un viaje de loa al dios Baco,
pues su santuario se encuentra
en tierra del mar Adriático.
Y, si es Dionisio el latino,
por los lugares del Lacio.
Pero mira que por donde,
y gracias al patronazago
y amistad compartida,
un entrañable lazo,
de los Galvez Daza,
se logró este gran milagro.
En Manzanares, parada
primera de este gran hallazgo,
primera de este gran hallazgo,
vestidos con togas blancas.
de un transparente plástico.
entramos por Campoameno
y olvidamos a los Milagros.
nos dejaron estupefactos,
entre grandes disertaciones
de un experto del vinario.
Y, a las puertas del recinto,
quedamos fotografiando,
mientras datos recordamos
de marcas, tipòs, prensas,
y felices augurios de estos caldos.
Por el que todos brindamos,
entre vítores y ovaciones,
y sus nuevos propietarios.
Uno es un Géminis,
de nombres Cal y Canto,
emblema de calidad
cuidadosamente elaborado
Bravo por estos vinos,
ricamente elaborados
con uvas seleccionadas
y una combinación utilizando
de técnicas tradicionales
y modernas reservando,
para el mejor vino,
de tierra Manchega caldo.
Vinos tintos robustos y complejos,
blancos frescos y aromáticos,
elegantes son los rosados,
¡qué ricos y afrutados!
La ya antigua bodega
del gran Isidro Milagro,
ofrece otras marcas:
Mar y Luna, relajado,
Sal de Fiesta, para ágapes,
que animan bien el cotarro.
Abadía Mercie,r de historia,
vino de aniversarios
y Torres Rejas, elegante ,
único y sofisticado.
Eran la tres de la tarde,
y en el autobús montamos,
p
para pasar por Castillas,
para pasar por Castillas,
Madrid, y los riojanos.
Al llegar en las completas,
y en víspera del dia muy esperado,
unos nos fuimos a la cama,
tras comer lo preparado;
otros se fueron por los bares
del ansiado Alfaro.
Y a las diez de la mañana
del día de Andalucía,
subimos a la Colegiata
de San Miguel, gran vigía,
del mundo celestial
y de la Alfarería.
Pasamos por san Roque,
palacio de la abadía,
casonas y otras iglesias,
de cal y canto cerradas
sin cantar un avemaría.
Y en la plaza mayor,
entre miradores se veía
un enjambre de nidos
sobrte tejados a porfía
´
´
Pesaban kilos y Kilos,
media tonelada había
para un par de cigüeñas,
que en un alero se unían.
Bajamos hacia las bodegas,
de los nuevos Campoameno
entre el himno de nuestra tierra
en solemne canto emitiendo.
Andaluces, levantad,
lo decíamos sonriendo,
sea por Andalucía libre,
en estas tierras de imperio.
Y llegamos a la hacienda
de Susar,
de Susar,
un esplendoroso viñedo.
de viñas de sauvignon,
cabernet y tempramillo
shirac y rico merlot
y la casa del señor
el terreno presidiendo.
En visita contemplamos
una modernista baranda,
cámaras y aposentos,
vivienda de un propietario
que de azucarera labriego
pasó a los caldos amenos.
Y nos adentramos en bodegas,
de la mano de un buen técnico,
pasamos por la zona de prensa,
el lagar en el recuerdo,
las cisternas mecanizadas,
y los toneles de ensueño.
lineas de embotelladoras
lineas de embotelladoras
de caldos para extranjeros,
nacionales y vecinos
catadores de vidueños.
Entre antiguos almacenajes
y nuevos descubrimientos,
descubrimos las esencias
y los magnificos secretos
para obtener los caldos
dee los riojanos viñedos.
Y llegamos al momento sublime
de probar los dulces caldos,
para disitnguir fenoles,
frutos, regaliz y extractos
de los más ducle sabores
de crianza con gustos varios,
joven , solera y el de mayor valor
con gran solera brindamos.
