SELLO DE LA AGRUPACIÓN SOCIALISTA DE 2024
C ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN
: C ANIVERSARIO DEL PSOE DE ALCALÁ LA REAL Este es el documento que se conserva en la hemeroteca de la Fundacion Pablo Iglesias sobre la fundacion de la Agrupacion Socialista de Alcalá la Real en el primer semestre de 1924. Una leccion historica que asumieron nuestros fundadores servir a una causa hace 100 años.
CAPÍTULO I
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Pablo Batmala y Salvador Frías saliendo del ayuntamiento alcalaíno tras los primeros ayuntamientos de la II República |


capítulo II
EL NUEVO AYUNTAMIENTO DE PRIMO DE RIVERA.
En el segundo decenio del siglo XX, la plaza del Ayuntamiento alcalaíno ofrecía diferente aspecto que el de principios de siglo, con la llegada de los nuevos vecinos. Del Castillo de Locubín, habían venido Rufino Baeza y Antonio Collado, de Priego los Calvo y del Mármol, que se emparentaron con los Montañés ( Manuel del Mármol casado con Concepción Montañés).
La prensa que se leía por aquel tiempo era “La ëpoca”, “ El Pueblo Católico” y “.La Regeneración”. La revista Lope de Sosa daba entrada muchos escritores alcalaínos que con sus artículos ilustraban de la historia, el costumbrismo y las inquietudes de los conservadores bajo la égida de Alfredo Cazabán.
Nuevos miembros del entorno familiar de los Batmala se integraron en la vida municipal: Pablo Batmala y José María del Mármol, su cuñado,-este en una segunda participación de la política municipal - formaron parte de uno de los sectores de la Junta Municipal.
Otros familiares suyos ya habían muerto, como su tía María Juana Laloya el uno de diciembre de 1923. En la calle Caridad, a espaldas de su casa, Batmala tenía como vecinos en la calle Caridad a varios republicanos el granadino Miguel Alamidas García, al empleado de notaría Juan Bermúdez, que lo seguiría siempre, a los miembros de la familia Sánchez Cañete y González de Lara, por otro tiempo eran miembros del partido liberal. Su casa estaba cercana a la del industrial y republicano José Marañón Serrano, que vivía en la calle de las Angustias.Por la calle Bordador- Batmala, el barbero Cobaleda, Dolores Granda y los Montijano compartían vecindad.
Durante estos años, los republicanos seguían guardando en la clandestinidad sus creencias políticas. Pero solían reunirse secretamente en las tiendas y tabernas o realizaban comidas de campo, los famosos “guisos alcalaínos” en los cortijos de los más hacendados, donde debatían de los acontecimientos del momento o jugaban a los juegos prohibidos. Pablo Batmala frecuentaba la taberna de Esteban Gutiérrez en la casa número 32 de la Tejuela, donde en la trastienda solían reunirse los primeros republicanos, muchos de ellos afiliados de la mano de Domingo Gutiérrez Romero, un profesor masón, que se afincó más tarde en Sevilla. Allí, comenzaron a probar las primeras cervezas de la marca Alhambra, que les servía el hijo de Esteban, los famoso Biskutis.
Batmala, por este tiempo, solía estar aquejado de dolores de estómago, y para ello el hijo de Gutiérrez le preparaba un infiernillo donde le calentaba los vasos mientras el resto de los contertulios se la bebían fresca sacada del pozo del patio.Frecuentaban la reunión el sastre Miguel de la Casa, Manuel Ceballos, y un pariente suyo que llamaba el Chache Gregorio Cevallos León, el priipio Esteban y los hermanos Hinojosa. También acudían Víctor Sáez, Caquito, Choín y Bolívar, el del Banco Español de Crédito. De noche, acudían a la casería Funes. Todos ellos compartían el nuevo viraje hacia el centro de Lerroux, que no apostaba por la revolución de las barricadas. Comentaban los más variados adelantos como la colocación del nuevo Centro Telegráfico Urbano en la casa de Guardia Castellano y la cesión de un terreno de Luis Abril Lozano para pista de aterrizaje de aeroplanos. Los nuevos garajes de coches trajeron nuevos oficios y personas técnicas dedicadas a la pauesta en funcionamiento de estos artefactos, uno de ellos fue Juan Funes Quiroga. . Los negocios ocupaban gran parte de sus conversaciones, el nuevo rumbo de la fábrica la Trinidad, que había pertenecido a su tío Francisco Batmala, y ahora estaba en manos de Rafael Aguayo.
