
La ciudad solía ser invitada por el abad
y acudía a las festividades del Domingo de Ramos para tomar la palma, a la
celebración de la Comunión General del Jueves Santo, al Acto de la Cruz en el Viernes Santo y al Domingo
de Resurrección. En los dos domingos se llevaba a cabo una procesión claustral
por el recinto de la Mota, perdominando la participación de las hermandades y
cofradías en la de Resurrección junto con los capellanes y beneficiados, aunque
solía realizarse particularmente en todas las iglesias y conventos tras los
maitines y laudes y acompañando al Santísimo Sacramaento en las manos del prior
o preste del lugar. El lunes de Pascua se llevaba a cabo dentro del recinto de
la iglesia. El Jueves Santo se caracterizaba por varios privilegios, entre los
que destacaba portar el palio atendiendo un turno de antigüedad en la
traslación del Santísimo Sacramento al Monumento con la Comunión General, en la
que solían participar todos los miembros de la Corporación, y la posesión de las
llaves del anterior monumento por el corregidor y los regidores. El Viernes
Santo acudía al acto de la veneración de
la Cruz y se obligaban a una serie de protocolos y la ausencia de armas por el
corregidor, como señalan las ordenanzas. Es interesante y a veces embarazoso el
gran número de litigios que se ocasionan, sobre todo, el día del Amor Fraterno.
A veces, incluso, llegándose a romper el protocolo o aprovechando la situación
para demostrar la protesta eclesial
ante las medidas del Cabildo. Así, no es de extrañar que al año de 1716 el gran
escándalo que Castel de Ros provocó a la salida de tan importante día,
rompiendop el protocolo de la ciudad, diciendo "Es menester un gran
respecto a la Iglesia", a lo que coadyuvó su airada actitud con dos
regidores que portaban el palio, dirigiéndose en forma amenazadora. "Oy
onró Cristo a Judas" acompañadas de un fuerte pisotón..El asunto
radicaba en un anterior prendimimiento e incautación de ocho fanegas de trigo
realizadas por uno de los regidores y alguacil mayor según las Premáticas
Reales. No obstante, el asunto llegó hasta la Corona, abriéndose el
correspondiente auto. Algunos
elementos de este
protocolo son
los conflictos entre los momentos de recibir la comunión o algún saludo con la
vara del corregido o la espada.
AMAR. Cabildo
del trece de abril de 1716. Los regidores afectados fueron don Pedro de Viedma
y don Leonardo de Lizaur, alguacil mayor y el cura Cristobal Cedillo. El fondo de la cuestión radicaba en que los
ecclsiásticos no obedecían las premáticas sobre el precio y restriucción de
venta de trigo en momentos deescasez.
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