Siguiendo a José Andrés Luna, los actuales pueblos de Moclín se encuentran situados en la zona de terreno de la subcomarca orienta, que presenta un relieve más complejo entre un paisaje quebrado y montuoso, basado en la existen cia de lomas coronadas por crestones más o menos abruptos, utilizados, en ciertos casos, para el asentamiento humano (villas), alternando con sierras calizas de alturas medias y bajas. El predominio corresponde a zonas margosas aprovechadas para el cultivo. Tras la conquista del área por lo que fue tradicionalmente la frontera del reino nazarí ante el expansionismo castellano cubrieron el flanco septentrional y fueron guardianes adelantados de una de sus partes más vulne rables: la Vega y la ciudad de Granada. Por eso, los definen su carácter de límite a través del tiempo,con la provincia de Granada con las de Córdoba y Jaén.
Tras la conquista de los Reyes Católicos, se produjo una migración general de la población musulmana, de cifrasno muy importantes. De acuerdo con los planes de repo blación, los castellanos se instalaron en los mismos núcleos que abandonaron sus antiguos moradores, aunque no siempre con la misma presencia, puesto que al buscar la mayor rentabilidad económica del suelo mostraron escaso interés hacia los lugares menos favorecidos. La ocupación y explotación de las tierras situadas en los pasillos mesozoicos y en las ondulaciones suaves de los macizos terciarios correspondían con las mejores tierras para el cultivo cerealista de secano y para la explotación silvopastoril, pues, los Montes fueron “un terreno ideal para el desarrollo del modelo castellano de organización del espacio rural” por sus espacios abiertos dedicados al secano cerealista, aunque en el fondo de los valles, surcados por cursos de agua más o menos importantes, se mantuviese la vieja tradición musulmana de la irrigación, muy minoritarias estas últimas y especialmente explotadas en los lugares donde permaneció la población morisca.. El panorama se completa con la ocupación de las áreas menos produc tivas para dehesas y baldíos9, cubiertas de vegetación espontánea, y otra parte de tierra inútil con abundancia de rocas, aristas y quebrada.
La ocupación del territorio, el reparto y la explotación de las tierras se realizó vigorizando viejas prácticas medievales de repoblación y con la donación de mercedes, en Moclín y Colomera, el 26% de las tierras se repartieron para mercedes reales; ocuparon los lugares elegidos por la antigua población musulmana al abrigo de una fortaleza, y que habían abandonado para refugiarse en la ciudad de Granada después de las conquistas castellanas; sin embargo quedaron, no obstante, algunos grupos muy reducidos de musulmanes instalados en antiguas alquerías. Estos grupos concentrados se encontraban diseminados en un extenso territorio totalmente vacío, cuya única fórmula de ocupación era mediante el hábitat disperso o con nuevas fundaciones. El prototipo de hábitat disperso fue el cortijo, y la fórmula de acceso a la propiedad fue la merced o la compra. En 1500 había en Moclín 54 vecinos.
Estos pueblos y núcleos de frontera( en forma de cortijos y alquerías) mantuvieron, tras su conquista, muchas relaciones, y, a pesar de que tuvieron en diversos momentos históricos demarcaciones diferentes de Moclín o de Granada, pervivieron sus relaciones con los pueblos de Illora y Alcalá la Real Sobre todo administrativas y comerciales, los que nos permiten establecer algunos datos sobre esto núcleos que conforman actualmente el municipio de Moclín.
Por aquel entonces la población de la zona ocupa tres tipos de asenta mientos, que en muchos casos han perdurado hasta épocas recientes: villas, alquerías y cortijos.
A través de este artículo abierto, añadiremos datos sobre su historia.
-Tózar.