Se celebraron las últimas elecciones de la Restauración el 23 de abril de 1923, y, en esta ocasión, republicanos y socialistas acudieron separados a las urnas. Por primera vez el distrito de Jaén, eligió un miembro de Unión Republicana. Se trataba del cazorleño Pedro Villar Gómez, miembro de una estirpe parlamentaria que se remontaba al siglo anterior ( había pasado de la rama liberal de corte canalejista hasta las filas republicanas). Pero, poco pudo hacer. . De nada le valió. Pues, en la provincia de Jaén, el mes de septiembre el general Primo de Rivera disolvió las Cortes. Pues, a finales de 1923, tras el golpe de estado del 17 de diciembre, el general Primo de Rivera disolvió las Cortes, impuso la dictadura militar, formando un directorio militar en el que apartaba a los partidos políticos del gobierno nacional y suspendió al Constitución. Sus primeras medidas afectaron a la vida municipal, porque estableció la censura, suprimió los gobiernos civiles nombrando delegados gubernativos y sustituyó los ayuntamientos por juntas rectoras. En el partido judicial nombró un delegado gubernativo, que controló toda la actividad política de Alcalá, Alcaudete, Castillo de Locubín y Frailes y, para consolidar el nuevo régimen, estableció una oficina, con la que controlaba el ayuntamiento y expandía las órdenes gubernamentales a la población. Como complemento, contó con la valiosísima fuerza de los somatenes, que se crearon para defender el orden público.
..
En Alcalá, concretamente, por orden del gobernador civil, el capitán del Ejército don Esteban Merino Revuelto se presentó ante el Ayuntamiento como delegado gubernativo del 17 de diciembre de 1923, y en consonancia con el golpe de estado de Primo de Rivera, el teniente de línea de la Guardia Civil Eduardo Carazo y Carazo, convocó a la Junta de Asociados, para que, entre sus miembros, ya concejales y con título de profesionales, eligieran el nuevo Ayuntamiento: Pues, de acuerdo con la orden del Directorio Militar, debían cesar a todos los miembros anteriores.
Se constituyó el ayuntamiento formado por profesionales liberales y funcionarios, dando la alcaldía a José Serrano Muñoz. Sin embargo, pronto, debió dimitir por ocupar su puesto estatal en Correos. A los pocos días, el Gobernador Civil refrendó esta dimisión, porque su cargo político era incompatible con el de funcionario de Correos, además de no tener título universitario, ocupando la alcaldía Antonio González de Lara[1].
[1] Acta de 17 de octubre de 1923.
