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lunes, 1 de agosto de 2016

EL CORREGIDOR GÓME DE MESSÍA FIGEROA (ii)

 

Las secuelas de la guerra fueron varias y diferentes. Por un lado, las tropas de las compañía alcalaínas, a veces, se cansaron y huyeron como aconteció en 1571 por el mes de junio, e incluso, hubo que apremiar a la ciudad para  juntar nuevas tropas, aún así  tuvieron que ser renovados por una nueva compañía de setenta soldados al mando de Pedro de Pineda en las Albuñuelas y no lo pudieron ser los ciento sesenta que pedía el duque de Alba en el mes de agosto de  este año. Pues no se pudo responder al envío de una provisión del rey permitiendo que se crearan los alcaldes de la Santa Hermandad, cosa que  no llegó a realizarse, debido a que “esta ciudad frontera de Granada e quedan tantos monfíes e salteadores por las sierras e caminos, así de los enemigos como de otra gente perdida e algunas de las  personas e pueblos que son de malvivir de donde resulta muchos tratos de Granada  como suele vacas, yeguas e cabrío e muertes de hombres”([1]).
El pueblo se cansaba de la presencia del gran número de alguaciles enviados por jueces ganadinos u otros cargos, que acudían a la ciudad exigiendo  sacas de pan para la guerra hasta el punto que, en el mes de agosto, se envió a un regidor a la Chancillería de Granada para que protestara por la situación y se le relevara de dicho cargo ([2]).
Como consecuencia de la despoblación morisca, también pasaron por la ciudad los emigrantes gallegos que poblaron las Alpujarras  a los que se le dieron bagajes de estancia y limosna de sustento([3]). Y, por el mes de julio de 1571, se recibió una provisión real, dirruida al corregidor que, por parte de la Chancillería Real,  obligaba a sacar trigo de Alcalá para abastecer Granada:
“agaís cala y cata de todo el pan y trigo y cebada que en esa dicha ciudad de Alcalá la real  y su término uviere y, dexando a cada vecino lo que uviere menester para el sustento de su casa y sementera y algo más lo embarguéis y no consistáis que saque de la dicha ciudad, si no fuere por la providencia  de nuestra Audiencia y de esta ciudad”[4]


Por eso, no fueron momentos muy propicios para emprender obras públicas. No obstante, todavía se  hicieron labores de enmendar el laberíntico trazado  de la fortaleza de la Mota, con la apertura y comunicación de nuevas calles en el 1569, lo que supuso que se  destruyera una peña para unir una de las principales calles como era la Calancha  con  otra nueva calle que enlazaba con el Alcázar ([5] ).- Y lo mismo aconteció con un pequeño adarve de la Villeta del Castillo de Locubín, cerca de un torre pequeña que estaba junto a una calle. [6]. Así como también fue importante la  nueva ubicación de la Casa de la Mancebía junto a la calle Caba, la obra de fuente de la Sacedilla en el camino de Baena junto a una venta, la de la Rábita, y la renovación de algunos barrios exteriores a la Mota , como el Nuevo o de San Francisco que se remodeló con una plaza  en torno a la iglesia y convento de la que recibió su nombre. También, en 1571,se reconstruyó el arco del pósito de la plaza baja.,  se edificó el pilar y lavadero  junto a la ermita de Santa Ana, se edificaron varias dependencias del convento de la Trinidad. Se consideró que su alameda, junto a la entrada del camino de Granada, era prioritaria en los programas de obras, pues lo era camino principal desde la ventilla del Agua, por un arroyo donde existía un gran lavadero en la  casa de las Erillas y junto a la casa que hay junto a la pilar de la Fuente Nueva, donde iban mucha gente a beber agua,  así como las bestias a beber, y además se recompuso el camino de la Fuente Rey por la cueva del Grajo([7]).
La nueva ciudad no impedía que se protegiera la fortaleza con la obligación de que los playeros acudieran a vender su pescado en las pescaderías de la Plaza Baja, pues trataban de ramonear la carga vendiendo a escondidas en los mesones[8].
            Como medida normativa, una nueva medida, a finales del  año 1568, la vara castellana de Burgos  se implantó en la ciudad  sustituyendo a la antigua medida que se había manutenido desde el reinado de Alfonso XI, un años después fueron a Jaén para traerse los cánones de las pesas de madera.. Y, dentro del progreso de la ciudad, se tuvo la visita del hijo del doctor  Juan Sánchez de Villodres para llevar a cabo un registro de minas en distintos lugares de la comarca ([9]
Con motivo de la muerte de la reina Isabel el 3 de septiembre, tras recibir la carta real de la notificación de la luctuosa noticia,  llevó a cabo la gestión de todos los  actos de luto en la primeras semanas del mes de octubre. Se pregonaron lutos para todos los vecinos de Alcalá y Castillo, vistiéndose los miembros y los hombres del  cabildo  con lonas, capillas, capirotes y caperuces negro y las mujeres con tocas del mismo color  sin sayas ni ropas de colores, se nombraron dos regidores comisarios, Serrano Alférez y Aranda Figueroa, se comunicó al abad , el vicario de aquel tiempo, y a  los priores de los conventos, doblaron las campanas de todas las iglesias y monasterios, al mismo tiempo que se dijeron  misas en todos ellos por los curas y frailes, y el seis de noviembre  se culminaron las honras fúnebres  en la iglesia de Santa María la Mayor, donde se levantó un túmulo, que, en palabras de los regidores, tenía que se  muy bueno y bien aderezado, con armazón de color negro, dos escudos  en las esquinas ( el de la ciudad y las armas reales,  ya pintados por Pedro Sardo con motivo de la muerte del príncipe Carlos), hachas, blandones y banderas Durante los días comprendidos entre el siete de octubre hasta  el seis de noviembre ni se tiñeron vihuelas, adafes ni otros instrumentos musicales, no se pudieron hacer juegos de naipes, de esgrima  o de pelota) ni danzas en la plaza de la Mota ni en otras partes o casas.. 
            Los tradicionales litigios sobre la equiparación e los jurados con regidores, los límites con Martos, y la entrada de vino a Granada así como el pago de alcabalas definen las actuaciones ordinarias de su gobierno.   En su tiempo, tuvo lugar una importante visita de un maestro de mimas , Juan de Villodres, hijo de Juan Sánchez de Villodres, que llevó cabo un registro de minas de la comarca ([10]).
            De la labor normativa, destacan una serie de medidas contra los comerciantes, tenderos y playeros. En cuanto a los primeros,  trató de obligarlos a que los nuevos se instalaran en la plaza de la ciudad, entendida desde la calle Real hasta las plazas de la Mota, originándose un pleito con los oficiales a lo largo del año 1568. Con respecto a los playeros, hizo ordenanza  para que llevaran las cargas de pescado a la plaza de la ciudad y no las vendieran en los mesones con el fin de proteger la ciudad fortificada. También defendió profesionalización de las matronas mediante una serie de medidas como exámenes y venida de matronas forasteras para evitar los peligros que corrían los recién nacidos ([11]).También se llevaron a cabo unas ordenanzas sobre medidas de paño y seda en  1567 y 1569. Como restricción de costumbres, andaban muchas mujeres tocadas  y con la cara tapada y rebozadas, porque lo que se establecieron órdenes de descubrirla, porque se producían muchas disoluciones y deshonestidades  que causan mal ejemplo y escándalo contra nuestro Señor  y había exceso de bodas.([12]). Se restituyeron tierras en la Sierra de san Pedro usurpadas por vecinos del Castillo.
            En cuanto a los jurados, se recibió una ejecutoria real, por la que los jurados lograron ganar un juicio de preeminencias  y protocolos [13]

