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miércoles, 26 de febrero de 2025

ROMERO DE CULTO

 

 

                        III

 






            ROMERO DE CULTO

 

Mi tercera razón se basa en estos versos de la misma poetisa:

 

Visten de gala los pueblos,

en las andaluzas tierras,

cuando  la fiesta anual

de la Virgen celebra.

 

porque el culto a la Virgen

se transmite por herencia.

 

 

Este culto que se manifiesta en la calle, tercera razón que se engarza  dentro de  la tradición familiar de todos los presentes y de mi  familia: Permitidme  que haya cometido esta osadía. Pues, por paterna y materna, varios de mis bisabuelos y tatarabuelos y vuestros tuvieron el honor de ser hermanos mayores a finales del siglo XIX y principios del XX y en este siglo.  Fueron personas similares al tipo más frecuente que predominaba en esta cofradía. Labradores, religiosos a su modo, pero con la mente puesta en Dios y en la Virgen todas las horas del día, para ellos la razón de ser era vivir de acuerdo con las enseñanzas cristianas. En casa de mi abuelo, se conservaba una bella litografía, en la que parecía la subida del Cauchil, en su centro la ermita de san Marcos y de fondo Los Llanos. Pero, lo que más curiosamente me llamaba la atención era cómo el creador de aquella estampa trasladaba imaginativamente la aparición de la Virgen al pastor en aquel contexto. Para hacerla más real, hasta colocaba la tienda de campaña en la plazoleta.

Simulaban la vivencia de Sierra Morena, pero, en una mímesis creadora compartían algo más importante, trasladar a Alcalá las vivencias que habían tenido en la iglesia matriz. Por eso, realizaban la procesión de trasladar desde el paraje de san Marcos hasta la iglesia de Consolación, anteriormente  lo hacían a la iglesia mayo de la Mota,  con motivo de las antiguas letanías . Y en ellas celebraban la novena  en su honor con gran concurso de fieles.   

            Contrataban para la fiesta del segundo domingo de mayo, en el que se iniciaba la letanía, a los hermanos de la Aurora, con sus faroles, sus campanillas y laudes, y solían cantar. El culto era lo esencial para ellos Y otra vez , la campana que los llamaba:

 

                        La campana que se oye en España,

Con sus hermosos ecos,

Y digno clarín(bis)

Es de la Virgen Morena,

Celebran las fiestas,

En el mes de abril.

Cristianos, venid,

A rezarle novenas a la Virgen,

Si el reino del Cielo

Queréis conseguir.

 Esos pasos que dais fervorosos,

Para ir a la Sierra,

Con banderas y paz,

Os Los cuenta la Virgen María,

Y se Los presenta a su Majestad,

Porque es la verdad,

Que en el cielo esta gran señora

No hubo semejante que pudo igualar.

 

 

            Esta misma campana que Guardia Castellano cantaba anunciando el regreso de los romeros por el año 1909 en su libro En serio y en broma:

           

 

Vivo, muchachos, pronto, vecinos;

Corred gozosos a los caminos.

                                   Vamos ligeros;

            Que ya llegando van los romeros

            Tirando pitos con gran trajín,

                                   Tín, tin, tin, tin.

            Vamos deprisa, corred con ganas,

                        No seáis zoquetes

            Que y a se oye el estruendo de las campanas

             Y el estampido de los cohetes.

            Al pueblo anuncian con zaragata,

            Que ya va entrando la cabalgata.

                        Con gran jopyín.

                        Tin, tin tin tin.

             

 

Eran, también, los tiempos en los que la poetisa María del Pilar Contreras compuso aquel bello poema dedicado a la hermandad Virgen de la Cabeza desde su salida de Alcalá hasta la fiesta del cerro con motivo de los Juegos Florales. O cuando escribió aquel soneto dedicado al rosario de María, referente a los misteriosos gozosos junto otros poetas andaluces Patrocinio de Viedma, grabado en uno de los medallones del año 1927. Se refería a Pentecostés y cantaba así:

                       

                        El milagro asombroso lo ha iniciado

                        Un fuego de celestes resplandores

                        Y símbolos divinos, precursores

                        Del prodigio admirable ya anunciado.

