FIESTA DE SAN FERNANDO
Se celebra el treinta y uno de mayor en honor del santo Rey Fernando III.
Con motivo de la ascensión de Fernando VII al reinado, se va a difundir dicha
efemérides en rogativa a su persona y uniéndola a su antepasado. Suele
celebrarse desde el año 1813 y sus componentes principales son la iluminación de
las Casas Capitulares, la
Música , la colgadura de los balcones y la organización de la
fiesta por los comisarios del Corpus Christi.[1]
El advenimiento de Fernando VII
al trono dio lugar a una serie de fiestas que debieron aplazarse por la
situación climática, que fueron acompañadas de rogativas[2]
En el año 1815, adquiere la fiesta tintes
patrióticos con una función de iglesia en la que se implora en el levantamiento
contra los franceses.[3]
Esta fiesta comparte el carácter rogativa en los momentos de las vicisitudes
que pasó por los años veinte, y, posteriormente, de acción de gracias los años
siguientes con las mismas luminarias en la plaza pública y la función de
Iglesia [4].
A veces por el mes de octubre comparte la fiesta por la liberación del Rey.
Sin
embargo, la decadencia es notable y a partir del año 1830, se nos muestra que
la fiesta del Corpus suele coincidir con la de San Fernando y obliga gastos
comunes hasta tal punto que se restringe la colocación de cortinas como adornos
en la Plaza de la Iglesia Mayor de
Consolación y sólo se colocan doscientas luminarias en las Casas Capitulares y
la música se hace presente con dificultad no
permitiéndose el refresco.[5]
Todo ello tenía lugar el día del Corpus, su Octava y el mencionado día de San
Fernando, no permitiéndose por la escasez de recursos el resto de los días
intermedios, ya que no alcanzaba el presupuesto a los tres mil reales para
afrontar todos los gastos. La dejadez de estos años es manifiesta hasta tal
punto que se fija un contrato con un vecino de Granada
Una variante es la rogativa
compartida por motivos nacionales o de Estado, como en el día de San Fernando
del año 1814, que se celebra con el santo del Rey y además de la festividad
religiosa( misa, sermón y Te deum por la mañana, y procesión general vespertina
con las dos imágenes), se celebra la publicación en las Vísperas, se cuelgan
las ventanas y balcones con gran ostentosidad, se hace presencia de la música
por las calles iluminadas de la ciudad y
se organizan máscaras y otros festejos de alegría, colocándose el retrato del
Rey bajo el dosel colocado en el balcón para recibir el homenaje público.
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