
La segunda denuncia partió de la Sociedad Obrera “El Faro de la Verdad" de la Rábita. Pues , a
finales de diciembre de 1931 un concejal
republicano derechista había
contratado obreros a un jornal más bajo
en sus fincas para la recolección de la aceituna y las directrices del gobernador civil
obligaban a sacarlas de las Bolsas de Trabajo de la aldea, ya que
concebían el termino municipal con quince bolsas, una en la ciudad y el resto en las aldeas.
Esta misma
reivindicación fue llevada a cabo por los obreros de Ermita Nueva, donde su
presidente de la Sociedad Obrera
José Calvo denunció al alcalde de Alcalá la Real , que en el Cortijo de Verdugo los patronos
sólo contrataban a los mismos obreros
sin rotación alguna y no permitía el turno de nuevos trabajadores para
que todos tuvieran trabajo. Lo argumentaban de la siguiente manera:
“Con
el fin de que se turnaran los cuales esquiroles, negándose los mencionados
patronos a aceptar la petición diciendo que, si insistiéramos en que se ha de turnar con los que tienen
invertidos, las recogerían ellos mismos, así que deseamos de V. obre con toda
urgencia sobre esos señores, como corresponde, ya que no están basados nada más
que en hacernos la guerra con no darle trabajo
nada más que a los esquiroles por bajo precio y a los que no lo necesitan”[5].
La mayoría de las
denuncias no conseguían solucionarse en el ámbito local y debían tramitarse a
instancias superiores, como aconteció en
la de la Rábita.
Pues el presidente de la sociedad Isidro Vico y el alcalde
pedáneo Isidoro Arjona, ateniéndose a las bases, acudieron ante el gobernador
civil para zanjar el posible levantamiento de los ochenta vecinos que
reclamaban que se cumpliera la legalidad en las contrataciones laborales. Otras
reivindicaciones presentaban ángulos diferentes de un mismo conflicto que
consistía en una amplia oferta de obreros y en unos patronos con pocas
posibilidades de beneficios. Así,
algunos enfrentamientos tuvieron
lugar en Charilla[6] y
Caserías[7]
contra algunos patrones por introducir el ganado en terreno de aceitunas y por
trabajo a destajo, o el salario a tope. La de Charilla era un claro exponente
de la fuerza reivindicativa de las
Sociedades Obreras, pues, fundamentaban
las reclamaciones de los obreros, primando el cumplimiento estricto de
las bases salariales y el turnismo en la bolsa de trabajadores.
“...comunicaron
al hijo del declarante, que habían sido llamados a la Casa del Pueblo de la aldea
de Charilla y que les habían hecho saber que no podían continuar cogiendo la
aceituna como no fuera pagando diez pesetas a cada pareja sin sujeción a tope
ninguno y alternando los trabajadores según la lista de la Casa del Pueblo de dicha
aldea sin sujetarse a la bolsa de
trabajo”[8].

. Pero la más importante reivindicación ocurrió en la Pedriza. Vino
precedida de varias denuncias de ambas
partes, obreros y patronos. Los primeros denunciando casos concretos y a
personas por incumplimiento de bases; los segundos porque se dio el caso de que
los propios obreros se presentaban en grupos pidiendo trabajo en las mismas
fincas de los patronos como ocurrió en la finca de un patrón pidiéndole trabajo
el cuatro de enero. Pero la crisis se radicalizó sobre todo, primero, porque el
ocho de enero los patronos no quisieron de nuevo constituir el Comité de Arbitraje en esta aldea y, segundo, porque
se denunciaba que no se contrataba a los obreros de las bolsas de la aldea y
que algunos de ellos procedían de fuera
de las aldeas[10]: Así se dirigían al ministro de Trabajo Largo Caballero:
“El
presidente y secretario de la
Sociedad “Esclavitud Emancipada” tengo el honor de poner en
conocimiento como a propuesta del señor alcalde Presidente y el Comité Arbitral
en su sesión celebrada el 21 acordó que,
en esta aldea, se constituya una comisión compuesta del alcalde pedáneo,
dos patronos y dos obreros de las demás competencias e imparcialidad, con el
fin de que la misma haga cumplir la base de las aceitunas y las imponga a los
patrones que saquen el personal preciso para cumplir la dicho cometido. Lo que
pongo en conocimiento de vuestra excelencia cómo los patronos se niegan la
mayor parte a sacar obreros de la bolsa de trabajo que legalmente le
corresponde y sacan obreros de los que le den en gana”.
. El punto álgido de este conflicto en la Pedriza tuvo lugar a finales de enero cuando los
obreros se presentaron en las fincas de los patronos a trabajar a pesar de no
haber sido sacados de las bases. Este es el testimonio de los patronos de la Casería ante la Comisión de Arbitraje[11].