Entre el olor a bodega,
al ágape fuimos llegado,
y con los amigos de Tugia,
que el menor Juande nos trajo,
compartimos manjares
de carnes de lo más sagrado,
la chuletas de corderos
con chorizos asarmentados,
Un simposio fue este agape,
entre marcas de la bodega,
5 Oros, que probamos,
frescos y afrutados,
dejando como reservado,
el Marcelino de solera,
de tradición riojana sacado,
y,. junto con Campo Burgo,
este vino equilibrado,
para dejar al final,
como colofón logrado,
Hacienda de Susar,
un alta gama cuidado
ünico y excelente,
para un gusto sofisticado.
Y, en las puertas, de estos caldos
posamos ,contentos y ,alegres,
por los anfitriones brindando ,
deseando le parabienes,
en estre mundo de Baco.
Por la tarde,nos fuimos
Para bajar lo tomado,
y subimos a Calahorra,
tierra de imperio romano.
Aunque dimos una opción
de quedar en anfiteatro,
todos entraron en la sede,
bello templo y relicario,
donde se oyeron unas voces
dentro de un confesionario,
y unos vientos de Eolo,
que turbaron el itinerario,
de una catedral modélica,
con estilos variados.
De allí hacia plaza Mayor,
por calle del vijeo palacio
del obispo de Calagurris,
un número más reducido,
al que entusiamó el vegano
motivo de un museo ,
inédito y de vestuario.
Al llegar por casco antiguo,
entre iglesias y solitarios,
a la plaza calgurritana
pudimos saludar a S
Santiago,
Santiago,
y contemplar un museo
de motivos muy romanos.
Entre lápidas y molinos,
y penes de gran tamaño.
Volvimos al autobus,
celebrando este encanto.
y en el restaurante de Alfaro,
celebramos el día andaluz
y buen éxito deseamos
que la familia Gálvez disfrute
por estos nuevos pagos,
entre gente riojana
y los exquisitos caldos.
Inauguramos el mes de Marte,
a Zaragoza marchando,
para saludar a la Pilarica
y aguas del Ebro oteando.
En el puente de la Piedra,
y con la vigía del Santiago,
una buena pose hicimos,
con las cúpulas mirándonos.
Entramos y le rezamos
a nuestra patrona hispana,
y le cantamos una jota,
en silencio, sin soflamas.
" Virgen del Pilar , te pido,
que le dés una columna,
a nuestra amigos los Galvez,
en su nuevo destino,
y la salud le aportes
a todos nuestros amigos,
sin olvidarte nunca,
del amor para tus hijos".
Luego nos fuimos a la plaza
la plaza de las catedrales,
entre gigantes posamos
y con Agusto en soportales,
LLegamos a la Lonja,
entre contemporáneos artes,
y su bella cupula gótica ,
refugio de comerciales.
Ante la Seo nos descubrimos
no había por donde mirar,
imbuidos en amenidades
de retablos y baldaquinos,
capillas y recintos corales.
Al subir a los tapices,
entre cuadros de paisajes,
rememoramos la épica
de romanos e hispanidades.
Sin fuerzas, ya no pudimos,
pues se nos hizo tarde
el museo del foro
y el de Goya como orate.
Marchamos hacia el Real,
y tomamos como acicate
un martini de la tierra
para acabar en ágape.
Brindamos ya todos juntos,
por el regreso del viaje,
que amenazaba lluvia,
pero traíamos nuevos aires.
Y, le cantamos a la Virgen,
"Pilarica,aragonesa,
maña de cuatro costados,
hazte protectora y madre,
de la gente de otros lados".
Y desde Zaragoza a Madrid,
y de Madrid ya pasado,
con unos cuantos bocatas,
y sueños descabezados,
llegamos al Despeñaperros,
y de alli a nuestro encanto,
la ciudad de la Mota,
recordando tantos caldos
y deseando augurios,
a nuetros Galvez amados,
embajadores de tierras
que nos habían invitado.
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