Antes de partir
todo el grupo de la Torre de la Especería, se fijaron en un cruce de calles,
que se planteaba entre el antiguo anillo
recién restaurado y una nueva calle. Recogen los textos que fue una de las
calles de mayor extensión de la ciudad fortificada. Le llamaban la Calancha. Como su nombre indica, esta calle no
existío en tiempos de los almohades, de debió ser un revulsivo para la
urbanización de la asimétrica y zigzagueante trama vial de la fortaleza de la
Mota, lleno de rinconadas y ciego por el arrojo de las inmundicias vecinales. Constataban que partía del barrio del Bahondilllo, cercana a la vivienda del
Palacio Abacial y otra rama comenzaba desde las caballerizas del señor abad, junto
a la Puerta del Aire. Desde la confluencia de las dos ramas se dirigía en
dirección hacia el alcázar de Aben Zayde, donde se prolongó con otra calle que
en 1571 recibió el nombre de Alcázar. Al principio, debió ser una calle arrecifada con la arena de la roca
de la Mota, pero, a partir de los últimos decenios del siglo XVI, se empedró
como era frecuente en muchas calles. Por
fuentes muy tardías, se encontraba a principios del siglo XVIII prácticamente
como testigo de los únicos edificos supervivientes de la Mota, ya que residía
en sus dependencias el abad. Según un declarante de finales del siglo XVIII, tenía
una extensión de 40 varas de ancho (33 metros) y 50 de largo (41. 5 metros),
lindaba al norte con la Calancha que iba a la Iglesia y con un espacio dedicado
al Juego de Pelota. al sur con la calle Carrera, que era la parte adelantada de
la antigua del Preceptor lindando con la muralla y puerta de la Carrera, la
antigua Puerta Nueva; al este, con solares a punto de derrumbarse y al oeste
con la muralla de San Bartolomé.
- - ¿Debió ser una calle importante?
- -,-Pues sí, por ser una calle muy importante de la ciudad
, pasaban las manifestaciones religiosas
del Corpus Cristi y era entrada de la
fortaleza de la Mota. En 1575 hubo que desembolsar una gran cantidad de 60.361 maravedíes para su remodelación, empedrado y ampliar su anchura y comprar solares,
corrales y casas de varios vecinos, entre ellos varios de la familia de los Ríos, Gonzalo y María,
esposa de Luís de Leyva, y de Pedro Fernández de Alcaraz con lo que se permitió
una mayor comodidad para transportar la
leña y el agua a las viviendas. Además,
se comunicó con varias calles de acceso a otras secundarias como la del Alcázar
en 1569 o la de Rodrigo de Ordoñez, donde hubo que quebrar hasta peñas.
-Por eso, debían existir edificios importantes en su
entorno.
-Esta calle
destacaba por su longitud y su sentido vertebrador del trazado urbano de
la ciudad fortificada. En el inicio de su recorrido junto a esta torre se situaba el Palacio Abacial o Casa del Señor Abad, construida a mediados del siglo XVI de estilo
renacentista y adosada a la torre de la Especería, dentro de la cual se
encuentra el Pozo de la Nieve y varios aljibes más profundos y de mayores
dimensiones que los del resto de la Mota. Junto a ella, vivieron conocidos
escribanos como Pedro de Contreras,
Siguieron el camino del anillo viejo, lindando con el
Palacio Abacial. Y el guía continuaba describiendo este edificio que
actualmente no ofrece sino la planta primera en sus cimientos y las bodegas y
aljibes. Pronto toparon con el pozo de la Nieve.
-
¿Me puede dar más datos de este pozo?- inquirió el
jeque.
-
Este no es un nevero artificial sino un pozo excavado en la roca sin muros de contención. Entremos en él.
