A FAVOR DE LAS CLASES BAJAS
El
ayuntamiento, que Batmala presidía, se distinguía por la opción de realizar obras públicas y prestar servicios
en favor de los más desfavorecidos. Pues, ante una oferta de asfaltar el Llanillo de la Ciudad , mediante la
contribución de cuatro mil pesetas por parte de las arcas municipales, se
denegaba la propuesta, porque “se estimaba excesiva la cantidad para
invertirla en una sola calles, habiendo muchas necesidades que atender en las
aldeas, entendiendo los señores concejales, Casanova, Frías y otros que esas
pesetas se debían dedicar a obras precisas y urgentes y que Obras Públicas
haga la mejoría de la travesía, como lo está haciendo en
otros trozos, si así lo estima”[1]. De
ahí que considerara la primera obra a emprender el camino de la Hortichuela , por estar
muy necesitado, y que ordenara que debiera clausurarse el arresto municipal,
porque carecía de salubridad proponiendo su traslado a Palacio Abacial, lo que
se hizo en años de la posguerra. Ante la
reticencia de los médicos en trasladarse a visitar a los enfermos en las propias aldeas, el arguyó que peor era
la inconveniencia de hacer los contrario, Pronto hizo un padrón de pobres que
debían visitar para asegurarse de los datos
y propuso un nuevo plan sanitario
creando dos plazas de médico, una para la zona de la Pedriza y otra para de
Mures, con el fin de que se trasladaran los médicos. Y ante la falta de
presupuesto, Batmala consideraba que “era un tema de justicia”.
La
seriedad de sus decisiones se
manifestaba clara y rotunda en asuntos de suministrar los servicios básicos a
las aldeas. Emprendió la traída de aguas a Mures, pero con toda seguridad, en
contra de los criterios que habían emprendido algunos monárquicos de la dictablanda antes de la implantación de la
República en esta
aldea.
EL PRIMERO DE MAYO
En palabras de
un republicano, el Uno de Mayo era “La Fiesta del Trabajo. Hoy debe ser uno de los días
más festejados, pues es la fiesta del trabajador, del obrero. De esa masa que
ha quitado la tiranía, que ha libertado el país rompiendo las cadenas de la
esclavitud”. Por eso, la fiesta se
iniciaba con la Diana
matutina y, al mediodía, se celebraba un banquete multitudinario en honor los
socialistas del partido, al que acudían
republicanos de toda la comarca, entre ellos los del Castillo y el
propio Pablo Batmala.
Este primer mayo de la II Republica , por la
noche, concentró en la plaza a muchos
obreros de las Sociedades de las aldeas,
que venían caracterizados con comparsas
carnavalescas, y además provistos de sus banderas republicanas y socialistas,
retratos de Galán y Hernández y Pablo Iglesias y acompañamiento de rudimentarios instrumentos musicales. En
palabras del mismo republicano, fue”una
manifestación grandiosa”. Después, se celebró una velada musical en la Plaza de la Constitución.
Por todo esto,
no nos extraña que los obreros de las
aldeas sintieran suma admiración por el
nuevo alcalde. Y así se lo manifestaba
ante las puertas del ayuntamiento, con motivo de este Primero de Mayo, la comparsa de la Pedriza , vestida con
harapos como trajes y pintadas las caras y con la música del himno republicano
de Riego[2]:
Que viva don Pablo Batmala,
Con sus dignos concejales,
Porque ha sabido triunfar
Con muchas contrariedades.
La felicidad de su jefe,
Y que siga de Alcalá
De cuyos motores su eje.
Que viva don Niceto,
Fernando de los Ríos,
Viva Indalecio Prieto
Y Marcelino Domingo,
Casares, Martínez y Caballero.
Esos son los ministros
Que defienden a nuestro pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario