A finales de agosto, Francisco Casanova y Antonio Oria comentaron en
el ayuntamiento que el Presidente de la República se hallaba en
Priego y debían visitarlo.  El día  uno de septiembre una comisión
de republicanos, formada por Oria, Hinojosa, Cortés y Casanova, 
visitó al presidente de la República y le solicitó que recibiese a
los miembros de la Corporación alcalaína. Desde la ciudad
prieguense, enviaron un telegrama al alcalde Salvador Frías,
confirmando la aceptación presidencial para que asistiese la
Corporación. Ante los distintos pareceres de los concejales,
divididos en enviar una comisión o el conjunto de la Corporación, 
en el Pleno del día uno de septiembre,  Batmala, hombre de
convicciones republicanas y atento en el trato y protocolo, animó a
todos los concejales acudieran a la ciudad de Priego “ pues se
trataba de un homenaje al Jefe del Estado y debe ir el Ayuntamiento
entero”con el fin de rendirle el debido tributo de respeto y
consideración . El dos de septiembre,  el Ayuntamiento en pleno y
bajo mazas visitó a Niceto Alcalá Zamora, presidente de la
Republica,  Batmala acudió con el resto de la Corporación , salvo
el concejal Sierra que no fue a visitarlo, lo acompañó la Banda de
Música, y cada concejal se pagó su viaje. 
Pero en septiembre, el paro seguía, y el alcalde no hacía sino
ofrecer miles de ideas para salir al frente de la situación.
Convenió con los patronos  y la Sociedad  Obrera de la aldea de las
Caserías un acuerdo por el que se pudieron colocar sesenta
trabajadores hasta el mes de noviembre de 1932 inscritos en dicha
entidad, el horario de cinco horas , el salario ( 3.75 para la azada,
3.25 para lo demás), una comisión interclasista, turno de contratos
1
Por eso, a mediados del mes, este puso sobre la mesa  una propuesta 
que nunca llegó a plasmarse. Se trataba de realizar de inmediato 
una plaza de abastos, con el proyecto que estaba en poder del
ayuntamiento y con la seguridad que paliaría el paro de algunos
sectores como los albañiles. Era una buena solución, pero se
cambiaba  por la de los caminos que daban  mucho dinero y trabajo
para el mayor número de obreros. De ahí que  Batmala tuviera que
discrepar con Salvador Frías, -lo hace con la maestría y  finura
del político de largo alcance que sabe jugar en muchos terrenos-y
además lo decía con estas palabras” siento discrepar   de la
opinión del Alcalde, porque el estudio de los caminos está ya muy
adelantado de lo que Salvador supone, y estos son más precisos .
Como las demás obras, no me opongo a que se haga la Plaza de
Abastos, sino que al contrario  la estimo de mucha posibilidad, pero
creo que no debe hacerse a costa de los caminos, porque esto nos
perjudica ante la Superioridad hemos acudido en diferentes ocasiones
pidiendo caminos y anticipos , para ellos mismos,  y si  gastamos la
consignación de los dichos en obras, no podemos acudir  pidiendo más
caminos, porque nos dirían que no los necesitamos, ya que gastamos
su consignación en otras obras”2
, Frías se mantenía en su posición y, el concejal Francisco
Hinojosa, muy amigo y partidario de Batmala sugirió el sitio puesto
que “ vendían el 
Convento de la Carrera de las Mercedes, y en ese
lugar podría hacerse  la plaza de Abastos”. No le resultó la idea
acertada al alcalde “ por ser obra de tal magnitud”. No siguió
la discusión, porque el alcalde jugaba la baza de que una comisión
de patronos se había comprometido a colocar cincuenta obreros
agrícolas y, el que pudiera según sus posibilidades para labores de
limpieza  de fincas. Por otra parte encargó el proyecto de arreglo
de la calle Real, y estaba esperanzado con el camino vecinal de las
Grageras por  Puertollano para paliar la crisis de los jornaleros. 
1
 AMAR. Acta del convenio firmado ante Salvador Frías , por los
 patronos Francisco Sánchez, Isidoro Castillo, Francisco Nieto y
 Francisco Cano y la representación obrera.
2
 AMAR. Acta  del 14 de septiembre de  1932.
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