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jueves, 30 de octubre de 2025

ALGUNOS DATOS HISTÓRICOS DE LOS PUEBLOS DE MOCLÍN

Siguiendo a José Andrés Luna, los actuales pueblos de Moclín se encuentran situados en la zona de terreno de la subcomarca orienta, que presenta un relieve más complejo entre un paisaje quebrado y montuoso, basado en la existen cia de lomas coronadas por crestones más o menos abruptos, utilizados, en ciertos casos, para el asentamiento humano (villas), alternando con sierras calizas de alturas medias y bajas. El predominio corresponde a zonas margosas aprovechadas para el cultivo. Tras la conquista del área por lo que fue tradicionalmente la frontera del reino nazarí ante el expansionismo castellano cubrieron el flanco septentrional y fueron  guardianes adelantados de una de sus partes más vulne rables: la Vega y la ciudad de Granada. Por eso, los definen su carácter de límite a través del tiempo,con la provincia de Granada con las de Córdoba y Jaén

Tras la conquista de los Reyes Católicos, se produjo una migración general de la población musulmana, de cifrasno muy  importantes. De acuerdo con los planes de repo blación, los castellanos se instalaron en los mismos núcleos que abandonaron sus  antiguos moradores, aunque no siempre con la misma presencia, puesto que al buscar la mayor rentabilidad económica del suelo mostraron escaso interés hacia los lugares menos favorecidos.  La ocupación y explotación de las tierras situadas en los pasillos mesozoicos y en las ondulaciones suaves de los macizos terciarios correspondían con las mejores tierras para el cultivo cerealista de secano y para la explotación silvopastoril, pues, los Montes fueron “un terreno ideal para el desarrollo del modelo castellano de organización del espacio rural” por sus espacios abiertos dedicados al secano cerealista, aunque en el fondo de los valles, surcados por cursos de agua más o menos importantes, se mantuviese la vieja tradición musulmana de la irrigación,  muy minoritarias estas últimas y especialmente explotadas en los lugares donde permaneció la población morisca.. El panorama se completa con la ocupación de las áreas menos produc tivas para dehesas y baldíos9, cubiertas de vegetación espontánea, y otra parte de tierra inútil con abundancia de rocas, aristas y quebrada.

La ocupación del territorio, el reparto y la explotación de las tierras se realizó vigorizando viejas prácticas medievales de repoblación y con la donación de mercedes,  en Moclín y Colomera, el 26% de las tierras se repartieron  para mercedes reales; ocuparon los lugares elegidos por la antigua población musulmana al abrigo de una fortaleza, y que habían abandonado para refugiarse en la ciudad de Granada después de las conquistas castellanas; sin embargo quedaron, no obstante, algunos grupos muy reducidos de musulmanes instalados en antiguas alquerías. Estos grupos concentrados se encontraban diseminados en un extenso territorio totalmente vacío, cuya única fórmula de ocupación era mediante el hábitat disperso o con nuevas fundaciones. El prototipo de hábitat disperso fue el cortijo, y la fórmula de acceso a la propiedad fue la merced o la compra. En 1500 había en Moclín 54 vecinos.

Estos pueblos y núcleos de frontera( en forma de cortijos y alquerías) mantuvieron, tras su conquista, muchas relaciones, y, a pesar de que tuvieron en diversos momentos históricos demarcaciones diferentes de Moclín o de Granada, pervivieron sus relaciones con los pueblos de Illora y Alcalá la Real Sobre todo administrativas y comerciales, los que nos permiten establecer algunos datos sobre esto núcleos que conforman actualmente el municipio de Moclín.

Por aquel entonces la población de la zona ocupa tres tipos de asenta mientos, que en muchos casos han perdurado hasta épocas recientes: villas, alquerías y cortijos.

A través de este artículo abierto, añadiremos datos sobre su historia. 


-Tózar.

Fue orginada de una alquería anterior.  Frente al abandono masivo del territorio por parte de la población autóctona, donde se  mantuvo la comunidad morisca y, aún admitiendo la decadencia de la población, en ellos permaneció la vieja organización del espacio de la civilización agraria que caracterizó a las alquerías musulmanas. La misma documentación cristiana se mantuvo el término durante gran parte del siglo XVI distinguiendo a una serie de lu gares identificados por características comunes. La  primera nota distintiva es su situación en la zona de contacto entre la Vega y la línea fortificada exterior, defendida por las fortalezas de la  Villa de Moclín. Asentada junto a los escasos cursos de agua de la zona,  cerca de las, las proximidades del río Velillos ( como Santa,  Limones, Tozar y Tiena) 

Era una entidad rural, exenta de fortificación, ocupada mayoritariamente por moriscos, con agrupación de casas por este  núcleo, como viejo recuerdo de la implantación del clan familiar, tenía término propio y la propiedad, así como la superficie cultivada, se encontraba bastante distribuida, tanto en regadío como en secano. El cortijo abarcaba 870 fanegas y se administraba por comunidad morisca

SANTA MARÍA

Pertenecía a cominidad morisca , era una alquería musulmana y 322 fanegas. Debe su nombr a los cartujos que lo comprron.

