Escribíamos , meses atrás, que nuestro patrimonio alcalaíno disfrutaría de una monumentalidad muy significativa, sino se hubiera producido el desplazamiento del eje urbanístico desde la ciudad de la Mota hasta la ciudad llana hasta tal punto que derivó en su completo abandono. Este es el caso de la pérdida de muchos edificios que fueron sustituidos en la ciudad llana. Algunos han conservado algunos vestigios, o se han reconstruido, pero de otros lugares las excavaciones arqueológicas nos han permitido distinguir su ubicación, a lo sumo , su planta baja reutilizada posteriormente con estos fines.Ese es el caso de la CASA DE lA TERCIA Y EL ALHORÍ, de la Iglesia Mayor Abacial, las llamadas tercias Tercias. En concreto, se vio afectado en la operación urbanística que por los años sesenta del siglo XVI se produjo en el entorno del Bahondillo y confluencia con la Calancha. Ante el escribano Alonso de Castro, en seis de abril de
1565 acudieron, por parte de la representación abacial, el señor provisor de la Iglesia Mayor Licenciado don Gil Hernández, y, por otra parte, los canteros Domingo de Amasa ( en ocasiones Amansa), y Alonso de Tudela, hijo de Martín Sánchez Vizcaíno.
Se comprometieron al destajo y obra de la Tercia y Alhorí; e indica el provisor que " se a començado a haçer y se haçe para el pan de los diezmos de essta ciudad a los que los dichos Domingo Damasa y Alonso Martínez de Tudela con las deliberaciones y condiciones siguientes".
Continua el contrato de obra con una serie de puntos muy interesantes sobre este edificio.
Su entrada se detalla con dos puertas a la que se obligan a los dichos maestros " de hazer una pared a la mano izquierda como entran por la puerta principal del dicho alhorí con una puerta en la parte de la que les fuere señalada, sigún y de la manera que está fecha a la otra pared que está fecha a la mano izquierda, como entramos al dicho alhorí".
.La unión de las paredes se describe así " se a de hazer el arco que ba de atravesar de la una pared a la otra , y los dos arcos que sean de hazer desde la dicha pared que ansy hycieren hasta el remate de la dicha Terca, que va a en rematar en la pared del dicho alhorí que está entre él y las casas de Martín de Alcalá Salazar, escribano público, en que de presente bive Marina Pérez, haciendo en medio de los dichos dos arcos un pilar sygún y de la manera qye están fechos los otros pilares que están acabado en la otra parte del dicho alhorí".
Los demás muros y tejado se detallan " sean obligados de continuar y hazer y acabar de hazer todas las paredes del dicho alhorí , desde donde al presente están fechas, une es desde encima del releje y encamarado , porque las que están fechas desde allí se an de subir en el alto que les fuere pedido, para que se pueda echar y cargar sobre ellas el texado del dicho alhorí, salvo el tablamento , porque tenido de hazer tablameniento , no an de ser obligados los dichos Domingo Damasa y Alonso Martínez de Tudela a lo hacer si no fuere pagándoseles y aviendo sobre ello lo nuevo concertado.
-La portada se especifica " Sean obligados a hazer una puerta principal que salga a la Calancha como la portada de del beneficiado Pedro de Aranda, e de la portada baxa del dicho alhorí e de otra manera que lleve tanta costa qual de ella le fuere pedido por el dicho señor provisor, e, por el obrero de la dicha obra y otra portada llana a que de presente está començada a façer frontera de las casas de mí el dicho escribano”. Los vanos se definen .” asimismo se an de fazer todas las ventanas y luces que les fueren pedidas en las dichas paredes haciendo las ventanas del tamaño que les fuere señalado y que las dichas ventanas sean muy bien labradas y con sus escarçanos y capialçados y dexar en las dichas paredes para que lo ayan enbedriadas en ellas hasta dos chimeneas en las parte que fueren señaladas”.
