No fue el único reloj que realizó, a saber el del ayuntamiento alcalaíno, Fernando de Tapia, sino que intervino en otros más; unas veces en nuestra localidad y otras veces fuera de ella. En concreto, también llevó a cabo arreglos para relojes anteriores. Este es el caso del reloj de la Iglesia Mayor Abacial de la Mota, situado en la tercera sala de la torre, llamda del Reloj, donde se perciben muestras claras que en este lugar debió encontrarse y estar conectado con las campanas del chapitel. Un 22 de octubre de 1774, ya ejercía y figura como relojero (muy joven) andaba por los primeros treinta años, y se comprometía a hacer un buen arreglo de este reloj ante el administrador de la Abadía el cura José González. Manifiesta el domino técnico de la relojería, y hace un análisis de que se encontraba descompuesto y estaba dispuesto a arreglarlo por la cantidad de 2.500 reales, en sus palabras hacer su composición. Y analiza y propone hacer composición y ponerlo en corriente inmediatamente. Y con estas condiciones:
- De las nueve ruedas que tenía el reloj ha de quitar de siete de ellas los dientes por tenerlos gastados y poner nuevos en el centro por ser suficientes gruesos.
-Y las otras dos restantes que son la contadera y la del tope las había de hacer nueva, y lo mismo el cubillo, en donde se envuelve la cuerda del reguero de la campana ( la trampa o butrón se encientra en un lateral de la bóveda nervada que cubre a la sala expositiva).
-Se reparararán todos los roquetes que se hayan gastados, y tarsegar todos los taladros que tienen las pletinas en las se encarcelan los ejes de las ruedas, por hallarse gastados y abrirlos de dichos ejes que a estos no les quede m
-Que la varilla de la Péndula en el extremo bajo le ha de echar una tuerca para bajar y subir el peso cuando lo necesite.
-Que el venterol ha de quedar en postura horizontal y ha de dar en el intermedio de cada hora en toque de campana en señal de media.
Se comprometía a proporcion todo el material descuidándose el contratante de las fábricas de la Iglesia de cuaqluier gasto y gestion aportando los reales convenidos. Tampoco se le pagaba si quería blanquear de lima pra mayor hermosura algunas de las barras del reloj que corrían a su cargo. Se le pagaría conforme a lo ejecutado y al final y podía el contratante administrador traer los servicios de un maestro que diera el visto bueno y las fases de ejecución para poderlo apremiar si hubiere falta.
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