LA FABULA DEL CORDERO Y EL LOBO
Resulta que
esta fábula recoge la temática de la persona autosuficiente en exceso,
prepotente y altiva,  que se considera que
siempre lleva la razón,  a pesar de las evidencias claras que le muestra la
realidad. Además, el escenario no puede ser otro que un río (simbolizando el
río de la vida) en la que los dos personajes se sitúan escalonadamente  en situación de subordinación, el uno del
otro, respetando el poder de  la fuerza y
disfrutando del agua (la naturaleza que debe ser compartida) para poder
subsistir y crear su hábitat. 
Sin embargo la escena se rompe con las
intenciones malvadas del lobo que  busca
la greña con el manso cordero, que solo aspira saciar su sed y mantenerse vivo.
Este no puede tocar ni siquiera el agua, y, por eso, el lobo  le zahiere con  que se la enturbia; parece como si este  fuera el único administrador del caudal del
río y los demás debieran rendir pleitesías en cada momento, se considera como
el ser privilegiado al que todos deben estar subordinados para poder vivir y,
en el caso de que ocuparan el rol de ejercer el poder,   serían la gentuza y la chusma que hay que
despedir cuanto antes porque la presencia de los inocentes degrada el dominio
del poder. Por eso, ante este personaje no sirve ninguna excusa o  pretexto, o se lleve la razón más grande del
mundo. Se sitúa en un pedestal superior inalcanzable y posesivo, como  cuando en la fábula el lobo le responde al
cordero que,  aunque áaquel se encuentra
más alto que el cordero, las aguas vienen turbias (pues,  para estos personajes no vale argumento
alguno, se inventan las patrañas más grandes para imponer el poder,  y son los únicos herederos  naturales del dominio de la riqueza). Aún
más, para estos personajes, si este argumento de fuerza no le sirve al
cordero,  el lobo inventa otro más
superficial, a saber,  que ha sido
víctima de sus críticas y no tiene más remedio que castigarlo, y eso que en
medio de la humillación de no haberla hecho sino, por el contrario, lo ha
adulado, se ha sometido a sus caprichos 
y  le ha hecho la sopa boba
disfrutando de las migajas que, arbitrariamente   le concedía ( en este caso  las hipotecas envenenadas, los préstamos  suicidas 
y los contratos oportunistas  de
trabajo). 
Y, a pesar de la extrañeza  del
cordero que no puede comprender el grado tan alto de  humillación, al que le somete el lobo cuando
se remonta a las críticas de  sus padres
para justificar su altanería y arbitrariedad,  el lobo le responde tajantemente que se lo
debe comer sin asistir a más razones. Fedro escribió  esta fábula contra Sejano, el favorito del
emperador  Tiberio que aplastó a todo
inocente de su época  que se le  venía a su encuentro con el fin de complacer
al emperador. 
 En la situación actual,
nos encontramos ante muchos  Sejanos,  poderosos circunstanciales de hoy, que no se
atienen a razón alguna, su dominio sobre todos es irrefutable por haberse  pegado a la fuerza del poder, la de Tiberio (
por la que son superiores en el dinero, en la política o en la vida social,
religiosa  y económica). Todos estos  de seguro, tendrán un final parecido a
Sejano, porque les faltó el humanismo de los inocentes. 
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