-Se resalta sobre las chimeneas “ que deben ser francesas y sufriéndose que vayan embebidas en la misma pared, se hagan de piedra y no sufriéndose más de la una parte por no ser tan gruesa la pared que an de hazer el resto lo otro con un tabique de yeso haciendo el brocal de las chimeneas de piedra.
Los escudos abaciales presidirían el edificio “ Item sobre las portadas y ventanas en la parte de las dichas paredes que les fueren pedidos poner los esqudos que les fueren dados con que se los den labrados, y para el hornato de ellos an de poner algún tablamento e guarnición de buena piedra que convenga.
La parte del armazón se exige que “ sean obligados como fueren haciendo la dicha obra de de armazón y `poner las vigas que se ovieren de poner para ir encaramadas de ellas si tan bien an de hacer en la pared , que de ir sobre los arcos de la dicha obra , y en las otras que atraviesan de la las portadas que fueren menester y les fueren pedidas para los atajos que oviere de hacer en ellas” .
El revestimiento de las paredes se ilustra “ que las paredes que ovieren de hacer por de dentro del dicho alhorí an de ser de buena mampostería salvó las portadas y brocales de chimeneas qe an de ser de piedra labrada”.
Muy interesante para su ubicación al referirse a los materiales “ la pared de la dicha parte baxa que mira al campo y hermita de San Bartolomé a de yr de sillería labrada de la manera que está labrada desta blanco abajo no como la que va más labrada sino como la que está de baxo del dicho tablamento y letrero . Y la pared que sale a la Calancha a de ser también de sillería mejor labrada, sygún y como está coneçada a hazer y puestas dos hiladas del frente de las casas del señor Provisor”.
Los maestros se comprometían a terminar la obra bien fecha , y a vista de oficiales in pode abandonarla ni los materiales ni el trabajo de su manos hasta averla acabado.
Se obligaba la iglesia abacial a darle todos los materiales ( piedra, agua, yeso, cal madera y arena) y los andamios y cimbrias a costa de los maestros de obras salvo la cimbra grande para el arco del zaguán de alhorí que le ayudaría un día o lo que fuera necesario. un carpintero puesto por la abadía.
Se les pagaban cada sábado siete ducados por el trabajo de la semana y el de sus trabadores y labrantes.
Más detalladamente se dice sobre las paredes “ por cada tapia común que son dos , una de larga. Y una de alto de lass tapias que están formando se en la dicha obra undiendo todas las paredes y con tambores y `pagándoles los guecos a las de las portadas y ventanas por macizos se les an de dar y pagar seis reales y medio y acabada de seis reales y medio acaba dentro de la semana. Acabada la dicha obra se le dan de premio dos cargas de trigo.
Muy interesante la descripción de los arcos “ en lo que toca a los arcos que se an de hazer para ser pagados, se an de medir desde los capiteles arriba y contando lo juego por macizo y en quanto al pilar que se a de hazer para rescibir dos arcos que se han de hazer en el dicho alhorí demás del que se a ha de hazer en el zaguán lo harán los susodichos a jornal e se les pagará por ello con ello se contratare que el dicho pilar no queda a su cargo no se a de medir como la demás obra.
El mayordomo Gonzalo de los Ríos firmó las presentes condiciones de trabajo y pobra con los maestros con las cantidades estipuladas y finalización de buena obra siendo testigos el capitán Pedro de Gamboa, Juan de Padilla y Luís de Leyva .
Es curioso que la ubicación de las casas de la Tercia y Diezmo con su correspondiente alhorí se ubicaban en la Calancha , lindando con el Bahondillo alto mirando al barrio de san Bartolomé y dando sus portadas a la Calancha, junto a él se encontraba la casa del corregidor, la del escribano alonso de castro y el mayordomo, es 586 n en 6 de julio de 1569, Pedro Cano y sus hermanos Ana y Martím hijos y erederos de Francisco Cano se comprometían en venderle al provisor Gil Hernández, unas cámaras casas situadas en la Calancha, linderas con las Casas Abaciales, por un lado y, por, otro lado, casas de herederos del cura Gonzalo Martínez de Trasierra por dos mil maravedíes y por encima con casas de herederos de Martín de Alcalá.
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