En un inventario de cuadros privados y antiguos, suelen aparecer los objetos de arte, incluso los mal llamados menores. Entre ellos, predominan los lienzos y cuadros, así como las hechuras y esculturas. Pero es curioso que hemos encontrado la palabra telar en lugar del uso de lienzo o tela, e, incluso, cuadro para una pintura.
Ante el escribano Francisco de Velasco, se halla en un folio sin numerar de 1649 aludiendo a varios cuadros tasados, de nombre telar de Magadalena de doce ducados, otro de Santa Cattalina, de ocho reales otro de Santa Catalina y otro de Nuestra Señora de cuatro reales. Nos viene a cuento que la estructura del telar, pieza de fábrica de maquinaria artesanal, participaba de los elementos de varios soportes o listones de madera y la urdidumbre, que se asemejaba a un cuadro, lo que dio lugar a su extensión léxica de esta palabra por sinecdoque, el material por el concepto. Pues el telar es una máquina para tejer, construida con madera o metal, en la que se colocan unos hilos paralelos, denominados urdimbres, que deben sujetarse por ambos extremos. Mediante este mecanismo, estos hilos son elevados individualmente o en grupos, formando una abertura denominada calada, a través de la cual pasa la tramaEl bastidor de un lienzo participa de los listones y la urdidumbre. Se basa en que la parte que constituye el soporte de los cuadros está formada, principalmente, por la tela y el bastidor, dos elementos importantes que definiremos a continuación. Tampoco nos centramos en que la tela, según algunos estudiosos, podría definirse como la “parte oculta” de toda obra de arte, ya que generalmente, a simple vista no se observa claramente su composición, debido a la pintura, por su anverso que se conforma de sucesivas capas antes de llegar a
visualizarla, éstas son la capa de imprimación, la capa pictórica y el barniz. Ni tampoco nos fijamos en el proceso por el cual se pasa de la
materia prima, es decir las fibras, a la obtención del tejido, ya que para la configuración
total del lienzo ni en manera de retorce. La semejanza con el telar artesanal radica sobre todo en el bastidor por su importancia que, al igual que el lienzo, es un elemento
histórico y documental obligado a conservarse siempre y en buenas
condiciones. A partir del siglo XVI, se desarrolla sus uso y los bastidores, esencialmente, tenían y tienen la función de sujetar la
tela, mantenerla rígida y bien tensada a conveniencia del pintor.
Antes de la existencia del bastidor, los lienzos los podíamos ver clavados en muros, en
tablas las cuales protegían el reverso de la tela, o en retablos; pero lo más frecuente durante
los siglos XVI, XVII y XVIII es que las pinturas sobre lienzo vayan montadas en
bastidores, ya que favorecían su transporte.
El motivo de la adopción de este nuevo soporte estuvo motivado por ser otras las
necesidades plásticas de los pintores, y por requerir estos nuevos soportes unos cuadros
con unas dimensiones que sería tremendamente costoso poder realizar sobre el soporte
habitual hasta ese momento, la ta cuadros con unas dimensiones que sería tremendamente costoso .
Con esto. aportamos al DRAE, UNA variante semántica y léxica de cuadro o lienzo de pintura con la palabra telar y su uso en el siglo XVII.
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