Su hábitat ofrece cierto atavismo cercano a
este tiempo musulmán. Sus antiguas viviendas denotan un aspecto semejante a los
diseminados de parajes de las Alpujarras. En la edificación de las casas se
utilizan piedras erosionadas de la misma peña.
A principios del siglo
XVII, el campo de Alcalá la Real (Jaén) se dividía según el trayecto de sus
ríos y caminos para formar las aldeas pertenecientes a su término, una de las
zonas es la que comprendía el territorio entre el Palancares, Peñuela, Cantera
Blanca Chaparral de Nubes, Bramaderos, Alamoso y Valdegranada. Más
específicamente, unos años antes de realizar el Catastro de la Ensenada,
Valdegranada contaba con 60 vecinos o familias, que vivían en chozas, y en 1842
se censaron 334 personas.
Curiosamente, hace más
de un siglo, cuando Madoz escribió su Diccionario, el partido de Valdegranada ocupaba
la parte suroriental del término de Alcalá la Real. Era un núcleo rural formado
por un gran número de cortijos y las casillas y calle de Las Peñas de
Majalcorón. Se denominaba Val de Granada, (val, apócope de valle) o Valle de Granada y
así nos la describe Madoz: “Aldea de la provincia
de Jaén; es uno de los 12 partidos de campo en que está dividido el término de
la ciudad de Alcalá la Real ( el V en su diccionario), a cuyo partido y abadía
corresponde, y dista de ella 3/4 de leguas al SO. y tiene una
poblacioncita llamada Majalcorón. Situada bajo de un tajo que se denomina Peñas
de Majalcorón. No forma calles y tiene diseminadas 10 casas por lo general
habitadas de gente pobre y j o r n a l e r a; se cuentan, fuera de e s t a s
, 43 cortijos, de los que los principales son la Cruz, Zapillo, la
Loma, Alamoso alto, Alamoso bajo, Cerro Gordo, Blancares, Parra , Fraile,
Agramaderos, Monjas y el Maestro. Donde se separan los términos de la ciudad de
Alcalá la Real y los de Priego y Montefrío se encuentra una ermita al Norte del
partido; y en la parte opuesta del mismo, o sea al Sur inmediato a una venta
llamada de los Agramaderos está el nacimiento del Paloneares que en su origen
es un arroyuelo insignificante. El terreno del partido, sobre todo la parte
inferior, es de superior calidad, y son muy apreciados los garbanzos que en él
se c r i a n; también hay algunas encinas y pocos olivos”.
Asentado este partido
de campo sobre la vertiente sur del monte de las Peñas, a una altitud de 1145
metros y al abrigo de los vientos del norte, es una zona muy adecuada para los
cultivos de secano.

uen utilizando las piedras erosionadas de la Peña.
Se encuentra en el
límite con la provincia de Córdoba, por el camino de los Playeros. En el cortijo de la Cruz, se separaba el
término de Alcalá la Real, Priego y Montefrío, y allí existe actualmente
la misma ermita, hoy día sin culto. Fue un punto de demarcación de
términos y puesto militar en la Guerra Civil. Hoy este se encuentra un
trayecto más bajo. Apenas quedan vecinos ni cortijos.
En medio de un paraje bellísimo, la ermita y algunas
casas de turismo rural y de segunda vivienda se alzan como testigos de un
partido de campo que era de los más diseminados y poblados. Y, hoy se hace eco
de este canto animero y lastimero de estas tierras: A las ánimas benditas/ No hay que cerrarles las
puertas, /se les dice que perdonen/ y ellas se van tan contentas. / Dales por
amor de Dios/ limosna de caridad/a las ánimas benditas,/que Dios os lo pagará.
Tierras muy ricas en los años 50
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