ALGUNAS NOTAS SOBRE ROGATIVAS PARA LA COFRADÍA DEL DULCE NOMBRE DE
JESÚS Y SANTA CARIDAD
Siempre ha sido una constante
del pueblo cristiano imprecar  el auxilio
divino con motivo de las grandes epidemias o desastres por medio de rogativas
dirigidas a  Dios y procesiones votivas
con la presencia de imágenes de Jesús, Virgen o Santos. Muchos sólo recuerdan
la presencia de la Virgen de las Mercedes 
con motivo de una rogativa que se realizó a finales de siglo XX por la
pertinaz sequía que asolaban nuestros campos. Pero no es esta la única imagen
que ha acudido a las rogativas, sino que suelen ser muy frecuentes las
rogativas compartidas con otros santos o advocaciones marianas o del propio
Jesús[1].
En 1718 se adelantó un tipo
de  una rogativa que será frecuente en
estos siglos con la presencia de Jesús Nazareno: "Considerando esta
ciudad que el medio principal para que se logre la cosecha  de esta ciudad es implorar  el favor divino, pues,  sin él, nada se consigue acordó hacer una
fiesta con  novenario de rogativa  a Nuestra Señora de las Mercedes , patrona de
esta ciudad y  a Jesús Nazareno".
Pues era  muy frecuente que estas rogativas  se celebraran con motivo del buen tiempo y
los cultivos del año 1718, para que" la próxima cosecha se muestre  abundante sin embargo  de que los pueblos convecinos se tiene
noticia que carecen de agua"- 
Suelen realizarse además una
novena, presidida  con la imagen de Jesús
Nazareno y finalizada con una procesión general para el domingo de Pascua del
Espíritu Santo por el mes de mayo. La corporación municipal  se comprometía a aportar los gastos del  sermón y de la cera de la procesión que se
celebraría el último día del novenario desde la iglesia Mayor donde estaban
colocadas las dos imágenes. La asistencia del 
cabildo civil se comprometía el domingo y lunes y el último día a la
fiesta de la mañana y a la procesión de la tarde, donde se invitaba a los
prelados del resto de los conventos a los que se les pedía que llevaran a cabo
el sermón por dos doblones.[2].
En 1724, ante la falta de agua, posibilidad de enfermedades y dudosas cosechas,
se recogen otros tipos  de rogativas para
interceder ante Dios; los actos se repiten con el novenario, la fiesta del
último día con sermón, nombramientos de comisarios y asistencia de los dos cabildos
el eclesiástico y el civil. Como muestra de que se convirtió  en un modelo de rogativa la presencia de las
dos imágenes, en abril de 1734, se repitió 
este acto de manifestación religiosa con 
las dos imágenes para implorar 
lluvias. Un dato destacable es la proliferación de rogativas a finales
de la primavera, cuando abundan las tormentas y se destrozan los campos de
mieses y los huertos. Desde pri
ncipios de año hasta el seis de marzo de 1738 se estaba padeciendo una sequía general y en palabras del cabildo se producían comunes lamentos y algunas hermandades estaban haciendo rogativas a las imágenes de sus institutos intercediendo a Nuestro Señor Jesucristo para que envíe el rocío y beneficio de la siembra. Por eso, se celebró el acostumbrado novenario, se pidió la convocatoria de todo el pueblo y la presencia de un buen predicador y, el día catorce, se celebró la rogativa a Nuestra Señora de las Mercedes y a Jesús Nazareno de Misericordia, que se veneraba en el altar Mayor de la Iglesia de la Mota, desarrollándose una procesión general con ambas imágenes.
Era  frecuente 
que se hiciera la procesión de las imágenes en andas y con decoro y, a
veces, como en el año 175O, con el acompañamiento de hermandades y cofradías.[3]
En 1753, se hizo rogativa
con este fin “ por el mes adelantado de
tiempo que había en mayo y la falta de lluvia , se hace una rogativa  ya que no hay otro refugio que el de implorar
la divina clemencia con que se ejecutó en 
1750 por medio de la imagen de Jesús Nazareno que se venera en la
Iglesia del Rosario” .[4]
Curiosamente, se ejecutó la orden al ponerse la imagen en andas el día uno de
junio que llovió, dando lugar a una misa de acción de gracias con sermón y Te
deum el día tres del mismo con la presidencia del prior del convento.[5]
En el año  1754 se constata  la difusión del  culto Jesús 
cuando se pidió licencia por parte del padre prior Diego Ubal para abrir
un camarín volado con la mayor decencia a Jesús Nazareno, librándose tres mil
reales de vellón[6].
Una variante  muy importante fue la del trece de abril de
1779, en la que participan varias imágenes por la falta de lluvia en una
procesión general. Se bajaron a la Iglesia de la Veracruz Santo Domingo de
Silos, que por aquel tiempo se encontraba allí, y la Virgen de las Mercedes y
anteriormente, pasaron por el Convento del Rosario, donde recogieron a Jesús
Nazareno y a Santo Domingo de Guzmán. La procesión se repitió de vuelta el día
ocho de mayo, cuando, pasando por el convento del Rosario, regresó a la Iglesia
Mayor[7].