José Serrano Muñoz
Empleado de Correos
Alcalde
Antonio González de Lara
Abogado
Alcalde
Blas Ramírez Castillo
Veterinario
Llanillo
Manuel Cente Rascón
Teniente de alcalde
Luis Belbel Castillo
º
Teniente de alcalde
Emilio Martínez Martínez
Comerciante
LLanillo
José Puche Jiménez
Antonio Sánchez
Gregorio Torres Daza
Teniente Alcalde
Sebastián Pinto Peinado
Empleado
Manuel Murcia
Domingo Cano García
Narciso Sáez Suárez
Síndico
Antonio Guardia Jiménez
Domingo Vela Freijóo
Miguel Barrio
Joaquín Cobaleda
Conrado Gallego García
Sánchez González
Pedro Bermúdez
Manuel López Ramírez
Maestro de Obras
Teniente Alcalde
LOS PRIMEROS CONCEJALES DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
José González de Lara
Primer Alcalde
Febrero 1924
José Serrano Muñoz
Comerciante
Julián Gil
Oficinista
Samuel Rosales Frías
Industrial
Dimitió el 21 de abril de 1924
Manuel Fernández Mendoza
Rafael López Rodríguez
Maestro
Gregorio Torres
José Benavides Luna
Abogado
Sebastián Pérez Molina
Francisco Murcia Rodríguez
Juan de la Cruz Sánchez-Cañete López
Hacendado
Florentín Montoya
Francisco Santaolaya
Hacendado
Daniel Jiménez
Salvador Frías Pino
Herrero
Socialista
Pablo Batmala Laloya
Hacendado
Republicano
José González de Lara
Francisco Sierra Montañés
Comerciante
Sánchez Cañete Muñoz
Francisco Serrano Mármol
Comerciante y hacendado
Juan Sánchez Cañete López
José Gil Rodríguez
Pablo Oria Alba
Dimitió 24-4-1924
Domingo Esteban Gutiérrez Romero
Comerciante
Republicano Dimitió
Francisco Sánchez y Sánchez
Industrial
Luis Belbel Castillo
Dimitió en 1924
Francisco Sáez Suárez
Dimitió
Manuel Cañete Rascón
Emilio Martínez Martín
Comerciante
Miguel Barrio Díaz
Labrador
Pero, en el mes de abril, de nuevo se constituyeron los ayuntamientos de acuerdo con el nuevo estatuto de régimen local, en el que se apoyaba un concepto “organicistas de la vida social”, dando entrada a los distintos sectores de la economía y la sociedad. Por el mes de marzo dimitieron los concejales Ramón Navas, Domingo Cano García, José Oria Alba, Joaquín Cobaleda, Rafael Cervera Cano, Domingo Vela Freijóo. Antonio Guardia y Gregorio Torres. En el pleno del ayuntamiento alcalaíno del 27 de marzo de 1924, el gobernador civil de Jaén nombró nuevos concejales, y, ante el delegado gubernativo Cirilo Artés Olmo se incorporaron a la política municipal personas, que ocupaban cargos en las nuevas sociedades obreras y en instituciones consultivas del ayuntamiento de carácter económico, la mayoría de ellos eran nuevos comerciantes y hacendados de la localidad, y algunos artesanos. Se trataba de aquellos hombres que, años más tarde, serían defensores de la República como Pablo Oria Alba, Domingo Gutiérrez Romero, el socialista S alvador Frías Pino , Manuel Moreno Moreno, el maestro Rafael López Rodríguez, el agricultor Miguel Casanova Camacho, Manuel Fernández Mendoza, José González
de Lara y un enigmático emparentado con el párroco de Santa María la Mayor Julián Gil Rodríguez. Otros eran representantes de los industriales y hacendados alcalaínos, como Francisco Sánchez, Francisco Serrano de Mármol, Daniel Jiménez, los Sánchez Cañete, Sebastián Pérez Molina, y Bartolomé Laguna..
1 Acta de 17 de octubre de 1923.
2 AMAR. Libro del 28 de abril de 1924.
3 AMAR. 16 DE MAYO DE 1924..
4 AMAR. Acta del 31 de marzo de 1924.
5 AMAR. Cabildo Del 31 de marzo de 1924.
6 AMAR. Registro del 18 de junio de 1924.
7 JAÉN CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol blanco, incompleta, de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra griega selecta, el Hércules pertenece al arte ático en su periodo arcaico (s.VI a.C) y guarda una especial analogía en cuanto a la técnica del desnudo e interpretación del rizado filamento con el grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de Antenor. Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la pieza jiennense.
8io de 1924.
CAPÍTULO III
LOS PRIMEROS CONCEJALES SOCIALISTAS EN EL DIRECTORIO.(VER REGISTRO BLOG)
CAPÍTULO IV EN EL CENTENARIO DE LA AGRUPACIÓN SOCIALISTA DE ALCALÁ LA REAL (JAÉEN)
BATMALA, EL
PSOE, LA UNIÓN MONÁRQUICAY LOS SOMATENES.