BAEZA

Con 636 fanegas.

FUENTE VIEJA

MORALEJO

MURES 

Se nombra a Alcalá la Real

OLÍVAR

SAN JUAN

350V Fanegas

TRASQUILADERO

750 FANEGAS


Onítar

Iznalloz

Iznalloz

1

Pozuelo de Santa Fe

Iznalloz

Iznalloz

1

Diego Hernández Xama

Iznalloz

Iznalloz

1

Caldereros

Iznalloz

Benalúa

1

Venta de Alnarache

Illora

Illora

1

Huelga de Bruna

Moclín

Moclín

1

Jailón

Montejícar

Montejícar

1

Guevara

Montejícar

Montejícar

1

Padulejo (Paulejo)

Guadahortuna

Guadahortuna

1

La Torre

Guadahortuna

Guadahortuna

1

Homo Pastelero

Guadahortuna

Guadahortuna

1

Fuente Bella

Guadahortuna

Guadahortuna

1

Yesares

Colomera

Colomera

1

Malaver

Colomera

Colomera

1

Almendralejo

Colomera

Colomera

1

Cañada del Caballo

Colomera

Benalúa

1

Salvador de Elvira

Colomera

Colomera

1

Venta del Puente

Colomera

Colomera

1

Venta de las Torres

Colomera

Colomera

1

Venta del Puerto

Colomera

Colomera

1

Venta de Benalúa

Colomera

Benalúa

1

San Juan

Moclín

Moclín

2

Baeza

Moclín

Moclín

2

Olivar

Moclín

Moclín

2

Carchalejo

Montejícar

Montejícar

2

Berralejo

Colomera

Montillana

2

Puerta Alta

Colomera

Montillana

2

D. Diego

Colomera

Colomera

3

Cañadatalvara (Cañatalva)

Iznalloz

Iznalloz

3

Los Castellones

Iznalloz

Iznalloz

3

Poloria

Iznalloz

Iznalloz

3

Agua de los Sauces

Iznalloz

Píñar

3

Tocón

Illora

Illora

3

Limones

Moclín

Moclín

3

Santa María

Moclín

Alcalá (Jaén)

3

La Maleza

Moclín

Moclín

3

Mures

Moclín

Alcalá (Jaén)

3

Agua de los Morales

Guadahortuna

Guadahortuna

3

Cañada Mochila

Guadahortuna

Guadahortuna

3

Blanco (Puerto Blanco)

Moclín

Colomera

4

Las Juntas

Moclín

Moclín

4

Trasquiladero

Moclín

Moclín

4

Roble Gordo

Guadahortuna

Guadahortuna

4

Los Rasillos

Colomera

Montillana

4

Juan de Mata

Colomera

Colomera

4

Navazuelo

Guadahortuna

Guadahortuna

5

Alnarache

Illora

Illora

6

204                                                                          JUAN ANDRES LUNA DIAZ

ANEXO II (Continuación)

Cortijo

Término documentado

Término actual

Vecinos

La Fuente Vieja

Moclín

Moclín

6

Moralejo

Moclín

Moclín

6

Tozar

Moclín

Moclín

7

Fistel Alto y Bajo

Guadahortuna

Guadahortuna

7

Brácana

Illora

Illora

8

Escóznar

Illora

Illora

8

Trujillos

Colomera

Montillana

8

Tiena

Moclín

Moclín

9

Doña Mariana

Guadahortuna

Guadahortuna

10

D. Pedro

Moclín

Moclín

11

Deifontes

Iznalloz

Deifontes

12

Puerto Lope

Moclín

Moclín

12

Alomartes

Illora

Illora

14

Montillana

Colomera

Montillana

27

Benalúa

Colomera

Benalúa

39

Domingo Pérez

Iznalloz

Iznalloz

40

Cardela

Guadahortuna

Torre Cardela

52

Villanueva de Mesía

Montefrío

Villanueva

60

 







 Tenemos constatado que se origina, a principios del siglo XVII, de un cortijo que arrendaban labradores a hidalgos granadinos. Estos acudian a levantar escrituras a la ciudad de la Mota, sobre el arrendamiento, compra-venta de productos como los paños y las telas.







