EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El estudio de todos los
corregidores del tiempo de los Austrias Menores y de los Borbones nos permite
constatar una tendencia cada vez más significativa de la presencia de los
corregidores de origen jiennense o ligados con otros cargos de nombramiento real, que estaban asentados en la capital del Santo Reino durante el
reinado de los Austrias. Estos últimos son miembros de la familia relacionados con el duque de
Lerma y del Conde Duque de Olivares, que ocupaban los beneficios y sedes
catedralicias u otros órganos de jurisdicción en detrimento de las familias
granadinas que habían ocupado el control del corregimiento durante el siglo XVI
y principios del siglo XVII. Los naturales de Jaén o de otros pueblos
provincianos, principalmente de Andújar y Úbeda, son regidores emparentados con
los procuradores en Cortes a los que se les recompensaba su apoyo a las medidas
económicas en la Corona. Sus apellidos
y sus títulos lo ponen de manifiesto claramente: Cerón de la Cerda , Soria,
Contreras, Messia y Serrano, López de
Mendoza, Cea y Angulo..
Como en el siglo anterior, no decayó la influencia del
poder granadino, pues éstos sieguieron ejerciendo su influencia, aunque en este
caso más profesional que política, a través de la segunda jurisdicción nacional
como eran los alcaldes mayores, en su mayoría, miembros de la Real Chancillería
de Granada y formados en la universidad granadina. También se denota que en
momentos de mayores dificultades se envíen a personas ligadas con
personalidades influyentes en la
mencionada Chancillería- cosa que se repite en el corregimiento
jiennense, como el nombramiento de don Gregorio de Chaves y Mendoza, oidor de la Audiencia de Granada
jes, en 1647.
Sin embargo, en tiempos de los Borbones, se
invierte la línea de precedencia de los corregidores mediante un control más
directo de personas, nombradas por la
Corona y en clara sintonía con el nuevo centralismo nacional.
Es la época, en la que muchos de ellos son
elegidos entre los escalafones más inferiores de las escalas cortesanas,
aunque abundan los procedentes de Andalucía Occidental, ligados con las
ciudades de Sevilla y Jerez. Tan sólo, un sólo corregidor se encuentra ligado
con la capital jiennense José Medina y Rincón.
En esta panorámica de los
corregidores alcalaínos, se advierte también la carrera política y la movilidad
de algunos de ellos. Aunque, como hemos manifestado anteriormente, su hidalguía le daba ocasión para recibir en las ciudades de origen regimientos, juraderías, opciones en alcaldes de barrio, alcaide de las Santa Hermandad, familiares del Santo Oficio, es frecuente que inicien su corregimiento en Jaén o Alcalá para alcanzar el cenit de su escalafón en la sede del corregimiento granadino. Es el caso del conde de Torrepalma, que gobierna el corregimiento jiennense en los años ochenta del siglo XVII para administrar el alcalaíno en los primeros años del siglo XVIII y, en el 1707, trasladarse a Granada. A veces, el camino era el inverso, iniciándose en la ciudad de la Mota y posteriormente en la jiennense, con lo que favorecía unas mejores relaciones en el conflicto de jurisdicciones antes mencionadas.
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