Fue orginada de una alquería anterior. Frente al abandono masivo del territorio por parte de la población autóctona, donde se mantuvo la comunidad morisca y, aún admitiendo la decadencia de la población, en ellos permaneció la vieja organización del espacio de la civilización agraria que caracterizó a las alquerías musulmanas. La misma documentación cristiana se mantuvo el término durante gran parte del siglo XVI distinguiendo a una serie de lu gares identificados por características comunes. La primera nota distintiva es su situación en la zona de contacto entre la Vega y la línea fortificada exterior, defendida por las fortalezas de la Villa de Moclín. Asentada junto a los escasos cursos de agua de la zona, cerca de las, las proximidades del río Velillos ( como Santa, Limones, Tozar y Tiena)
Era una entidad rural, exenta de fortificación, ocupada mayoritariamente por moriscos, con agrupación de casas por este núcleo, como viejo recuerdo de la implantación del clan familiar, tenía término propio y la propiedad, así como la superficie cultivada, se encontraba bastante distribuida, tanto en regadío como en secano. El cortijo abarcaba 870 fanegas y se administraba por comunidad morisca
SANTA MARÍA
Pertenecía a cominidad morisca , era una alquería musulmana y 322 fanegas. Debe su nombr a los cartujos que lo comprron.
BAEZA
Con 636 fanegas.
FUENTE VIEJA
MORALEJO
MURES
Se nombra a Alcalá la Real
OLÍVAR
SAN JUAN
350V Fanegas
TRASQUILADERO
750 FANEGAS
|
Onítar |
Iznalloz |
Iznalloz |
1 |
|
Pozuelo de Santa Fe |
Iznalloz |
Iznalloz |
1 |
|
Diego Hernández Xama |
Iznalloz |
Iznalloz |
1 |
|
Caldereros |
Iznalloz |
Benalúa |
1 |
|
Venta de Alnarache |
Illora |
Illora |
1 |
|
Huelga de Bruna |
Moclín |
Moclín |
1 |
|
Jailón |
Montejícar |
Montejícar |
1 |
|
Guevara |
Montejícar |
Montejícar |
1 |
|
Padulejo (Paulejo) |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
1 |
|
La Torre |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
1 |
|
Homo Pastelero |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
1 |
|
Fuente Bella |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
1 |
|
Yesares |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Malaver |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Almendralejo |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Cañada del Caballo |
Colomera |
Benalúa |
1 |
|
Salvador de Elvira |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Venta del Puente |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Venta de las Torres |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Venta del Puerto |
Colomera |
Colomera |
1 |
|
Venta de Benalúa |
Colomera |
Benalúa |
1 |
|
San Juan |
Moclín |
Moclín |
2 |
|
Baeza |
Moclín |
Moclín |
2 |
|
Olivar |
Moclín |
Moclín |
2 |
|
Carchalejo |
Montejícar |
Montejícar |
2 |
|
Berralejo |
Colomera |
Montillana |
2 |
|
Puerta Alta |
Colomera |
Montillana |
2 |
|
D. Diego |
Colomera |
Colomera |
3 |
|
Cañadatalvara (Cañatalva) |
Iznalloz |
Iznalloz |
3 |
|
Los Castellones |
Iznalloz |
Iznalloz |
3 |
|
Poloria |
Iznalloz |
Iznalloz |
3 |
|
Agua de los Sauces |
Iznalloz |
Píñar |
3 |
|
Tocón |
Illora |
Illora |
3 |
|
Limones |
Moclín |
Moclín |
3 |
|
Santa María |
Moclín |
Alcalá (Jaén) |
3 |
|
La Maleza |
Moclín |
Moclín |
3 |
|
Mures |
Moclín |
Alcalá (Jaén) |
3 |
|
Agua de los Morales |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
3 |
|
Cañada Mochila |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
