NOCHE DE CUENTOS Y
LEYENDAS EN LA FORTALEZA DE LA MOTA
La noche del
día nueve de mayo tuvo un encanto especial. Se anunció con los heraldos de los
tambores y trompetas de una tormenta sonora y lluviosa a las siete de la tarde
que se prolongó hasta la ocho y veinte de la noche. A la cita de esta noche de encanto,
asistieron setenta miembros de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en
la Columna y de la Asociación Huerta de Capuchinos, predominando los de la
primera. Tras una pequeña espera de intendencias en las escalinatas del Arrabal
Nuevo, nos adentramos a la antigua calle de Los Mesones Altos, donde hicimos
una breve descripción urbanística de la
fortaleza para comenzar con las primeras leyendas de intriga y emoción. Tres
pasajes del paso de san Juan de la Cruz y una leyenda del cementerio del Pósito
fueron el aperitivo que atrajo la atención de los más pequeños, con el gustillo
metido en el cuerpo.
Gozamos
de estar en el mismo lugar que estuvo Carlos I e Isabel de Portugal durante su
viaje de novios en su estancia de Alcalá
la Real jurando nuestro ordenamiento junto a la puerta de la Plaza Baja. Ya
dentro de la fortaleza, la broma del vitor de la X Copa de Europa, y la bajada
a la casa del Conde Cabra, comparando la plaza medieval con la renacentista.
Por el Anillo, paramos en el
adarve de la puerta de Santiago recorrimos todo el adarve norte y llegamos a
las casas de los jefes militares para contar una leyenda de amor Abu Yafar y
Hafsa. No había ya más fuerzas que presenciar la ciudad de Alcalá medieval y la
moderna desde dos miradores extraordinarios y contemplar la nueva película en
la iglesia abacial junto con la Sala del Reloj y eso del MENTO MORI Y DELICIAE
MEA IUVENTUTIS ET IGN.
Una
noche inolvidable y encantadora con mucha juventud u compartiendo una convivencia sana donde se
juntaron los tres más malos del pueblo:
EL CAPITÁN(Anás), JUILLAS Y EL MAL LADRÓN.
No podía se la noche con otra
leyenda que la del embrujo de un duende.
Pues levantó la tormenta de preludio; nos acompañó con algún susto en los Mesones provocando algunas
gotas; se encaramó en el hombro de la Virgen de piedra y se convirtió en piedra
de quimera y fantasías dentro de la fortaleza de la Mota.
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