                        En purísimas llamas transformado,

                        Derrama sobre humildes pescadores

                        La clara luz, Los férvidos ardores,

                        Que inspira su Glorioso apostolado.

                        A la influencia del Amor Divino

                        Que en fuego milagroso al mundo vino

                        Aparece la iglesia fundadora:

                        Y en su seno de amor, arca bendita,

                        Un tesoro de gracia deposita

                        La Religión sublime y redentora.

                         

 

Y, de este tiempo, siempre, recordaré la figura del tamborilero, aquel chaval que con sus manos endiabladas redoblaba y redoblaba. Y los sones hacían eco en el valle del Llanillo, o refractaban en las paredes de la calle del Horno, Gala, y Tejuela.  A él va esta composición como homenaje

 

                        (Toca el tambor)

 

            Anda, toca,

            Tamboril,

            Que se acerca

            El mes de abril.

            Anda y toca,

            Tamborero,

            Ven redobla

            Con esmero.

            Ven, camina

El primero,

Pues repica,

El campanero.

 

Pregonero,

Sé heraldo,

A los romeros

Aleando.

 

 Ven redobla

Resonando

Con la copla

Y con el canto.

Ya se marcha

 

Ya se acerca

Es la gente.

La Cabeza.

 

No te pares,

 Y redobla

En las calles

Ya la honran.

Ve a misa,

Redoblando,

Ya le avisas

A los de barrio.

 

Banderolas,

Entre cetros,

Rompeolas

De requiebros.

Van luciendo

Ya sus trajes

Sus atuendos

Sus homenajes.

 

 Ven, Redobla

En el templo,

A la señora

Ofreciendo

Tu tambora

por ejemplo.

Dale el adiós

Y le ruegas

Todo su amor

En tu briega.

 

            Desgraciadamente, de aquellos tiempos ha desaparecido la llegada de la gente del Cerro. Somos deudores al mundo de las prisas, lo que no tenían nunca la gente del campo, cuando se lo dedicaban a su Virgen. Era una vivencia especial para los niños de mi tiempo, los hornazos de la tarde, nuestros trajes limpios, y cogidos en los brazos de los padres, esperando la comitiva por el Tosacalillo, Sacamoños, y Consolación. Y llegaban las banderolas, el tamborilero, los hermanos repartiendo Los estadales y los pitos de barros, recuerdos de antiguos exvotos romanos, las medallas de cintas de colores.

 

 

Así lo cantábamos en la primera revista de la cofradía

 

 

 

 

Ya bajan las banderolas,

Tocando el tamborilero

Y, al redoble de sus manos,

Se alegra la “Morenita”,

Entre cantos de romeros.

Pasacalles y ovaciones,

Animan ya al cortejo,

Mientras la ermita se queda

Entre olores de incienso.

Como san Marcos no puede

Acompañarles al Cerro,

Los provisto de piel

Y corazón duradero,

Para resistir el frío

Y cantarles a la Virgen,

Cuando salgan a su encuentro

Verdiales, coplas y cañas

 Y fandangos charilleros

 

Poco se escuchan aquel himno, compuesto por Manuel Hermoso y al que la poetisa catalana Marina Costarlenas le puso una bella letra:

           

 

            Toca la banda, una estrofa y leo dicha estrofa, así hasta el final)

           

Ya amanece por la Sierra

                        Entre verdes romerales,

                        Se despierta la mañana

                        Y el aire lleva cantares.

                        Caminito de la sierra

                        Van cantando los romeros,

            son campanillas sus voces,

                        Sus canciones son rezos.

 

 

                       

            Virgen Morenita

            Con las flores del camino

Para festejarte

Formaremos ramilletes,

Virgen Morenita,

En tu altar Los dejaremos,

Será el regalo

De estos alegres romeros.

