Llegamos a Navasequilla, puro bosque mediterráneo entre olivares, algún que otro cereal, y quejigos de antaño. Amapolas en los verdes campos, encantador, topamos con alguna granja de cabras, mastines, cabellos sueltos y lomas que nos miraba envueltas su caballera con encinares y matorrales. Por lo alto los caminos se dirigían a Navasequilla la Alta y la Joya del Salograr.
Pronto, al norte , divisamos la fortaleza de la Mota, el polígono de Mazuelos y la Pedriza. Luego, más adelante, Mures, Moclín,. el Gollizn y Ermita Nueva, Sierra del Camello. Foto colectiva en un prado que se encerraba por una vaguada verde y de matorral y encinar.
La última cuesta para descender. Y en el punto de la descendida, Trujillos a nuestros pies, al fondo Cartuja, Fuentes Viejas, explicamos el origen por el marqués Antonio Bohorquez, y marcha de descenso contenida a Puerto Blanco. Tendederos en la calle, casas viejas del ayer, blancas y zaguanes abiertos con cobertizos, pasado del mundo rurral. Por la carretera llegamos a las Carrillas entre rosales y olivos. Y al llegar alas Parras por el único camino de tierra que viraba hacia Frailes anduvimos unos cuatro kilómetros entre olivares hasta llegar a su cooperativa, luego llegamos al camino del cementerio , pasamos el río de Frailes y la calle que lo atraviesa hasta las Eras del Mecedero.
Volvimos a Alcalá,, y Paqui nos preparó unas excelente comida campera en el Centro Social de la Ribera Alta.
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