EL
CORREGIMIENTO Y ALHAMA
Si,
en Alcalá, las fuentes del corregimiento son escasas en los primeros años, en
Alhama se complica el asunto en el periodo del rey Felipe II. Parece, según
Andrés García Maldonado, que en 1491, se había nombrado corregidor de Alhama a
Gutierre de Padilla, tal como se cita en el libro de vecindad de Población de
Alhama de 1492. Compartía esta labor con la de alcaide en el transcurso de la
guerra de la conquista Granada, y fue el
que ordenó tomar la fortaleza malagueña. En el 22 de mayo del año 1492, Alonso
Fajardo fue designado corregidor de Loja y Alhama, ya que se unieron los dos
corregimientos ([1].
Pero, en 1497, aparecía el corregidor ya dependiente de Alcalá la Real, unido a
la ciudad de Loja ([2]),
siendo designado Diego de Anaya. ([3]). A
partir de este momento, no se separará esta ciudad del corregimiento, cosa que
no acontece a Loja a principios del
siglo XVI. Esto no era fruto sino de lo que manifiesta el historiador:
“ El reino de Granada, recién salido de la guerra, estaba siempre
cambiando, y aún deberían producirse unos cuantos cambios más. Prácticamente,
sin embargo, la segunda década del reinado de Isabel fijó las configuraciones
mantenidas durante la sucesión del os Habbsburgos”.
Ladero
Quesada mantiene que el repartimiento y la administración tras la conquista de
Alhama debieron ser muy parecidas. , Pero se conoce muy poco sobre Alhama,
mientras en Loja abundan las fuentes documentales. Según Raya Retamero, “ A la
vista de los documentos y notas argüidas podemos decir que se debió de dar un
reparto de los bienes confiscados a la población musulmana desde el principio
de la conquista y que éste se vería afectado, sin duda, por algunos reajustes
posteriores en la distribución de bienes repartidos, enfocados a satisfacer
tanto la demanda de los repobladores en sus distintas categorías sociales así
como el deseo real de cumplir con las donaciones realizadas directamente por la Corona”([4]).
En
cuanto el reinado de Felipe II, a pesar de la deficiencia de fuentes
documentales, la población pasa de 1.031
vecinos ( 5.155 Habitantes) ([5]) a
628 vecinos ( 3.140 habitantes), según Tomás
González en 1591. Muy semejante es la población que aportan los
siguientes estudiosos por estas fechas.
-Castillo Pintado, para el servicio
de millones, 826 vecinos ( 4.130 habitantes.
- -Álvaro Castillo, relación enviada
para el Consejo de la población de Granada.
670 vecinos, más unos 24 religiosos,
(3.374) habitantes.
-
Bernard Vincent, en 1591, 739 (3). 695.([6])
Son cifras diferentes y demuestran un
movimiento de descenso demográfico al que Raya alude como “De los datos
anteriores resalta el fuerte descenso experimentado en la población alhameña
entre los siglos 1561 y 1587, predomina
este total hasta casi final del siglo. La causa principal se puede
buscar en la expulsión de los moriscos del reino de Granada, que se llevó a
efecto tras las revueltas de las Alpujarras de 1570. Aunque tradicionalmente se
ha pensado que en Alhama no debió de quedar población musulmana alguna a, haber
sido tomada por la fuerza, lo cierto que en las actas capitulares de la ciudad
hemos encontrado alguna referencia a la expulsión de los moriscos” ([7]).
Hasta
el 1751, con motivo dela Catastro de la
Ensenada, no nos encontramos unos datos fidedignos sobre el municipio alhameño. Son datos
tardíos, en los que ya han incidido muchos cambios agropecuarios por la
rotación de los campos. Pero nos sirven para esquematizar el proceso de este
municipio durante el Antiguo Régimen. En palabras de Raya Retamero se nos
presenta: “Frente a la visión grandilocuente de Alhama, que tradicionalmente
nos ha transmitido la historiografía, en todas las épocas ( especialmente con
el Romanticismo, partiendo de su conquista y tomándola como base posterior para
enaltecimiento de la ciudad), el Catastro de la Ensenada nos muestra una
población en el mediodía del Siglo de
las Luces, absolutamente agropecuaria, de incipiente industria y economía de
carácter autárquico; de escasos recursos, si atendemos a que el motor
económico, su única riqueza, es la tierra misma, y donde los productos objeto
de comercio son sus propios excedentes, y aquellos otros necesarios, que no se
producen en la región. El mayor rango social viene representado por el
caballero hidalgo, vinculado y dependiente en muchos caso del Concejo, fiel
reflejo de la sociedad castellana modernista ([8]).
