PROMOCIÓN MUNICIPAL
En
este aspecto destaca la intervención municipal en las obras públicas,
puentes, caminos, y otras instalaciones
que favorecieran las comunicaciones. En el corregimiento
alcalaíno, hasta muy avanzado el siglo XVII y parte del XVIII también intervino
en el mantenimiento del recinto fortificado, que sufrió varios desplomes con la
caída del Gabán y de ala Torre del Homenaje. Hay que relacionarlo con su anterior
y virtual reconocimiento por parte de los vecinos al considerarse ciudad de frontera, en sus
dos vertientes, con respecto al reino de Granada, cuya conquista todavía estaba presente en muchos
vecinos y, en segundo lugar, con la
Costa, a la que todas las ciudades del corregimiento se veían obligadas a
defender. Por eso, no nos extraña esta postura de la Corona. :
“La
solicitud de mantener bien dispuesta la
fortaleza en el medievo, cuando más inminentes eran los riesgos de taques
enemigos, se observa en las insistentes demandas por parte de la ciudad y en
las concesiones de los reyes para que se reparen las torres y cerca. Las
inversiones en sus reparos y mantenimiento acaparan las penas de cámara y
fisco, que suponen en el siglo XVI una cantidad oscilante entre 75.000 y
100.000 maravedíes. anuales. Varias son las intervenciones habidas a lo largo de esta centuria, que
recogen y de alguna manera son índice suficiente de lo que debió ocurrir
durante los siglos medievales. En marzo de 1569, el monarca concede las penas
de cámara y fisco, primero por cuatro años, luego prorrogadas por doce, para reparar las torres y cerca que
amenazaban con caerse. En 1582, prorroga dicha merced por 20 años. En esta
fecha se habían caído dos torres y un lienzo de muralla de setenta varas de
largo por treinta varas de alto, perteneciente a una zona neurálgica de la fortaleza. Su reparación
suponía una cantidad próxima 24.000 ducados, es decir, una suma importante de
dinero que roza los nueve millones de maravedíes, lo que había que acometer por
medios extraordinarios, pues las penas de cámara de la ciudad suponían una
cantidad que oscilaba entre 75.000 y 120.000 maravedíes anuales. Las peticiones
para seguir invirtiendo en reparos de torres y muros las penas de cámara las penas de cámara, se
repitieron en 1589, 1596 y 1598.Todavía
en 1606, se continuaba solicitando prórroga de dichos ingresos para
reparo de muros, torres, fortaleza y castillos de Alcalá” ([1]).
Coincidimos
con González Alonso, aunque se refiere a finales del siglo XVII: “Dentro de esta competencia
municipal merecen destacarse ambas disposiciones casi simultáneas del ultimo
cuarto de centuria en las cuales se solicita sendos informe de los corregdiores
del reino. Unas de ellas plantea el problema de la despoblación e inquiere
acerca de la magnitud, localización geográfica y posibles medios para
remediarla, la segunda obra es de mayor reflexión... se alude a si los
corregimientos se hallan aumentados o
diminuidos, se ofrece a la vez un cuestionario que abarca puntos relacionados
con el comercio, la calidad de terrenos, las condiciones de aprovechamiento, la
política forestal y pecuaria,
posibilidad de riegos etc... comienza abrirse un tiempo nuevo diferente al pasado, que no se reduce a las
fuentes de riqueza, sino que, junto a ellas, atiende al anacronismo de las
ordenanzas municipales, a instituciones
como obras pías y, como no podía ser menos a la Hacienda” ([2]).
No se emprandieron obras de ingeniería importantes en el reinado de Felipe II, como puentes o caminos de paso; más bien, predominaron arreglos de caminos, arrecifados o, a lo más algún que otro arreglo de un puente de piedra como el del camino de la Corte o el del Río de san Juan. Conforme avanzamos el siglo XVII, se comenzó a plantearse la importancia de estos medios de comunicación y el paso de los vados de los ríos. Ya no, se conformaba la ciudad con pontones de madera, apoyados en pozos de manmpuestos o lados, si no que comenzaron a levantarse puentes de piedra. El primero replanteamiento de este tipo de obras. se llevó a cabo entre el cabildo y un particular junto a la zona molinera de Frailes y las Riberas en al año 1617 con motivo del levantamiento de un puente en terrenos del regidor Alonso de Herrera ([3]). Es verdad que la inciativa corrió cargo del cabildo, pero el alcalde mayor controlaba con su presidencia cada uno de los pasos de la adjudicación de obras, y así mismo, si se habían ejecutado conforme a las trazas Y no sólo la adjudicación de la obra, sino que impidió cualquier abuso personal para quese hciiera por parte de un aprticulr reservándose el poder impedir la entrada a los vecinsdo, cuando era u ncamino real al monte de Navasequilla. Por lo tanto, una de las funciones pública fue llevar a cabo el control de las obras públicas seimpre preservando el uso comunal como el paso por los puentes. A lo largo de la vida de los corregidores, detallaremos su intervención en estos aspectos.
ARCHIVERO Y GUARDADOR DE DOCUMENTOS
Al
corregidor le correspondía una de las
llaves del arca de archivo, junto
con la de un escribano y la de un
regidor. Así nos lo refieren.
“ Que
este testigo ha visto como
regidor que es donde están los privilegios y escrituras puras importantes y las dichas llaves tiene
la una la Justicia, la otra un regidor y la otra un escribano del concejo” ([4]).
También
disponía de una llave de las cuentas del Pósito, y del Sagrario de la Iglesia
Mayor Abacial en el Jueves y Viernes Santo..
[1]
V.V.A.A. Alcalá la Real. Historia de una ciudad fronteriza y abacial.Tomo
II.Pág.15. Alcalá la Real. 1999..
[2]
GONZALEZ ALONSO , B. Op. Cit. Pág. 222.
[3]
AMAR. Caja 144 Legajo 8. Año 1617.
Se recogen
unos autos entre Alosno de Herrera para levantar un puente junto a los molinos del río de Frailes en el camino de
Navasequilla. Dichos molinos habñían sido comprados por el secretario del rey
Felip II, Juan Vázquez de Salazar, y, más tarde, pasaron a Alonso de Cabrera, y
de este vendidos a Francisco de Herrera, padre del demanadante. El conflicto se
entabló porque por una tormenta destruyó el pontón, y se puso a subasta las
trazas de la obra, presentándose dos, una de madera y otra de piedra, y compitiendo
varios vecinos, pero a causa de los pocos fondos de la ciudad, se resolvió que
se hiciera de madera, de modo que fue destruido.
[4] AMAR. Caja 6 Legajo 2 . Respuesta a la 28 pregunta de un
testigo del juicio de residencia de Alanís.
No hay comentarios:
Publicar un comentario