecha.Comentamos que el entorno de Limones estuvo habitado en época romana, de la que quedan los poblados en los lugares de Loma de la Era y El Rosalejo. Más tarde, los hispano-musulmanes lo llamaron «Beleymon», cuando Limones era un cortijo. Está documentada una torre en Limones en 1488. Y visitamos la Iglesia de san Miguel Arcángel. Contemplamos  Casamatas de una línea de fortificaciones de la Guerra Civil . Y nos deleitamos con el conjunto de arquitectura tradicional, de gran interés etnográfico. Nos dicen que sus fiestas son los Manchos (principios de febrero), an Miguel (finales de agosto).San Miguelito (finales de septiembre). Proseguimos por un paraje de bellas panorámicas hacia Melera y cortijo de San Marco. Llegamos al cementerio Tozar y cortijo de Santa Margarita, desde allí contemplamos las atalayas de nuevo  

TORRE MINGOANDRÉS

La Torre atalaya de Mingoandrés es una torre óptica de época nazarí, situada cerca de la localidad de Puerto Lope, en el municipio de Moclín, en la provincia de Granadacomunidad autónoma de Andalucía (España). En el sistema cartográfico MME, escala 1/50.000, se localiza en la hoja 991, cuadrícula 427-428/4134-4135. Por otro lado, al fondo, la Torre atalaya de la PorquerizaSe accede a través de una pista, desde la carretera a Alcalá la Real. Tiene planta circular, con obra de mampostería en hiladas de mediano tamaño, con argamasa rica en cal, y con ripios y verdugadas poco definidos. Hay algunos restos de enlucido. El estado de conservación es muy deficiente, con socavamiento de la base.La Torre de la Solana o Porqueriza es maciza, como solía ser usual en las torres vigías de la época, que sólo solían disponer de una habitación en su tercio superior, que en este caso no es perceptible, al igual que la puerta de acceso. Formaba parte del sistema defensivo del poderoso Castillo de Moclín.

Torre de planta circular, aunque su forma no es exactamenta defensivo del poderoso Castillo de Moclíne cilíndrica, al estar abombada por su parte central. Como era usual en las atalayas nazaríes, está construida con mampuesto calizo de buen tamaño, con enripiado organizando las hiladas (de 24 a 29 centímetros), y argamasa muy granulosa. Aún conserva parte del enfoscado y se ven huellas de los palos del encofrado original.

Está levantada sobre una ligera plataforma, al menos en su cara norte, y se puede apreciar, en el lado este, la típica ventana-puerta de las torres de su época, que permitía acceder a la única estancia, situada en el tercio alto de la construcción, con acceso a la cubierta. Actualmente el hueco ha perdido su dintel, aunque mantiene ambas jambas, de tipo sillar. Entramos en Tozar y  pasamos por calle Neruda y llegamos a plaza de iglesia y otros edificios de asociaciones. LLegamos al  yacimiento mozárabe y dolmenLos romanos dejaron igualmente su impronta: un silo en las afueras del pueblo, restos de cerámica y numerosas monedas. En su conjunto arqueológico se encuentran los restos de un dolmen de la Edad del Cobre y una necrópolis visigoda.

Queda demostrado documentalmente la existencia del topónimo "Tozar" al menos desde el siglo xv, al mencionarse este en un manuscrito que narra las hazañas de Don Miguel Lucas de Iranzo durante su estancia en Jaén, tras ser nombrado Condestable del Reino de Castilla por Enrique IV.

De la historia más reciente queda la memoria de las encarnizadas batallas que tuvieron lugar durante los tres años de Guerra Civil, y las numerosas trincheras que se pueden encontrar en los alrededores de Tózar.

Según el Instituto Nacional de Estadística de España, en el año 2013 Tózar contaba con 325 habitantes censados.​Tózar celebra sus fiestas populares en torno al 19 de marzo en honor a San José Obrero, el patrón del pueblo.