En una
economía en la que los labradores jugaban un gran papel, -pues eran
propietarios y arrendatarios, pero sin grandes haciendas-y, por el
contrario, los jornaleros, a su vez mayoritarios, se morían de hambre, era comprensible que se las
comparsas manifestaran de esta manera en Carnaval.
Conocemos a un
señorito de este pueblo,
Con dinero y bastante capital,
Que ha llevado
a recoger a la aceituna,
A sus hijos, a
su suegra ya su cuñá.
Porque dice
que las bases están muy caras
Y el dinero le
podía a él costar.
Y nosotros le
decimos los obreros
Que sus hijas
se le van a estropear.
Y el nos
contesta.
-No seáis
tontos
y que la
familia lo pasa bien,
Pues teniendo en mi casa buen apaño
A los obreros
los pille el tren[13].
Ante esta
situación, también se emprendieron acciones contra el laboreo forzoso,
contratándose un ingeniero que inspeccionó varias aldeas (Hortichuela,)
acompañado de dos jornales por el mes de abril.
GESTIONES DE
DIPUTADO BATMALA Y SUS RELACIONES CON SALVADOR FRÍAS
Mientras en
Alcalá se desarrollaba una intensa crisis jornalera, en 1932, Batmala tuvo una
intervención especial en la defensa del camino que el ayuntamiento del Castillo
había propuesto desde la villa hasta el río de san Juan: Aunque proyectado en
el gobierno anterior, ahora recibió un
nuevo impulso para enlazarse con el de Valdepeñas al Castillo. Tanto la
sociedad obrera “El Porvenir”, del Castillo como la
Comunidad de Obreros Agricultores comunicaron varias
peticiones a la Diputación y Batmala
tomó buena cuenta del asunto. Pues era consciente de que la propia corporación municipal, encabezada
por el alcalde republicano Miguel Delgado, le manifestaba el alto interés que
tenía por ese camino.
[1] AMAR. Libro de registro de
1931 y siguientes; aparece una denuncia en 8 de diciembre de 1931 de la Sociedad Obrera contra dos
patrones, varias del alcalde pedáneo de Caserías y, obreros alcalaínos y de la Hortichuela , contra
patronos de la localidad.
[2] AMAR.
Sin clasificar acta de la constitución del Comité Arbitral de la aldea de
Charilla, formado por el alcalde pedáneo, el socialista Pedro Armenteros
Palomino y por dos obreros ( Antonio Velasco y Antonio Álvarez Funes) y dos patronos (Juan Barrio Romero y el
republicano Cristóbal Sánchez González. En el libro de registro, de 1931 y
principios de 1932, aparecen varias denuncias de obreros contra patronos de la
aldea y otros contra otro patrón, a
principios de 1 y 2 de enero de 1932...
[3] La formaban como
presidente y alcalde pedáneo Juan Moreno Mudarra, vocales los obreros Gregorio
Quesada Aranda, Pablo Palomino Pérez y Cirilo Berlango Ureña.
[4] AMAR. Libro de registro de
1932.
[5] AMAR. Carta del presidente
de Ermita Nueva, 13- 12-.19 31.
[6] AMAR.
La demanda la hicieron varios obreros y la S.O , presidida por Antonio Álvarez, y vocales
Pedro Armenteros, Antonio Velasco y, Cristóbal Sánchez y Juan Barrio en 21 d
enero de 1932. Los motivos del conflicto no eran otros que no asignó número de
obreros asignados por el gobernador establecido por las bases, y alegaciones fingidas de transporte.
[7] AMAR.
Ela alcalde pedáneo y vocales de aldea eran Luis Cano, Baldomero Cano y
Patricio Díaz y José Rueda.
[9] AMAR. Legajo suelto, Lo firma Pablo Batmala.
Soletero mayor de edad, propietario y de estos vecinos, con cédula
personal n º. 1970. Termina la carta con un Salud y
República, 15 de enero de 1932.
[10] El alcalde pedáneo era
Juan Moreno. Y los presidentes y vocales de obreros. Francisco Cervera y José
Guardia, y por los patrono Antonio Nieto Barrio y Gregorio Quesada Aranda.
[11]
AMAR. Resolución 22-12-1931. EL arbitraje de Charilla. Se componía de dos
patronos, uno de ellos era el señor Santaolaya Pineda, y la representación
obrera por los señores Daza Rosales y García Robles bajo la presidencia del
alcalde Salvador Frías Pino. Las resoluciones eran comunicadas al gobernador
para que zanjara el asunto con las alegaciones correspondientes, cuando el
asunto presentaba dudas.
[12]
ARCHIVO PROPIO. Al comité de arbitraje de Alcalá LA Real. Escrito del 4
de enero de 1931.
[13] AFMR. Coplas de carnaval.
No hay comentarios:
Publicar un comentario