AAVV. HUERTA DE CAPUCHINOS.
ALCALÁ LA REAL
RUTA ECOCOSTUMBRISTA. POR LAS CRUCES DEL SUROESTE
casco y ruedo
urbano
BOLETÍN 253
4 tarde 4 mayo 2024.Parque de Sauces. A PIE.
ITINERARIO
Comenzamos 33 ruteros capuchinos por
la Cruz del Centro de Participación Activa.
Y por el ferial y Camino del Coto llegamos a la cruz del Coto o de los
Blanquitos, desvelamos el final de la leyenda de Mari Rosa. Vimos los atabales
redoblando y los atabales tocando la muerte de Juan Vicente, el ante de Mari
Rosa. Más bien María de la Rosa, hija de un familiar dela Rosa. Otra
leyenda.
La cruz nos dejó exhaustos y nos dirigimos a la de la Sardina. A la vuelta,
la del médico Mendal
Subimos hacia la Cuesta del Cambrón, donde se alza la Cruz de los Brazos de
Hierro (el travesaño y la cúspide formando el anagrama de la cruz de
Santiago), una cruz que rememora la de piedra que marcaba el camino que venía
de Granada. Desvelamos su auténtico nombre de la Concepción, en el víacrucis del Cambrón.
Por la calle Juan
XXIII llegamos a la Cruz de los Muladares, Muliares, cruz de
término y de una muerte violenta en el verano de 1936.
No nos olvidamos de las cruces familiares de las casas de los barrios
altos, donde realizaban el día dela Cruz una novena. Se iniciaba con un canto
Alabado sea Santísimo ....y seguía la letanía de la jaculatoria
repetida de mil veces Jesús, Jesús, Jesús. Primero contemplamos la
de Aurora Sánchez, que se guarda en la sacristía de San Juan; luego en la casa
de los Vegas, Mari Carmen nos trasladó a ese ambiente y a la cruz de sus
padres. Y subimos por el compás de la Trinidad a la actual calle
Cava, antigua Carrera Vieja y calle Cruz del Cristo de la Pîedra.
Seguimos calle Llana y calle de la Santa Veracruz.
Por la Tejuela, alcanzamos por la vista la cruz de hierro de Villena.
Hicimos una digresión de su origen, ya vivía Tomé de Villena en el siglo XVI y
algún familiar regentó el mesón del entorno a la puerta y cruz de Villena. Su
decadencia festiva por el accidente pirotécnico de años sesenta del siglo
XX.
Por calle
Mesa, paso por el Pósito, restos de aquel silo, obra de José de Oviedo. Se llega
a la Cruz de la calle Ancha, remodelada en los primeros decenios del siglo XXI,
con una pavimentación en cruz y bellamente adornada recordando ser cruz lindera
de ciudad desembocando en el Barrero de la ciudad. Comentario sobre la cruz de
cadalso y humilladero. Muertos por condena a muerte hasta el siglo XIX y de los
fusilados en los últimos meses de 1936 tras la toma de las tropas de Franco.
Llegamos a otra bella cruz de final de término en la confluencia con la
calle de Aben Jakán. Y ya llegamos a una cruz histórica, la del último tramo de
la calle Real, la cruz de Juan Vázquez Mesía. Disfruta del privilegio de
indulgencias concedido por el arzobispo de Granada al que rece ante ella, se
postre de rodillas o diese limosna para el culto.
Y de allí a la peana de la cruz del compás de las ruinas del convento
franciscano.
Comentamos el actual Viacrucis de la Mota, de decenios anteriores del
Arrabal y de San Juan, y el del siglo XVI en la cuesta del Cambrón. Ante la
cruz duodécima de hierro, obra de la I Escuela Taller, se nos ilustró sobre su
elaboración, otras personas del encanto del entorno. Y, nos imbuimos de la
Leyenda del Cristo de la Piedra.
De allí, por la calle Zubia, entre las últimas cruces de forja, llegamos a la iglesia de San Juan, explicamos la cruz de la portada, la del Saliva y la que han levantado y adornado en el patín, la cruz de San Antón, que el alguacil de la Santa Inquisición Juan Ramírez levantó en su honor y declaración de fe a las afueras de la ciudad, la cruz de Ramírez bautizó el pueblo. Rafael García Medina y la hermandad de la Salud ofrecen un bello rincón pujarero y de recoleta devoción.
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