Y, lo hacen
por la planta de una sala baja, que, por una escalera, descendía al lugar. En
un panel se reflejaba un venero lleno de nieve y capas de paja. De gran dimensión
y con techo natural, disponía de
abertura cuadrada para la introducción
de la nieve
desde un patio (cerrada con una portachuela, un buitrón de madera) y, posteriormente, para la extracción
del hielo cuya finalidad era conservarlo para poderla
usar, de forma congelada. Palpan que desde el suelo hasta el patio alcanza los
nueve metros y su forma ovoide encierra un diámetro de anchura y de altura de
más de seis metros. Se accede a través de un pequeño patio, porque estaba
colocado en la parte final del Palacio Abacial, en el camino de ronda de la
primera muralla de la ciudad fortificada, muy cercano a la Torre de la Especería,
Excavado en la roca, la escalera deja en
un flanco una cueva, donde se encuentra un enterramiento en forma de cista y
con varios esqueletos de tempos de la Edad de los Metales o del Bronce. Una
apertura permite la visión de este nevero original que recuerda un recinto o
santuario de los primeros habitantes del cerro de la Mota reutilizado por los
vecinos posteriores, sobre todo del siglo XVII para el almacenamiento de la
nieve. Contemplan su forma abovedada recoge un recinto circular horadado en la
roca de forma natural y labrado por el factor humano en su suelo con una serie de
nueve ranuras concéntricas que se canalizan a través de una galería de nueve
metros de longitud y casi un metr de alto hacia
un pozo o aljibe del entorno de la Puerta Nueva.
-
¿Tanta importancia tenía la nieve para los vecinos?
-
Más de lo que creemos. La nieve figuraba como el aceite o el
jabón que eran adjudicados en subasta pública por sus fines terapéuticos, de
conservación de alimentos, de aperitivo en convites y banquetes de las
autoridades y de prevención de contusiones.
-No creo que
este pueblo hubiera nieve suficiente para abastecimiento. Por lo que he
investigado, a lo más la nieve de invierno rellenaría un pequeño aljibe.
-Claro que
lleva razón. La nieve solía ser transportada
desde los ventisqueros o neveros de los montes de la Sierra de Valdepeñas por
compañías de arrieros de mulas que intercambiaban productos con los vecinos.
Siguieron
con su conversación sobre la nieve. Sobre los médicos que solían recetarla con
frecuencia y se cuidaban de su
aplicación porque le atribuía efectos nocivos para el cuerpo en su ingestión. Hubo
hasta quien escribió sobre ella, Además de las aplicaciones médicas y de
conservación, existe la vertiente lúdica de consumo de alimentos fríos o
helados, tanto sólidos como bebidas.. En Alcalá, hubo una famoso médico Melchor
de los Reyes Mejía que escribió sobre la nocividad del agua helada. Este pozo
se surtía también desde 1587, incluso con la nieve de las precipitaciones invernales
Al final, le dieron a a conocer que se
le llamaba como la Casa de la Nieve y se
mantuvo hasta finales del siglo XVIII. Salieron del pozo y siguieron anillo
adelante, rondando la parte baja del Palacio Abacial.
El guía se
reserva sobre la institución de la abadía para la visita al templo. Y le
comenta que el señor abad era el máximo representante religioso. Y, aunque solía
residir en casas arrendadas de caballeros y clérigos, en el siglo XVI ya se propuso levantar un
palacio o vivienda. Por tanto, fue su
residencia hasta los tiempos del abad don Diego de Castelll y Ross, principios
del siglo XVIII. Luego, se convirtió en casa de vecinos y, posteriormente, se transformó en edificio
en ruinas, y arrasado en todos sus materiales y dependencias hasta el punto que
no quedaron sino los arranques de los muros, lo que contemplaban desde una
posición contrapicado. Actualmente, ganaba
en sus visita, porque se habían descubierto gran parte de sus bodegas y
aljibes, así como los cimientos de la primera planta. El guía , poco a poco,
concretizaba. Les comentaba que fue edificado en tiempos del abad Diego de Ávila
y Zúñiga, hijo del marqués de las Navas (1554-1577) a partir de 1564. En 1569,
se encontraba todavía edificando y se constata la presencia de los canteros
Domingo Uribe y Alonso Martínez de Tudela.