Ilustración 1 C ANIVERSARIO DE AAGRUPACIÓN SOCIALISTA DE ALCALÁ LA
REAL |
SELLO DE LA ÉPOCA DE
FUNDACIÓN |
POR PRIMERA
VEZ , SOCIALISTAS EN AYUNTAMIENTO
DE
ALCALÁ LA REAL
Si esta era su postura con
respecto a la ciudadanía, las líneas de la reforma administrativa emprendida
por los nuevos concejales se basaban en varios puntos : la ruptura con la
política anterior del turnismo clientelista y con el nombramiento
partidista de los funcionarios por motivos ideológicos, la racionalización de
las tareas eliminando cargos superfluos, y la denuncia de los privilegios y de
todo tipo de desaguisados urbanísticos: claro ejemplo fue la denuncia de la
casa que se levantaba en la carrera de las Mercedes cercana al convento de las
Dominicas, porque no ofrecía la alineación adecuada. La alternativa de estos
nuevos políticos se manifestaba claramente en la persecución del enchufismo
mediante unas oposiciones y un concurso de oposiciones de carácter público y
universal que conllevaba la profesionalización de los funcionarios. En sus
intervenciones, el propio Batmala defendía claramente: “la
conveniencia de hacer una renovación del personal de las oficinas municipales a
excepción del secretario que tiene derechos adquiridos y que se haga la
reducción de plantillas que corresponda y en sucesivo se reglamente el servicio
para que rindan el maximum de trabajo, anunciando los concursos para la
provisión de cargos que correspondan”. El nuevo
sistema municipal y la aprobación de un nuevo Estatuto Municipal permitieron
que se pusieran las bases para un funcionariado que, en palabras del que
por el entonces era el concejal Benavides” se les dé estabilidad y
capacitación, se evitará que estén siempre amenazados de verse mezclados y
haciéndoles tomar parte activísima en las luchas políticas, se verán defendidos
del vendaval político que sobre ellos siempre está cerniéndose y les libraremos
de tener que ser servidores mal retribuidos de algún bando o de algún caudillo”.
Entre
los concejales, Batmala tampoco creía que no debía aplicarse la
política lastimera para solucionar los problemas acuciantes de la clase obrera,
-la única que hasta ahora se había llevado a cabo, beneficencia y caridad-,
sino que debían adoptarse medidas serias y de gran calado. Por eso, era
muy frecuente que acudieran al alcalde comisiones de obreros o se amotinaran en
la plaza, y, a continuación, le presentaran un escrito para que los atendiera
sus demandas. En, en este primer momento de su participación política, en
concreto, el 31 de marzo de 1924, encabezó la protesta el republicano
Eusebio Piñas. Pedía que el ayuntamiento les diera trabajo por encontrarse
parados, y sin recursos para sus familias, y, si no se les daba, que los
alojaran los patronos[1].
. El debate entre los miembros
municipales no se hizo esperar. El alcalde era partidario de que se
agotaran los fondos municipales en la Cocina Económica y luego alojar
a los obreros. Frente a la Cocina Económica, recurso muy utilizado por
conservadores y liberales en los primeros decenios, los concejales más
progresistas (Batmala, el socialista Frías y Gil) propusieron nuevas
alternativas. En primer lugar deslindaron claramente lo que era política y
caridad, porque no debía compararse a los verdaderos obreros con los pobres
“vergonzantes o mendicantes”. Por eso, había que aplicar los fondos municipales
hasta agotar el último recurso y obligar, en su caso, a los propietarios para
que los alojaran estableciendo dos reales como cantidad de participación
diaria a pagar[2].
Sin embargo, otros concejales mantenían las posiciones tradicionales.