3 |
|
Blanco (Puerto Blanco) |
Moclín |
Colomera |
4 |
|
Las Juntas |
Moclín |
Moclín |
4 |
|
Trasquiladero |
Moclín |
Moclín |
4 |
|
Roble Gordo |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
4 |
|
Los Rasillos |
Colomera |
Montillana |
4 |
|
Juan de Mata |
Colomera |
Colomera |
4 |
|
Navazuelo |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
5 |
|
Alnarache |
Illora |
Illora |
6 |
204 JUAN ANDRES LUNA DIAZ
ANEXO II (Continuación)
|
Cortijo |
Término
documentado |
Término
actual |
Vecinos |
|
La Fuente Vieja |
Moclín |
Moclín |
6 |
|
Moralejo |
Moclín |
Moclín |
6 |
|
Tozar |
Moclín |
Moclín |
7 |
|
Fistel Alto y Bajo |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
7 |
|
Brácana |
Illora |
Illora |
8 |
|
Escóznar |
Illora |
Illora |
8 |
|
Trujillos |
Colomera |
Montillana |
8 |
|
Tiena |
Moclín |
Moclín |
9 |
|
Doña Mariana |
Guadahortuna |
Guadahortuna |
10 |
|
D. Pedro |
Moclín |
Moclín |
11 |
|
Deifontes |
Iznalloz |
Deifontes |
12 |
|
Puerto Lope |
Moclín |
Moclín |
12 |
|
Alomartes |
Illora |
Illora |
14 |
|
Montillana |
Colomera |
Montillana |
27 |
|
Benalúa |
Colomera |
Benalúa |
39 |
|
Domingo Pérez |
Iznalloz |
Iznalloz |
40 |
|
Cardela |
Guadahortuna |
Torre Cardela |
52 |
|
Villanueva de Mesía |
Montefrío |
Villanueva |
60 |
Tenemos constatado que se origina, a principios del siglo XVII, de un cortijo que arrendaban labradores a hidalgos granadinos. Estos acudian a levantar escrituras a la ciudad de la Mota, sobre el arrendamiento, compra-venta de productos como los paños y las telas.
TIENA
Historia:
Tiena la Baja fue un antiguo poblado de pastores, debido a que se podian encontrar numerosos nacimientos de agua. Este poblado nos lo hemos en los registros notariales de Alcalá la Real con el nombre de Triena la Baja, que aludía a un labrador que había acudido a la ciudad de la Mota para comprar productos. Em concreto, Juan García de la Calle " vecino que soy de la villa de Moclín de la jurisdicción de Granada, labrador en el sitio de la Triena la Baja, término de la dicha villa y estante al otorgamiento de esta escritura en la ciudad de Alcalá la Real". Lo hacía ante el mercader y jurado Pedro Hernández de Alcalá con el fin de comprarle dos vara y media de paño carorceno del obraje alcalaíno a doce reales cada vara. Y curiosamente, establecía como fecha de pago a primeros de agosto como día señado de Nuestra Señora la Virgen, que es cuando celebran las fiestas y en honor como Alcalá la Real el día de la Virgen de las Mercedes..jpg)
LIMONES
La extensión del cortijo, se extiende desde un gran número de ellos tienen menos de 200 fanegas (46,5%), que, por otra parte, pertenecen en gran medida a cristianos nuevos (65% frente a 35% de cristianos viejos). El más reducido pertenecía al morisco Albotodo (30 fanegas), seguido de La Laguna con 40 fanegas propiedad del Marqués de Mondéjar.
Los cortijos con más de 200 y menos de
1.000 fanegas representan el 32,5%,
71. A.G.S.:
Expedientes de Hacienda, leg. 101. Las alquerías tenían una ocupación entre 7 y
15 vecinos.
72. Cortijo del
Agua de los Sauces, o cortijo de Poloria, junto al arroyo de ese nombre.
73. “...en el
canpo e tierras del cortixo que dizen de los Calderones, que dexaron los dichos
Calderones, mudéjares...”. En ocasiones, cambia el nombre al cambiar el
propietario:
“...en las tierras e cortixo
del relator Herrera, que se dezia de antes el cortixo de los Caños...”.
