LECCIONES DE LA HISTORIA
Memoria magistra vitae es un deseo de traer personajes del latino Cornelio Nepote y la traducción básica de sus De viris illustribus . A pesar de reduccionismo, nos sugieren con su relato aspectos muy interesantes, hasta las torres más grandes han caído, las reacciones del pueblo, las virtudes de los gobernantes...Un ejemplo a imitar y a corregir.
Arístides es el ejemplo de la actuación política frente al pueblo levantado por la manipulación, las virtudes de los gobernantes. equidad, justicia y austeridad.
EQUIDAD, NUENAS COSTUMBRES Y ASUTERIDAD ANTE LA ENVIDIA
ARÍSTIDES  
El ateniense Arístides,
hijo de Lisímaco,  tuvo una  edad aproximada a la de Temístocles. Por eso,   porfiaron entre ellos por conseguir el primer puesto de la ciudad. Pero, si nos fijamos en estos personalmente, nos damos cuenta de cuánta más eficaz es la elocuencia que  la bondad. Pues, aunque Arístides
sobresalía por sus buenas costumbres hasta tal punto que fue  el único
del que  podemos recordar  que  recibió el sobrenombre de El Justo desde que el
mundo es mundo;  sin embargo,  fue
castigado con  la pena de diez meses de
destierro  al ser mancillado  públicamente por Temístocles con
la  famosa sentencia del ostracismo.   Y aconteció cuando este último consideró que
no  podía reprimirse una multitud levantada y,  en su retirada,   había advertido en  un  individuo que  escribía que Arístides fuera expulsado de la patria; entonces  se
cuenta que él  le preguntó por qué  hacía esto o qué falta había cometido  Arístides y por qué los consideraba digno de
un castigo tan grande. Este individuo le respondió que no lo sabía, pero no le
agradaba que  hubiera  trabajado con tanto ahínco  en ser llamado El Justo por encima del resto de las demás personas. 
Arístides no cumplió la
pena legal  de 10 años de destierro.
Pues, después que Jerjes llegó a Grecia, más o menos en el sexto año de su
condena de destierro,  por un decreto del
pueblo fue restituido a su patria.
II
 A pesar de ello, intervino en la batalla naval  en Salamina, que se tuvo lugar  antes de que se
le perdonase el castigo del destierro. Él mismo, en persona,  fue el segundo  jefe de los atenienses durante la batalla  que aconteció  junto a Platea, en donde
Mardonio  fue derrotado y el ejército de
los bárbaros fue pasado por las armas. No hubo otro hecho del arte militar en el que
participara Arístides  salvo el que se recuerda con motivo de esta ocasión,   pero sí dio 
muchas otras muchas pruebas  de
justicia, equidad y limpieza de costumbres; en primer lugar, por sus dotes de equidad  cuando, en la
liga común de la armada de los pueblos  Grecia, compartía el mando con Pausanias que había hecho huir
a  Mardonio,  consiguió que se  les entregase  a los atenienses el más alto mando del poder
marítimo de los lacedemonios. Pues, antes de este hecho, los lacedemonios, por tierra y mar,
eran los jefes,  Pero , en esta ocasión, 
la pasión de Pausanias y la rectitud de Arístides consiguieron que
casi todas las ciudades de Grecia 
formaran una alianza con los atenienses 
y se eligieran a estos como jefes en contra de los bárbaros.
                                      III
Incluso, para lograr un rechazo más fácil, por si casualmente  intentaran reiniciar  la guerra, se eligió a Arístides   con el fin de acaparar todo el dinero necesario que le diera a
cada una de las ciudades, para equipar la armada y preparar los ejércitos, y,
por disposición de Arístides,  se
reunieron anualmente unos  460 talentos en Delos. Además quisieron que este fondo fuera común. Todo este dinero, una vez transcurrido cierto espacio de tiempo, fue trasladado a Atenas.   
No hay más muestra de cuan desinteresado fue Arístides, que, habiendo estado al frente de cosas tan importantes, murió en medio de una pobreza tan grande que apenas dejó nada con lo que lo enterrasen. Por eso, dio lugar a que sus hijas se alimentaran a expensas del público y se casaran con las dotes dadas por el erario público. Murió, en concreto apenas casi cuatro años después que fue expulsado de Atenas.
No hay más muestra de cuan desinteresado fue Arístides, que, habiendo estado al frente de cosas tan importantes, murió en medio de una pobreza tan grande que apenas dejó nada con lo que lo enterrasen. Por eso, dio lugar a que sus hijas se alimentaran a expensas del público y se casaran con las dotes dadas por el erario público. Murió, en concreto apenas casi cuatro años después que fue expulsado de Atenas.

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