TIENA

Situada en el noroeste de la provincia de Granada, en una zona montañosa. Entre los Montes Orientales y occidentales, a unos 28 km de la capital granadina. Como otros pueblos, pertenece al municipio de Moclin, donde se encuentra el ayuntamiento. Este se encuentra a seis kilómetros de la localidad,  quedan de otroros tiempos 
la iglesia, su pilar, un arco, un antiguo lavadero y la belleza de todo el barrio antiguo,Curiosamente, celebra las 
Las fiestas patronales en honor a la Virgen Nstra Sra de las Mercedes. Suelen celebrarse la última semana de julio con la primera de agosto.

Historia:

Tiena la Baja fue un antiguo poblado de pastores, debido a que se podian encontrar numerosos nacimientos de agua. Este poblado nos lo hemos en los registros notariales de Alcalá la Real con el nombre de Triena la Baja, que aludía a un labrador que había acudido a la ciudad de la Mota para comprar productos. Em concreto, Juan García de la Calle " vecino que soy de la villa de Moclín de la jurisdicción de Granada, labrador en el sitio de la Triena la Baja, término de la dicha villa y estante al otorgamiento de esta escritura  en la ciudad de Alcalá la Real". Lo hacía ante el mercader y jurado Pedro Hernández de Alcalá con el fin de comprarle dos vara y media de paño carorceno del obraje alcalaíno a doce reales  cada vara. Y curiosamente, establecía como fecha de pago a primeros de agosto como día señado de Nuestra Señora la Virgen, que es cuando celebran las fiestas y en honor como Alcalá la Real el día de la Virgen de las Mercedes.
(lAHPJ.LEGAJO 4991 , FOLIO 318 Y V, ESCRIBANO JUAN BAUTISTA MEJORADA,  CUATRO DE OCTUBRE DE 1622).



    Las fuentes que podemos encontrar son la del pilar la de la fuente la del alambrique y la de el colantrillo. Actualmente sus gentes se dedican a tareas agricolas. En Tiena se recolectan unos DIEZ millones de kg de aceituna, hay un molino de aceite, varios pesos de aceituna, y una empresa dedicada a la biomasa.

LIMONES

Es otro núcleo donde se albergaba un cartijo procedente de unaa antigua alquería que ya existía a principios del siglo XVII, donde u labrador corría a cargo de eus tierras. Aunque era un cortijo  no aparece totalmente despejado en la docu mentación, de manera que su uso y aplicación varía,dentro de una misma unidad geográfica. La única característica común es un cierto aislamiento exterior. Participa , según el tiempo de la misma consideración que tienen la casa aislada, las agrupaciones meno res de casas o los núcleos de cierta entidad, que generalmente se corres ponden con antiguas alquerías abandonadas. Se define por la carencia institucional del concejo. Esta  cortijada era residuo de alquerías, solían situarse próxima a los cursos de agua, en este caso, una fuente,  y en las encrucijadas de los caminos con Colomera y Moclín. La iglesia para los bautismos y la casa solariega del señor eran los signos externos de identificación que unía a la comunidad36. Contaba además con ciertos caracteres de su reciente pasado: máximo aprovechamiento agrícola de sus tierras, explotación del regadío, aunque en precario, y del secano y tenía término propio. Por otra parte, los repobladores, con un nuevo concepto de la organiza ción del espacio y de la valoración de las tierras, estableceLa iglesia para los bautismos y la casa solariega del señor eran los signos externos de identifi cación que unía a la comunidad. Contaba además con ciertos caracteres de su reciente pasado: máximo aprovechamiento agrícola de sus tierras, explotación del regadío, aunque en precario, y del secano y tenía término propio. Por otra parte, los repobladores, con un nuevo concepto de la organiza ción del espacio y de la valoración de las tierras, establecen diversas cate gorías de un lugar de acuerdo con la pujanza o ruina de su población. 
Su propiedad pertenecía a doña Elvira Carrillo, vecina de Granada, cuya extensión se elevaba a 1.170 y le daba el nombre al cortijo de esta cristiana.
Se observa que el labrador morisco Gonzalo Manjón solía reservarse para su labrantía 50 fanegas. 
EL CORTIJO DE ALBOTODO ERA   DE COMUNIDAD MORISCA Y VIVÍA EN GRANADA, NO TENÍA NOMBRE EL CORTIJO EN LA ZONA DE MOCLÍN. 
OLIVARES. El mismo comentario
PUERTO LOPE.
Abunda los documentos que hacen referencia en los archivos alcaláinos sobre este lugar.  Perten4ec´çia como una merced al sñorío de los Ponce de León. Por un documento de 1623, Sebastián Sánchez y Domi ngo se obligaban  como vecinos de la jrisdicción de Francisco de León a pagarle doscientos reales al mercader alcalaón Francisco Hern´nenadez de Alcalá. Desde una venta estratégica dentro del camino de Granada.


