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lunes, 26 de mayo de 2025

EL AUTOR DE COMEDIAS GRANCISCO FERNÁNDEZ GALINDO (1622)

Este registro responde a la contratación del servicio de unos arriero para trasladar los ensaeres de la compañíay rpresentantes desde Granda a Baena por el mes de septienbre de 1622 ( LEGADO 4623. Francisco Martínez Cáceres. 574-5. 



tulo: La paciencia en la fortuna Lugar: Valencia Espacio: desconocido Directores de la compañía: (Cerezo) de Guevara, Pedro Hernández (o Fernández) Galindo, Francisco Fechas: posterior 31/Ene/1615 Noticia: En la BNE se conserva un manuscrito, con letra de principios del siglo XVII, de la comedia La paciencia en la fortuna, que contiene varias licencias de representación, entre ellas la fechada en Valencia el 31 de enero de 1615, licencia que parece corresponder a la compañía de Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández. 2 Título: La paciencia en la fortuna Lugar: Madrid Espacio: desconocido Directores de la compañía: Desconocido Fechas: posterior 9/Sep/1615 Noticia: En la BNE se conserva un manuscrito, con letra de principios del siglo XVII, de la comedia La paciencia en la fortuna, que contiene varias licencias de representación, entre ellas la fechada en Madrid el 9 de septiembre de 1615, licencia en la que se dice que la comedia ya había sido "otra vez representada y aprobada”. 3 Título: La paciencia de la fortuna Lugar: Viana (Navarra) Espacio: desconocido Directores de la compañía: Hernández (o Fernández) Galindo, Francisco Fechas: el 14/Ago/1623 y el 15/Ago/1623 Noticia: En una escritura, fechada en Viana (Navarra) el 23 de julio de 1623, Francisco Fernández Galindo, autor de comedias por Su Majestad, se comprometía con la Parroquia de Santa María a representar con su compañía tres comedias con sus bailes y entremeses la víspera y el día de la fiesta de Nuestra Señora de Agosto. Entre esas obras figura La paciencia de l

Información extraída de: CATCOM: Base de datos de comedias mencionadas en la documentación teatral (1540-1700)
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Cómo citarnos: Ferrer, Teresa et al. Base de datos de comedias mencionadas en la documentación teatral (1540-1700). CATCOM. Publicación en web: https://catcom.uv.es/
para acudir a la justicia a reclamar o ejecutar

las cantidades prestadas. Y aunque en la mayoría de los casos las causas que

motivan el préstamo se ocultan con el estereotipado “por me hacer merced y

buena obra”, cabe suponer que además de los adelantos para costear los gastos

de desplazamientos, ya aludidos, hubo también otros relacionados con otro tipo

de deudas, entre las que fueron habituales las de alojamiento.

No sabemos si fue el caso de la otorgada, el 20 de mayo de 1618, por Vicente

Chover de Arnal, vecino de Valencia, entonces en la compañía de Francisco

Fernández Galindo, en la que se comprometía a pagar a Hernando de Arias de

Yerba, vecino de Toro, ciento y cincuenta reales que “me prestó hoy día de la

fecha desta para cierta necesidad”, con el compromiso de devolvérselos el 8 de

septiembre89. La suscrita el 8 de junio de 1639 entre Pedro García de Vergara

y Francisco de Valencia, representantes de la compañía de Juan de Malaguilla,

con Juan Rodríguez, vecino de Zamora, lo fue, entre otras cosas, por deudas

87 AHPZa. Notariales, Sig. 1579.

88 Miguel Domingo de Salas lo hacía con poder de Serafina Manuela, primera dama, y demás compañeros. AHPZa,

Notariales, Sig. 1885.

89 AHPZa, Notariales, Sig. 971.

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de alojamiento, comprometiéndose a devolver “... doscientos y cuatro reales

y medio que le debemos y son por razón de el gasto que hemos hecho en esta

ciudad en su casa de posada y de dineros que nos ha socorrido y prestado”.

No deja de ser curioso que el compromiso venciese tan solo dos días después

del otorgamiento de la escritura, y que el pago debería de hacerse efectivo en

Salamanca, a donde se dirigía la compañía, y donde el prestamista o su apoderado

tendría que desplazarse para cobrarla, de ahí que incluya también el gasto

del desplazamiento, y una penalización de ocho reales diarios de salario si no se

hiciese efectiva el día señalado90. El ejemplo sirve para conocer los equilibrios a

