
Al rum, rum,
Del alma,
Rum, rum.
Que se continua con cada una de estas estrofas:
Respondió el tamo:
-Carne ya tenemos,
Por falta de vino
No nos casaremos.
Respondió el mosquito
Desde su tinaja:
-Que sigan las bodas,
yo daré una carga.
Respondió el tamo.
Respondió el tamo:
-Vino, ya tenemos,
por falta de bodega
no nos casaremos.
Respondió la araña:
-desde su telar.
Que siga la boda
Yo saldré a bailar.
Respondió el tamo:
-Bodega tenemos,
por falta de padrinos
no nos casaremos.
Respondió el ratón
Con desatino:
-Que siga la boda,
yo seré el padrino.
Respondió el tamo:
-Padrino tenemos,
por falta de cura
no nos casaremos.
Respondió el gato:
-Con tanta pintura,
que siga la boda
yo soy el cura.
Respondió el tamo:
-Cura, ya tenemos,
vamos a la iglesia
y nos casaremos.
Se van a la iglesia
Tristes y afligidos
De ver que el cura
Se comió al padrino.
En las ferias,
suelen existir, además del intercambio de ganado, algunas casetas de madera,
que se colocaban en los aledaños de la calle Real, donde la gente solía comprar
vino.
Las fiestas de aldea ofrecían un lugar
para refresco y degustar el vino. Proliferaban los diálogos, dirigidos por un
personaje curioso, cual era Dominguito Zahorí o los de don Juan Tenorio, las relaciones. La
interpretación de pequeños sainetes estereotipados al estilo de los carmina
fescenina o las fábulas atelanas, basados en los romances famosos de Gernildo,
el Conde de Olinos, de Moros y cristianos......
Y además de
estas fiestas se mantenían las de las romerías, que eran antiquísimas la de San
Isidro, San José, Santa Ana, y la
Virgen de la
Cabeza. En ellas, lo mismo que en las fiestas de las aldeas,
este cuadro campestre se desarrollaba:
En Alcalá, en Santo Domingo de Silos, los misacantanos
decían por primera vez misa y los jóvenes por su fiesta comían vino con
sardinas.
A veces, la fantasía ha desbordado a los poetas como a
Gabriel Enciso que escribió una variante de la conocida Leyenda de la Mora y el Capitán enamorado,
imaginándose una comarca, en la que la vid ocupaba un primer lugar:
_No podré darte, dice
Germán,
darte para tu regalo
diademas para tu frente
de rubíes y topacios.
...pero te daré un hogar,
en Castilla,
limpio y sano,
con su parral a la puerta
de óptimos frutos cargado,
y dentro, sobre la mesa,
en manteles de damasco,
pan de trigo de mi tierra,
vino de tierra claro.
Tras del hogar, la viña
Del abuelo, que he heredado,
Y más allá de la ladera,
Junto al tomillar lejano,
Un aprisco de corderos,
Todos blancos, todos blancos-
-
Qué prefieres?
El alcázar?
-
Yo no, el hogar
castellano´
A
mediados del siglo la filoxera, esa epidemia tan terrorífica para las vides,
afectó como en el resto de la provincia, a todos los viñedos. Prácticamente, era
nula la producción de vinos en la
comarca hasta tal punto que los vinos del
país llegaban a costar de cinco a siete pesetas por arroba. Un informe de 1874,
apuntaba a que 10.000 arrobas de vino eran las que se producían en el país, y dos mil forasteras.
De esta
época, es una defensa de la abstemia
frente a la embriaguez como en 1879, esta poseía de tejada de un pretendiente
que servía de modelo:
Y nos suelo embriagarme,
Con
los licores
Ni
con ron y aguardiente
Ni
otros alcoholes.
Pues
sólo bebo
El
agua de la mora
Que
me las pelo
No
soy neo ni subneo,
Ni
absolutista
Ni
conserva gastado
Ni
progresista
Soy
del partido
De
que toda soltera
Tengas
marido.
O estas
reflexiones que tratan sobre la inmoralidad de la embriaguez:
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