MOCLÍN
Es la villa de este entorno que servía de sustento  y escudo de Granada. Se sabe que la población se había asentado en ella s desde muy antiguo. Pero la  concentración humana y sus manifestaciones defensivas, urbanas, económicas, etc., procedían de la época musulmana. La “villa” cristiana, único núcleo importante de la zona, representaba la cabeza del partido y estaba regida por un concejo. Disponía de extenso término territorio  en cuya amplitud se encontraban diseminados otros núcleos menores (alquerías y cortijos). Las razones de su emplazamiento se centraban en torno a la elección de un lugar elevado, que se fortificaba con  triple anillo de murallas, con pocas puertas, y a cuyo amparo formaron sus diversos arrabales. El lugar más importante estaba reservado a la fortaleza que, por estar en la cima de un escarpado monte, presentaba bastantes irregularidades. En torno a la fortaleza se situaban los barrios o arrabales, que fueron surgiendo de acuerdo con las necesidades y ajustándose a la topografía, proporcionando al conjunto una forma irregular y confusa. Un recinto murado, reforzado por torreones, circundaba el entorno, protegiendo el núcleo habitado. La ciudad musulmana tenía su centro en la medina, y en ella se encontraba la mezquita mayor y la zona dedicada al comercio. Una serie de arrabales, parcialmente autónomos, se distribuían a su alrededor. Casas apiñadas, calles estrechas, sin salida a veces, callejuelas tortuosas, auténticos laberintos que se adaptan a las curvas de nivel o rompen la pendiente
La conquista y posterior pacificación de reino restan importancia a las fortificaciones de los castillos y villas, con lo que el abandono comienza a apoderarse de ellas. Por otra parte, desde muy pronto, el nuevo poblador inició la tarea de adaptar y ambientar el entorno a sus necesidades y concepto de la ciudad, logrando un cambio sustancial en su fisonomía, que comienza con la modificación de la casa y concluye con la nueva concep ión del espacio urbano, en donde la aglomeración se transforma en ali neación. El centro de la vida pasa a la plaza en donde se encuentra la iglesia, y la agrupación de casas, situadas generalmente en dos hileras unidas por los corrales, se dividen en manzanas . Asimismo se consolida la expansión o extramuros, originando la creación de nuevos barrios y, en ocasiones, el abandono de parte de la anterior habitación.Por la documentación fiscal del siglo XVI sabemos que permanecen numerosos rastros del período anterior: el “Arrabal” de Moclín mantiene su unidad con 89 casas. 
 La ocupación del territorio se centraba en las villas y, excepcionalmente, en algunas cortijadas de mayor entidad (Domingo Pérez, Villanueva de Mejía o Campotéjar). En el resto de esa vasta región había una población dispersa ocupando núcleos menores, aunque dentro de unos niveles generales de escasa densidad.La economía de aquellas gentes se movía alrededor de la obligada producción cerealista con que sostener las necesidades de la ciudad de Grana da, situación que de continuo preocupaba a los vecinos de las villas, quienes no querían perder sus franquicias como única ventaja para mantener se en estos lugares, abandonados e inhóspitos en numerosas ocasiones. Los testimonios de vecinos de dos lugares distantes como Montejícar y Modín son suficientemente elocuentes en cuanto a manifestación de nece sidad y aislamiento: “ la dicha villa (Modín) es de poca vezindad y aunque estén los cortijos y es tierra grande, es sierra e sonbra que no es pasajera, e si no los franqueasen no vendrían, e si no es en los domingos e fiestas que se traen a vender los frutos e ortalizas, todo lo demás de la semana está sóla, que no se venda nada...".


