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viernes, 27 de julio de 2018

EN LA REVISTA DE SANTA ANA, MEMORIAS.


MEMORIAS, FUNDACIONES Y CAPELLANÍAS Y ANIVERSARIOS DE NUESTRA ABUELA SANTA ANA TRAS SU DECLARACIÓN COMO PATRONA











Nuestra ´Abuela " 2018
            Continuando con las memorias, aniversarios, capellanías de Nuestra Abuela Santa Ana, recogidas en los libros Primero y Segundo del   Libro de Capellanías, observamos que ya no se incrementan a lo largo de los siglos siguientes (XVII-XX). Más bien, se transmiten las capellanías de un patrón a otro, de descendiente a descendiente, y se recogen tan sólo algunas novedades. Varias familias nobles continúan con el mantenimiento de la devoción a Nuestra Señora de Santa Ana.

Nuestra Abuela 2018

LOS CONTRERAS Y MÉNDEZ DE SOTOMAYOR Entre ellas, los Contreras y los Méndez de Sotomayor. Muy interesante su fundación o memoria, para conocer esta familia que unió al escribano Pedro de Contreras con Francisca Méndez de Sotomayor, que tuvieron por hermana Leonor Méndez de Sotomayor, la fundadora del convento dominico de la Encarnación, y al licenciado y presbítero don Alonso Méndez de Sotomayor, primer mayordomo de la imagen y capilla de Nuestra Señora de las Mercedes.  
Su memoria no era exclusiva con la devoción a Santa Ana, sino que lo compartía con otras devociones. En concreto, este matrimonio comentado fundó un patronazgo con dos memorias: una que obligaba a celebrar la fiesta y decir la misa cantada correspondiente a las festividades de la Santísima Trinidad, de San Juan Bautista y de Nuestra Señora de la Concepción, y la de la Señora Santa Aba; y otra de cuatro misas rezadas sobre su sepultura. Lo hacían ante el escribano Juan Rodríguez de Cebreros, primero en su testamento de 22 de agosto de 1606, y posteriormente en la cláusula de 30 de agosto de 1608. Cargaban dicho patronazgo, (y, aquí radica su relación con Santa Ana), por hacerlo sobre una Casería de teja y su lagar, que disponía 14 aranzadas de viñas y tierra calma, situados en el sitio de Santa Ana, específicamente linderas con los Llanos y tierra de realengo y viñas de los herederos de Pedro Alonso el Rojo ( por cierto le daba nombre este personaje a una sección de la calle de los Caños), y viñas de Isabel de Rosales. Se apreciaba el rendimiento de estas tierras en 800 reales. Y el patrón sucesor fue el licenciado beneficiado Alonso Méndez de Sotomayor o Contreras, al que sucedía Juan de la Hinojosa, sobrino por parte de su hermana Leonor Méndez de Sotomayor y de Juan de Hinojosa Castillo.


LA FAMILIA DE LOS ARANDA

Santa Ana, retablo de las änimas
Santa Ana , retablo de Capilla de San Pedro
en Consolación


Existen varias memorias relacionadas con las familias de los Aranda. En primer lugar Clara de Aranda, firmó una memoria el 28 de septiembre de 1643 ante el escribano Juan de la Chica de diez misas rezadas con una limosna de dos reales por cada una de ellas, para que se le dijera una  de ellas en la festividad de Nuestra Abuela ( el resto en las fiestas de la Natividad, la Encarnación Asunción de la Virgen, Natividad, Pasión de Jesucristo, natividad de San Juan Bautista, San Miguel, Todos los Santos y Santa Cruz) Esta memoria  se gravaba con 27 fanegas situadas en la Fuente de la Encina, y la heredó  Ana de Chaves y Aranda, que era hermana de la anterior e hija de Juan de Aranda Méndez y la granadina Ana de Chávez, hija de Juan Ciriales y Angulo  y Ana de Chaves. Eran hermanas de Luis de Aranda Leyva, por la primera mujer de su padre.
Su hermana Ana de Chaves y Aranda, recibía un censo de mil maravedíes de capital en contra de los herederos de Diego de la Cruz para decir una misa por su alma en el día de Santa Ana y otra en el de la Encarnación de Nuestra Señora, en la capilla de Nuestra Señora de las Mercedes. Se recoge este dato por el testamento firmado ante el escribano Blas de Cáceres el día tres de marzo de 1649.  La misa estaba dedicada por el alma de su criada Ana de Aranda. Y se añadía otra memoria de seis misas rezadas y una cantada (dos en los días de San Cosme y san Damián por el alma de sus padres y en el día de todos los Santos). Se cargaban sobre tres aranzadas y media de viña en la Ladera de Montefrío y sus casas de la Mota. Lindaban con las del presbítero Juan de Aranda Góngora y de Pedro de Pineda Valenzuela y dos calles con dos aljibes, donde se recogía el agua, que solían ser casas de Alonso Cabrera Italia, linde con casas de Alonso Cabrera y las dos calles, cuya casa y solar heredaron Luís de Aranda Leiva y su hija Mariana de Aranda. Para poder arreglar las casas, se le asignaban fanegas en la Cornicabra para que no cayeran en ruina.

HEMOS SUBRAYADO ESTE DATO, PORQUE DATA EXACTAMENTE LOS ACTUALES ALJIBES DE LA MOTA, EN LA CASA DE LOS CABRERA Y SUS HEREDEROS LOS ARANDA LEIVA.
 LOS PINEDA
 La familia de los Pineda también estuvo relacionada con la devoción de nuestra Abuela Santa Ana. Poseían varias fincas en el entorno de este partido de campo. Jugaron un gran papel en el desarrollo de los cultos. Pues, don Francisco de Pineda y doña Beatriz Cívico levantaron ante Antón de Santillán en dos sesiones de los años cuarenta del siglo XVII (17 de julio de 1641 y 15 de enero de 1643), una memoria de tres misas cantadas (dos del Santísimo Sacramento, otra de la Asunción), y tres misas rezadas dedicadas a Santa Ana, santas Bárbara y Lucía, y para las fiestas de san Esteban, los mártires de Cerdeña y san Cenón. Se gravaba sobre una huerta de la villa de Cabra porcedente de una memoria heredada de Baltasar de Pineda. Y sobre todo, sobre las huertas de la Fuente del Rey que compraron de Pedro Cano Serrano y un huerto en las Azacayas. Esta memoria provenía en esta familia de don Pedro de Pineda Mejía y don Francisco de Pineda, caballero de la orden de Santiago, que se obligaba a una misa cantada a san Cenón y dos rezadas, una a San Joaquín y otra a Santa Ana en su día de fiesta y octavas, gravada sobre la huerta de la fuente del Rey. Y más explícitamente, Pedro de Pineda, detalla esta memoria ante el mismo escribano a favor de la cofradía de Santa Ana, siendo hermano mayor don Pedro de Tapia y Castilla ante el notario Alonso de Mesa. Y dice de esta manera la cláusula testamentaria: E mi voluntad que después de los día de la dicha  María de Pineda, mi hermana, que ha de suceder en la Huerta de la Fuente del Rey mi prima doña Ana Serrano y los que le sucedan han de dar a la Cofradía de Nuestra Señora de Santa Ana  tres ducados y por ellos han de tener la obligación de decir una misa cantada a San Cenón y dos rezadas a Santa Ana en su día y octava. , por la intención de don Francisco de Pineda su padre.


DATO MUY INTERESANTE PARA LA HISTORIA DE LA COFRADÍA DE LA ABUELA.  


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