Cabe destacar la celebración de las tradicionales candelarias en la noche previa al 2 de febrero —día de la luz—, donde se hacen diversas hogueras formadas por palésmuebles viejos, etc, que van recogiendo los jóvenes durante las semanas anteriores. Esta costumbre está muy extendida por la zona centro-oeste de la provincia de Granada. 

  EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE TÓZAR:    

Sepulcro megalítico "Pileta de la Zorra" (en muy deficiente estado, pero pusimos el testimonio de la importancia de dicho  monumento , de unas dimensiones de unos dos metros de largo y ancho y cavidad de un metro y medio de profundidad, Silos de época romana ( nos comentaron que serían más bien del poblado  mozárabe, comparamos con l y las Trinchera a la Fuente CIcuela- Y comparamos con los sepulcros de la Mota ¿argáricos reutilizados?).  Es, sin dudda, Necrópolis medieval , localizada en un espolón rocoso que sobresale unos 15m de los campos que lo rodean. con un grado de  Accesibilidad  Bueno

 


NECRÓPOLIS MEDIEVAL

 

Descripción: se trata de una necrópolis excavada en la roca que incluye cuarenta enterramientos de tres tipologías distintas: antropomorfa, bañera y rectangular (el hecho de que prevalezcan las tumbas antropomorfas sobre las restantes confiere una fuerte caracterización y singularidad al yacimiento). Las tumbas, en su mayoría, presentan alrededor del foso un escalón que servía para asentar la cubierta realizada con losas de piedras (cubrían en su totalidad el hueco destinado a alojar el cuerpo del difunto). La ubicación de las tumbas, muy próximas unas a otras, parece responder a la intención de situarse contiguas a un espacio concreto, tal vez un edificio religioso u otro elemento simbólico, del que no quedan evidencias físicas visibles. Otra particularidad de los enterramientos es que muestran una gran homogeneidad en la orientación, estando casi todos dispuestos en dirección oeste-este con la cabecera hacia el poniente. En las terrazas inferiores se han hallado vestigios de varias estructuras de mampostería asociadas a un poblado medieval organizado especialmente a partir de la creación de algunas terrazas. Si bien la cerámica reconocida en superficie corresponde a unas tipologías propias de los siglos IX, X y XI, de plena época y producción islámica, la presencia de una necrópolis con un ritual de enterramiento asociado al culto cristiano confirma que se trataba de una comunidad mozárabe.

 

 Comparamos con los sepulcros de la Iglesia Mayor de la Mota (seis) y los de la Peñuela y la Ajarquía en cuanto a la forma y posibilidad de núcleos mozárabes en la comarca de la Sierra Sur como camino de acceso desde el Alto Guadalquivir a la Costa.

 

TRINCHERAS DE LA GUERRA CIVIL

EN MIRADOR CERCA DE LA CIUDAD SE ENCUENTRAN VARIOS NIDOS DE AMETRALLADADORAS CON SUS CORRESPONDIENTES PASADIIZOS Y PUESTOS DE TIROS. Eran del bando republicano desde controlaban el sector que estaba al frente, en la zona nacional. Era de hormigón armado.

 

 


SEPULCRO MEGALÍTICO "PILETA DE LA ZORRA"

 



Descripción: se trata de un sepulcro perteneciente al tipo de cámara megalítica (Calcolítico Antiguo). La planta, de forma triangular, viene dada por cinco ortostatos que forman las paredes del monumento funerario y que, a su vez, soportaban la losa descubierta que, en la actualidad, no se conserva.

  SILOS DE ÉPOCA ROMANA (Siglos II a.C. - III d.C.)

 

Descripción: en el espolón rocoso aparecen varios silos de almacenamiento de grano excavados en la roca a modo de pozos.Estarían asociados a una villa romana del Municipium Ilurconense, aún no localizada, dedicada a la producción de cereales.

 


ENTRE TORRES MINGOANDRÉS Y LA SOLANA


TRINCHERAS DE TÓZAR

La Guerra Civil española tuvo lugar entre  el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. La provincia de Granada quedó partida en dos muy pronto. Por un lado, se encontraba el bando leal al gobierno republicano, y por otro, el rebelde, que ocuparía casi la mitad de la geografía española hacia finales de 1936.

El 20 de julio de 1936, la guarnición militar de Granada se suma al levantamiento contra el gobierno. Las tropas sublevadas granadinas, organizaron un cinturón defensivo rodeando la capital, quedando Granada y las poblaciones circundantes, como un islote rebelde rodeado por el gobierno republicano.

El entorno de Moclín quedó dividido en dos. La línea del frente bélico, se estableció en la carretera que va de Limones hasta Tózar.

A partir del 4 de octubre de 1936 los pueblos de Puerto Lope y Moclín son ocupados por los nacionalistas, y un par de días más tarde Tózar.

El periódico ABC, en esa época, del lado del gobierno republicano, escribiría.

 La 32 División del III Cuerpo del Ejército del Sur, nacionalista, defendía el Sector de Moclín. El destacamento de Tózar, tuvo que hacer frente a los duros ataques de las fuerzas republicanas procedentes de Jaén. Se levantaron numerosas fortificaciones, en las 32 posiciones en la linea del frente, entre estas infraestructuras destacan los búnkeres y las trincheras.

Por otra parte, en la zona republicana también se fortificaron con trincheras. Las posiciones republicanas de la zona de Moclín estaban cubiertas por el IX y XXIII Cuerpo del Ejército Popular, integradas por las Brigadas Mixtas 51 y 106 de la Il Sección del Estado Mayor del Ejército del Sur.

En un fracasado ataque a Tózar, los facciosos dejan veintisiete muertos, en su mayoría rifeños

Iznalloz 5 –  4 tarde. Ayer, a última hora de la noche, el enemigo intentó penetrar en el pueblo de Tózar, lugar de concentración de fuerzas republicanas. Al advertir la presencia de los rebeldes, nuestras tropas se  parapetaron en las fortificaciones recientemente construidas e hicieron fuego de fusil y artillería contra los facciosos. Pocos minutos de fuego bastaron para que el enemigo retrocediese, huyendo hacia la capital granadina. Nuestros soldados persiguieron varios kilómetros a los rebeldes y se apoderaron de material de guerra, transportes y prendas de abrigo. En el campo, los facciosos dejaron 27 cadáveres, la mayor parte de ellos rifeños.

Tózar y Limones fueron ocupados por las tropas sublevadas el 5 de octubre de 1936

A la entrada del pueblo de Tózar, se encontraba la Plana Mayor del Batallón (del lado nacionalista). Aquí el Cuerpo de Ingenieros instaló varios parapetos de piedras, seis albergues para personal y emplazamiento para un fusil ametrallador.

 

En el cruce de la carretera que va de Tózar a Limones se emplazó una batería del calibre 10,5, y en el desmonte de la carretera se ocultaron 4 piezas de artillería. Contaba esta posición con cuatro albergues para el personal y un depósito, protegidos contra artillería.. Contaba esta posición con cuatro albergues para el personal y un depósito, protegidos contra artillería.También se instalaron posiciones bélicas defendidas con fusiles ametrallador en la Torre de la Porqueriza, Cerro Pitel y en la Torre Almenara.En el Parque Arqueológico de Tózar, con vistas a la sierra y a las trincheras de Moclín, se estableció una poderosa defensa, formada por un parapeto continuo, fabricado con hormigón ciclópeo y zanjas, asentamientos para tres ametralladoras y cuatro fusiles ametralladoras, dos abrigos contra artillería, albergues para personal y alambrada. Solo en esta sección podrían concentrarse más de treinta hombres. De todo esto quedan algunos vestigios que aun se pueden visitar.


 Nosotros nos fuimos a tomar unos entremeses y un buen arroz y secretaria en casa Marcelo qiue nos atendió muy bien.

 




















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