Es el que más regisrros tenemos sobre sus cortijos, conciertos con los alcaláinos, y moementos históricos. La mayor parte de los cortijos tenían de 1 a 3 casas (61,5%) y además, como complemento, disponían de almacén para el grano y refugio para el ganado de labor.. El tipo de casa utilizada guarda relación con el entorno físico, desta cando su carácter funcional al servicio de la actividad agraria. Debía ser muy parecida a la  “casa-bloque” descrita por José María Onieva en su es tudio sobre el municipio de Montefrio, aunque no siempre se utilizase la misma técnica o materiales de construcción. Todavía hay cortijos abandonados o de uso estacional que mantienen la misma estructura. En el caso del cortijo de una casa aislada, la ocupación solía ser tempo ra sin embargo, el vecindario de las Villas de 1561 ofrece múltiples datos para suponer que los cortijos de 2 o más vecinos se habitaban per manentemente. La estacionalidad estival en el llugar permitía la explota ción de una pequeña huerta representativa de un sistema de vida autárquica. Los asentamientos permanentes de tipo medio, tanto si eran alquerías con formas tradicionales de existencia, como cortijos de nueva repoblación o cortijadas producto de antiguas alquerías renovadas, tenían a su alcance los medios imprescindibles para el abastecimento del lugar. Juan Minján y Rosales eran hortelanos en los cortijos de Tozar y Olivar respectivamente; Diego Fernández, molinero, ejercía como  tal; otros en Moclín era arrieros y panaderos. molinero, ejercía como tal en “el molino del pan” del cortijo del Trasquiladero y Miguel López Cejalvo, vecino del Olivar, era molinero en el cortijo de Tiena, próximo a su vecindad. En Benalúa, ade más del hortelano, 13 labradores, 17 trabajadores del campo y 6 pobres.
El nombre del cortijo respondía a las características del lugar, al nombre del propietario  o a topónimos anteriores que se fueron transmitiendo



EL CORTIJO DE LAS JUNTAS, ç
Lo labraba la familia de Francisco Fernández Pareja, no se sabía su extensión exacta estaba en manos cristianas. 
CORTIJO DE LA MALEZA
La damnistra el labarador morisco Francisco Hernández el Guaní, que disponía de 138 fanegas. 
HUELGA DE BRUNA
Era propio del labrador Francisco López Bujarabi, de la comunidad morisca y con 190 fanegas.
CORTIJO DON PEDRO. 
Labrador cristiano con una extensión de 290 fanegas
CORTIJO DE LA CALABAZA
CORTIJO DE SAN MARCOS
CORTIJO DEL TRSQUILADERO
CORTIJO DE LA MATANZA


ANEXOS


La extensión del cortijo, se extiende desde un gran  número de ellos tienen menos de 200 fanegas (46,5%), que, por otra parte, pertenecen en gran medida a cristianos nuevos (65% frente a 35% de cristianos viejos). El más reducido pertenecía al morisco Albotodo (30 fanegas), seguido de La Laguna con 40 fanegas propiedad del Marqués de Mondéjar.

Los cortijos con más de 200 y menos de 1.000 fanegas representan el 32,5%,

71.       A.G.S.: Expedientes de Hacienda, leg. 101. Las alquerías tenían una ocupación entre 7 y 15 vecinos.

72.       Cortijo del Agua de los Sauces, o cortijo de Poloria, junto al arroyo de ese nombre.

73.       “...en el canpo e tierras del cortixo que dizen de los Calderones, que dexaron los dichos Calderones, mudéjares...”. En ocasiones, cambia el nombre al cambiar el propietario:

“...en las tierras e cortixo del relator Herrera, que se dezia de antes el cortixo de los Caños...”.

74.       “...tierras del cortixo que dizen Omnítar, que era de Diego Mendoza y Benito Rical, moriscos...”.

mayoritariamente en manos de cristianos viejos, y los restantes son del dominio exclusivamente de los nuevos pobladores.

En cinco ocasiones el cortijo se encuentra dividido y hay casos, los referidos a señoríos, en que prácticamente ocupan la totalidad de los términos municipales actuales (Campotéjar, Villanueva de Mesía, Torre Cardela, Montillana, que también integra a Trujillos, o Benalúa de las Villas), aunque bien es verdad que estos señoríos integraban a más de un cortijo: por ejemplo, Domingo Pérez abarcaba las tierras de Baraila, Cañada Talvara, Salado Alto y Salado Bajo75.

Lo normal era que cada propietario hiciese uso del bien en su totalidad, apareciendo estos escasamente fragmentados; sin embargo, se observan al­

gunas excepciones de distinta consideración. En ocasiones, como fruto de la herencia, se llegó a la fragmentación del territorio original, y prueba de ello es la partición del cortijo de Poloria entre los hermanos Hérmes o del cortijo del Pozuelo de Santa Fe entre los Palacios. No obstante, hubo otros casos en que fue la compraventa la causa de la partición76, pudiéndose comprobar que los moriscos no sentían ninguna repugnancia por la compra de estas tierras a cristianos viejos. Tenemos dos ejemplos que pueden ser útiles: en uno de ellos, Gonzalo Manjón acredita la propiedad de 50 fanegas de tierra en el cortijo de Limones, perteneciente a Doña Elvira Carrillo; en el otro, más significativo aún, el mudéjar Diego Harinero es desposeído de 70 fanegas de tierra de Jailón (Montejíjar) correspondiente a una vecindad que compro a Gil Tomás y parte de la Santa Cruz. Lo cierto es que debió haber bastante movilidad en este sentido, como ha puesto de manifiesto Bernard Vincent77.

