Sin embargo,
los albañiles no debían estar muy
apaciguados, pues, al enterarse de que se había propuesto un proyecto de
arreglo de la calle Real, no dieron lugar a ello, sino que planearon agilizar los trámites de la ejecución de la
obra. En la noche del 19 de septiembre,
se reunieron varias cuadrillas de albañiles, y comenzaron a levantar la calle,
ocasionando esta situación “en noches anteriores se desempedró la calle
en grandes trozos, quedando abiertos muchos hoyos y amontonando y
revueltas las piedras por toda ella, se
practicaron detenciones por orden del alcalde a varios sospechosos, no hubo
cargo completo, y se les dejó en libertad[1]”. El alcalde, con estas palabras, manifestaba
el estado impresentable de una de las
calles más importantes de la ciudad, y no tenía otra solución que se arreglara
para resolver con la obra la crisis de los albañiles. Pidió que los maestros de
obras con toda urgencia presentaran un proyecto, y de los fondos que el pudo
gestionar presentó un presupuesto de 20.999 pesetas (4.600 pertenecientes a la
décima, y 11.000 de la partida del
presupuesto municipal de las calles). Causó gran impacto aquel asunto
entre la población hasta tal punto que algunos lo recuerdan con estas palabras:”Es
lo que ocurrió a las doce de una noche de 1932, en plena luna de miel de
En estas
circunstancias, un nuevo flanco se abrió en la crisis obrera ante el
favoritismo de colocar algunos obreros por parte de los patronos. Pues lo
hacían con los que tenían medios y dejaban en la calle a los que carecían de
ellos para alimentar a sus familias. Un obrero especializado como era el
herrero Salvador Frías se encontraba desbordado ante las continuas reuniones
para resolver los asuntos que se le venían encima diariamente, ante la puesta en marcha de obras como las de
Mures, las Casería o las de Alcalá, no tenía otra opción ante las palabras del
concejal republicano Oria que manifestar. “Me paso días enteros de arreglos
entre patrones y obreros, y no soy culpable de que algunos no cumplan su
cometido, sin embargo estoy dispuesto también si hace falta de corregirlo”.
Batmala reflexionaba y asesoraba: “En
estas cuestiones parece que se mezclan
algo de política, y da lugar a esas causas, y, por eso, se demanda al alcalde para corregirlas”. Como es
lógico el alcalde no se arredraba. “estaba
dispuesto a subsanarla y a no permitir que se comentan abusos”
Por septiembre,
vino cierta calma y de nuevo la política autonómica. Se celebraron festejos y
la feria escolar en los días de san
Mateo y un mes después se adhirió a la petición del presidente de la Asamblea Regional ,
que informaba de la reunión que tuvo en
Sevilla el mes de febrero con asistencia de las Diputaciones Andaluza para
nombrar un representante y acudir a la Asamblea General , ya que se había
aplazado la convocada por el mes de mayo, con el fin de adaptar a la región una organización administrativa
autónoma, mediante un Estatuto. Incluso, Batmala estuvo al tanto de la Asamblea Nacional
del Partido Radical, que se celebró el 18 de octubre en Madrid, donde Martínez
Barrió jugo un gran papel y Lerroux
logró sobreponerse de los ataques y transmitir cierta ilusión en el discurso de
clausura. De aquel tiempo, son estas palabras del discurso final del jefe de los
radicales:
“El Partido
Radical ha sido acusado de partido personalista, haciéndose con exceso, pero
bien contra mi voluntad. Cuando quería motejársele, se le decía lerrouxista. Éramos
un partido que cuidaba de la obra docente de la democracia republicana, pero
también éramos un ejército, un ejército no se gobierna por Asambleas, no se
gobierna por Congresos, se gobierna por Jefes y yo iba el primero” [3].
En el mes de
noviembre, la aldea de Santa Ana se encontraba en un clima muy enfrentado,
pues la población se había radicalizado
en dos bandos claros, los patronos, y , los obreros representados por
[1] AMAR. Acta del 20 de
septiembre de 1932.
[2] SÁNCHEZ ALCAIDE, José. El
reloj y sus cosas. Revista a la PATRONA. Agosto
2003.
[3] RUIZ MANJÓN. Octavio
ob.cit.
[5] AMAR. Acta deL 7 de
diciembre de 1932.
[6] AMAR. Acta del ocho de
noviembre de 1932.
[7] AMAR, Registro de entrada
de 25 de octubre de 1932.
No hay comentarios:
Publicar un comentario