ENTREPUERTAS
ENTRE EL ARRABAL VIEJO Y LA CIUDAD FORTIFICADA
Hay muy pocos arabismos que se hayan
conservado en la Mota: adarve, albañares, aljibe, almena,
escopetar, mezquita, Zayde y gabán. Esta
procede del árabe qaba, aban, capote, y de ahí recinto con una bóveda
ahuecada, que en Alcalá arrancaba a desde la torre de Aguilera y bajaba en su
descendida por el Cañuto hasta la puerta Zayde, y se enlazaba con otra
descendida hacia la iglesia de Santo Domingo. En su trayecto final junto a la
entrada a la plaza, se encontraba la puerta del Cañuto y algunas tiendas que
fueron levantadas en tiempos del corregidor de licenciado Cabezas en la segunda mitad del siglo XVI. Se
entraba por un pasadizo rodeado también de tiendas, donde se colocaban los
puestos de vender harina, cebada y otros productos de la huerta, incluso, el
pescado. En 1574, los regidores de este año así lo
describían, se haga la pescadería debajo del cañuto por
inconvenientes de venderlo, en derecho como se baja de la plaza, por el camino
debajo del Gabán, en el grueso debajo de la plaza, que es donde ningún
perjuicio recibe el Gabán, la muralla, ni particular, ni la calle; y está
cubierto y costará poco. La dicha pescadería se haga allí encima del arco del
repeso de la romana y bajo. LAS PUERTAS DEL CAÑUTO Con esto se manifiesta que el recinto
del Arrabal Viejo por la parte sur debió estar muy habitado y con un fuerte
uso comercial en su entrada, salida y
recorrido interior. Con el mismo escribano Alonso Ramírez de Molina en
1570, se ubicaba, en una parte del Cañuto, la Puerta Baja del Cañuto mediante
la dote de las casas que se concedieron a Juana de Castro y Antón García de
Extremera: “unas casas en el final de la Puerta, abajo del Cañuto,
linde con casas de Juan de Castro y el adarve de la Puerta Zayde”. Por lo
que se describe que la salida del Cañuto por la parte baja se cerraba con una
Puerta, cercana al adarve de la Puerta Zayde y unas casas a su derredor, las
de Juan de Castro. . |
PUERTA DEL ARRABAL
Para entrar al Arrabal Viejo por la parte norte,
se accede por la Puerta del Arrabal, un arco apuntado de sillería y abierto a
la muralla que desciende desde el Albaicín hacia el sur. Austero, y sencillo,
encamina por un nuevo sendero al Jardín de la Mota y bosque de pinos, que linda
con los cimientos de la Mota, donde puede contemplarse las cuevas horadadas en
la misma roca, reutilizadas por diversas civilizaciones desde las bodegas del
siglo XVI hasta el uso de gallineros en el siglo pasado antes de que fuera
recuperadas mediante una gran labor de limpieza que se realizó por los años
noventa. Algunas cuevas se encaraman en la roca hasta acceder a la parte alta
de las Entrepuertas; otras se transforman en minas que alcanzan el barrio
superior, como la contramina de la casa del zapatero Rosado que prolonga su
pasadizo hasta el pozo de la conquista. Hasta muy avanzado el siglo XVI, no fue
sino un lugar reservado para solares entre peñas y no urbanizado, que fue
conquistado por la ciudad mediante el levantamiento de muros y adarve de
entrada a la ciudad desde el piso alto del Pósito (1546).