En términos generales puede establecerse una relación entre propiedad y extensión de los cortijos, naturalmente debido a una amplia correspondencia propietario-cortijo, especialmente entre la comunidad morisca, que,por otra parte, son asimismo propietarios de los dominios menos extensos.

El 46,5% de los propietarios no poseen más de 200 fanegas cada uno, dándose la circunstancia que todos ellos, excepto uno, son cristianos nue­ vos. A partir de esa cifra, el número mayor de propietarios corresponde siempre al cristianos viejos, pues el 34% de propiedades entre 200 y 1.200 fanegas mayoritariamente se encuentra en manos de la comunidad cristia­

75.       Campotéjar aparece, asimismo, con “sus cortijos”, entre los cuales se cita a Garnafate.

76.       Juan de la Puente Alabiat tenía 100 fanegas en el cortijo de los Castellanos, Gonzalo Manjón disponía de 50 fanegas en Limones y el cortijo de Onítar se lo repartían a medias entre Benito Rical y Diego de Mendoza, todos ellos moriscos.

77.       Historia de Granada III. Epoca. Moderna, ed. Don Quijote, 1986, pp. 113 y 114.

na y el restante 19,5% que tiene más de 1.200 fanegas son todos propietarios cristianos.

Pero un análisis más cercano nos depara nuevos datos que diferencian la propiedad en ambas comunidades. Generalmente cada propietario morisco era dueño de un solo lugar, en la mayoría de los casos de reducida extensión, pero también cuando el cortijo tenía mayor entidad. Así, por ejemplo, sucedía con las 650 fanegas de Luis Camino el Mudéjar, que se referían al dominio de los Castellones, aunque este lugar debió alcanzar 750

fanegas si tenemos en cuenta las 100 fanegas que Diego de la Puente Ala-

biat había adquirido con anterioridad, o con el cortijo del Agua de los Sauces, que se extendía sobre 900 fanegas (422,5 Has.) y pertenecía a los Vene- gas de Monachil. Sin embargo, las 760 fanegas del Marqués de Mondéjar en esta región son la suma de cinco cortijos, aunque tres de ellos unían sus límites entre sí: Joraique, cortijo del Marqués y el Pozuelo, y asimismo la familia Zafra juntaba 1.150 fanegas con las propiedades de cuatro cortijos. Por el contrario, en las grandes extensiones de más de 1.200 fanegas sucedía el fenómeno contrario: pertenecía a un solo dueño y era cristiano.

Con relación a la vecindad de los propietarios, la mayor parte de estas tierras pertenecían a 34 vecinos de Granada, 19 propietarios cristianos y 15 moriscos; 5 estaban avencindados en las Villas, todos moriscos; los dos restantes, también moriscos, uno era vecino de Alfacar y otro de Monachil.

 

 

Con superficie registrada

 

Sin registro de superficie

Propie­

Vecinos Superf.

Vecinos Superf.

Superf.

Total

Total        Vecinos

Vecinos Sin citar

tarios

Granada          (fg.)

Villas

(fg-)

Otros

(fg-)

prop.

superf. Granada

Villas        prop.      Total

Crist

    19      48965

19

48965          14

27              -         47

Morís.

    15         2431

5

648

2

1000

22

4079              2

    1                  3

Total

    34      51396

5

648

2

1000

41

53044          16

28              22      66

Desde otra perspectiva, el 92% de las tierras pertenecía a cristianos viejos vecinos de Granada; el 4,75% era dominio de moriscos vecinos de Granada; el 1,25% correspondía a moriscos avecindados en las Villas y el 2% restante estaba en manos de moriscos de dos alquerías próximas a Granada.

Por otra parte, los 66 cortijos que no cuentan con registro de superficie;

16 eran de vecinos de Granada, de los cuales 14 eran cristianos viejos; 28 de vecinos de las Villas, solamente uno de ellos era morisco, y en 22 no se cita el propietario. De esta manera se puede resumir asignando el 56% de los lugares a los cristianos, el 23,5 a moriscos, quedando el 20,5% sin poder determinar a quien pertenecían.