La ciudad se declara de realengo, y su jurisdicción se extendía en treinta dos leguas de circunferencia, limitada por Granada, Salar, Loja, Vélez- Málaga, Canillas de Aceituno, Frijilana y Almuñecar. En tiempos de Felipe II, no se inició, según Amparo Ferrer, la gran puesta de cultivo de una gran parte del territorio, salvo el campo de Zafarraya, que se produjo a mediados del siglo XVII, debido a la fuerte densidad de población, que tuvo lugar en los siglos siguientes. Por este tiempo, existen tierras marginales, en manos de la élite local, sin ser aprovechadas dada la baja productividad del suelo. La producción se hallaba repartida en 70.000 fanegas de tierra, de las cuales sólo 20.000 eran productivas, predominando el secano sobre el regadío. La vid y el olivar no llegaban ni a quinientas fanegas La industria se basaba en 11 molinos harineros, una tenería y dos batanes. La ganadería disponía de 17.000 cabezas de ganado porcino, vacuno, ovino y lanar. Y la apicultura disponía de 570 colmenas. El comercio se componía dieciocho tiendas de verdura, cuatro mesones y dos ventas, una carnicería, dos panaderías y dos puentes, un mercader de paños, tres tiendas de especiería, y cincuenta y ocho arrieros. El cuerpo sanitario viene representado por el Hospital Real y Eclesiástico. El Cuerpo del Concejo se componía de veinticuatro oficios de regidor, jurados personero y procuradores del común. Estos últimos eran elegidos para cuidar del buen funcionamiento del Concejo, la vigilancia de las finanzas municipales, poniendo las anomalías en conocimiento del corregidor o del regimiento, e, incluso, ante el rey si la situación lo requería ([9]). En cuanto a la elección del gobierno del Concejo, como en Alcalá la Real, poco a poco se registran distintos nombramientos en los cargos municipales de forma distinta a como establecía el fuero, dando lugar a una protesta ante el rey en 1517 por parte de los jurados. Debido a que el rey nombraba los cargos, las familias más poderosas se hicieron con el poder municipal y ejercieron el control del Concejo durante la Edad Moderna.
De
forma clara, presenta el Catastro la estructura gremial de la Alhama
setecentista, con una demanda exclusivamente local de sus productos, lo que le
confiere carácter económico de reminiscencias autárquicas”´En los bienes de
propios, según las palabras de Raya, se componían: “Tradicionalmente empeñados
desde el siglo XVI, comprendían un batán, un mesón en los baños, el cortijo del
Dedil, dos hazas de Acachofal, dos huertas de llamadas de Pedro Alto y prado
Bajo, censos perpetuos que pagaban los vecinos de Jatar y la mitad del Campo de
Zafarraya, así como tiendas en las que se vendía el aceite, que producía anualmente entre
15.000 y 20.000 reales. D estos propios, la ciudad obtenía salarios para
miembros del Concejo” ([10]) No debió variar mucho, en los dos siglos
anteriores, la estructura de las
distintas clases sociales. Formada por una clase dirigente de hijosdalgos, componentes del Concejo, el
estamento eclesiástico, compuesto por un repleto número de clérigos,
-setenta-, sin desarrollar estos dos
grupos actividad productiva, y un nutrido número de labradores acomodados, una
gran masa de jornaleros y los pobres de solemnidad, el pueblo llano.
Concluyendo con Amparo Ferrer que señalaba “la contraposición de un modo de
producción precapitalista con una organización social y administrativa de
peculiaridades feudales. “([11]).
Los
baños eran una fuente de riqueza del tiempo de Felipe II, pues los visitantes
se trasladaban de unos reinos a otros para curarse de las enfermedades causadas
por humores fríos. Como se decía en Civitates Orbis terrarum sobre Loja
“Pero sin duda a todas estas dotes de Dios Óptimo Máximo y de la naturaleza las
sobrepasan casi infinitamente las caudalosísimas fuentes de aguas calientes.. Y
efectivamente estas termas situadas junto a la ciudad de Alhama reivindican
para sí de pleno derecho, sin lugar a dudas, el primer lugar entre los
prodigios de España. Por consiguiente es frecuente el uso de este baño, porque,
a su parecer, sirve oportunamente tanto a los que gozan de buena salud, que por
placer desean lavar y cuidar su piel, como también para los que padecen una
enfermedad cualquiera se considera como remedio y medicina, si en verdad se
emplea a diario, porque es eficaz, creen, por su maravillosa facultad de
curar”([12])
Aunque
el asentamiento de vecinos, en el lugar se puede dar por concluido en el mismo
siglo XV, será frecuente a lo largo del siglo XVI cursar solicitudes de
vecindad ante el Concejo o de merced de tierras.Comunidades y Órdenes
religiosas se ubicaron en este siglo.
A finales del siglo XVIII, se separó
definitivamente del corregimiento alcalaíno formándose uno de tercera categoría
hasta el 1835 ([13]).
[1] RGS.Vol. VIII, 2826.
[2] RGS. Vol. IX. 1792..
[3] RG.S. Vol. XII. 1297.LUNENFELD, M.. Los
corregidores de Isabel La Católica.Pp. 65.Madrid 1989.
[4]
RAYA RETAMERO, Salvador Historia de Alhama y sus monumentos. Granada
1992.
[5]
VNCENT ,Bernard “Economía y sociedad del reino de Granada en el siglo XVI”
en Historia de Andalucía, dirig,. Antonio Dominguez Ortiz. Planeta .
Barcelona . 1983..
[6]GONZÁLEZ
, T Censos de población de las provincias y partidos de la Corona de
Castilla “ Las pilas que hay en este arzobispado de Granada y qué vecinos tiene
cada una. 1587.CASTILLO PINTADO, Alvaro. El servicio de millones y la
población de Granada en 1591. Sitabi XI, 1961
[7]
RAYA RETAMERO, s. op.cit. pág.146.
[8] RAYA RETAMERO, Salvador, Catastro
de Ensenada. Alhama de Granada I.Respuesta a las preguntas generales. Granada
. Ediciones Calcomanía, Pretextos Universitarios. 1997.
[9]
A.MA. L. P.C.Folios 18v.. 19-2033 v.
[10]
Ibidem. Pág.14.
[11]
FERRER RODRÍGUEZ, Amparo. El paisaje de Alma de Granada en el siglo XVIII. Gaja
General de Ahorros de Granada . 1976
[12] CIVITATES ORBIS TERRARUM. Op. Cit. Descripción de Alhama.
[13]
GARCÍA MALDONADO, Andrés. El último corregidor de Alhama.Alhama
Comarcal. Julio 1994-49.
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