los que obligaba la frágil economía de algunas compañías, pues cabe pensar que

el prestamista cobraría de lo que en Salamanca les adelantasen por

 Introducción Figura como Francisco Fernández Galindo (L, 544) o Francisco Hernández Galindo (SaA2, 278), y una vez, en un documento de 1618, como Francisco José Galindo (DM1, 288-89) —quizá era su nombre completo, aunque puede tratarse también de un error—. Nació en Badajoz (L, 544). Se casó con Isabel de Torres (PP, I, 150-51; RM, 328-29). Según Paz y Melia, se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid un manuscrito, con letra de principios del siglo XVII, de la comedia La paciencia en la fortuna o Valor de los Moncadas y los Cerdas de Castilla, que contiene licencias de representación fechadas en Valencia el 31 de enero de 1615 y en Madrid el 9 de septiembre de 1615, licencia, ésta, en la que se dice que la comedia ya había sido "otra vez representada y aprobada" (PM, 411, nº 2704) —la licencia de Valencia podría corresponder a la compañía de Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo: véase abajo el año 1615, y también el de 1623. Por otro lado, según Rennert, en la Biblioteca Palatina de Parma se conserva una copia manuscrita de La paciencia en la fortuna, fechada en la primera mitad del siglo XVII, en la que aparece un reparto, de distinta mano, en el que figuran los actores Luis de Estrada, Carlos, Juan González, Pedro Pérez, Cuevas, Navarrete, Berrio, Velasco, Cáceres, Barrionuevo y Juan Mazana (R, 379), pero no podemos establecer una relación directa entre el reparto y la compañía de Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo—. 1588 Consta una relación dirigida a la Inquisición de Valencia contra la compañía de Rodrigo Osorio, que entonces actuaba en la ciudad, en la que se denuncia la vida disipada de los miembros de la compañía de Rodrigo Osorio, y en concreto se hace referencia al amancebamiento entre la actriz Isabel de Torres 'la Granadina', y el actor Avendaño —según creemos Lope Sasieta de Avendaño—, del que se dice que "es un mozo de una herida en el rostro junto al ojo derecho, y llega a tanto su desvergüenza, que en riñendo el marido —cuyo nombre no se indica, ¿quizá Francisco Hernández Galindo?— con ella, le amenaza diciendo que le matarán o le harán matar, por donde muchas noches no duerme con ella de miedo" (CM8, 164-65; N. Díaz de Escovar, en Añoranzas histriónicas, Madrid, Librería y Editorial Madrid, 1925, pp. 188-193). —para más detalles sobre este documento, cuya fecha es controvertida, véase la entrada de Rodrigo Osorio—. 1610 Consta una carta de obligación, fechada en Sevilla, el 21 de junio, por la que Pedro de Vitoria y su mujer Jerónima de Reinoso, Baltasar Tarazona y su mujer Jerónima Martín, Francisco Hernández Galindo y su mujer Isabel de Torres, María de Leiva, viuda de Juan Hurtado, Juan Hurtado, su hijo, y Francisco Vicente, Juan de Benavides, Luis de Herrera, Juan Bravo, Juan de Castro, y Rodrigo Romero, formaban compañía "para tener y continuar en el arte de la representación", desde la fecha de esta escritura hasta el día de Carnaval del año siguiente. Entre las cláusulas económicas para cada miembro de la compañía se señala que Francisco Hernández Galindo y su mujer cobrarían 10 rs. de parte de cada día de representación y 6 rs. de ración, tanto si se representara como si no se hiciese (RM, 328-29). 1614 Consta un contrato, fechado en Badajoz el 12 de mayo, por el que Francisco Hernández Galindo, Antonio Pérez, Rodrigo de Alarcón, Diego de Ávila, Pedro de Zurita, Roque de Figueroa, Carlos Martel, Alonso Martínez Peña, Juan Garabito, José Díaz, y Cristóbal Juárez Camacho, actores, vecinos de Madrid y estantes en Badajoz, acordaron con el Concejo de Medellín hacer en esta villa durante la Octava del Corpus dos comedias: una comedia se representaría el domingo de la infraoctava del Corpus y otra comedia en la Octava del Corpus. La compañía haría otra representación de una de estas dos comedias en el convento de las monjas de la Concepción, que sería elegida por las monjas. Las comedias las elegiría el Concejo de entre las que hiciera la compañía en Mérida el día del Corpus [29 de mayo] u otras de su repertorio. Las apariencias, vestidos y otras cosas necesarias para la representación correrían a cargo de los actores, mientras que el Concejo costearía el tablado, gastos adicionales y el transporte del hato y la compañía desde Mérida, y pagaría 110 dcs. por las comedias, una vez representadas, más 150 rs. por cada día de retraso en el pago. La comedia que hicieran en el convento la representarían durante la Octava del Corpus por la mañana y "la han de hacer graciosa, sin por ello llevar cosa alguna". Francisco Hernández Galindo firmó el contrato (F, XXVII, 145-46); consta una escritura, fechada en Madrid el 11 de julio, por la cual el autor Andrés de Claramonte (q. v.) se concertaba con Francisco Hernández Galindo e Isabel de Torres, su mujer, entre otros actores, para que formaran parte de su compañía durante un año, cobrando para los dos 16 rs. de parte y 8 rs. de ración (PP, I, 150-51). 1615 Consta un documento, fechado en Valencia el 6 de enero, por el que el caballero valenciano Vicente Jover, actuando como procurador de los autores Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo, firmó con el tesorero del Hospital General de Valencia un acuerdo en favor de los autores, según el cual éstos llegarían a Valencia con su compañía el 20 de enero, dos días más o menos, para representar en la casa de comedias hasta el día de Carnaval dándoles tres días de aprovechamiento por cada treinta que hicieran, además de un préstamo de 1.500 rs. castellanos, por el que tuvieron que dejar prendas como garantía, estipulándose que el tesorero colocaría tres hombres a la puerta del teatro, dos representando al Hospital y el otro a la compañía, los cuales controlarían la recaudación y separarían cada día 100 rs. castellanos para la subsistencia de la compañía, y guardarían el excedente en un cofre hasta acumular una suma igual a la deuda (E, 449; M, 116-17, 146); en el mes de enero la compañía de Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo comenzó a representar en la casa de la Olivera de Valencia el día 22 y hasta final de mes. Durante el mes de febrero la compañía de Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo representó en la Olivera los días 1, 3 y 4, exceptuando los días 2 y 5, en que representó en la Olivera la compañía de [Vicente] Osorio, y los días 13, 14, 15 21 y 25, en que no hubo representación (SRu, 57); en Valencia, el 3 de febrero, los autores Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo contrataron a Francisco Luis Carvajal para que formara parte de su compañía por espacio de un año, a partir del 4 de marzo, recibiendo 6 rs. castellanos por representación y 4 rs. de ración (E, 445); durante el mes de marzo la misma compañía de Guevara y Galindo representó en la Olivera el día 1 y el 2, interrumpiéndose las representaciones el día 3 por iniciarse el 4 de marzo el período de Cuaresma (SRu, 57); tras la Cuaresma, el día 20 de abril se reanudaron las representaciones en la Olivera, que continuaron durante el resto del mes exceptuando el día 27 de abril, en no hubo comedia —aunque según Sarrió los libros del Hospital no indican qué compañía representaba, es muy probable que fuese la compañía de Guevara y Galindo— (SRu, 58); durante el mes de mayo la compañía de Guevara [¿y Galindo?] representó en la Olivera, excepto los días 7, 15, 19, 20 y 25, en que no hubo representación (SRu, 58); el 15 de mayo Pedro Cerezo de Guevara dio poder en Valencia en favor de Pedro de Ocaña para negociar con las autoridades de Murcia acudir a representar durante el Corpus a esa ciudad (M, 117; MB, 700, 706); durante el mes de junio la compañía de Guevara [¿y Galindo?] representó en la Olivera los días 1, 3 y 7 (SRu, 58); el 8 de junio, según deduce Mérimée, la compañía se puso en camino para representar en Murcia (M, 117) —según el cálculo de Sarrió, la compañía de Pedro Cerezo de Guevara y Francisco Hernández Galindo había realizado desde el 22 de enero hasta el 7 de junio un total de sesenta y ocho representaciones en Valencia (SRu, 55-56; M, 130)—. 1617 Consta una escritura, fechada en Madrid el 8 de agosto, por la que Francisco Fernández Galindo, autor de comedias, y Luis Leal, actor de su compañía, se obligaban a la devolución de un préstamo de dinero (MaO, VI, 130). 