Repasaba los documentos y fotos de mi pequeño archivo. Y
topé una exposición fotográfica del segundo año de este milenio en los salones
de la casa de hermandad del Señor de
la Salud. Hacía referencia al barrio de San Juan , a
sus gentes, a sus instituciones, a los acontecimientos más importantes, y a su
cultura. Me detuve en el apartado escolar y leía el pie de las fotos de los niños de colegio
: “Había surgido un afán por adquirir
cultura en la población desde los primeros decenios del siglo XX. Sin embargo,
a mediados de éste, en los años del hambre, los organismos públicos no podían
ni pagar a sus funcionarios, ¡cuánto menos, una familia de jornaleros se podía
permitir el lujo de dejar a su hijo en la escuela y no emplearlo para el campo!
No obstante, los hubo que llevaron a sus hijos a los maestros garroteros, o a
otras personas que andaban algo más preparados en los estudios, . Entre los
primeros, abundaban las escuelas de mujeres, como la de Pilar Flores o la de
Padilla, padre e hija ,en la que solían acudir los niños durante el periodo
estival para librar a las madres de su guardería durante todo el día y, al
mismo tiempo, cimentar las primeras letras en sillas de anea, escribiendo con
el pizarrín los primeros dictados. En la calle Real, se encontraba en una
casona hidalga, desgraciadamente destruida por los años setenta, donde se
albergaba una auténtica institución, la escuela del maestro Garrido . En éstas,
la ratio de profesor/ alumno sobrepasaba más de los treinta por unidad. No
obstante, la vocación y el amor de los maestros a los niños suplía, con
creces el stress docente en medio tanta travesura.
A veces, en la misma escuela, y dentro
del contexto del nacional catolicismo se preparaba a los niños para la primera
comunión. Trajes blancos contrastaban con la pobreza de los grises de los niños
pobres . A finales del siglo XIX, se fundó el colegio de Cristo Rey, no
era terreno comprendido dentro del barrio, además allí en los primeros años
acudían en la sala alta hijos de las personas hacendadas, pero también
recogieron a gente humilde en la sala baja

Hasta, en el sacramento de la comunión existían
clases, en el gran día del Amor para las niñas cada uno representaba el poder
adquisitivo del que disponía su familia. Como podemos comprobar en estas
dos muchachas: una soñaba en ser princesa con la cofia y la otra una
sierva de la corte con su tocado. Pero, las dos respiran la pureza y el candor
de la inocencia .


Unos años, más
tarde se abrió, allá por el 1940, el colegio de , donde se forjaron muchos
profesionales de la metalurgia, de la electricidad y del estudio. Bajo la
égida del padre Villoslada, pasaron de una casa alquilada o cedida la
ciudad a construir unas instalaciones modélicas, donde se cantaba el himno de la
institución , se aprendían las primeras letras del Catón, y, más
tarde, el oficio de fresador o tornero.
A estos años corresponde esta foto , en la que posan los que
serán muy buenos trabajadores en distintos ramos, un futuro cura- el
único que salió de aquella generación que enviaba hasta una treintena al
Seminario-, profesores y.. empresarios de la ciudad”. El texto no tiene
desperdicio y no admite la más simple consideración con el presente escolar de
nuestro derredor. La temporalidad obligatoria
se ha incrementado hasta los dieciséis años, la escuela confesional ha
quedado reducida en los centros concertados o privados, la ruralización se ha mantenido en contra de
la concentración de las comarcales de los años setenta, se han incrementado y
modernizado los centros desde las escuelas infantiles hasta los ciclos
formativos pasando por los centros de Primaria ( en la aldeas de existencia,
posibilidad o mayor población escolar) y
de Secundaria, tanto públicos como
concertados. La enseñanza de adultos alcanzó las mayores cotas de alumnado y la
formación no reglada se multiplicó durante todos estos decenios desde las
Escuelas Talleres o Casas de Oficios
hasta los cursos de formación, especialización y de nuevas tecnologías
para todos los sectores de población . La enseñanza universitaria hizo acto de
presencia con
la UNED,
cursos de Verano, Universidad Abierta y Escuela de idiomas. Sin embargo, en los primeros días de curso,
surgirán por doquier los apuestos cazadores de las deficiencias más inesperadas
e insólitas. Pues, ahora se protesta hasta el color de la silla de la clase o
el simple cambio de horario de diez a once para una clase, la fecha de los
puentes del año consensuados en el Consejo Escolar Municipal, la pizarra o
cortina deteriorada o la propuesta extraescolar más insólita. Algunas veces,
con razón; otras, simple objeto de un buzón de sugerencia o trámite burocrático
ante la autoridad competente y expuesta
con sensatez; en ningún caso, salvo urgencia o desagravio comparativo, son
objeto y recibo de prensa, siempre que
no sean atendidos por las vías pertinentes.
Y
eso, que se regalan los libros, las nuevas tecnologías están al alcance de los
alumnos en las clases, y ,salvo la excepción de turno, la ratio escolar se ha
reducido en casi todas asignaturas y aldeas hasta lo mínimo exigible. No digamos en la proliferación de ofertas
formativas en las edades adultas. Buen
curso para todos y vivamos en paz para afrontar los retos comunes que siempre
ansía la sociedad en el terreno educativo.
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