74. “...tierras
del cortixo que dizen Omnítar, que era de Diego Mendoza y Benito Rical,
moriscos...”.
mayoritariamente en manos de cristianos
viejos, y los restantes son del dominio exclusivamente de los nuevos
pobladores.
En cinco ocasiones el cortijo se encuentra dividido y hay
casos, los referidos a señoríos, en que prácticamente ocupan la totalidad de los
términos municipales actuales (Campotéjar, Villanueva de Mesía, Torre Cardela,
Montillana, que también integra a Trujillos, o Benalúa de las Villas), aunque
bien es verdad que estos señoríos integraban a más de un cortijo: por ejemplo,
Domingo Pérez abarcaba las tierras de Baraila, Cañada Talvara, Salado Alto y
Salado Bajo75.
Lo normal era que cada propietario hiciese uso del bien en
su totalidad, apareciendo estos escasamente fragmentados; sin embargo, se
observan al
gunas excepciones de distinta consideración.
En ocasiones, como fruto de la herencia, se llegó a la fragmentación del
territorio original, y prueba de ello es la partición del cortijo de Poloria
entre los hermanos Hérmes o del cortijo del Pozuelo de Santa Fe entre los
Palacios. No obstante, hubo otros casos en que fue la compraventa la causa de
la partición76, pudiéndose comprobar que los moriscos no sentían
ninguna repugnancia por la compra de estas tierras a cristianos viejos. Tenemos
dos ejemplos que pueden ser útiles: en uno de ellos, Gonzalo Manjón acredita la
propiedad de 50 fanegas de tierra en el cortijo de Limones, perteneciente a
Doña Elvira Carrillo; en el otro, más significativo aún, el mudéjar Diego
Harinero es desposeído de 70 fanegas de tierra de Jailón (Montejíjar) correspondiente
a una vecindad que compro a Gil Tomás y parte de la Santa Cruz. Lo cierto es
que debió haber bastante movilidad en este sentido, como ha puesto de
manifiesto Bernard Vincent77.
En términos generales puede establecerse una relación entre propiedad y extensión de los cortijos, naturalmente debido a una amplia correspondencia propietario-cortijo, especialmente entre la comunidad morisca, que,por otra parte, son asimismo propietarios de los dominios menos extensos.
El 46,5% de los propietarios no poseen más de 200 fanegas cada uno, dándose la circunstancia que todos ellos, excepto uno, son cristianos nue vos. A partir de esa cifra, el número mayor de propietarios corresponde siempre al cristianos viejos, pues el 34% de propiedades entre 200 y 1.200 fanegas mayoritariamente se encuentra en manos de la comunidad cristia
75. Campotéjar
aparece, asimismo, con “sus cortijos”, entre los cuales se cita a Garnafate.
76. Juan de la
Puente Alabiat tenía 100 fanegas en el cortijo de los Castellanos, Gonzalo
Manjón disponía de 50 fanegas en Limones y el cortijo de Onítar se lo repartían
a medias entre Benito Rical y Diego de Mendoza, todos ellos moriscos.
77. Historia de
Granada III. Epoca. Moderna, ed. Don Quijote, 1986, pp. 113 y 114.
na y el restante 19,5% que tiene más de 1.200
fanegas son todos propietarios cristianos.
Pero un análisis más cercano nos depara nuevos datos que
diferencian la propiedad en ambas comunidades. Generalmente cada propietario
morisco era dueño de un solo lugar, en la mayoría de los casos de reducida
extensión, pero también cuando el cortijo tenía mayor entidad. Así, por
ejemplo, sucedía con las 650 fanegas de Luis Camino el Mudéjar, que se referían
al dominio de los Castellones, aunque este lugar debió alcanzar 750
fanegas si tenemos en cuenta las 100
fanegas que Diego de la Puente Ala-
biat había adquirido con anterioridad, o
con el cortijo del Agua de los Sauces, que se extendía sobre 900 fanegas (422,5
Has.) y pertenecía a los Vene- gas de Monachil. Sin embargo, las 760 fanegas
del Marqués de Mondéjar en esta región son la suma de cinco cortijos, aunque
tres de ellos unían sus límites entre sí: Joraique, cortijo del Marqués y el
Pozuelo, y asimismo la familia Zafra juntaba 1.150 fanegas con las propiedades
de cuatro cortijos. Por el contrario, en las grandes extensiones de más de
1.200 fanegas sucedía el fenómeno contrario: pertenecía a un solo dueño y era
cristiano.