            En 1569, fue un año de carestía de pan y hubo que repartir pan a los pobres,  también hubo algunos conflictos con los guardas de campo, que apresaron a los criados y esclavos de los caballeros, entablándose un pleito por Rodrigo Alonso que lo ganó en la Chancillería de Granada([14]).
En los últimos años del corregimiento tuvo por alcalde mayor a Alonso Sánchez de Frías que en el año 1571 emprendió una  serie de procesos contra los usurpadores de tierras comunales, ante el escribano Miguel de Molina, por los sitios del Romeral ([15]).
            Como asunto nacional, se emprendieron una serie de medidas que trataban de restringir el paso y la estancia de los moriscos en el parido granadino. Parece que el norte del término, por las sierras de San Pedro y de Valdepeñas, era un lugar de tránsito  y esto alertaba a la población de la villa, por lo que, en el año 1570, se manifiesta en varios procesos contra los moriscos, que provenían de Martos o de Jaén, a los que todavía se les permitía que permanecerán por estar alejados en una distancia adecuada del frente de guerra ([16]), o la presencia de un grupo importante de moriscos trasladados de guerras a esta villa alcalaína, porque mantenía las leguas impuestas de distancia en el mismo año ([17]), tal como se manifiesta en una parte del auto del proceso:

            “.. en la villa del Castillo de Locubín, lugar, tierra y jurisdicción de Alcalá la Real están y viven muchos moriscos con sus hijos e otros allegados de los reinos de Granada sin estar avecindados en ella y , para saber e inquirir con qué orden y licencias viven y están en la dicha villa, porque, no teniendo estas están contra los bandos de Su Majestad, e de sus generales, e, por ello, han incurrido en las penas de los dichos bandos y en lo demás de derecho establecidos, mandó hacer de ello cabeza de proceso, e que se dé mandamiento, para que todos lo moriscos e moriscas, e moços e moças, e sus hijos, que pareciere estar en la dicha villa del Castillo de locubín , sin estar avecindados en ella por testimonio de escrivanos, los traigan presos a la cárcel pública de esta ciudad, para que estando en ella pueda proceder a lo que de derecho oviere, así lo proveo y firmo en el dicho mandamiento que firmo”.
           

  y, más tarde, a finales de diciembre de 1571,  se llevó a cabo el traslado de todos los moriscos  de la ciudad hasta Alcaudete, para destinarlos finalmente a Trujillo ([18]).
En el año 1568, se llevó a cabo un interrogatorio de los distintos hospitales y las distintas cofradías de la ciudad, ordenado por el rey Felipe II, con el fin de reagruparlas solamente en dos que tuvieran un  fin social [19]. Emprendió la tarea junto con dos regidores y el prelado don Diego de Ávila. Es una fuente fundamental para el conocimiento histórico de las cofradías de Alcalá la  Real. Por la Cofradía de Nuestra Señora de la Antigua, intervino  Diego González de la Hinojosa, mayordomo y prioste, que informó de su fundación datada del año 1398 en la iglesia de Santo Domingo, primera iglesia de la ciudad fundada en el arrabal del santo mencionado o Arrabal Viejo. Tuvo varias donaciones, plasmadas en censos[20], que le permitían desarrollar sus cultos y actos litúrgicos sin necesidad de llevar a cabo demandas en la ciudad, campo o en la misma iglesia. Por la cofradía de la Caridad el regidor Pedro Serrano que manifestó que mantenía un hospital en la Mota. Por la cofradía de la Veracruz, Antón de Alcalá, que declaró que la cofradía se había fundado en 1550 en tiempos del abad Juan de Ávila, y años después fundaron una iglesia y hospital que mantenían con los censos y las limosnas de sus fieles[21]. La cofradía de Santa Ana, según datos de Pedro Sánchez de la Hinojosa, su hermano mayor,  databa de 1518, donde se había construido una capilla con un retablo de mucho valor y poseía varias hazas de tierra y las limosnas de los hermanos. La cofradía de Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en el monasterio de la Trinidad, confesaba que fue fundada en el propio monasterio por un hermano en 1538  y se dedicaba a las misas de nuestra Señora, especialmente los sábados por la mañana. Por el hospital de los Monteses su administrador manifestó que tan sólo se usaba como hospedaje de mujeres y cobraba su administrado unos veinte ducados.   