 

 

 

 

 

 

Ilumina nuestros pasos,

Virgencita de la sierra,

Que por eso Dios te puso,

Por corazón una estrella.

 

Ya llegamos, ya llegamos,

A tus pies Virgen Morena

Ya qué alegre es el camino,

Caminito de la sierra.

 

 

 

 

 

 

            Estas fueron mis razones que se arraigan en el ayer.  Y esta es mi proclama para las fiestas que anuncian la romería de este año que inicia el tercer milenio, con el agradecimiento de que os hayáis acordado de una alcalaína para cantar vuestras fiestas, que también lo es hermano Y otra vez la campana canta y se convierte pregonera:

 

 

La campana de san Marcos,

Quiere ser pregonera,

Y el sábado final de abril,

Pregonar mientras voltea:

 

“Que todos los alcalaínos,

sin distinción ni ralea,

desde la Mota a las cruces

y también de la Tejuela,

acudan por la mañana

radiante de primavera

a la casa de la hermana,

vestida de bellas prendas”

 

En medio de banderolas,

Cetros y otras enseñas,

Cantad a la Morenita,

Y rezad por nuestra tierra.

Que toque el tamborilero,

Mientras Alcalá resuena,

Con las salvas de cohetes

Y músicas bullangueras.

Al llegar a nuestro templo,

Donde la Virgen se alberga,

Todos juntos rezaréis

Antífonas de gloria eterna,

Para que os alivie el camino,

Y olvidéis vuestras penas.

 Cuando sea la despedida,

Y, paséis por la placeta,

Decidle a la Señora:

-Mercedes, llena de Gracia,

de Alcalá, patrona y reina,

guarda siempre a tu pueblo,

y a esta gente romera,

so tu manto y tu plegaria,

y tu oración medianera.

 

Al llegar al santuario,

A la hora de la siesta,

Presentaros a la Señora

Con oraciones y ofrendas,

Acordaros de los enfermos

 Y Hacerle esta encomienda

Que para el año que viene,

Dios quiera se restablezcan.

 

De noche no hay quien resista

y pase la noche en vela,

sin acudir al santuario

a rezarle, orar y verla.

Los chavales de la banda

Que acuden a esta fiesta,

Despierten por la mañana,

Y levanten todas las tiendas.

Que somos de los primeros,

De acompañar a la Reina,

Que se den prisa los cargos,

Arreglen todas las enseñas,

Que van a lucirlas el domingo

En la misa que congrega

A todos nuestros romeros,

Y en la procesión postrera.

 

Reservad para el domingo

de mayo, que es nuestra fiesta,

las plegarias y oraciones,

también regalos y ofrendas,

 después asistid a la Junta,

no os quede ninguna queja,

que esta la disipéis

con el vino que se ofrezca.

Por la tarde, acudíd,

A portar a vuestra reina,

Vestidos todos de gala,

De mantilla y peinetas,

No olvidar las insignias,

Las medallas ni banderas.

 

Rezadle todos los días,

Que comprenden la novena

Por los hermanos enfermos,

La paz, y la ausencia de guerra,

Por nuestros campos y casas,

Por los jóvenes y viejas. 

 

Cuando de nuevo subáis,

A los tajos, a recogerla,

No la olvidéis nunca,

que sea vuestra lucerna.

 vuestra Señora y Madre

La Virgen de la Cabeza.

 

martes, 25 de febrero de 2025

LA TRADICIÓN DEL ROMERO

 

 

            II

 




LA TRADICIÓN DEL ROMERO

 


Esta fe fue mi primera razón La segunda razón se acerca más a nuestro tiempo, se basa en la tradición que no ha pasado ningún quebranto. La engarzaría a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX. Doscientos años contemplados en la visión retrovisora de la historia de las crónicas de nuestra cofradía.

