“en la dicha ciudad no se habían
tomado las cuentas hace dieciocho años y se tenían por los regidores y otras
personas ocupados y usurpados los dichos propios e pan del Pósito, lo que era
causa de padecer mucho trabajo la gente pobre.”[1]
Por las acusaciones del comisionado, se demostraba que Alcalá era una ciudad sin
control administrativo y predominaba , sobre todo, en el poder municipal, representado por sus
regidores que eran los que administraban
la vida de la ciudad. Hasta tal punto llegaba la situación que los mismísimos
regidores habían usurpado ocho mil fanegas del Pósito ,e, incluso, el dinero de
la ciudad lo utilizaban en su propio beneficio. Para salvar la situación de
crisis económica, por aquel tiempo, solicitaron un censo de diez mil ducados.
Es interesante el análisis de todos los documentos relacionados para conseguir
este trámite ante
-Expuso que el juez se había excedido en sus atribuciones, perjudicando a
la ciudad, obligando a que no se dieran salario al preceptor de gramática,
rector del Colegio de Niños, médico, procuradores, sindico de pobres, alcaldes
de zapateros, ni contraste de peso, alcaide del matadero, contador de la
hacienda y de propios, fieles de la carnicería y del peso de la harina,
alarifes de fuentes, calles o caminos ni
capellanes ni se consignaran gastos fundamentales como el toque de la queda
o el sillero- persona que ejercía de portero en las fiestas para el cabildo., ni los de la visita de
términos, ni fiestas de toros- cosa que la ciudad llevaba a cabo para ejercitar
y tener a `punto a los caballeros de la compañía militar de la ciudad-, incluso
se llegaba al extremo que se impedía que se pagasen los gastos de procesiones
como la del Corpus, el amojonamiento de montes, la visita de boticas o veredas,
los cuarteleros del pósito que se encargaban de repartir por los barrios el pan
del pósito ante las necesidades y, lo que le daba más credibilidad a una
ciudad, el pago de los censos contraídos anteriormente.
-Justificaba la ciudad con que tenían licencia especial del rey y que su aplicación
le llevaría a la ruina, aludiendo que el no tenía estas atribuciones para poner
veto a los gastos ordinarios sino solamente revisar y ver los alcances de las cuentas.
En cuanto a la restauración de las torres, murallas y Casa de la
justicia, el cabildo alcalaíno era consciente de su trascendencia, pues, si
perdía su amurallamiento, vendría a continuación la de todos los edificios de
la plaza y la decadencia del mercado y pérdida de mercedes y privilegios
conseguido en pasados reinados. Por eso,
defendió su restauración enviando hasta
Las labores se iniciaron con el
allanamiento del Cañuto, para que pudieran hacerse el paso de la Mota a Santo Domingo en las
procesiones y en una serie de pequeñas reparaciones para, al menos, hacerlo
transitable ([4]).
Continuaron con las del adarve del Trabuquete, cimientos de torre de la Imagen , torre del Argamasón
, torre de la Cárcel
y Casa del Toril.
Así se arreglaron los pasos de las Entrepuertas, se contrataron maestros
para dar soluciones a la torre del Farol, se puso un antepecho en la parte que
daba a la casa de
[2]
AMAR . Libro de acta de cabildo del 26 de enero de 1583, traslado de la
petición de Diego de las Cuevas en Madrid a 10 de enero de 1583.
[3]
AMAR. Acta del cabildo del siete de junio de 1582.
[4]
AMAR- Acta del 19 de junio de 1582.
[5] AMAR. Traslado de de la provisión real dada
en Lisboa 7 de febrero de 1583 en el
cabildo del 15 de abril de 1583.
[6]
AMAR, LEGAJO 7. PIEZA 40

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