Pues eran partidarios de socorrer a los obreros sin pagarle nada, e, incluso,
los hubo que propusieron que se adelantara dinero por los concejales. Al
final, se acordó el recurso de la Cocina, y el alojamiento valorado en dos
pesetas por persona alojada sin ocupación, y dos y media por invertirlos en
alguna tarea agrícola.
Ante este nuevo aire que se vivía en la vida municipal, pronto, dimitieron
los concejales monárquicos. Gregorio Torres Castillo, Julián Gil, Manuel
Fernández Mendoza y Francisco Sierra Montañés. En su lugar, entraron los
tecnócratas y liberales Francisco Rubio, Alonso Pineda y Miguel Casanova
y Bartolomé Laguna.
Por el mes de mayo, se tomaron
algunas medidas administrativas de delimitación de términos en la zona
comprendida entre el caserío de Trujillos y el partido judicial de Moclín
y además, comenzaron las gestiones para adquirir el Palacio Abacial ante
la oferta presentada por el arcipreste de la localidad, don Antonio Montañés
Chiquero[3].
Y, lo que fue una importante noticia en el ámbito nacional, la Real
Academia de la Historia informó que aconsejaba la compra
de la estatuilla del Hércules, que había aparecido en Alcalá[4].
EL PSOE
Por este tiempo, fue también
noticia importante el alta de la agrupación socialista de Alcalá la
Real dentro de la organización nacional del PSOE[5].
Junto con ella se integraron las agrupaciones jiennenses de Begíjar,
Villacarrillo, Villargordo, y otras de importantes ciudades del ámbito
nacional, como Manzanares, Montijo, Carabanchel Bajo, Orihuela, Torrevieja y
Rentería. Supuso un paso significativo para el socialismo
alcalaíno, por primera vez varios concejales socialistas, junto con los
republicanos, accedieron a ocupar puestos del Ayuntamiento de Alcalá la
Real. Al no existir antes de esta fecha, una agrupación socialista
definida orgánicamente y tan sólo una sociedad obrera, la de la
Emancipación, no podemos constatar si ya estaba organizado el partido
socialista aunque con una afiliación reducida en sus miembros y simpatizantes.
Lo cierto es que Salvador Frías, Esteban Gutiérrez y Pablo Batmala
ostentaron el cargo de concejal, atendiendo el primero a la línea emprendida
por el comité del PSOE en el día tres de octubre del 1923, aceptando la
sustitución decretada por el Directorio Militar de Primo de Rivera, en el que
se integraban los concejales de los ayuntamientos por los denominados vocales
asociados. No debió ser muy importante ni relevante su presencia, porque ya en
el año 1924, el veintiocho de abril se nombró un nuevo delegado
gubernativo de la zona de Alcalá que emitió un edicto impidiendo la celebración
del uno de mayo y exponiendo las medidas a tomar en caso de coacciones.
Ello no impidió que la Agrupación Socialista de Alcalá se
fundara por estos meses, tal como aparece en El Socialista, del 30 de
junio de 1924.
No fue, durante este periodo, la participación de los socialistas y de
Batmala muy significativa ni intensa, pero les sirvió de
experiencia para futuras empresas que posteriormente se plasmarán con la
II República. La razón era obvia. Todavía, mantenía gran influencia en el
ámbito obrero, desde un punto de vista asistencial, la Sociedad
conservadora de la Paz, que protegía a los obreros asistencialmente. Curiosamente,
en este tiempo formaba parte de ella Esteban Gutiérrez como secretario general
del PSOE local y, por tradición familiar, ejercía su liderazgo Salvador
Frías[6].
