IMAGINEROS ALONSO DE
MENA
Y
JOSÉ GABRIEL MARTÍN SIMÓN


Alonso de Mena, tras los contratos y etapa de consolidación profesional y personal, en la que realiza trabajos de gran envergadura para la Real Capilla, alcanzó su cenit artístico y su apertura de encargos a otros lugares a la capital de la Alhambra hasta su muerte en 1646, donde muchas obras se extienden a tierras jiennenses, cordobesas y de la abadía alcalaína. Su Cristo de la Humildad ofrecía una innovación con respecto a los modelos de inspiración de las estampas de Durero y norteñas acercándose a los Cristos de la Paciencia o de la Meditación. E innovando con la postura erguida recogiendo el último movimiento de la recogida de las vestiduras.

Su obra debió impactar en el fervor alcalaíno que se mantuvo
hasta su destrucción en 1936, que fue sustituida por la obra del granadino José
Gabriel Martín Simón (1896-1971), escultor imaginero, educado en la escuela de
Pablo de Lozayga hasta entrar en el taller de Navas Parejo dentro de la Escuela
Granadina. En los años treinta del siglo
pasado, creó su propio taller y recibido importantes encargos como el Cautivo
de Málaga. Muy relacionado con las tierras alcalaínas en la posguerra, para las
que compuso las imágenes del Cristo de la Salud, Angustias, Virgen de las
Mercedes y de la Cabeza entre otras. Y, sobre todo, con varios miembros de la
Junta Directiva del Señor de la Humildad y de la Virgen de las Mercedes, que
recomendaron la ejecución de otras imágenes. Este granadino aprendió su
clasicismo de sus maestros que le inspiraron las obras de sustitución de muchas
imágenes alcalaínas. Su obra destaca por la similitud expresiva y compositiva
con la de Alonso de Mena. También como maestro de metalistería en la Escuela de
Bellas Artes, trabajo en ña orfebrería elaborando coronas, cetros y frontales,
cuyo testimonio se conserva en las cofradías alcalaínas.



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