 

10 a 100 Has. (213 fg.)

101 a 250 Has. (532,5fg.)

más de 250 Has.

Cristianos

1

4

14

Moriscos

18

2

Desde un punto de vista formal, no cabe duda que la región de los Montes se encuentra dominada por el latifundio y que la gran propiedad tiene su mejor reflejo en el cortijo. En términos de cómputo global, cada gran propietario podía ejercer su dominio sobre 607,5 Has., muy por encima de las 250 Has. a partir de las cuales se consideran grandes propiedades.

Pero ya en la misma distinción global entre cristianos viejos y nuevos comienzan a perfilarse diferencias notables, pues mientras los primeros serían dueños teóricos de 1.210 Has., los segundos no alcanzaban más allá de las 89 Has., inscribiéndose, por tanto, entre las propiedades medias.

Y es ese último punto donde la teoría y la realidad se aproximan, ya que efectivamente casi todas las propiedades moriscas registradas ocupan su espacio entre los límites de la mediana propiedad: más de 10 Has. y menos de 250 Has., de manera que de los 20 propietarios moriscos con menos de 250 Has., 18 no llegaron a tener las 100 primeras; los otros dos eran dueños de 117 y 138,5 Has. respectivamente y solamente en los casos de Luis Camino el Mudéjar (305 Has), y de Alonso Venegas de Monachil (422,5 Has.) puede hablarse de grandes propietarios.

Entre los cristianos de la muestra las cosas eran sustancialmente distintas; el dominio correspondía a la gran propiedad. Frente a 5 propietarios con menos de 250 Has. (como máximo 164 Has.), había 14 grandes propiedades, entre las que se encuentran los señoríos, consecuencia de la cesión de tierras en recompensa a servicios prestados a la Corona y con un segundo fin repoblador y de ocupación espacial.

Lo cierto es que tanto los notables o mercaderes moriscos acomodados en Granada, como las personalidades cristianas de la élite local sentían auténtica ansia por la posesión de tierras, aunque éstas fuesen de secano. Naturalmente que la situación se presentó con carácter de relativa igualdad hasta el momento de la sublevación78, pero a partir de ese momento los moriscos son despojados de sus tierras y tan sólo algunos, con orden, consiguen permanecer y conservar propiedades, aunque no fuesen las que tenían originariamente. El jurado Miguel Hérmes es el único de la familia de mercaderes Hérmes que parece que continuó en la ciudad, pues el 1 de

78. En el momento de la expulsión, Diego de la Puente Alabiat poseía 100 fanegas de tierra que había comprado a Luis Camino el Mudéjar, en los Castellones.

octubre de 1591 obtuvo la posesión de la parte del cortijo de Onítar que había pertenecido a Benito Rical, “En tueque de la terçia parte que él tenía en la mitad del cortijo de Poloria”.

Por el contrario, muchos cristianos viejos vieron la ocasión de adquirir grandes fincas ante la marcha de los moriscos. Sebastián de Enciso Navarrete, veinticuatro de la ciudad, había comprado en 1570 las 100 fanegas del cortijo de Onítar pertenecientes a Diego de Mendoza, otras 100 fanegas del cortijo de los Castellanos a Diego de la Puente Alabiat y las 650 fanegas de ese mismo cortijo pertenecientes a Luis Camino el Mudéjar, de las cuales fue despojado por comprarlas después del levantamiento79. No cabe duda que a partir del último cuarto de siglo los planteamientos comienzan a ser distintos.

La explotación de los grandes cortijos se realizaba mediante la colonización señorial, consistente en la instalación en el lugar de una población

y la distribución, con servidumbre concertada, de las tierras entre los repobladores, y así fue el caso de Domingo Pérez y Benalúa80; en el último de las cuales el padrón recoge la vecindad de 13 labradores que explotarían sus propias tierras y 17 trabajadores o braceros que vendían sus servicios

por día. Pero en Montillana el vecindario nos da cuenta de un sólo labrador y 21 trabajadores, lo que hace suponer que la explotación se llevaba a

cabo por un representante del señor y el resto trabajaba las tierras a jornal.

En cortijos de reducida población la fórmula más usada fue el acceso a la tierra de labradores como arrendadores o propietarios del lugar, en los dos casos poniendo en cultivo las tierras y procurándose la continuidad de la labor con otras personas ajenas81. En los casos de arrendamiento, algunos de propietario morisco a cristiano viejo82, se utilizaron diversas fórmulas de pago, incluyendo la contribución en especies83.