Con relación a la vecindad de los propietarios, la
mayor parte de estas tierras pertenecían a 34 vecinos de Granada, 19
propietarios cristianos y 15 moriscos; 5 estaban avencindados en las Villas,
todos moriscos; los dos restantes, también moriscos, uno era vecino de Alfacar
y otro de Monachil.
|
|
|
Con superficie registrada |
|
Sin registro de superficie |
||||
|
Propie |
Vecinos Superf. |
Vecinos
Superf. |
Superf. |
Total |
Total Vecinos |
Vecinos Sin
citar |
||
|
tarios |
Granada (fg.) |
Villas |
(fg-) |
Otros |
(fg-) |
prop. |
superf. Granada |
Villas prop. Total |
|
Crist |
19 48965 |
— |
— |
— |
— |
19 |
48965 14 |
27 - 47 |
|
Morís. |
15 2431 |
5 |
648 |
2 |
1000 |
22 |
4079 2 |
1 — 3 |
|
Total |
34 51396 |
5 |
648 |
2 |
1000 |
41 |
53044 16 |
28 22 66 |
Desde otra perspectiva, el 92% de las tierras
pertenecía a cristianos viejos vecinos de Granada; el 4,75% era dominio de
moriscos vecinos de Granada; el 1,25% correspondía a moriscos avecindados en
las Villas y el 2% restante estaba en manos de moriscos de dos alquerías
próximas a Granada.
Por otra parte, los 66 cortijos que no cuentan con registro
de superficie;
16 eran de vecinos de Granada, de los
cuales 14 eran cristianos viejos; 28 de vecinos de las Villas, solamente uno de
ellos era morisco, y en 22 no se cita el propietario. De esta manera se puede
resumir asignando el 56% de los lugares a los cristianos, el 23,5 a moriscos,
quedando el 20,5% sin poder determinar a quien pertenecían.
|
|
10 a 100 Has.
(213 fg.) |
101 a 250
Has. (532,5fg.) |
más de 250
Has. |
|
Cristianos |
1 |
4 |
14 |
|
Moriscos |
18 |
2 |
— |
Desde un punto de vista formal, no cabe duda que la región
de los Montes se encuentra dominada por el latifundio y que la gran propiedad
tiene su mejor reflejo en el cortijo. En términos de cómputo global, cada gran
propietario podía ejercer su dominio sobre 607,5 Has., muy por encima de las
250 Has. a partir de las cuales se consideran grandes propiedades.
Pero ya en la misma distinción global entre cristianos
viejos y nuevos comienzan a perfilarse diferencias notables, pues mientras los
primeros serían dueños teóricos de 1.210 Has., los segundos no alcanzaban más
allá de las 89 Has., inscribiéndose, por tanto, entre las propiedades medias.
Y es ese último punto donde la teoría y la realidad se
aproximan, ya que efectivamente casi todas las propiedades moriscas registradas
ocupan su espacio entre los límites de la mediana propiedad: más de 10 Has. y
menos de 250 Has., de manera que de los 20 propietarios moriscos con menos de
250 Has., 18 no llegaron a tener las 100 primeras; los otros dos eran dueños de
117 y 138,5 Has. respectivamente y solamente en los casos de Luis Camino el
Mudéjar (305 Has), y de Alonso Venegas de Monachil (422,5 Has.) puede hablarse
de grandes propietarios.
