VENTA  DE LOS AGRAMADEROS
No siempre 
este partido de campo se  ha
identificado con este nombre. Incluso, hubo tiempos que el  núcleo rural más importante fue las Peñas de
Majalcorón, otras veces se incorporaba dentro de un espacio muy extenso y
comprndido por el arroyo del Palancares, que desemboca en el río de Frailes. Y
hasta  años muy  recientes del 
siglo pasado, su nombre  más difundido  era el 
Valdegranada, por eso de  lindar
con los territorios de Granada , val de Granada a los pies de los cerros de
tierras de frontera, donde se hicieron extensos repartimientos con motivo
de  la repoblación posterior a la
conquista de Granada, sobre todo, en tiempos de Carlos I. Es  una zona en forma de  cuenca  de un arroyuelo del término
alcalaíno que limitaba entre los montes  de Granada. Situada a 16
kilómetros de Alcalá la Real, en la parte sur occidental  del
término municipal,   limítrofe con
las provincia de Granada y  Córdoba, en un sitio  de cruce de caminos
que proceden de Montefrío,  Íllora, Tocón, Priego, Almedinilla, donde se
colocó una antigua venta  para vender ganados  que se ataban  en
los postes de los  Bramaderos. De ahí el nombre Venta de los Bramaderos, hasta llegar al
actual de los Agramaderos. A partir de estos términos, se muestra  el primer debate de su  etimología en torno a la venta como posada en
el nudo de caminos entre Montefrío y el de los playeros  que procedían de las costas granadinas, donde
posaban las caballerías atadas   en  sus postas 
o   el  pilote de bramar,  también 
el lugar de descanso en la venta para los antiguos comerciantes
que  intercambiaban  el pescado con
el cereal  por este  camino playero que se bifurcaba hacia
Alcalá  y se adentraba en la
Campiña cordobesa, o tomaban el camino de  Úbeda a través de la senda
lindera de términos provinciales..
 O
el segundo  término de Agramaderos,
relacionado con esa  refiere a esa
función agrícola de la grama del cáñamo, aunque en las  tierras inútiles abundaban  la escaña, 
centeno, el yero o el lino que también se consumía  por estos lares.   
Su hábitat siempre  ha sido muy disperso, pero el antiguo camino
real, actual carretera  de
Montefrío,  agrupó a muchos vecinos 
a partir de la pre y posguerra. El  río
Palancares  convierte a estas tierras de
gran calidad y siempre muy estimadas  por
su producción de cereales. En tiempos de Madoz se estimaban mucho sus garbanzos,
hoy desde el olivar al espárrago se propagan en sus parcelas agrarias, tiñendo
de verde y amarillo sus heredades según los ciclos estacionales.  El encinar,  típico de mediados del siglo XIX,  poco a poco, dejó paso a otros cultivos y  se fue imponiendo el olivar y cerezo. 
         
Sus viviendas rurales más importantes procedían de cortijos de propios o de la ciudad que pasaron a manos
privadas en el siglo XIX el Sapillo, La Cruz, o,  en otros tiempos el de Fuente de la
Piedra. Pero predominaban los cortijos particulares o de entidades religiosas: el
de las Monjas, La Loma, Peñuela, Peñolilla, Blancares, Alamoso Alto y Bajo,
Matanza  y Agramaderos entre otros. Actualmente,
su polideportivo. e El Centro Social, la ermita y algunas  viviendas
rurales destacan entre  otras casas
que  recuerdan los servicios de antiguos
bares, almazara o carpinterías.
La Venta, siempre fue morada de  gente inquieta, heredera de los recatones
antiguos de Alcalá,  Hoy contempla el
paso de su transformación agrícola y  su
conexión siempre prometida hacia  tierras
de la Costa por ser paso de la carretera de Úbeda a Vélez.

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