1618 El día 3 de abril en Zaragoza, Francisco Hernández Galindo se obligaba junto con los actores Diego de Cuadra, Pedro de Esquivios, Álvaro Bracamonte y Bartolomé Cubero a devolver a Diego Ordóñez, infanzón, un préstamo de 1.209 sueldos jaqueses que éste le había otorgado (SaV, 306); según la correspondiente acta capitular, el 7 de mayo en Logroño el regimiento de la ciudad ordenó que se otorgase poder en favor de Pedro López de Luna, beneficiado de la iglesia de Santa María de Palacio de Logroño, para que fuera a Zaragoza y contratase a Francisco José [sic] Galindo, autor de comedias, o a cualquier otro autor que conviniese, ofreciendo "hasta 50 de 2.000 rs., y de ahí abajo lo que menos pudiere", para que hiciese tres o cuatro comedias en las fiestas del Corpus y de San Bernabé de este año, comenzando a representar las vísperas (DM1, 288-89); consta un acta del cabildo municipal de Burgos, celebrado el 23 de mayo, en la que se refleja el acuerdo "para que los obreros mayores se junten con el Corregidor y traten de firmar la escritura de contrato, en el precio más moderado, con la persona que trajo desde Zaragoza las cartas de Francisco Fernández Galindo en que éste aceptaba hacer los autos del Corpus en Burgos, cumpliendo lo mandado por el Arzobispo-Presidente por un precio, por un precio similar al cobrado por Alcaraz el año anterior" (MG1, 161); consta un acta del cabildo municipal de Burgos, celebrado el 23 de mayo, en el que se dio cuenta de las gestiones sin resultado que la Ciudad había hecho con el mozo de mulas que Francisco Fernández Galindo, autor de comedias, había enviado desde Zaragoza para concertar los autos. Por ello se acordó que Juan Gómez de Angulo fuese a Zaragoza con dos poderes, uno de 200 dcs. y otro de 300 dcs., de los caballeros obreros de Burgos, viese a la compañía de Francisco Fernández Galindo y la contratase para hacer las fiestas del Santísimo Sacramento por el menor precio posible, siendo esto posible puesto que el señor Presidente de Castilla había prorrogado la licencia de Fernández Galindo para que éste pudiera representar en los Reinos de Castilla y uno de los corrales de Madrid (MG1, 162). 1622 Consta un testimonio, fechado en Córdoba, por el que [¿Francisco Hernández?] Galindo, autor de comedias, y dos personas más de su compañía —cuyo nombre no se indica—, declaraban haber hecho cinco representaciones, desde el viernes 10 de junio hasta el sábado siguiente 18 de junio, en la casa de comedias de esta ciudad (RM, 343; RA, 48; F, XXXIV, 407); consta un rendimiento de cuentas del arrendador de la casa de comedias de Córdoba, fechado el 20 de agosto de 1629, donde se incluye un cargo del 21 de junio de 1622, "de 13.090 maravedís de la renta de 5 días que represento Galindo a 77 reales cada día" —se trata de los beneficios que la Ciudad percibía por el arrendamiento— (F, XXXIV, 184). 1623 Consta una escritura, fechada en Viana (Navarra) el 23 de julio, entre Francisco Fernández Galindo, autor de comedias por Su Majestad, natural de Badajoz, y Antonio Rodríguez, por sí mismo y en nombre de su mujer —cuyo nombre no se indica—, y Martín Román por sí y en nombre de su mujer —cuyo nombre no se especifica—, Jacinto de Heredia, Manuel Velázquez, Juan Gasque, Salvador Bernabé Tafalla, Jerónimo de Velasco, Diego de [O]sorio, y de otra parte Alejandro Sánchez Carrillo, en nombre de los administradores de la Parroquia de Santa María, por la que Francisco Fernández Galindo y los miembros de la compañía se comprometían a representar tres comedias con sus bailes y entremeses la víspera y el día de la fiesta de Nuestra Señora de Agosto. Las obras serían Querer su propia desdicha, Vida de San Sebastián y La paciencia de la fortuna, por las que cobrarían 950 rs. navarros, y la iglesia de Santa María pagaría todas las apariencias de las comedias. Se especificó también que recibirían el pago de una vez el día de Nuestra Señora de Agosto. El viaje de ida y vuelta, cabalgaduras y la estancia sería por cuenta de la compañía, y en caso de no poder acudir, deberían avisar al menos con ocho días de antelación para que pudieran contratar otra compañía "tan buena", y si no avisaran dentro de este plazo la compañía debería buscar a su costa la compañía que la sustituyera (L, 544-45); consta un concierto, fechado en Tudela el 25 de noviembre, entre Francisco Fernández Galindo, autor de comedias, y Luis (de) Meléndez, Micaela Calderón, su mujer, Bernabé (de) Tafalla, Jerónimo Blasco y Diego Osorio, comediantes, por el que éstos se comprometían a formar parte de la compañía de Fernández Galindo desde el miércoles de Ceniza de 1624 hasta el miércoles de Ceniza de 1625, o hasta que la compañía regresase a España en caso de hallarse fuera en esa fecha. Se establecía que, siempre que lo ordenase el autor, Luis Meléndez haría terceros papeles, Micaela Calderón haría primeros papeles y bailaría, Bernabé Tafalla cantaría y representaría, al igual que Jerónimo Blasco, y todos los actores se comprometían a acudir a los ensayos y a todo lo tocante a las representaciones cuando se lo indicase Fernández Galindo, cobrando por todo ello según lo convenido entre las partes. Asimismo, se disponía que a partir del domingo de Resurrección de 1624, fecha de inicio de las representaciones, guardarían 10 rs. de lo obtenido en cada actuación en una caja, cerrada bajo tres llaves, para pagar los viajes y gastos comunes, reintegrándose posteriormente la cantidad utilizada para repartir lo acumulado entre todos conforme decidiesen al finalizar el contrato. De lo obtenido en las representaciones de las fiestas del Corpus guardarían 100 dcs. en la caja para pagar el viaje que la compañía haría a Tolosa u otras partes de Francia, devolviendo lo sobrante a la caja. En caso de que algún actor abandonase la compañía antes de finalizar el contrato, perdería sus derechos sobre su parte del dinero de la caja y pagaría al autor los gastos que derivasen de ir a buscarlo o de la contratación de otro actor. Por su parte, Francisco Fernández Galindo se comprometía a no abandonar o despedir a sus actores, bajo pena de tener que abonar la cantidad que restase del contrato a cada actor. Por otro lado, Fernández Galindo, "por hazerles buena obra", prestaba 300 rs. a Luis Meléndez y su mujer, 100 rs. a Bernabé Tafalla y 100 rs. a Jerónimo Blasco, quienes se comprometían a devolver dichas cantidades durante el tiempo que estuviesen en la compañía y de la manera que el autor estipulase, teniendo que correr con los gastos de ir a buscarlos si no pagaban dentro del plazo. En caso de que alguna de las dos partes incumpliese el contrato, abonaría una multa de 100 dcs., 50 para la otra parte y 50 para la cámara y fisco de Su Majestad. Francisco Fernández Galindo firmó el concierto (F, XVII, 133-36; PB, 117-19) —Pascual Bonis, en la introducción a su estudio, incluye una lista de integrantes de la compañía de Francisco Fernández Galindo errónea, puesto que aparecen unos actores con funciones asignadas que no figuran en el concierto de formación de la compañía—. 1626 Consta un contrato, fechado en Nápoles el 27 de octubre, por el que Antonio Melo, procurador de Vincenzo Capece, alquilaba al autor Francisco Fernández Galindo la "stanza" de San Bartolomeo y otras cosas —que detalla la fuente—, entre las cuales se menciona "il canale da scendere il Convitato di pietra", para que el autor pudiera representar en dicho teatro hasta el último día de Carnaval de 1627 (Pro, 94, 127-28) —según afirma Prota-Giurleo, la compañía representó en este periodo Il convitato di pietra [o El convidado de piedra], pero probablemente se trata de una deducción a partir de la mención arriba señalada, pues no hay ningún documento que explicite la representación de esta obra. Por otro lado, según afirma el mismo investigador, en diciembre de este año la compañía de Francisco Fernández Galindo se trasladó a representar desde la "stanza" de San Bartolomeo a la "stanza" de San Giovanni dei Fiorentini de Nápoles (Pro, 94)—. 1630 En las cuentas del Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Tudela correspondientes a los años 1630 y 1631, y sin que se especifiquen días ni mes, consta el asiento siguiente: "recevimos del autor [¿Francisco Fernández?] Galindo de limosna 25 reales." (F, XVII, 139, 55) —Pascual Bonis, en el listado cronológico que incluye en la introducción, atribuye a esta noticia la fecha de 1630—. Apostilla —¿Distinto de Galindo, Francisco?—.

