En los siglos XVI y XVII, se tenía costumbre de celebrar los cultos de la Semana de Pasión en las iglesias y, a mediados del siglo XVI, comenzaron a hacer manifestaciones religiosas en forma de procesiones y autos de pasión, algunos en la calle. No obstante,. en un intermedio de ambas manifestaciones se encuentran las procesiones claustrales o en las plazas cercanas. Es el caso de la procesión del Domingo de Ramos, donde jugaba un papel fundamental la presencia de las palmas portadas por miembros del estado eclesiástico y municipal en la mañana de esta festividad. Sin embargo, siempre parecía que podían ser sutituidas por ramas de olivo. Pero, hay datos del segundo decenio del siglo XVII para constatar que estas ya se portaban en la procesión (LEGAJO 4976, FOLIO 382, GERÓNIMO RAMÍREZ, 17 de marzo de 1627), Por medio de un contrato entre el arriero que las traía a la ciudad de la Mota y el presbítero Juan de Álvaro, comisario del Santo Oficio de la Inquisición se pueden obtener los siguientes ducados:
-El arriero era vecino y estante que se comprometía a traer la carga de palmas, darla y entregarla.
-El número de palmas alcanzaba la cifra de 150 grandes de dar y entregr y su origen no se expone en el documento , que debía traerlas " donde las hubiere" y con acarretos.
- La fecha de la entrega debía darlas el Domingo de Ramos y en ese día se le pagaban doce ducados.
-En caso de ruptura de estas concidiciones por una de las parte se les podían ejecutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario