Mientras en
Alcalá se desarrollaba una intensa crisis jornalera, en 1932, Batmala tuvo una
intervención especial en la defensa del camino que el ayuntamiento del Castillo
había propuesto desde la villa hasta el río de san Juan: Aunque proyectado en
el gobierno anterior, ahora  recibió un
nuevo impulso para enlazarse con el de Valdepeñas al Castillo. Tanto la
sociedad obrera “El Porvenir”, del Castillo como 
EL OBRERO
ANTONIO ARANDA
También, debió
poner bastante interés en  la
indemnización  de la familia del obrero Antonio
Aranda, porque en el mes de febrero recibieron una indemnización de 3.130
pesetas, 100 pesetas para gastos de sepelio, y el jornal diario correspondiente
a  dos años. Aunque la responsabilidad
recaía  más  en el contratista  y eso 
que se quitó todas  las
responsabilidades por  estar al
descubierto, sin embargo,  para un
auténtico  republicano como él era,
aquella familia le importaba más que cualquier tipo de evadir la sangrante  situación. Además, por su visión de largo
plazo y como político de alta mira, inició los pasos para una nueva
reglamentación de las contratas de obras[1].
Fruto de la
política de  fomento de la  ganadería y de la industria agropecuaria, se
crearon las juntas provinciales. Batmala, por ser vocal de la comisión gestora
de la Diputación 
de Jaén,  fue nombrado presidente de la Junta Provincial 
de Fomento Pecuario[2].  Entre sus gestiones, en el mes de septiembre
se desplazó a Madrid  para gestionar
asuntos de fomento ganadero con la Dirección General  de Ganadería y Fomento
Agropecuario[3].
Su actitud con
Salvador Frías debió ser muy fluida y se mantuvo fiel en este nuevo periodo,
así como con los miembros de la
 Casa  del Pueblo. Años, más tarde, incluso le acusaron de
pagar sus muebles. Sus ideas políticas y de partido eran claramente las de los
republicanos de izquierdas. Pues, en defensa de los trabajadores, siempre lo
estaba; personalmente pagaba más de la cuenta, regalaba aperos de labranza a
sus más cercanos colaboradores en la administración y en la gestión
agrícola  Y, como es lógico escuchaba las
peticiones que le hacían muchos de ellos. Incluso, no le importaba el
color  ni el partido político, a quien
perteneciera. Se dio el caso que Batmala, 
a principios de  1932, acudió ante
el alcalde Frías para pedirle que incluyera en la primera vacante que hubiera a
su amigo Antonio Ruiz Aizpurúa,  un
artesano de aperos de labranza y carros, que había sido  conservador y del partido de los Abril, a
quienes había votado en tiempos de la monarquía.  Pero, para Batmala valía más la amistad “ dado
que en aquella situación de fracaso de trabajo y lo pésima que estaba la vida
le habló al dicho señor para que le colocara como así lo hizo de sereno y
extendiéndole la credencial Salvador Frías, no consiguiendo destino por asuntos
políticos, puesto que siempre en cuatros elecciones que ha habido lo hizo por
el partido conservador[4]”.
Ante la marcha
de los miembros de Acción Republica y los radicalsocialistas de la Diputación ,  Batmala adquirió más representación política
en Jaén, y fue nombrado miembro de la comisión de Hacienda junto con Manuel
Tordera Cabrera, Pedro Fernández Hernández y Antonio Guerrero Pastor[5].
Tanta era su  autoridad y su prestigio
dentro de la corporación alcalaína, que no era raro comisionarlo junto con el
alcalde alcalaíno  a la hora de hacer
gestiones en la capital para resolver asuntos de hacienda y obras públicas. En
febrero de este año se ocupó sobre todo, en el camino de  Puertollano, y en recoger 4.685 pesetas en
Hacienda para paliar la crisis.
[1] ADJ. A.153. Acta del 27 de
febrero de 1932.
[2] ADJ. Sesión de 13 de
febrero de 1932.
[3] ADPJ. Oficio e 828.
[4] AHPJ. Declaraciones ante
el auto de José Sánchez Serrano. Después este sereno fue guarda municipal ,
nombrado por Antonio Calvo Montañés en 12 de diciembre de 1932. 
[5] ADJ. Acta D la sesión del
cuatro de noviembre de 1932. 
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