Entre los cristianos de la muestra las cosas eran
sustancialmente distintas; el dominio correspondía a la gran propiedad. Frente
a 5 propietarios con menos de 250 Has. (como máximo 164 Has.), había 14 grandes
propiedades, entre las que se encuentran los señoríos, consecuencia de la
cesión de tierras en recompensa a servicios prestados a la Corona y con un
segundo fin repoblador y de ocupación espacial.
Lo cierto es que tanto los notables o mercaderes moriscos
acomodados en Granada, como las personalidades cristianas de la élite local
sentían auténtica ansia por la posesión de tierras, aunque éstas fuesen de
secano. Naturalmente que la situación se presentó con carácter de relativa
igualdad hasta el momento de la sublevación78, pero a partir de ese
momento los moriscos son despojados de sus tierras y tan sólo algunos, con
orden, consiguen permanecer y conservar propiedades, aunque no fuesen las que
tenían originariamente. El jurado Miguel Hérmes es el único de la familia de
mercaderes Hérmes que parece que continuó en la ciudad, pues el 1 de
78. En el momento de la
expulsión, Diego de la Puente Alabiat poseía 100 fanegas de tierra que había
comprado a Luis Camino el Mudéjar, en los Castellones.
octubre de 1591 obtuvo la posesión de
la parte del cortijo de Onítar que había pertenecido a Benito Rical, “En tueque
de la terçia parte que él tenía en la mitad del cortijo de Poloria”.
Por el contrario, muchos cristianos viejos vieron la
ocasión de adquirir grandes fincas ante la marcha de los moriscos. Sebastián de
Enciso Navarrete, veinticuatro de la ciudad, había comprado en 1570 las 100
fanegas del cortijo de Onítar pertenecientes a Diego de Mendoza, otras 100
fanegas del cortijo de los Castellanos a Diego de la Puente Alabiat y las 650
fanegas de ese mismo cortijo pertenecientes a Luis Camino el Mudéjar, de las
cuales fue despojado por comprarlas después del levantamiento79. No
cabe duda que a partir del último cuarto de siglo los planteamientos comienzan
a ser distintos.
La explotación de los grandes cortijos se realizaba
mediante la colonización señorial, consistente en la instalación en el lugar de
una población
y la distribución, con servidumbre
concertada, de las tierras entre los repobladores, y así fue el caso de Domingo
Pérez y Benalúa80; en el último de las cuales el padrón recoge la
vecindad de 13 labradores que explotarían sus propias tierras y 17 trabajadores
o braceros que vendían sus servicios
por día. Pero en Montillana el vecindario nos da cuenta de un
sólo labrador y 21 trabajadores, lo que hace suponer que la explotación se
llevaba a
cabo por un representante del señor y el
resto trabajaba las tierras a jornal.
En cortijos de reducida población la fórmula más usada
fue el acceso a la tierra de labradores como arrendadores o propietarios del
lugar, en los dos casos poniendo en cultivo las tierras y procurándose la
continuidad de la labor con otras personas ajenas81. En los casos de
arrendamiento, algunos de propietario morisco a cristiano viejo82,
se utilizaron diversas fórmulas de pago, incluyendo la contribución en especies83.
Hay dos casos singulares, que no debieron ser únicos: Juan
de Mata y los Trujillos explotan la tierra mediante la fórmula del clan
familiar, bajo
79. BARRIOS
AGUILERA-BIRRIEL SALCEDO: La repoblación del reino de Granada después de la
expulsión de los moriscos, Granada, 1986, p. 211. El 11 de noviembre de 1571 se
toma posesión de las 80 fanegas del cortijo de los Gayombares, en el término de
Loja, que el morisco Francisco de Luna había vendido a Andrés Díaz de Ojeda
“después del levantamiento deste Reyno, contra el vando que se hecho por orden
de su magestad”.
80. GARZON
PAREJA, Manuel: Historia de Granada, 2 vols. Diputación de Granada, 1980,1, pp.