Hay dos casos singulares, que no debieron ser únicos: Juan de Mata y los Trujillos explotan la tierra mediante la fórmula del clan familiar, bajo

79.       BARRIOS AGUILERA-BIRRIEL SALCEDO: La repoblación del reino de Granada después de la expulsión de los moriscos, Granada, 1986, p. 211. El 11 de noviembre de 1571 se toma posesión de las 80 fanegas del cortijo de los Gayombares, en el término de Loja, que el morisco Francisco de Luna había vendido a Andrés Díaz de Ojeda “después del levantamiento deste Reyno, contra el vando que se hecho por orden de su magestad”.

80.       GARZON PAREJA, Manuel: Historia de Granada, 2 vols. Diputación de Granada, 1980,1, pp. 323-366. Reproducción de un artículo anterior sobre señoríos en el Reino de Granada.

81.       El labrador Cristóbal López está al frente del cortijo de los Rasillos, pero comparte la vecindad con los trabajadores Juan Romero, Bartolomé Martín y Juan de Rojas.

82.       BARRIOS-BIRRIEL: Ob. cit., p. 210. Posesión del cortijo de la Moraleda, perteneciente al Colay, arrendado a cristianos viejos.

83.       GARZON PAREJA: Historia de Granada, I, p. 363. En 1601 se arriendan las tierras de Caxis por alquiler en especies.

la autoridad del cabeza de familia. En el primero, Juan de Mata, labrador

y propietario, cultiva en compañía de su hijo Pedro de Mata el mozo y de sus yernos Antón Delgado y Mateo Sánchez, todos labradores; en el segundo, Pedro Hernández Trujillo, labrador y propietario, comparte la labor con sus hermanos Andrés Trujillo y Alonso Hernández y con su hijo Pedro, todos labradores, y tiene como trabajadores a sueldo a Alonso Martín, Hernán Martín y Juan Carrillo84.

En otras ocasiones la vecindad corresponde a un lugar distinto donde se tiene la propiedad o se desarrolla el trabajo85.

Como ya se ha señalado, estas tierras estaban dedicadas casi en su totalidad al laboreo del secano, con especial incidencia cerealista, pues es “tierra rasa de pan llevar”; no obstante, el Apeo refleja también la existencia de olivares y viñas y, en menor medida, el aprovechamiento de técnicas de riego en los cortijos que ofrecían esa posibilidad. En la posesión del cortijo de los Castellones, “...yo el dicho juez escrivano de comissión fui a la guer- ta deste dicho cortixo, questá devajo de las cassas, linde con el pilar de la alberca, que tiene morales e çiruelos e açeytunos e otros árboles, en la qual me entré e tomé posesión real actual della, cortando ramas destos árboles e parrales...”. El aprovechamiento del riego variaba según la situación del cortijo y el caudal de agua, aunque siempre minoritario respecto al secano: el cortijo de Baeza, situado y regado por el río Velillos, disponía de 870 marjales de riego y el cortijo de D. Pedro, junto al arroyo de Mures, tenía 71 marjales, mientras que el manantial del cortijo de la Alhondigilla no daba para más de 1,5 marjales. Estas tierras de riego, donde era posible, proporcionaban dos cosechas al año, trigo y legumbres86.

La calidad de la tierra variaba según el lugar, aunque de acuerdo con los datos que proporciona el Catastro de Ensenada la mayor parte de ellas era de inferior calidad. En el cortijo de Limones, como caso excepcional, había más tierras de mediana calidad (635 fanegas medianas, 482 inferiores y 34 inútiles), pero en Moralejo, Esquiladero, Gumiel o La Huelga, por ejemplo, la situación era muy distinta en Moralejo, 18 fanegas medianas, 562 inferiores o en Esquiladero, 50 fanegas de mediana calidad, 678 inferiores y 22 inútiles. Las tierras de inferior calidad se sembraban cada dos años y las inútiles ni siquiera se sembraban.

84.                    A.G.S.: Expedientes de Hacienda, leg. 101.

85.                    En la posesión del Agua de los Sauces están presentes Pedro de Mata, Juan Hermosi- 11a, “labradores deste dicho cortixo”, y Juan Mellado, “vezino de Yznalloz, labrados en Caña- datalvar”, y en el Pozuelo, además de éste último, da testimonio de la posesión Pedro Hernández del Cuerpo, “vezino del Canpillo, labrador deste dicho cortixo”. Los hermanos Juan y Miguel Vílches y el yerno del primero son vecinos de Banalúa y labradores en el Almendrale- j°-

86.                    Catastro del Marqués de la Ensenada.