Entre el recinto fortificado de la Mota y los nuevos barrios de los
Mesones, Caba, Cuesta del Cambrón, Trinidad y San Francisco, se extendía el
tramo de las Entrepuertas, entre la Puerta de la Imagen y la de las Lanzas
PUERTA DE LAS LANZAS
En Albaicín, un barrio de este tramo de adarve, esta torre de Las
Lanzas y su puerta fueron construidas en el siglo XV. La
presente portada se le añadió al cuerpo anterior medieval y de ella queda la
inscripción bajo el rastrillo recogida por el padre Flores. Cercana a esta
torre, se encontraban las tiendas de pan y agua, donde se cobraban los diezmos
eclesiales y se relacionaba con las lanzas que debía aportar el abad para
afrontar una parte de la milicia de la localidad en concepto de soldados lanceros;
de ahí le vino el nombre a esta torre, aunque Carmen Juan cree que se debe al
lugar de reunión de las tropas de la ciudad. En la cornisa, aparece esta
inscripción en castellano antiguo: EN EL AÑO DEL SEÑOR DE MCCCCXLVII AÑO
MANDÓ FACER ESTA FORTALEZA EL MUY ILUSTRE REY D. ENRIQUE IV EL 9 D
DE 1457. La torre se reedificó a mediados del siglo XVI en honor de Carlos
I, según las trazas renacentistas de Martín de Bolívar. En su primer cuerpo se
abre una portada con sencillo arco de medio punto renacentista sobre la que se
apoya un segundo cuerpo simulando una hornacina y coronado con un dintel y en
su interior el escudo con las Armas Reales (y sus castillos y
leones). Otros dos escudos se insertan en las enjutas del arco, todos ellos de
piedra blanda de Cantera Blanca muy deteriorados que no dejan traslucir
información alguna. El de en medio estaba dividido en cuatro
cuarteles (el primero y el cuarto con un león; segundo y tercero con bandas
cabeza de dragones). Se refiere a la simbología del Condestable Miguel Lucas de
Iranio. El de la derecha encerraba una llave, símbolo de la ciudad y
en el lado izquierdo un castillo. Se cubría con una terraza que tenía un pretil
almenado. Daba al camino real y se arregló de nuevo en 1580 bajo la tasación de
Gabriel de Aranda y obra de Miguel de Bolívar, que realizó el almenado y revocó
sus paredes interiores, cuyo trazo de sus dibujos se conservan en parte hasta
la actualidad. Ya en el siglo XVII, se encontraba sin techo y las correspondientes
rejas y hubo que repararla en 1623 manteniéndose hasta el siglo XX.
Recientemente en los años ochenta del mismo siglo fue desmontada y se
reconstruyó desde los cimientos por la Dirección General de Bellas Artes de la
Junta de Andalucía bajo la dirección del arquitecto Jaime de Utrilla.
Una reja, subiendo a mano izquierda abre una puerta pequeña de Postigo, que
enlazaba con el barrio antiguo de Santo Domingo de Silos a través del adarve de
la segunda muralla que conducía al antiguo Pósito.
Siempre ha preocupado la
ubicación del Albaicín, que algunos confundieron con la zona Entrepuertas entre
las Carnicerías y el Peso de la Harina. Este documento firmado ante
Francisco Ordóñez en 26 de junio diciembre 1531 entre el zapatero Pedro
Alonso de Toledo y Bastián Braceros, vendía unas bodegas que yo
tengo con todos los vasos de las tinajas que están dentro, que es
en el Albaicín de la Puerta del Arrabal, que alinda con casas de
Alonso García, casas de las tinajas de Pan y Agua, que la dicha bodega e
sus vasos contenida e deslindada , todo ello lo vendo como mía propia y libre
de carga ni tributo (...) en compra de 5.000 maravedíes "
Estaba cerca de la
Puerta del Arrabal el Albaicín, unas casas donde se ubicaron siempre zapateros
y muy cercanas bodegas, casas de vecinos, y la del Pan y Agua ( relacionada con
el diezmo abacial).
Se desecha que estuviera más adentrándose en la ciudad fortificada. Lo que
indica que anteriormente esta puerta debió llamarse del Arrabal antes de que se
abriera la actual Puerta del Arrabal y
se reconstruyera la Puerta de las Lanzas.
Por Entrepuertas, en el barrio del Albaicín,
se hacen presentes el adalid Pascual Sánchez, la captura del moro, el
cautiverio en Martos, los subterráneos, pasadizos, la contramina y el pozo de
la mora Cava.