323-366. Reproducción de un artículo anterior sobre señoríos en el Reino de
Granada.
81. El labrador
Cristóbal López está al frente del cortijo de los Rasillos, pero comparte la
vecindad con los trabajadores Juan Romero, Bartolomé Martín y Juan de Rojas.
82. BARRIOS-BIRRIEL:
Ob. cit., p. 210. Posesión del cortijo
de la Moraleda, perteneciente al Colay, arrendado a cristianos viejos.
83. GARZON
PAREJA: Historia de Granada, I, p. 363. En 1601 se arriendan las tierras de
Caxis por alquiler en especies.
la autoridad del cabeza de familia. En el
primero, Juan de Mata, labrador
y propietario, cultiva en compañía de su
hijo Pedro de Mata el mozo y de sus yernos Antón Delgado y Mateo Sánchez, todos
labradores; en el segundo, Pedro Hernández Trujillo, labrador y propietario,
comparte la labor con sus hermanos Andrés Trujillo y Alonso Hernández y con su
hijo Pedro, todos labradores, y tiene como trabajadores a sueldo a Alonso
Martín, Hernán Martín y Juan Carrillo84.
En otras ocasiones la vecindad corresponde a un lugar
distinto donde se tiene la propiedad o se desarrolla el trabajo85.
Como ya se ha señalado, estas tierras estaban dedicadas
casi en su totalidad al laboreo del secano, con especial incidencia cerealista,
pues es “tierra rasa de pan llevar”; no obstante, el Apeo refleja también la
existencia de olivares y viñas y, en menor medida, el aprovechamiento de
técnicas de riego en los cortijos que ofrecían esa posibilidad. En la posesión
del cortijo de los Castellones, “...yo el dicho juez escrivano de comissión fui
a la guer- ta deste dicho cortixo, questá devajo de las cassas, linde con el
pilar de la alberca, que tiene morales e çiruelos e açeytunos e otros árboles,
en la qual me entré e tomé posesión real actual della, cortando ramas destos
árboles e parrales...”. El aprovechamiento del riego variaba según la situación
del cortijo y el caudal de agua, aunque siempre minoritario respecto al secano:
el cortijo de Baeza, situado y regado por el río Velillos, disponía de 870
marjales de riego y el cortijo de D. Pedro, junto al arroyo de Mures, tenía 71
marjales, mientras que el manantial del cortijo de la Alhondigilla no daba para
más de 1,5 marjales. Estas tierras de riego, donde era posible, proporcionaban
dos cosechas al año, trigo y legumbres86.
La calidad de la tierra variaba según el lugar, aunque de
acuerdo con los datos que proporciona el Catastro de Ensenada la mayor parte de
ellas era de inferior calidad. En el cortijo de Limones, como caso excepcional,
había más tierras de mediana calidad (635 fanegas medianas, 482 inferiores y 34
inútiles), pero en Moralejo, Esquiladero, Gumiel o La Huelga, por ejemplo, la
situación era muy distinta en Moralejo, 18 fanegas medianas, 562 inferiores o
en Esquiladero, 50 fanegas de mediana calidad, 678 inferiores y 22 inútiles.
Las tierras de inferior calidad se sembraban cada dos años y las inútiles ni
siquiera se sembraban.
84.
A.G.S.: Expedientes de Hacienda, leg. 101.
85.
En la posesión del Agua de los Sauces están presentes
Pedro de Mata, Juan Hermosi- 11a, “labradores deste dicho cortixo”, y Juan
Mellado, “vezino de Yznalloz, labrados en Caña- datalvar”, y en el Pozuelo,
además de éste último, da testimonio de la posesión Pedro Hernández del Cuerpo,
“vezino del Canpillo, labrador deste dicho cortixo”. Los hermanos Juan y Miguel
Vílches y el yerno del primero son vecinos de Banalúa y labradores en el
Almendrale- j°-
86.
Catastro del Marqués de la Ensenada.

