SUPER NUBILA
Cuando
se acercan personajes famosos o simples viajeros a Alcalá la Real,
acostumbran a describirla y encomiarla por diversos aspectos, sobre
todo por su belleza paisajística. Los hubo como el famoso poeta
andalusí al-Hiyari, que la mencionaba como “ Roca
de Al-Andalus, se aferra a los broches del cielo para lograr las
primicias de la gloria y de la majestad”; unos siglos después, los Reyes
Católicos se enorgullecían de que era una de sus fortalezas más importantes de
Andalucía. No podemos pasar por alto su carácter fronterizo, definido a toda
perfección, con este piropo oficial, que es la divisa de su leyenda “La muy
noble y leal ciudad de Alcalá la Real, guarda y defendimiento de los reinos de
Castilla”, el que encabeza todos los documentos antiguos. Nos
damos cuenta de la importancia de esta frase, cuando apreciamos que Juan II le
concedió el título de Ciudad frente al nombre de Villa (por ejemplo,
Madrid), Enrique IV estimó en gran manera su lealtad a la
Corona con el calificativo de “ muy noble y leal” y, su imbricación a los
reinos de Castilla, fue reconocido por los mismos Reyes Católicos
con el de guarda y defensa. Por eso, no es de extrañar
palabras como las de Rui Díaz de Mendoza en 1625, en las que razona el título
de Defensa y Defendimiento de los Reinos de Castilla y Llave
de Castilla y León y la protección de los regidores de
sangre que no podían ejercer oficios : esta ciudad es de las más antiguas
que el Rey nuestro Señor tiene en Andalucía cuya población primera fue de grandes
caballeros como de los libros consta, sustentando la fuerza de su Mota como los
de su comarca.
Desde el medievo hasta los turistas
actuales, abundaron pasajeros que recorrieron este término abacial
“vel quasi nullius “o “casi de ninguna diócesis”, otra definición que
marca el carácter exento de cualquier sujeción jurídica superior a
los reinos de España. Frecuentaron, también, los personajes
musulmanes este camino que se adentraba al reino granadino por el puerto de
Alcalá, como Ibn al Jatib que pernoctaron en aquella Qalat Banu
Said; en la Edad Moderna, pasaron santos como san Juan de
Ávila, san Juan de Dios, san Juan de la Cruz; reyes como Enrique IV,
Isabel y Fernando, Carlos V, y hasta el rey intruso José Napoleón; escritores
como Irving o Alejandro Dumas; pintores, escultores, grabadores y artistas como
Andrés de Vandelvira, Gaviria, Baldi o Laura de los Ríos; numerosos
mendigos o romeros que acudían al santuario de Moclín, o a los baños
de esta comarca; y soldados de los regimientos y tercios
españoles que forrajearon en las dehesas de estas tierras;
monfíes, bandoleros-gacís, gentes de la Sierra, maquis- que
cabalgaron su libertad por estas montañas desde donde se otea la
majestuosa Mota. El historiador Rodrigo
Méndez de Silva nos la describe de la siguiente manera en 1645 ampliando con su
visión del su paisaje:
Yace entre
Serranías y un collado (vistosa planta) la ciudad de Alcalá,
cognomento real, ceñida de fuertes muros y torres, abundantísima de
pan, vino, aceite, casas, ganados, con gran trato y labor de tafetanes,
habítanla dos mil vecinos, mucha nobleza, divididos en dos Parroquias, Abadía
la una de quince mil ducados. Colegial que erigió Don Gil de Albornoz, Arzobispo
de Toledo, después de haberla conquistado el Rey Don Alonso XII (sic), con cuatro
conventos de frailes, dos de monjas: Hace por armas, en Escudo una
Llave orlado con Castillos y Leones, al timbre Corona.
En los mismos términos y fecha, el cronista granadino Francisco Henríquez
de la Jorquera criticaba que no se la ligara con el reino de Granada en el
periodo nazarí y, manifestando todos los privilegios recibidos por los reyes
por haber sido importante y valerosa ciudad fronteriza, en la que tomó el
título de instituida Alcalá, Llave y Defensa de los Reinos de
Castilla, hizo una similar descripción más pormenorizada: Está situada entre
dos sierras en un hermoso collado, hermosa planta, ceñida de fuertes muros
torreados y con eminente castillo que llaman la Mota; es abundantísimo de pan y
vino, lo mejor del Reino, de que se abastece a Granada, con privilegio que
tiene de meter vino en Granada tres meses en el año, que son los de
mayor gasto de Mayo, Junio y Julio; es regalada de frutas, carne y aceite, con
buena cecina, con abundancia de cazas y aves domésticas; habítanla dos mil
vecinos. Nobleza mucha procedente de conquistadores y defensores. Divídese en
dos parroquias, la una Colegiata con Abadía, la mejor de España, que renta más
de treinta mil ducados, de a donde se saca gran parte para la Real Capilla de
Granada, del colmo de su trigo, erigida por don Gil Álvarez de Albornoz,
arzobispo de Toledo; cuatro conventos de frailes y dos de monjas; cuatro ermitas
y un buen Hospital; gobiérnala un corregidor que lo es de Loja y Alhama,
Alcaide mayor y de la hermandad y Alférez mayor y Alguacil Mayor y un buen
número de regidores, hace por armas en escudo una llave, orlado con castillos y
leones, con corona al timbre; su fundación es de túrdulos, melesos y
gíresenos según Roa en su antigua Población y Rodrigo Méndez de
Silva y otros muchos autores
Pero de entre todas las descripciones, sorprende esta muy de Alcalá la Real “Alcala
Regale super nubila erectum et in conspectu regni Granatae”. Brotó, nada
menos de la pluma de Pedro Mártir de Anglería, un humanista de la
Corte de los Reyes Católicos, atraído a vivir la conquista
definitiva de España por el Conde de Tendilla, al que acompañó como
escudero y cronista en alguna que otra escaramuza en este terreno
último de frontera, donde pernoctaron las huestes castellanas hasta la toma de
Granada. Esta frase de su " Opus
Epistolarum” recogía el antiguo mirador sobre la muralla del Gabán, que,
gracias a las reconstrucciones de los últimos decenios, ha permitido contemplar, recorriendo el adarve , los muros y
torres del antiguo Gabán y Trabuquete, las Entrepuertas y la plaza alta de la
Mota. Por estos lugares, los turistas pueden disfrutar de sentirse entre nubes
subidos al espolón de la fortaleza de la Mota (super nubila) ,
oteando ( in conspectu), en la lejanía, el antiguo reino de Granada,
y, en sus alrededores, contemplando las bellas ruinas
reconstruidas de la casa del alcaide Conde de Cabra. Y
si extendemos nuestro ángulo de visión, a unos pocos metros, tan
sólo queda el Bhondillo, y su barrio simulando al Sacromonte
y cerrado por una muralla que llama a las puertas de su última
y urgente reconstrucción y el cerramiento definitivo de la fortaleza.
Con esa obra, se pondría el broche final
y la nave no haría aguas, por cierto, ya por muchos
años. Es un gozo contemplar
la Mota más clara y diáfana como el azul de su cielo y repleta de
visitantes de otoño; estos viajeros se los
agradecerán con bellas descripciones y requiebros de encomio en muchas redes y
medios de difusión .
A principios del siglo XVI con iglesia gótica |
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