MORAL Y COSTUMBRES
Era muy frecuente, entre los
movimientos de izquierdas, un moralismo austero, que propugnaba una lucha
contra el alcoholismo en muchos lugares de la provincia. Durante esta etapa,
Batmala compartió su agnosticismo y laicismo, al mismo tiempo que
una moralidad y una ética austera con el socialista Frías, pues no
sólo propugna el control de los horarios de las tabernas, sino que no se
cayera en los vicios de la embriaguez, de lo que se aprovechaban los
patronos para pagar menos a los obreros en estos lugares. Por eso, trató de
que se evitase el pago de los jornales en establecimientos públicos,
prohibió el juego de naipes y la venta de alcohol restringiendo los
horarios de apertura y cierre a partir de la nueve de la noche. El
propio Salvador Frías acusó a la conservadora Sociedad Obrera
de la Paz ante el delegado Gubernativo de no ajustarse a las leyes,
pues, en la calle de los Álamos tenían abierto un establecimiento donde
se expendía bebidas a los socios fuera de las horas de cierre
infringiendo las ordenanzas municipales [7].
. En el mes de
junio, con motivo de la aprobación de la lista de clasificación de
quintos, todavía Batmala asistía a las sesiones municipales. Pero, en el mes de
julio hubo una nueva sustitución de concejales entrando los banqueros y
funcionarios por los conservadores y liberales. Dimitieron Gregorio Torres
Rosales y Julián Gil; Francisco Sierra y Manuel Fernández Mendoza y entraron el
industrial Francisco Rubio, Alonso de Pineda y Miguel Casanova, junto con
el maestro Rafael López y Bartolomé Laguna. Las iniciativas del delegado
gubernativo apoyando el nacimiento del nuevo partido, creado por el dictador
Primo de Rivera, no complacieron a los sectores republicano. Socialistas que
vieron que no era sino un movimiento de derechas donde se refugiaron
todos los conservadores posteriores del maurismo. Acudió una representación
alcalaína junto con la delegación provincial de Jaén a la Asamblea de
Alcázar de San Juan, donde se dio forma a una estructura piramidal, en cuya
cúspide estaba Primo de Rivera y el directorio militar, y en la
base la Asamblea. Sus principios fundamentales en contra del
anarquismo, comunismo y materialismo, además, ponían las bases para el golpe de
estado del 1936.
LOS SOMATENES
El día
16 de agosto, Pablo Batmala acudió al acto de la constitución del
cuerpo del Somatén, que fue muy celebrado por la población alcalaína. Lo
organizó el notario Rafael Azpitarte, cabo de la sección local. Anteriormente,
este se desplazó a la estación de Espeluy con varios concejales, el
gobernador civil y, el diputado Sedano para recibir al general Dabán,
comandante general de los somatenes de la 1ª Región. El acto de Alcalá la
Real se celebró con gran solemnidad y fue acompañado de una cohorte de
jóvenes mujeres de la burguesía alcalaína como madrinas del acto, a cuyo
frente estaba Teresa Suárez. Tuvo lugar en el Paseo de los Álamos, donde el
jefe de los somatenes hizo un largo discurso, basado en un canto a las
juventudes rurales insistiendo en su pureza bucólica y en la defensa del
apoliticismo, como política propagandística emprendida por la
Dictadura de Primo de Rivera. Continuó con la alocución de la madrina de
honor, que ensalzó la bandera, enriquecida por los escudos bordados por las
señoritas de la localidad y, además, solicitó que se le ofreciera a la
Patrona de la ciudad. Como en todo acto extraordinario, hubo una
manifestación cívica hasta la iglesia de Consolación, acompañada de la banda
del Regimiento de Córdoba, un banquete con discursos de Azpitarte,
brindis, y verbena vespertina[8].
[1] AMAR.
Acta del 31 de marzo de 1924.
[2] AMAR.
Cabildo Del 31 de marzo de 1924.
[3] AMAR.
Registro del 18 de junio de 1924.
[4] JAÉN
CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol blanco, incompleta,
de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra griega selecta, el Hércules
pertenece al arte ático en su periodo arcaico (s.VI a.C) y guarda una
especial analogía en cuanto a la técnica del desnudo e interpretación del
rizado filamento con el grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de
Antenor. Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la pieza
jiennense.
[6] EL
SOCIALISTA. 30 de junio de 1924.
[7] AMAR.
Acta del 14 de julio 1924.
[8] NORTE
ANDALUZ. Numero 95. 24 de agosto de 1924.0
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