ERMITA NUEVA III
Siguiendo el plano de
Anselmo López Nieto, Ermita Nueva se
estructuraba con varias zonas de hábitat disperso de cortijos que dieron lugar
a concentración de los tres núcleos rurales y al mantenimiento de estas
viviendas hasta nuestros días junto con la aparición de nuevos asentamientos. En la zona comprendida entre la senda del
Moraleja y la carretera nacional se
encontraban los cortijos de la Moraleja Alto, la Parrilla , el Quejigal,
donde predominaba tierra calma y monte. En la zona comprendida entre el camino
de la Zarza , el
arroyo del Palancares, camino de la Escaleruela y carretera nacional, se hallaban la casilla de Moyano, con tierra calma, monte y erial, el cortijos de Pinillo, el del
Perro, del tío Mochila, el Ventorrrillo
del Charro ( en el cruce de los caminos , el antiguo de Alcalá, de las Pillillas y Pinillo) , Casa de
Carmela, ,
la casilla de Leoncio, que acababa en el otro Ventorrrillo. Cortijo de Acequia Baja y
la casa del Sotillo junto al Palancares, con la misma tipología de tierras y
algunas de regadío junto al río. En la zona comprendida ente el camino real
y el de la Escaleruela y el
límite del término, la casa de Mercedes, las casillas de Márquez, y cercanas a
ella la ermita de San Isidro, En el
cruce de camino de la
Escaleruela y Ciudad, casilla del Tío Sancho, el núcleo de la Ciudad , casa de Francisco
Coca, Juan Pérez, Dolores Márquez (
estas tres junto al límite), Una serie de “Casillas” en torno al Camello, y
adentrándonos hacia el cortijo de las
Pilillas – cruce de caminos de Escaleruela y Pilillas- , la casilla de los Prietos, de Periquito,
de Mochila, la casa de la Caña de San Antonio, casilla
de Mayo y de los Nieto , donde aparecían terrenos de secano, monte y prado. Finalmente,
entre el camino real, el camino de la
Zarza y el límite, desde el Palancares , se levantaban la
Casilla de Ana Ocaña, cortijo del Obispo y el de Retamero, la casa de Cañada
Honda y la de Cigarrón, casilla de la Hilacha , casa de Antonio Nieto, cortijo de “El
Venerose”, casilla del Portillo, casa de
Juanico Terrones, casa de Dolores Rincón, y casilla de María Rincón, , las
casillas de la Perdiz
en la senda de la Pernia y en torno a un núcleo del cortijo del
Menchón Alto, las casillas de Castillo, cortijo del tiro de la Barra , del cerrillo , de la Choza, de Juan Calvo, en medio de un terreno de monte,
secano erial y cereal.
Estas zonas y cortijos formaron núcleos rurales bien definidos a
lo largo de los últimos decenios. A saber, Cequia, Pilillas y Ventorrillo. Hoy
día, algunas se han destruido por el paso del tiempo como en la Ciudad; otras
se renovaron y pasaron a manos extranjeras. Un nuevo plano se manifiesta con el
olivar en expansión. Un nuevo partido de campo se ha incardinado a través de
vías viarias, como la que sube hasta los Capachos, esas cuatro dolinas, que se
manifiestan como si fueran parte de un paraje natural que se prolonga al de la
Sierra de San Pedro; también se han articulado y se han unido con una nueva
carretera entre las Pilas y Cequia, donde se albergan edificios públicos como
su bello Centro Social y Consultorio Médico,
o, de instituciones como la Casa
de la Hermandad de San Isidro. Casi en el centro
La toponimia de Ermita Nueva está prendada de arabismos (Cequia,
Alcaiceruela, atalayas, almoguer...) y de tiempos de conquista (familiares de
los Verdugo, los cortijos de sus repobladores, los de propios y de hidalgos). Su suelo se remonta
al tiempo romano y musulmán, y no nos extraña que haya aparecido el célebre tesoro
expuesto en el Palacio Abacial, generosamente donado por un vecino de Ermita Nueva. Esta generosidad es muestra
de esta gente que sabe del esfuerzo y del trabajo colectivo en la conquista del
monte y de la proyección hacia e el futuro con el sudor de su frente. Su
esperanza se abre entre un cerro histórico de los primeros zenetes del reino de
Granada y la cima de la Sierra del Camello, ocupando su gente una tierra
labrada y urbanizada por la mano humana.
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