            El desarrollo  urbanístico de la ciudad fortificada  manifiesta  una serie de reformas, con el ensanche de calles y compra de casas para derribo, como la Calancha, calle arterial,  que comunicaba la Iglesia Mayor con la Calancha, que se comunicó con el Alcázar, y  la apertura de una nueva calle cercana a la puerta del Perdón, donde se derribó una peña.  En esta misma línea, hay que observar el acondicionamiento viario en el barrio de san Francisco, ensanche de las entradas por la Tejuela, calle del Llanillo, y la ermita de la Magdalena y el ornato de fuentes públicas como la Fuente Rey y su lavadero..En cuanto a obras de ingeniería, señalamos  la realización de unos puentes en Loberuelas  y, en 1569, el arreglo del paso por la ciudad  por la Alameda- donde se habían plantado 307 álamos- , que se había arrecifado con varios ramales para paso de los transeúntes que venían de Granada, Córdoba, Sevilla y Campiña, en las zonas del Lavadero, y la Ventilla  o en la subida del ramal ([22]) hacia la Mota por los prados de san Sebastián en 1570 y el camino de Colomera en 1571.. Destaca el desarrollo de artes menores que propiciaron unas salas de cabildo decentes con la incorporación del archivo y de otros  ornamentos, cruz y altar de las Casas de Cabildo,  y con retablo de la Cárcel Real, en las que intervino el padre de Pablo de Rojas, Pedro Sardo y su hermano Nicolás Sardo[23]. La familia  de Andrés Moral destaca en labor de la cerrajería en dependencias como el ayuntamiento o las rejas  ermita de la Magdalena, situada a la entrada de la ciudad. E El convento de Consolación recibió una gran empuje  por una bula de SS y del Rey , que envió200.000 maravedíes para su construcción, pues era muy pobre y solo disponías  y si no hay limosnas las casas desplomadas se apliquen a convento de monjas
            La guerra y la  economía deficitaria e la ciudad provocaron que varias medidas reformistas  y pleitos se paralizaran. Entre ellos, el conflicto entre el cabildo y corregidor referente a la parte de las penas de Cámara. Pues muchos caballeros se fueron a la guerra y anduvieron en ella como capitanes  y otros como aventureros. Y, esto dio lugar a que no se contradijera en al Audiencia  el recurso levantado por Rodrigo Alonso para que el corregidor se llevara una parte, sino que fue a la Corte para se mantuviera la dicha parte. En esta misma línea se encuadra la presencia de un regidor a la Corte para tratar de la parte que se llevaba el corregidor y el regimiento de las Salinas de Filique. Pues llevaba a la Corte una instrucción
Para que suplique a Su Majestad , que el salario d la Sal que ha llevado antiguamente la Justicia y regimiento lo que llevaba por salario de oficio fue quitado por un juez de residencia que en esta ciudad ubo e que no se hiciese repartimiento de ella después acá `por cierta orden que se dio se sirve a Su Majestad con cierta parte de las salinas en las fanegas de sal, en las que sacan dos reales y el resto de interés se acuda con ello a los propios , suplica a Su Majestad que ay por bien de que el dicho repartimiento que se ha de hacer se haga en esta ciudad e lugares acudiendo acudiendo a su Majestad con los reales, como está dicho de cada fanega de sal, y le consta cada fanega siete y ocho reales..([24]).
            Las consecuencias de la guerra, pronto se dejaron venir, pues, a finales de mes se publicó una bando para que salieran con todos sus bagajes todos los moriscos de Alcalá  con destino a Trujillo, acompañados de escoltas alcalaínas[25]  Hubo que hacer frente a los gastos de la milicia, armas, pólvora , mecha con un censo de 300.000 ,maravedíes que se pagó con  trigo del Pósito.

            En agosto de 1569, se produjo un incendio en el Romeral y en la Cabeza el Cepero.  Se hizo un pilar  y una fuente en la Venta de Puertollano, y varios vecinos de aquel lugar contribuyeron al gasto[26]


La sociedad se cerraba para unos, pero se abría para otros, pues hay constancia de gitanos  con motivo de una danza que se le encargó de gitanos y gitanas para la procesión del Corpus Christi de la ciudad[27]





[1] AMAR. Acta del cuatro de abril del 1570-
[2] AMAR  Libro de cuentas del 1571. Libranza nº 46. Tres de agosto de 1571.
[3] AMAR. Acta del cabildo del 19 de agosto de 1571.
[4] AMAR. Caja 32. Legajo 1. Granada 30 de julio de 1571
[5] AMAR. Acta del cabildo del 12 de julio de 1569. También se cita el empiedro de la calle Juan del Salto.
[6] AMAR. Acta de cabildo de 15 de octubre de 1568.
[7] AMAR. Legajo 46. Pieza 13. Libro de cuentas del año 1569. Mayordomo  Alonso Contador. Discargo 87.
[8] AMAR .Acta del cabildo del , 19 de noviembre del 1568.
[9] AMAR. Acta del cabildo del 19 de enero de 1569.
[10] AMAR. Acta del cabildo del 12 de noviembre
[11] AMAR.  Acta del cabildo 21 de noviembre de 1568.
[12] Amar. Acta del cabildo del  11 de julio de 1571.
[13] Libro de Cuentas 71/72 .Libranza 29 del año 1571 en la cantidad de 5.000 maravedíes.
[14] AMAR. Acta del  cabildo del  22 de febrero de  1571.
[15] AMAR. Legajo 87 Pieza 2. proceso de tierras iniciado por el síndico Luís de Narváez.
[16] AMAR. Proceso contra el morisco Diego Moçate  por  el denunciante  Juan Rodríguez de Cebreros a cuatro de junio de 1570 ante el alcalde mayor licenciado Francisco Téllez, por haberlo cautivado en Encina Hermosa, habiendo venido de Martos y, en cierto tiempo, vivido con otros moriscos afincados en el Castillo de Locubín.
[17] AMAT. Proceso contra los moriscos que se vinieron a la villa del Castillo de Locubín ante el alcalde mayor mencionado el 27 de julio de 1570 ante  el escribano Alonso de Castro. Esto dio lugar a cautivar diez mujeres y diez hombres con sus familias, casi todas procedentes de Otura, Atarfe y Albolote, todos cristianos nuevos.
[18] AMAR. Libranza 25 del  quince de del  mes de diciembre de 1571
[19] AMAR. Traslado de la cédula real de Felipe II. Legajo 23   Pieza 14.
[20]AMAR. LEGAJO. Los censos eran los siguientes: Uno contra maese Lázaro, moriscos, y su mujer, que pagaba 714 maraveds; otro Diego Mazuelos, clérigo, de doce mil maraveds(857 maraveds) otro contra el clérigo Juan de Zafra. Que pagaba doce mil maravedí a lo mismo, otro contra el escribano Hernán Sánchez, en la misma cantidad; otro contra Benito Martín de Abril de 15.00 maravedíes(1071); otro contra el clérigo Alonso de Cazalla  de catorce ducados, que pagaba cada año un ducado; otro contra Francisco Presedo de 12.000 maravedíes, que pagaba anualmente 857; otro contra Martín López de Quesada de 3.000 maravedíes, que pagaba  doce o catorce maravedíes; otro contra Bartolomé Sánchez de Yepes de diez ducados(268); otro contra Matías de Bédmar 10 ducados; otro contra benito Delgado 4.505 maravedíes; otro contra Andrés Martínez de Cañadas, de 10 ducados; Juan López de Valenzuela de 2.720 maravedíes; otro de Pedro Sánchez de Tapia, de 288 maravedíes.
              
[21] Ibdem. Los bienes más importantes eran treinta fanegas en la Fuente del Soto,  y varias casas y solares cercanos al hospital.
[22] AMAR. Libro de cuentas de 157o-1571. Libranza 12..
[23] AMAR. Libro de cuentas de 1567-1568. Descargo de 15 de febrero de 1568 en la cantidad de 1.232 reales.
[24] AMAR. Libro del cabildo de 1568-10.Acta del 10 de enero de 1570.
[25] AMAR.  Acta del cabildo del 30 de noviembre de 1571, donde se recoge el trabado de una provisión real del 2 de octubre de 1571., en la que se comete el  cumplimiento de loas provisiones a los corregidores de recoger a los moriscos y el cumplimiento de las siguientes órdenes, se les dé pan cocido y bastimento para el camino, no haya vejaciones, se prevengan los pueblos por donde pasen con dos días de antelación, y vayan acompañados de uno o varios alguaciles y guardas.
[26] AMAR. Libro de cuentas 1570-. Libranza nº 66..
[27] AMAR. Legajo 46 Pieza 2. Libro de cuentas 1571-2. Libranza nº 18 15 de junio de 1571..

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