 Recogiéndola en los versos de la misma poetisa alcalaína dirigidos a la Virgen de la Cabeza, la afirmo, cuando dice:

 

Visten de gala los pueblos,

 en las andaluzas tierras,

cuando la fiesta anual

de la Virgen celebra.

porque su historia bendita

vive en las almas impresa.

 

Ya en verdad que la romería alcalaína y la hermandad    estaban completamente consolidadas en el pasado histórico de la gente alcalaína, impresas en sus almas. Solían manifestarse en su constancia, sin desmayo, se plasmaba en lo que llamamos su tradición siempre mantenida desde el paso de los años.

Como distintivo exterior, ya en los primeros años de la cofradía existían sus insignias y sus vestimentas, que encontré un acta de la cofradía prieguense en la que acudían en forma procesional con roquetes de encajes, y en Alcalá, según los protocolos, que se cubrían de sombreros de fieltro blanco para paliar el sol y como signo de postín a la manera de los antiguos ganaderos. En torno a las insignias y banderolas iban dieciséis hermanos uniformados Con el orgullo de ocupar ya el tercer lugar dentro de aquellos órdenes escrupulosamente guardados por la cofradía matriz.

Como otro signo distintivo de hermandad, se manifestaba en la fundación de aquella casa que ya tenían construida desde hace más de dos siglos nuestros antepasados, pues ya no podían soportar las inclemencias del tiempo. Le dejaron un terreno, poco pero suficiente, donde albergar una comitiva que era un modelo de todas las que visitaban a la reina del Cabezo. Construyeron, al principio, una choza de retama, Sencilla como la que existían en los terrenos roturados en nuestras aldeas. Pero, al menos, podían protegerse y guardar todas sus insignias, resguardar los bellos vestidos y las insignias durante los días de la romería. Más tarde edificaron una casa de mampostería. Y así nos lo recoge el libro de Francisco Gimena y Reche, publicado en 1857 y que se exhibe en el museo de la iglesia de san Juan. Cuando topé con aquella joya de libro, de su lectura me llamó la atención que siempre iba al frente de la cofradía alcalaína su capellán. Me imaginaba que este comentaría que la Virgen era originaria de la que esculpió en un cedro san Lucas y trajo a la provincia de Jaén san Eufrasio.

Es verdad que en la fiesta se desborda la alegría, pero a mi gustaría ser un romero como aquellos. Fiel a la enseñanza religiosa, que recibían del sacerdote que los acompañaba y que en el camino presidía todos sus cultos. Rezaría el rosario de la aurora al amanecer En los descansos del mediodía, dirigiría el rezo del Ángelus. Por la tarde, al anochecer las Vísperas. Y por la madrugada, al grito de la Virgen de la Cabeza los romeros se despertarían con rezos de maitines.  En los descansos de la tarde les explicaría    por qué María eligió aquel lugar para el santuario.

Porque

“...los hijos de Andújar, conducidos por el mismo presentimiento de salvación de muchos pueblos del mundo, aunque con más acertada elección en su objeto, levantaron en la cúspide del monte de la Cabeza este magnífico Santuario, esta elevada torre de fortaleza y muro expugnable, bien persuadidos de que habita en él esta Señora, que es la verdadera arca de la alianza, la cual nos ha salvado de la inundación y naufragio de la culpa, que puede admirarse, pues su altura nos remonta hasta el cielo”

Y otra vez la campana como reclamo inundaría a todos aquellos romeros:

Únese al marcial saludo

Las campanas, que no cesan

De tocar, dando sus notas

De regocijo a la fiesta

 

En años de crisis se demuestran quienes son los verdaderos devotos y quienes mantienen sus tradiciones.  Pues, hace doscientos años, corrían los tiempos en los que ya no acudían las cofradías que provenían de lejanos sitios ni se hacían tantos donativos ni ofrendas al santuario, porque, según parece, habían remitido muchas lámparas de plata que se conservaban en la iglesia. Ya la gente tampoco se fascinaba por los numerosos relatos de milagros que en siglos anteriores comentaban los poetas populares.