-Por cierto
este dato es muy interesante, lo recogimos de un acata de cabildo de 1575 porque se
le pagó al primero “ 4.260 maravedíes de
las mejoras de la obra que se hizo “en la portada, que traba la Torre de la
Especiería e casas del señor Abad Mayor…”. Esta portada daba al norte a la
Calancha- matizó el guía tratando de ilustrar a los miembros de la comitiva
alcaláina.
- La
historia y la documentación ayudan siempre a la arqueología.
-Claro que
sí. Pues, con su conjunción, sabemnos que se se ubicaba entre la Calancha y la calle de
delante del Perceptor o antiguo adarve de la Especería. Enfrente de él existían
varias casas particulares de los propios abades, que as compraron desde Alonso
de Mendoza y Diego Castell, que las mantuvo hasta principios del siglo XVI.
Cerca de su puerta principal se encontraba la casa imprenta de la Mota en el
siglo XVIII.
-¿Qué
interesante una imprenta en una ciudad media?
-Venían de
Granada sus impresores y enseñaban a los
alcalaínos.
Siguieron
rodeando a la casa-palacio, anexa a la calle de la Carrera, donde se encontraban las caballerizas, las cocheras, los pajares y otras dependencias como leñeras y
un jardín mirador. Por las recientes excavaciones, se ha puesto al descubierto
todo el solar.
-Por lo que
han publicado su arqueólogo, se albergan en esta manzana, la mayor de la Mota, bodegas, espacios
cerrados, el e nevero, patios interiores, con sus pilares para soporte de las
techumbres, espacios de la tabulación de animales, en los que se conservan
algunos de los comederos para el forraje, así como estancias utilizadas como
cocinas o comedor, a partir de la presencia de restos de hogares y/o chimeneas.
-Pero vemos
muchos aljibes y de mayor extensión que los del resto de la Mota.
-Exactamente, también
se han podido recuperar parcialmente el sistema de abastecimiento y almacenamiento de aguas y saneamiento. En
concreto, varios tramos que permitirían la conexión entre las diferentes
alturas del edificio y que permitirían el almacenamiento de las aguas, a través
de diferentes depósitos y aljibes, así como la evacuación de las mismas, desde
el interior de la vivienda hacia la calle.
No pasaban por
alto los fustes de columnas, de sección circular, así como basas
cuadrangulares, de corte y estilismo renacentista, que les daba una idea de la monumentalidad de edificio.
- ¿ Y también
habría muchas monedas u objetos de cerámica?
-La mayoría son
fragmentos cerámicos, que presentan una cronología desde el s. XVI al s. XVIII.
Son cerámicas vidriadas, de colores marrones y verdes, en su mayoría, que se
corresponderían con formas abiertas de pequeño tamaño, de uso cotidiano, como
catavinos, jarras, jarritas y platos. Mención aparte merece la localización de
un grupo de veintidós monedas s del s. XVII (1655-1663).
Les
identificaba en esta a parte trasera una zona de jardines o descanso. Esta zona
conectaba directamente sobre este anillo
y, con un eje Norte – Sur, servia de
límite de las dos terrazas del l
Bahondillo, a modo de “muralla natural”. Llegaron hasta contar muchas estaancias
destinadas a bodegas, en concreto seis. El edifici, adaptándose a su nivel de ocupación, establecía la existencia de diferentes alturas, a partir
de los restos de escaleras conservadas. La propia orografía del terreno provocaba
la adaptación del edificio al desnivel de la roca sobre el que se asienta. Entre
sus muros, uno alto de una casa abandonada de su entorno, recogía un rincón para el
Juego de Pelota.
-¿ como hoy ,el fútbol?
-No , era un deporte
que practicaban la chiquillería y los mozalbetes con una pelota de trapo recubierta de cuero, y largos palos planos,
las palas, para lanzarla contra el muro.
- ¿En qué
sitio más extraño?
-Hubo otros
lugares de practicar este juego entre ellos se encontraba en el siglo XVI, uno
junto al Pósito Nuevo; y a partir del siglo XVII, en el entorno de la iglesia
de Consolación para acabar jugándose en la rinconada de la calle la Peste con los
Álamos.
Entre
comentarios, preguntas, y miradas hacia el paisaje exterior, se dirigieron a la
calle del Preceptor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario