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viernes, 4 de mayo de 2018

EN ALCALÁ INFORMACIÓN. OTRO PRIMERO DE MAYO


foto de recibimiento del presidente Alcazá Zamora
en el Puerto del Castillo. 1932.

OTRO  PRIMERO DE MAYO. Otro Primero de Mayo. El de este año  fue,  el  del  2018.  En un día gris, cubierto de nubes negruzcas, de panza de burra, amenazando lluvia y granizos,  hasta tal punto que se   convirtió en una nevada imprevista. Parecía invierno en vez de encontrarnos con la primavera. En muchos lugares,  desarboló las expectativas de las concentraciones  sindicales, y,  sólo,  resistieron a la cita los más fieles a estas efemérides obreras.  O se conmemoraron en días posteriores  en sus  asambleas obreras.

Otro primero de mayo, recuerdo de aquel mismo día de 1886 en el que los trabajadores de Chicago iniciaron la lucha reivindicativa por conseguir la jornada de ocho horas y fueron ejecutados, un primer hito de la historia del mundo obrero. Otro primero de mayo,  evocando el acuerdo  de la Segunda Internacional  celebrada en Paris en  1889, en la  que  consideraron esta jornada como un día  de lucha reivindicativa que se extendió a muchos países.  Otro primero de mayo, efemérides de la víspera de este mismo día de 1879, en el que se fundó, clandestinamente, el Partido Socialista Obrero Español, en una casa de la calle madrileña de Lastra, y como señala su placa conmemorativa, lo hicieron por el hecho de los trabajadores carecía de libertad para reunirse y asociarse.
Otro primero de mayo, un repaso de la historia de los primeros de mayo de las Sociedades Obreras de finales del siglo XIX en Alcalá y en muchas aldeas alcalaínas, dentro de sus Centros Obreros, y en las concentraciones multitudinarias de trabajadores que se celebraban a lo largo de lugares como los cortijos de la Mesa, las Grajeras, Valdegranada, la Mesa, Mures, la Pedriza, Charilla, Riveras, Santa Ana, la Hortichuela, Cantera Blanca y Ermita Nueva.
Otro primero de mayo, encadenado en  aquellos que se celebraron en la II Republica. Aquellos que en palabas de una trabajador republicano indicaba que era La Fiesta del Trabajo. Hoy debe ser uno de los días más festejados, pues es la fiesta del trabajador, del obrero. De esa masa que ha quitado la tiranía, que ha libertado el país rompiendo las cadenas de la esclavitud”.  Por eso, la fiesta se iniciaba con la Diana matutina y, al mediodía, se celebraba un banquete multitudinario en honor los socialistas del partido, al que acudían  republicanos de toda la comarca, entre ellos los del Castillo y el propio Pablo Batmala. Este  primer mayo de la II República, por la noche,  concentró en la plaza a muchos obreros de  las Sociedades de las aldeas, que venían caracterizados  con comparsas carnavalescas, y además provistos de sus banderas republicanas y socialistas, retratos de Galán y Hernández y Pablo Iglesias y acompañamiento de  rudimentarios instrumentos musicales. En palabras del mismo republicano, fue “una manifestación grandiosa”. Después, se celebraba una velada musical en la Plaza de la Constitución.
Otro primero de mayo, que pasó por alto otros intentos de devaluarlo con las concentraciones lúdicas y multitudinarias de los Años de Oscuridad y de transformarlo en una festividad no laica.  Sin embargo este Primero de Mayo de 2018  es un reto de  la unidad de acción para luchar por  los desfavorecidos y los excluidos, para salvar el protagonismo partidarios y las carreras para encabezar la antorcha del podio protocolario de la esencia obrera.  Es el momento de reivindicar y sintonizar con las nuevas inquietudes de los más desfavorecidos y perjudicados por el sistema económico. Para ello, hay que vencer el desclasamiento de la sociedad, la desigualdad entre hombres y mujeres, la posmodernidad líquida,  el atomismo  y asilamiento de las personas en un mundo dominado por el imperio tiránico del mal uso de las redes tecnológicas, de reconstruir la historia local desde aquellos años de las reivindicaciones laborales como lo hicieron los obreros de Comdepols, los trabajadores del campo, las asociaciones de mujeres,  y otros muchos  colectivos que fueron alcanzando cotas de igualdad y solidaridad con sus luchas. Lo hicieron de muchas maneras, y como, se constata, se celebró como fiesta, y en otras ocasiones, con concentraciones, comidas de convivencia y manifestaciones. Qué importa el modo de celebrarlo. Lo fundamental es el espíritu, la lucha por los más desfavorecidos.
 



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