 Sin embargo, transformado en un romero de hace doscientos años, acudiría a tu templo de una nave, en donde dos piedras cóncavas se albergaban la imagen que se apareció a Juan de Rivas, y que estaban situadas al lado del evangelio. En la misa de dedicación de la cofradía, me gustaría cantarle a la Patrona de la provincia de Jaén y le ofrecería mi oración, este diálogo íntimo con la Señora :        

 

Me he puesto ante tus plantas

y vengo a cantarte con gozo

No soy ya joven ni mozo,

y mi salud se quebranta.

 

He pasado media vida

bajo tu manto y cobijo.

Protégeme como a tu hijo,

Madre y Señora querida.

 

 

 

Líbrame de las ilusiones

Las vanas y pasajeras,

De los sueños y quimeras,

De todas las tentaciones.

 

Sé ante la prueba, cimiento,

Ante la cruz, mi sostén,

Ante la duda, mi fe,

Mi esperanza y mi alimento.

 

Cuando recorra el camino,

Y acuda en tu romería,

En medio de la algarabía,

No me perturben tu sino.

 

Sé mi verdad y mi camino,

Marchando en esta vida,

Para no perder la vía,

Que me marcaste con tino.

 

Y si volviera a la vida,

Y me bautizaran de nuevo,

apellídame Cabezo,

Y de nombre Juan de Rivas.

 

Tenemos que agradecerte,

Que en Navidad has traído

El Esperado, el Ungido

Y la Estrella de Oriente.

 

 Tenemos que venerarte,

Por ser madre singular,

Modelo, esposa ejemplar

De los quieran imitarte

 

 Y si queremos seguirte,

En el mundo peregrinos,

No tendremos mejor amigos

Que aquel al que tu nos diste.

 

Después, escucharía la misa de fiestas, desde el altar situado en el balcón que costeó el obispo de Jaén, don Sancho Dávila y Toledo. Rodeado de una inmensa muchedumbre que se esparciría por la montaña (como ahora, no era posible escucharlas dentro del templo): Aquel capellán alcalaíno nos acompañaría y debería ser un consuelo para los pocos sacerdotes que regían el santuario: tres capellanes y un rector.  Aunque era época de incredulidad, siempre acudiría a la cita del domingo de abril acompañados de las únicas cofradías que todavía se mantenían: Voy a citarlas por curiosidad, y porque reflejan la historia de la devoción de la Virgen de la Cabeza. La primera como es lógico, la de Andujar; por Granada, Colomera y Santa Fe unidas en segundo lugar; tras ellas, en tercer lugar Rute, que ocupaba el puesto décimo sexto en  el orden fundacional, la cuarta, Martos ( que era la vigésima primera), la quinta Alcalá la Rreal ( que fue la vigésima segunda fundada) y tras nuestro pueblo Montoro( 24º), Baileén (33º), Lopera(48º); Arjonilla (69; Puertollano (70) y cerraba el orden procesional Jaén (71º).  Como sería tradicional, la cofradía matriz nos fijaría el orden, nos daría permiso para tomar las andas. Os voy a recoger las palabras de este autor anteriormente, porque no puede haber mejor elogio para la gente de nuestra cofradía con relación a las demás:

 

Otra de las cosas que llaman la atención es el piadoso comportamiento de las Cofradías. Las más traen su capellán, la de Alcalá la Real se distingue porque a pesar de la distancia de quince leguas presenta todos los años más de cien personas y el digno sacerdote que les acompaña, diariamente les dice Misa y exhorta a que guarden el respeto debido a la religiosa romería, si han de obtener las mercedes de María Santísima ....Esta corporación no omite ni medio ni gasto  para enaltecer las glorias de la Virgen....Ha construido al pie del Santuario una casa de ocho mil reales. En su pueblo tiene un templo dedicado a Nuestra Señora y celebra todos Los años dos fiestas solemnísimas Los días de Pascua de Navidad y de Pentecostés, sin otras varias que promueve la piedad cristiana, Loor a todos Los devotos de María.