También, en el siglo XIX
compartieron este mismo tipo de rogativas. La peste de 1834, dio lugar a un
momento muy crítico de la ciudad que alcanzó la afección de dos mil setecientas
sesenta y ocho personas, de las que murieron quinientas ochenta y tres. Se
hicieron rogativas  finalizando con un
solemne Te deum el día veintiocho cuando se creyó que había quedado exterminada
la peste. En los mismos términos se llevó a cabo en  1859, por la sequía de los campos y  se volvieron hacer rogativas con la imagen de
la Virgen de las Mercedes. .  Y con  las imágenes de la Virgen de las Mercedes y
Santo Domingo de Silos Jesús Nazareno compartió el novenario y  procesión 
en  1860, 1867 y 1868.  E, incluso, compartiendo este  patronazgo este último año  por falta de lluvia, recorrió la calle Real,
Rosario, San Juan, recogiendo a Santo Domingo en su parroquia y finalizando en
Consolación.[8]
Esta última  tuvo lugar, con motivo de la reiterada gran
sequía de los campos. Pues era una costumbre inmemorial mantenerlas en la
iglesia de la Veracruz, cuando salía de Consolación( antes, de la Iglesia Mayor
de la Mota)  hasta la víspera de la
fiesta. Pero, siendo primeros de mayo, se llevó a cabo la rogativa  a las cinco de la tarde a instancia de un
gran número de hacendados y labradores, ordenando el ayuntamiento este
itinerario, lo que nos ilustra como  se
relacionaban las dos cofradías:
“Se saque procesión rogativa de
la iglesia de Consolación la imagen de Nuestra Patrona Sra.  de las Mercedes, la que subirá por la calle
Real y, al llegar a la Iglesia del Rosario, se incorporen a la procesión las de
Nuestro Padre Jesús Nazareno y Señor Santo Domingo, que previamente se habrá
bajado de la iglesia de su advocación, y, así reunidas las tres imágenes,
continúen por toda la estación mayor hasta volver a Consolación, donde en los
tres días siguientes, o sea la mañana del 7,8 y 9 se celebrarán las rogativas,
volviendo en la tarde el 10 las Imágenes de Nuestro Padre Jesús y Santo Domingo
a la Iglesia del Rosario, acompañadas de la Patrona, que continuará en
procesión por las calles de Llana y Veracruz hasta llegara a la Iglesia de este
nombre, donde se quedará depositada hasta la víspera de su festividad”.
Sin
embargo, en 14 de abril 1867, por las constantes lluvias de sacaron a las
imágenes de la Virgen de las Mercedes y Jesús Nazareno. Lo mismo que en 1879, cuando participó su imagen
junto con la de Virgen de las Mercedes Más importante y significativa  , fue la del 
1884 con motivo del gran terremoto que se produjo en la noche del
veinticinco de diciembre. Las imágenes de Santo Domingo y Jesús Nazareno por
motivos graves, cuando se resintieron las iglesias del Rosario y Consolación,
los Arcos y muchas casas de la ciudad, que obligó al cabildo a buscarle
alojamiento [9].
Por eso, no es extraño que el
cabildo aprobó un informe para las nuevas Constituciones de la Cofradía del
Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad en
1808.[10]
Pues desde  finales del
siglo XVII, con motivo de la Novísima Recopilación, el purismo introducido con
la Ilustración y el rigoricismo de los nuevos abades, sobre todo, Mendoza y
Gatica y Palomino López de Lerena, supuso un fuerte retroceso en el
costumbrismo festivo y en la desaparición de importantes hermandades y
cofradías que son las que configuraban en su mayor parte la parte festiva, cuya
situación nos la expone el cabildo del diez de marzo de 1829 cuando dice:
“Que se suspendan todas las
cofradías que hay en esta ciudad sin Real aprobación, quedando sólo las dos
sacramentales, las dos de Ánimas y la de Jesús Nazareno por la Real Cédula que
la instituyó, y , creando a  beneficio
de los Expósitos, una nueva bajo el título de los Desamparados, a las cuales
únicamente se les permita sin prestarles comunicados a los interventores con la
multa de cien ducados o la que sea del real agrado a beneficio de los mismos”.
No
nos extraña en que esta línea de cooperación que la Cofradía del Dulce Nombre
de Jesús y Santa Caridad haya compartido cultos, como en la Candelaria, con la
de la Virgen de las  Mercedes, y haya
puesto como fin primordial la caridad entre sus fines primeros, siempre lo hizo
así. 
[1] AMAR . Cabildos
del 24 y 27 de mayo de 1718
[2] AMAR. Cabildos
del 24 y 27 de mayo de 1718.
[3]AMAR. Acta de
cabildo del 28 de marzo de 1750.
[4] AMAR. Acta del
cabildo del veinticinco de mayo de 1753.
[5] AMAR. Cabildo
del dos de junio de 1753, manifestaciones del comisario Manuel de Lastres.
[6] AMAR. Acta del
cabildo de 1755.
[7] AMAR. Acta del
cabildo del trece de abril de 1779.
[8] AMAR. Acta del
cabildo del cuatro de mayo de 1868.
[9] AMAR. Acta del cabildo del
veintiocho y treinta y uno de diciembre de 1884.
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