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ALMAGUER Y MENCHÓN

 En el sur de la comarca alcalaína, se encuentran dos parajes que recuerdan  su pasado de frontera hispanomusulmana, Almaguer y menchón. Para su signficado histórico, vamos a aportar la presencia de estos términos en este lugar, a través de un contrato de Juán Pérez de Castilla con los frailes del monasterio de la Cartuja de Granada en diez de abril de 1623 ante el escribano Blas Martínez de Cáceres (LEGAJO 4635, folio 174) . Se obligaba a hacer una calera en el cortijo de Almaguer, propiedad de los frailes cartujos, que estaban cercanos a los ríos de las Juntas. Y debían obtener la cal para las obras nuevas de otro cortijo de los mismos frailes en el Menchón, muy cercano al anterior  y, por la parte alta, a la Sierra del Camello. 

ALMAGUER 

 El significado actual de Almaguer , hace referencia a un sitio cerrado y descubierto, en las casas o en el campo, que se utiliza para guardar animales, es probable que sea el origen del topónimo. El término "Almaguer" procede del árabe al-magid, que significa  el canal de riego. Otros aluden que el  nombre Almaguer tiene su origen en el árabe y proviene de las palabras "al" y "magra", que juntas significan " arcilla roja ". Por lo tanto, el lugar donde se originó el apellido Almaguer debió tener la característica de la arcilla roja.

MENCHÓN

Menchon alude,, por su parte, a  trozo de terreno fértil, en medio de otro sembrado o con árboles, que se deja sin plantar para que crezca en él la hierba y sirva de pasto al ganado.Tb. se aplica al campo que no se siembra, pero que es labrado, es decir, el que está en barbecho. Y así se refiere esta cita canaria del siglo XVII : Acuerdos del Cabildo de Tf vii (208, p.191): Otrosí se acordó e mandó que todas e qualesquier personas que tienen heredades e suertes de pan que puedan dexar en sus tierras manchones con que sean de quatro hanegadas para abaxo para apaçentar sus caballos o bestias de serviçio e labor, e que en los tales manchones no puedan entrar otro ninguno con sus bestias ni ganados, no seyendo el manchón en más cantidad, sin liçençia de su dueño, so pena de dozientos maravedís por cada vez a cada vno que lo contrario hiziere; pero que ninguna persona, avnque tengan muchas suertes, no puedan tener más de vn manchón, e que, si más de vn manchón hizieren, que los v[ecino]s se lo puedan comer con sus ganados libremente, sin pena alguna.

    Juan Pérez se comprometía a hacer una calera de ochenta cahices de yeso , y , señala el  documento que se lo pagaría Miguel de Utrilla ,  que era el mayordomo o labrador del convento de frailes, una vez puestos en la calera para transportarlo al cortijo de Menchón , por parte de los frailes a ocho reales el cahiz.  Y curiosamente nos data  la antigüedad del  cortijo antes de esta frecha, pero también la del Menchón alto,  el nuevo, que comenzaba a edificarse por esta fecha.

Con el documento aportamos algunos datos sobre el origen de tierra arcillosa de almaguer por ser l composición de las tierras alcalaínas del cortijo de este nombre; y, por otro lado, Menchón responde a ese terreno reservado que ocupa una gran extensión para reserva de animales en aquellos terrenos que serían en su gran parte monte bajo sin roturar. 

I SOBRE EL CORTIJO DEL MENCHÓN BAJO

EL CORTIJO DEL MENCHON

De todos es sabido que el cortijo del Menchón fue propiedad de los frailes carttujos hasta la desamortización de Mendizaba que pasó a manos privadas y actualmente gran parte a la familia Abril. 
El cortijo del Menchón jugó un gran papel en el repartimiento primero que se se hizo tras la conquista de Alfonso XI, y en tiempos de los Reyes Católicos, de tal modo que fue una prebenda y merced  que recibieron los conqusitadores, y  a mittad del siglo XVI fue adquirido por los frailes granadinos de la Cartuja de Granada. Su ubicación en la frontera entre el reino de Granda y Jaén dio lugar a una fuerte roturación de terreno bajo la Sierra del Camello, donde el monte ocupaba una gran parte para convertirlo en tierra de mieses. Completaron la roturación los frailes que solían arrendar  el Menchón alto y bajo a labradores alcaláinos, que se asentaban en la casa cortijo, donde hubo un oratorio dedicado a san Isidro, entre otros habitáculos como tinados, caballerizas, pajar, chozones y varias casas....Este es el caso de un documento del escribano Andrés de Aranda en 25 de julio de 1558 ,por el que se levanta una nueva casa en este recinto mediante un concierto. Lo firma el albañil alcalaíno Luís López   y el convento y monasterio de frailes de Jesús de la Cartuja de Granada. Y se construyó en el Menchón Bajo. La debía hacer para el día de los Santos del año del compromiso, la casa y la alberca ( las cuatro paredes mediante tapias): el convento le entregaria los materiales que conviniere para la obra; y a dos reales y medio cada tapia para el día de Todos los Santos; añadía una carga de trigo; e hizo de testigo Martín Cano. No fue esta la única operación de los frailes cartujos en este año. Pues, adquirió otro cortijo de menos fanegas de tierras en el mismo sitio, propiedad de Martín Nieto. El motivo fue el poder hacer fretne a una hipoteca al comprar un solar en San Juan y estar hipotecada con el cortijo, no tuvo mñas remedio  que venderlo a los  frailes y con los dineros saldar la deuda, ya que era lindero con las tierras de los Frailes, el Camello y propias tierras de Martíon Nieto.
LOS CORTIJOS DEL MENCHÓN ALTO Y BAJO EN EL SIGLO XVIII


os, alzados, vinados, rozados y escardados, así como la obligación de tener un numero de yuntas ( cuatro para el Menchón Bajo), todas las labores y el producto se controlaban en la  era  que había de estar limpia un mes anterior y solo ppodían entrar el ganado a la hora de la trilla. No se permiían tener  otro ganado en el cortijo salvo el cerdo, las habas se empleaba para hacer cebo para los bueyes ( cuatro fanegas sembradas den Menchón Bajo).  Se impedía la tala y corte de cuaqluier encina o quejigo , salvo las que no podían utilizarse o estuvieran secas para la lumbre; y había que pedir permiso para cortar leña para aperos de labranza y carretas, solo de encina. Los estiércoles de los tinados se empleaba para la tierra del cortijo, donde se obligaba a vivir al arrendador.

EL CORTIJO DEL MENCHÓN ALTO 
No era su nombre exacto sino Manchó, a saber , según la DRAE en los sembrados y en los matorrales, pedazo en que nacen las plantas muy espesas y juntas. Más bien  Parte de una tierra de labor que por un año se deja para pasto del ganado.
En 1748, fue su otorgante del arrendamiento Diego Ruiz, se encontraba entre los términos de  Íllora y Alcalá la Real y lo hizo por tres años. Con fecha de  13 de abril de 1751, se comprometía como otorgante del arrendamiento José Nieto, y destaca que el cortijo se componía de casa de teja,  pajares 3 pesebres, una pila,  dos brocales para pozos  y tinado. El fraile Juan de Badajóz venía como apoderado por el monasterio para firmar la escritura en las condiciones comentadas para todos ellos, en este caso destaca una parte para ellos de las cuatro de trigo, cebada y semillas
Se componía de tierras de labor y monte. 
EL MENCHON BAJO
En 1751 lo hicieron con los hermanos Francisco y Pedro García Ibañez, en la misma fecha y con el mismo monje apoderado y en la misma proporción de renta en productos. 
El Menchón Bajo suele componerse de varias casas , 12  pesebreras,  8 pilas,  tinado y una ermita, donde acudía un capellán para decir misa, al que le daban una fanega de trigo, en dicha ermita estaba San Isidro y servía de lugar de encuentro de los cortijos colindantes como el Menchón Alto y la Alhondiguilla. 

sábado, 24 de mayo de 2025

PRESENTACIÓN DE LA LUNA EN OLIVAR (Cancionero de haikus)

 


PRESENTACIÓN DE LA LUNA EN OLIVAR (Cancionero de haikus)

 Tenemos de nuevo la fortuna de


contar con la presencia de José Antonio Santano Serrano, cuyas relaciones con esta tierra y con su gente viene de tiempo atrás. Sobre todo, por estar ligado con nuestro paisano Manuel Peñalver Castillo, al que define en este libro.

Es el olivo

De Manuel Peñalver

Filología.

Santano, natural de Baena, una tierra ligada a la nuestra por pertenecer a la subbética, su educación polifacética en las universidades granadina, complutenses y almeriense. Es poeta, escritor, ensayista y presentador de televisión. Muy relacionado con el mundo literario desde José Hierro a Manuel Caballero Bonal, pasando a su pertenencia, como miembro de honor de la Asociación Artística Cálamo (La Laguna, Santa Cruz de Tenerife) y del Departamento de Arte y Literatura del Instituto de Estudios Almerienses. O miembro de la Asociación de Escritores y Críticos Literarios de Andalucía “Críticos del Sur” (AAECL) –miembro del jurado de los premios Andalucía de la Crítica, de narrativa- y de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE) (es tesorero de ACE, Sección Autónoma de Andalucía). Es miembro fundador de la corriente Humanismo solidario, junto a los escritores Francisco Morales Lomas, Alberto Torés, José Sarria, Manuel Gahete y Paco Huelva, y la profesora e investigadora de la Universidad de Granada, Remedios Sánchez.

Ha codirigido la revista de poesía, arte y pensamiento “Cuadernos de Iponuba” (Baena, 1992) y también la literaria “Cuadernos de Caridemo”, de Almería, años 2003-2004 (24 números). Ha coordinado el Premio Andalucía de Poesía “La Posada de Ahlam y Ayuntamiento de Fondón” (Almería). Ha dirigido, además, la colección Palabras Mayores, de poesía, de la Editorial Alhulia, de Salobreña (Granada). Ha coordinado el espacio radiofónico “El rincón de la lectura”, del programa “Protagonistas Almería”, de la emisora Punto Radio Almería. Ha dirigido y presentado el programa cultural “Caleidoscopio”, de ACL Radio, de Almería.




Como periodista y columnista, ha sido colaborador, desde su nacimiento (2008) hasta noviembre (2012) del Diario de Almería, con su columna semanal “Imaginario”, y renueva dicha colaboración en abril de 2013, con “Salón de Lectura” –reseñas literarias quincenales- y la columna, también quincenal, “Estación Sur”. Colabora mensualmente con el periódico “Cancionero”, de su pueblo natal, Baena (Córdoba).

Abundan sus publicaciones poéticas en libros suyos y en antologías. Desde su entorno de Baena hasta obtener importantes Premios de la Crítica de Andalucía y de España. En la misma línea, el periodismo lo ha recompensado con grandes premios.

  Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Almería y autor de más de 20 libros, entre los que destacan: Profecía de Otoño, (Sevilla, 1994), Exilio en Caridemo (Almería, 1998), Íntima heredad (Madrid, 1998), La piedra escrita (Alhulia, 2000), Suerte de alquimia, (Alhulia, 2003), Trasmar, de narrativa, (Alhulia, 2005), Las edades de arcilla (Alhulia, 2005), Razón de ser (La Laguna, 2010), Caleidoscopio (Almería, 2010), Estación Sur (Alhulia, 2012), Tiempo gris de cosmos (Nazarí, 2014), Memorial de silencios (En Huida, 2014); Los silencios de La Cava (Alhulia, 2015), La voz ausente (Alhulia, 2017), Lunas de oriente (Ediciones Dauro, 2018), Cielo y Chanca (Alhulia, 2019), Tierra madre (Alhulia, 2019), Marparaíso, (Diputación de Córdoba, 2019), Madre lluvia (Olifante, 2021), Alta luciérnaga (Diputación de Salamanca, 2021) y Silencio[Poesía 1994-2021] (Alhulia, 2021)

En este contexto donde se forja tu personalidad y tu producción artística, ¿Qué influencia ha tenido el contexto y el pretexto (pera texto) en la obra que hoy presentamos La luna en el Olivar?

LUNA EN EL OLIVAR

La Asociación Española de Municipios del Olivo, AEMO, hizo públicos los mejores proyectos que difunden la cultura del olivo en el último año. Se trata de la XXIII edición de este certamen cuyo jurado, compuesto por reconocidos expertos, acordó el fallo en Córdoba el pasado 25 de abril. Los galardones se entregaron el día 16 de mayo, miércoles, a las 12 horas en el stand de la Diputación de Jaén en la Feria Expoliva de Jaén.

Precisamente, el tercer premio AEMO a la Difusión de la Cultura del Olivo 2025, ha sido otorgado al libro La luna en el Olivar, cancionero de Haikus, presentado por su autor José Antonio Santano, poeta y crítico literario afincado en Almería.

HAIKUS

Recogiste el testigo de aquel haiku de Edwin Fi (Figueroa) con el regalo de un cuaderno en el que aparecía:

Imperio verde, / relucientes olivos/, fértil cosecha.

Y le respondías luego más tarde tras dominar completamente tipo de poema japonés brevísimo, compuesto por tres versos sin rima que suman 17 sílabas (5, 7, 5) y que suelen abordar temas relacionados con la naturaleza y la vida cotidiana, en este caso, el mundo del olivar en tierras de Andalucía. Y elevando a una categoría superior por el dominio de elementos claves como haber conseguido una perfecta Brevedad, una libertad en una excelente elección de palabras, sin rima, perfectos conocimientos del mundo de la naturaleza y gente del olivo, perfecto contraste de dos ideas en este espacio poético y de efecto estético, y el acierto de conseguir extraordinarias impresiones o sensaciones al contemplar algo que transmites de una manera excelente. De ahí que este haiku de respuesta a tu interpelador consiga el objetivo:

De Puerto Rico,

Llegan haikus de olivos,

estampa de Edwin.

Es verdad que el haiku tiene sus raíces en la poesía japonesa tradicional, concretamente en el hokku, que era la primera parte de un poema más largo llamado renga. Con el tiempo, el hokku se convirtió en una forma de poesía independiente, conocida como haiku. Pero su popularidad y adaptación ha sido muy significativa en muchos poetas de diferentes culturas y lenguas para expresar sus propias emociones y percepciones, ¿cuál ha sido la singularidad, tus aportaciones y novedades introducidas por tu pluma en este cancionero sobre el olivar?

Según mi punto de vista, el jurado acertó con el premio a este creativo libro, una joya, un diamante por ser una obra de arte en sí, por su cuidada presentación y su creación artística en cada página que aúna poesía, dibujo, música, entre otras artes, cuyo hilo argumental es el olivar, una joya compactada en un formato 14 x14 y encuadernación en cartoné. El libro contiene 205 haikus y 41 ilustraciones del autor del libro. La ilustración de portada es de Paco Ariza Arcas.

 ¿Por qué elegiste el haiku en este cancionero?

TÍTULO

La frase "La luna en olivar" puede referirse a diferentes contextos, como un libro de haikus, una empresa de aceite de oliva, o una frase que evoca la conexión entre la luna y los olivares. En particular, se refiere a este libro de haikus que recibió el tercer premio AEMO a la Difusión de la Cultura del Olivo 2025.

También puede referirse a la empresa "Olivar de la Luna", que busca armonizar la actividad productiva con el entorno natural. Además, la frase puede evocarse para describir la influencia de la luna en la agricultura, especialmente en la cosecha de olivas, ya que la luna llena se considera un momento óptimo para ello.

¿Por qué lo titulaste con estos términos?

PRÓLOGO Y EXCELENTE PRESENTADOR SALVADOR COMPÁN

Este novelista, al que le dedicas por tus relaciones de ardentía de la palabra y amor del olivo, el árbol de la bendición:

Compán escribe

su prestigiosa prosa

Entre olivares.

Y recoge tu fuente poética en el roce con la realidad que genera la emoción y descubre la belleza inesperada de la simbiosis de ideas o de imágenes. Y tu taller donde los tallas con tu paisaje interior y el dominio del lenguaje y en el lugar de tu paisaje de Baena.

Y alcanzas la tensión lírica en esta quintaesencia poética. En doscientas sacudidas emocionales, en evocaciones apenas esbozadas, en síntesis, de alambique, en significaciones preñadas de contenido y esencias sublimes.

Viñas y olivos

el infinito cielo,

magia y silencio.

Aunque el olivo se convierte en memoria permanente, continuidad por encima de cambio y efímera vida, apuntas en este recorrido temporal y espacial sobre el olivar, en convertirse en un libro de viajes por donde se avanza, camina y se hace memoria e historia. Es un diálogo entre dos paisajes, el del interior del poeta con su humanización del olivo y el natural que le rodea en su entorno natural, de Baena y toda Andalucía.

Es su biografía en presencia poética, no se queda en su tierra, sino que aparece desde Colliure hasta el valle de Guadalquivir, pasando por Viznar, Torreparedones o Víznar. Y el mismo Castillo de Locubín. Son el pasado de la infancia, pero apelan al futuro de tus vivencias.

Sombras y olivos

en las verdes colinas

de lo absoluto.

CONEXIÓN DE LA LUNA Y OLIVAR.

El libro "La luna en el olivar": Este libro es un cancionero de haikus que celebra la belleza del olivar y su conexión con la luna. Santano, poeta y crítico literario, utiliza los haikus para expresar la tranquilidad y la profundidad de la vida en el olivar, utilizando la luna como un elemento evocador.

Es de todos sabida la influencia de la luna en el olivar: La luna tiene una influencia en la agricultura, y se cree que la luna llena es un buen momento para la cosecha de olivas, ya que la savia de los olivos se encuentra en su punto más alto. Además, la luna creciente es considerada un buen momento para la siembra de olivos. En este tiempo, también se quitan las varetas para darle más vida al olivar.

¿Qué te ha impresionado sobre la crítica de Compán a este Cancionero, lleno de aciertos y comentarios que encuadran esta bella obra?

PARA SU LECTURA

Me gusta esta crítica sobre tu libro.

Para que sea culminada, la poesía no precisa de extensos dominios, de lejanías. A veces un apenas le basta, un silencio insinuado le es suficiente, una imagen que no pertenece de todo al mundo y, sin embargo, se encuentra en lo esencial de sus giros. Los haikus de José Antonio Santano deben leerse como una alianza del instante, lenguaje sosegado que une atajos para tejer un camino, siempre de ida. No sólo el bambú y las aves con su vuelo de caligrafía zen caben en un haiku, no sólo los juncos y los cerezos; también le es dado al olivo ser leve y grave a un mismo tiempo, tener su firmeza y su mudanza de estaciones en el azul meridional, es él el que reclama la mirada de un poeta que escribe el sutil himno de las cosas, casi inaudible.

Hace unos días, presenté un libro y manifesté que lo releí varias veces por su cuidado uso del lenguaje y su trama de realismo mágico. Yo me lo he releído el Cancionero de La luna en el Olivar cinco veces, pero lo he hecho por el gozo y empatía que me has transmitido en cada una de sus relecturas. Sentía que la sensación que me transmitías, era parte de nuestra vida, una simbiosis literaria con el árbol de la bendición, parecía que con el olivo no terminaba y me hablaba continuamente y me dedicaba en cada momento epigramas de hoy para inscribirlos en mi interior. Por eso, no puedo olvidar tus haikus sobre esta tierra castillera, donde aparecen todos los elementos de esta obra, en que, ante la belleza del paisaje y la constancia de un olivo, apareces con tu poesía que interpela en tus emociones y las de los demás, como poeta que canta:

Canta el olivo

Tal guitarra flamenca

De Inma Morales,

En Locubín.

Como poeta que sueña:

En Locubín,

Sueños de Juan de Aranda,

Piedra y olivar.

Como poeta que abraza:

Frutos hermanos

la aceituna y cereza

De Locubín.

Como poeta que gime:

La voz del aire,

Del olivar el eco

De la pobreza.

O en nuestros poetas (Machado, Lorca, Miguel Hernández…) Atardeceres,

un olivo en Colliure,

 luz machadiana.

O muy cercana a nuestra tierra cuando inscribe:

Aceituneros,

Raza noble y bravía,

O en el mundo el flamenco, como si fueron dos elementos intrínsecos, el olivar y el cante, básicos para el mundo de olivar.

Entre los olivares,

fandango de Huelva,

himno sublime.

  ¿Qué nos aportas para introducirnos en la lectura de tu Cancionero?

FINAL

Y concordamos en tu agradecimiento al epilogista Jesús L Serrano Reyes

Crecen olivos,

Cancionero en Serrano,

Sabia palabra.

Es una invitación total y perfecta a esta obra, recorrido sagrado, que despierta todos los sentidos, sinestesia total en un horizonte verde de esperanza y la esencia de la sencillez.

En su olfato.

Desprende el haiku

el aroma de olivas

recién prensadas.

En la vista

Entre amapolas

las aceitunas brillan

luz de alborada.

En el gusto

Aquel olivo

de Sagunto romano,

 cálido beso.

En el tacto

el sol flamea,

en la piel del olivo,

luz y memoria.

En el oído

Entre los cipreses

paraíso de olivos,

son de silencios.

Belleza pura, estética consagrada del olivar, en su mundo, su paisaje, su gente y su vida.

Por las mañanas

el río entre olivares

del pensamiento.

El olivar con Santano se convierte en mito y leyenda, mano de Atenea, árbol para el recinto del Olimpo, se hace universal.


domingo, 18 de mayo de 2025

EN LA SEMANA DEL JAEN . LAS FIESTAS DE SAN ISIDRO.

 LAS FIESTAS DE SAN ISIDRO

 




La festividad de San Isidro se celebra en muchos lugares de España durante el mes de mayo, que ostenta el patronazgo de este santo o se denominan bajo esta advocación en sus industrias o establecimientos agroganaderos. Muchos vecinos, de Torredelcampo, Jamilena, Villardompardo, Higuera de Calatrava o Santiago de Calatrava entre otros muchos municipios de la provincia de Jaén, veneraron a San Isidro Labrador y celebraron las fiestas durante esta semana. Responden a una economía tan vinculada al campo, de modo que no es de extrañar que exista un gran fervor hacia este santo, y celebren una romería y gran celebración religiosa en todos estos pueblos, para que bendiga las cosechas. Pero, conforme disminuye la población, abundan los que declaran como patrón a san Isidro. Este es el caso de algunas cortijadas de Alcalá la Real y las aldeas de Ermita Nueva y Las Caserías (por cierto, especificada esta última en el contexto comarcal con el nombre del santo de tradición rural desde el siglo XVII y anteriormente con el de Caserías de la Moraleda). Curiosamente, ambas aldeas responden a un esquema poblacional de dispersión geográfica, que, en parte se mantiene a lo largo de los partidos de campo de ambos núcleos: pues abundan los cortijos, las caserías, las casas de aperos, las segundas viviendas, el recuerdo de alguna venta anterior que dinamizó el núcleo junto con la ermita del lugar, y, en torno a las antiguas vías pecuarias y calles de campos (tan públicos como los caminos de la Mesta), la concentración de casas o caseríos. Estos últimos son los que forman los núcleos del Ventorrillo, Cequia y Pilillas en Ermita Nueva; y el de la antigua venta Fantasía en las Caserías. E, incluso muy relacionada con Alcalá la Real, las antiguas tierras de los frailes del monasterio de la Cartuja, que ocupó las tierras entre la frontera de la provincia de Jaén y Granada, donde se levantaron muchos cortijos y, en algunos de ellos existían oratorios dedicados san Isidro. Sirvan de ejemplo del de Menchón Bajo o el de la Cartuja en tierras de Montillana, linderas con Alcalá la Real

 


DE FUENTE DE LA MORALEDA A FUENTE DE SAN ISIDRO


 La ermita de este santo en las Caserías aporta muchos aspectos para reconocer su relación festiva. Ubicada en tierras de un hidalgo relacionado con la familia del abad Moya y de los Aranda, definió la zona que se denominará como Caserías de san Isidro. Era un paso importante en el camino hacia Priego y sus puentes y fuentes fueron lugares protegidos de la ciudad para el abrevadero de ganados. La fuente y el pilar que se encontraba entre las dos moraledas era objeto de mantenimiento por parte del cabildo municipal y hay constancia de una obra importante de arreglo en 1671. 

 

LA DEVOCIÓN DE SAN ISIDRO


Alcalá compartió con otros lugares aquel clima religioso del Siglo de Oro, que continuamente celebraba canonizaciones en conventos e iglesias. En 1681, en el Convento de san Francisco que se enladrillaba el claustro, tuvo lugar la de san Juan Capistrano; y este mismo año, con mucha solemnidad la fiesta de san Isidro. 

            La devoción a San Isidro se propagó con los Austrias Menores, y, aunque la ciudad manifiesta su carácter independiente del reino de Jaén ante las continuas demandas de fondos municipales recurriendo a todo tipo de órdenes que en realidad no eran puras medidas de la Corona para el gasto militar y fastuoso de la Corte, una significativa contribución aportó para la Iglesia de san Isidro en Madrid con el donativo de 200 ducados en 1659. Año aproximado, que corresponde con la llegada de la imagen de san Isidro al oratorio de este cortijo y con la disuasión del nombre para denominar esa zona de Alcalá la Real. 

          EN LAS RUTAS   

 Las rutas tradicionales a estos sitios todavía juegan un papel importante de los vecinos de estos parajes.  No sólo, son los lugares sagrados para celebrar las fiestas, sino el exponente y símbolo de todos los paisanos, ausentes y presentes, porque compartieron conmemoraciones fundamentales a lo largo de su vida desde el bautismo hasta la despedida de sus seres más queridos.  Y, esto, sin pasar por alto el hecho de que los templos fueron el centro de información, de reunión y administración en tiempos pasados, ya que los capellanes de aldeas y los ministros de la justicia- los anteriores alcaldes pedáneos- ejercían la administración civil y eclesiástica en estos lugares. Por otro lado, el patronazgo de San Isidro es un recuerdo de una sociedad, por completo campesina y religiosa, que se abrió horizontes en los senos de muchas familias humildes y sencillas, tras los distintos repartimientos de tierras por parte del ayuntamiento y el visto bueno los privilegios reales. Para muchas personas, San Isidro fue, en los siglos pasados, el santo mediador en el que los aldeanos ponían todas sus miradas y esperanzas: desde la roturación de los terrenos y suertes concedidas hasta la recolección del mes de agosto o de la vendimia de otoñal pasando por las labores de los huertos familiares.

Cambiaron los tiempos, la sociedad se hizo más laica y mucho en los últimos tiempos del siglo XX: la mecanización del campo y la migración hacia Alcalá la Real provocaron que estos dos hábitats, sobre todo las Caserías, cambiaran la morfología de sus grupos con una nueva estructura social, en la que los campesinos ya no son el cien por cien poblacional; y tan sólo las imágenes de San Isidro se mantuvieran bendiciendo los campos con su mancera. Parece como si el santo de los campos, en medio de tantas transformaciones económicas y financieras, se mantuviera firme anunciando un renacimiento de una vida campesina de complemento y subsistencia (aunque sea de fin de semana) y orgullo de conquista de la tierra frente al cambiante mundo de la técnica y la mortífera crisis financiera (y sin saber dónde se dirigirá la dirección su nefasto viento actual).  

        No es este su renacimiento, sino sus rutas que recorren las aldeas y la ciudad de la Mota. Estar situada en el camino Real de Granada, convierte Ermita Nueva en un paso ineludible para los que toman la ruta mozárabe del Camino de Santiago, así como en todas las rutas del Al Ándalus. Por otro lado, las de los Castillos y las Batallas que por estas tierras dejó su huella en las atalayas levantadas sobre los cerros de las Caserías; pasan también por ellas las del Califato y de Washington Irving que hacen escala por estas sierras tras su azarosa estancia en Priego de Córdoba; la carolina, o imperial de Carlos V y la de Caminos de Pasión.

Otras rutas se podrían abrir.  Es un paisaje que, situándose en el carril antiguo junto a la nueva carretera de Priego, se transforma en un mirador singular desde donde se divisan la torre de los Pedregales, la Fuente la Negra, el cerro de la Cruz, y la Tiñosa al fondo; o, si se asciende, se proyecta la sombra vespertina de Pineda, las Albarizas, cerro de la Jurada y la Acamuña. Como el poeta canta:  Entre un mar de olivares, /paisaje del mundo, /sonreía Pineda, /a los lejos del Fundo…Desde este mirador, se contempla la fortaleza en forma de excepcional mirador:  adiós, san Isidro, / en la ruta del olivar, /por las Caserías, /se escuchaba al pasar, /caer las aceitunas, /desde el Coscoja.