La celebración de la feria de 1732 coincidió con La fiestas
extraordinarias de la Toma de Orán. Además de la fiesta religiosa (rogativa,
novenario, orador que mueva el corazón, misa y procesión general con asistencia
de los dos cabildos), se encendieron las
luminarias tres noches, se repicaron las campanas y se anunciaron las fiestas
con cohetes.
La mojiganga,
precedente de Los Gigantes y Cabezudos
Coincidiendo con el día de Santiago, se representó
una mojiganga:
por todos los gremios una mojiganga pública, en que
se ejecute dicho día por la tarde a competencia unos de otros con varios disfraces
e ideas manifestando en ello la suma alegría y complacencia, que tenían de
favorable noticia, finalizándose con juegos de mano, castillo, luminarias
públicas y repique general de campanas, concurriendo con esto estar todas las
calles con teones y luminarias.
Se hicieron dos tardes de corridas en la feria de
septiembre con doce toros en la calle Real, donde se levantaba un andamio para
colocar las autoridades y la casa de don Fausto de Moya se alquilaba para las
fiestas. Se va instaurar la costumbre de celebrar toros en la fiesta a lo largo
del siglo XIX, y con un número de hasta cuatro corridas en años como 1820 [1]
La feria se sigue celebrando por los día siete al
catorce de Septiembre. El control comercial llevaba a cabo una dedicación
especial de los oficiales dela justicia y, en 1708 no es extraño que en
aquellos días tuviera una ocupación especial el corregidor y la Justicia junto con un
registro especial de trigo que se llevaba
a cabo entre los labradores[2].
No obstante, va a ser una constante del siglo la reclamación del pago de los
impuestos por parte de la Corona, que se le reclaman continuamente juntamente
con el del dosel, señoría y otros privilegios de concesión real[3].
En 1834, por coincidencia con la de Noalejo se
traslada del quince al veintidós de Septiembre [4]
En el 1943, el calendario comarcal de fiestas, con
frecuencia, suele consensuarse para que no se interfieran. Torredonjimeno
anuncia a la de Alcalá que trasladó su feria los días ocho, nueve y diez de
septiembre.
UBICACIÓN
Los problemas no eran solo los referidos al
calendario, sino que la ubicación cambió en varias ocasiones. Desde antiguo, se
extendía desde los Arcos hacia la Magdalena. Pero , a finales del siglo XIX, se
halla a veces ubicada a lo largo del Llanillo hasta que en el año 1879 se
traslada al Paseo[5].
Esto no impide que cada vez tenga más celebridad por
su buen nombre, llegada de forasteros y por razones económicas.
SUSPENSIÓN
La suspensión de la feria tan solo ocurría en
circunstancias extraordinarias, porque era de gran interés económico para la
sociedad en sus intereses comerciales y
ganaderos. De ahí que en el año 1884, con motivo de la cólera, que se extendía
por Andalucía, el cabildo trate de realizarla a pesar de las advertencias del
gobierno civil. Casi siempre, se toman las correspondientes medidas sanitarias
por la Junta del ramo, y, a lo más, suele suspenderse el trasiego del ganado.
LOS PUESTOS DE FERIA
Los puestos de comercio solían instalarse en el
Llanillo, Juego Pelota y los primeros tramos de la Calle Real[6].
En los primeros años del presente siglo, se instalan los puestos en el Paseo y
se mantuvieron hasta 1983, que se trasladó el nuevo ferial a la ubicación
actual. El motivo era el impedimento que suponía para el tráfico de la
carretera entre Alcaudete y Granada, al mismo tiempo el peligro que ocurría a
los vecinos[7].
En el año 1885, fue uno de los años en los que hubo necesidad de suspenderla
por la cólera del morbo asiático en los
pueblos limítrofes.
En estas mismas circunstancias se plantea la del año
1890, que al principio, el gobernador civil no permite más que las veladas,
teatros y fuegos artificiales. Sin embargo días después permite la feria de
ganado ante la ausencia de peligro y por el peligro que podía ocasionar su suspensión
en la agricultura, industria y población[8].
No obstante, fue necesaria la presencia de la Guardia Civil en la
feria de ganado para la vigilancia sanitaria.
En el presente siglo, se suspendió los festejos de la feria con motivo
de la Guerra
de África, en Melilla, trasladando la partida en beneficio de los enfermos y
muertos de la guerra[9].
Sin embargo, durante la
República se mantiene esta actividad festiva, a pesar de que
otras actividades se suspendieron.
Curiosamente, este año se gravan los distintos
espectáculos públicos como teatros, circos, cines y demás divertimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario