Tras la marcha de los Sardos, continua la presencia de pintores y doradores granadinos en los años treinta del siglo XVII. Y así se constata la presencia de Lázaro Carrillo y Jusepe Boneta como pintores y doradores ( siendo fiado por el mercader granadino Jusepe Moreno) que se comprometieron con el hermano mayor Francisco Mírez de Amezcua en 1631 a dorar el retablo de la capilla mayor de la Iglesia Veracruz[10]. Vamos a colocar algunas imágenes de uno semejante en la iglesia de san Francisco de Priego, también antigua cofradía de la Veracruz, que nació en el mismo año.
La primera condición que le impusieron es el rellleno de todo tipo de huecos, hendiduras o deficiencias de la madera con ajo para dejar toda la superficie completamente llana para fijar el oro. La segunda se ledebá dar manos de aparejo sin quitarle ninguna y este debía ser de oro macizo, fno y bruñido, sin entremeter medio oro, ni plata ni otra cosa, sobre el que se debían colocar colores de gran calidad en todo los sitios que lo pidiere la obra, vestidos de Dios Padres, áneles altos y bajos;, y en el banco y el pedestal, donde hubiera huecos y no tableros las pinturas muy buenas , y en estos, donde se hicieran las pinturas de los santos muy buenos; en lo alto estaba Dios Padre y los ángeles con sus alas de colores diferentes; en su centro con adornos de frutas que imiten al natural , sus columnas correspondientes y con su capiteles de colores diferentes y las medias cañas de azul y bermellón, el tablero y la Santa Cruz, así como su friso, de verde sobre oro y grabado con labores de oro y el campo de la cruz azul con algunas nubes, ángeles y serafines y un cuadro en torno a la cruz , el friso de azul y oro tenía leyenda EXALTATIO (S) ANTE CRUCEM(S), la cornisa con los niños, estofado a punta de pincel como todos los sitios donde se dieren colores; un sagrario también de oro por dentro y fuera, bancos y pedestal, tableros de pinturas de colores en la frontal. Anota que tanto las columnas y el tablero de la Santa Cruz como los ángeles han de ser estofados después de dorados y estos junto con serafines, Dios Padre, y niños han de ser encarnados a pulimento y con los ojos muy bien abiertos . Importó 12. 000 reales. Entre los testigos se encontraban Juan de Ayuso y el pintor Andrés Asturiano. Importaron el dorado y pintura doscientos ducados (dos mil doscientos reales ), pagaderos en cuatro lazos: mil a la firma del contaato, cuatrocientos reales a media obra, otros cuatrocientoss acabada y otros cuatrocientos reales el día de san Juan. También, se le debían dar la madera de los andamios de colocar el andamio por parte de la cofradía.
Se comprometieron a que la obra ejecutada debía ser aprobada por dos maestros de cada una de las partes e hipotecaban dos mil doscientos reales sobre los bienes de la cofradía. Este retablo se trasladó en gran parte al altar de la epístola del crucero de la iglesias de Consolación.
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