El FRENTE POPULAR EN 1936 (SEGUNDA APOSTILLA)
El segundo
documento, con el que queremos llevar a cabo una nueva alclaración histórica,
consiste en varias actas del Frente Popular, que se encuentran el archivo
municipal de Alcalá la Real. Son, en concreto, las pertenecientes a los días 1
de septiembre, su borrador, y la del cinco de septiembre. El hecho de que no se
haya encontrado las anteriores manifiestan tan sólo que debieron realizarse
algunas reuniones, pero sin levantar acta, aunque se tomaron importantes
decsiones, como manifestamos en una anterior publicación.
Como reación a
la CEDA, que había gobernado hasta el año 1935 se formó a nivel nacional el
Frente Popular, una coalición de partidos y sindicatos de izquierda y
republicanos, que ganó las elecciones del año
1936 en las grandes capitales. Lo mismo aconteció en la mayoría de las ciudades de España y en el
partido de Alcalá la Real, salvo la villa del Castillo de Locubín. No fue un
proceso electoral tranquilo y pacífico, pues se enviaba a las fuerzas de orden
público a controlar los mítines de dicho frente y hay constancia de ello en el
registro de entrada del Ayuntamiento de aquella época con envío de parejas de
la Guardua Civil a Charilla, Santa Ana y Rábita. Tampoco, el día de la votación
hubo la paz requerida, sino que en algunos colegios trataron de influir en el
electorado algunos funcionarios municipales, que posteriormente recibieron un
expediente municipal como el director de la banda de música.
Tras el
triunfo del Frente Popular en las elecciones,
por un mandato gubernativo a través de un telegrama del gobernador
civil, se disolvió el ayuntamiento anterior y se constituyó el nuevo con miembros de Unión Republicana,
Izquierda Republicana, PSOE, UGT, PCE, y algunos monárquicos y republicanos de
derechas, que, a partir de febrero, no asistieron a los plenos y fueron
destituidos en el mes de abril. Fueron elegidos alcalde el republicano Francisco
Hinojosa López, y primer teniente de alcalde y diputado provincial, el
socialista Salvador Frías. Ambos ejercieron el protagonismo político de este periodo. Si
alguna línea de actuación los caracteriza es el cumplimiento de la legalidad
vigente, la revisión de cuentas por malversación del ayuntamiento anterior, y
la preocupación social por los más desfavorecidos, sobre todo, los obreros en
paro; también, una incipiente idea de progreso mediante contratación de
servicios de obras para ejecutar proyectos que transformaran la realidad
alcalaína, cosa que se vio truncada por las circunstancias del golpe de estado
del 18 de julio. Antes de esta fecha, se respiraba en Alcalá un clima de cierto
enconamiento y conflicitividad, porque se
tomaron medidas de desarmar a las personas de derechas, se celebraron
varias manifestaciones ( una el 15 de abril, otra a primero de mayo, otra a
final de mayo), varias huelgas por conflicto entre los jornaleros y patronos
del campo a finales de junio, etc. Pero, a pesar de ello, la situación parecía controlada gracias al
buen hacer del equipo municipal que tenía experiencia de los años
anteriores.
Con motivo del 18 de julio se constituyó el
comité local del Frente Popular, que ostentaba el control del resto de los
comités que surgieron en las aldeas. Por los documentos posteriores, podemos
deducir que estaba constituido por todos
los miembros del equipo de gobierno anterior ( Unión Republicana, Izquierda
Republicana, PSOE, PCE, y UGT). Ostentaba la presidencia del Salvador Frías
Pino, fusilado inmisericordemente, y la secretaría, el maestro y yerno de Francisco Hinojosa López VALLICO
Francisco Hortal, que sufrió cruelmente la represión, apartándolo de su oficio
y refugiándose al norte de la provincia de Jaén en la miseria, y a veces era
sustituido por Antonio Ceballos Rosales.
También estaban Miguel Fuentes por JSU, José Sánchez Gonzáles por PCE, Francisco Garrido, que era
el comisario político, Francisco López Pérez, por la UGT y Gregorio
Ceballos republicano. Desde el día uno
al cinco de septiembre se amplió con miembros de la CNT, Sindicato único de
Transportes. Con su secretario Mateo
Barrio Castro.
Además del
comité del Frente popular de Alcalá, lo había en algunas aldeas, por las actas
hay constancia de que existía en
Pedriza, Venta de los Agramaderos y
Ribera Alta.
Su labor
consistía en controlar las posibles infiltraciones de derechistas, y para ello, cualquier paso por Alcalá debía
tener el salvoconducto de confidentes de
peso como diputados o cargos de otras provincias que los avalaran, sobre todo,
el de los maestros. Por lo que se denota en las actas, todos estos enseñantes
eran de izquierdas en las aldeas. En concreto, del maestro de la Pedriza se recibió informes que procedían de
Granada y presentaba la peculiaridad que
venía huyendo de la zona nacional.
Por su
iniciativa, se creó también una comisión de Instrucción Pública relacionada con
asuntos de la enseñanza.
Para afrontar
críticas de la población, se avalaba la conducta de funcionarios públicos
locales como José Serrano Hinojosa, al que calificaba de su neutralidad como
funcionario de correos.
En referencia
a los presos de derechas, debían hacer un desembolso para la guerra y, por
ello, lo llamaban limosnas frente al concepto de incautaciones y saqueos, con
los que los nacionales posteriormente acusaron.
Lo mismo se hacía con los alimentos que se pignoraba para saber la
cantidad, entre ellas la Fábrica de Francisco Sánchez Zamora, con el fin de que
en mejores situación que no fuera de guerra hacer frente a los gastos y
pagarlos.
Constituyeron
un órgano de justicia municipal cuyo refrendo o información debía recibir el
Gobierno Civil y que estaba formado por los voluntarios Juez municipal propietario Adriano Villén
Cano y Francisco Garrido Cano, como suplente;
Domingo Sánchez Blanco, como Fiscal y Gregorio Ceballos como suplente.
No
debieron ejercer dicho cargo mucho tiempo,
pues, el 30 de septiembre,
tuvieron que trasladarse, a causa de la toma de Alcalá a la aldea de Ribera
Alta.
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