sin nubes y azulados cielos,
entre higueras y viñedos,
una cuadrilla no de agosto.
No faltaron el guarnicionero,
el buen amigo Ezequías,
No se oyó la campana
anunciando al mediodía
este año la vendimia,
pues con esta peonada
lo bien cuidada la viña,
nos sentamos a la yantada,
Le he hecho este soneto,
a esta ilustre cuadrilla,
que merendanos entre risas,
Si nos descuidamos un poco,
una tertulia muy inquieta,
recuerdo de tetas y braguetas,
Entre vivas al dios Baco,
memorandos y sonrisas,
celebramos este año,
despediendo la pandemia
VENDIMIA22
Que por Octubre en otoño,
con nubes y sin señales
de lluvia, entre arrañales,
una cuadrilla de mosto.
Entre un guarnicionero,
un camionero honorable,
y muy versados labriegos.
No duró ni mediodía
este año la vendimia,
pues con el niño de Lade,
y el letrado de Humanidades,
el torrontés y la albariña
llegó pronto a los lagares.
Le he hecho este soneto,
a esta ilustre cuadrilla,
que merendó entre risas,
con birra, vino y aderezo.
Si nos descuidamos un poco,
una tertulia muy inquieta,
entre tetas y braguetas,
bautizò a nuestro entorno.
Nos visitó el dios Baco,
y la Fortuna con suerte,
pues se encontró lo perdido
y de regreso un paquete
de uvas que nos regalaron
estos amos excelentes.
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