LA
CELEBRACIÓN DE LA BODAS REALES ENTRE EL PRINCIPE DE ASTURIAS CARLOS Y LA
DUQUESA DE PARMA (1765) EN ALCALÁ LA REAL.

Al día siguiente, 4 de septiembre, toda la
Familia Real, con sus respectivas servidumbres, asistió al solemne TE DEUM que se cantó en la Real Colegiata, en acción de
gracias por dicho acontecimiento. Para este día, la Corte también se vistió de
gala, vistiéndose de media gala los días siguientes de celebraciones.
Terminadas las jornadas de San Ildefonso y de El Escorial, la Corte se traslada
a Madrid el 28 de noviembre; al día siguiente,29, se dicta una orden para que
sean suspendidas todas las funciones reales con motivo del regio enlace por
indisposición de la princesa de Asturias. Restablecida de sus dolencias, la
princesa de Asturias, y como consecuencia de otra real orden, de fecha 7 de
diciembre, se volvieron a realizar los festejos reales, comenzando el día 9 del
citado mes, a las once de la mañana, con un besamanos a la Familia Real,
verificándose el de señoras a las cinco en las habitaciones de la Reina madre,
y al día siguiente, también a la misma hora, se verificó el besamanos de los
Consejos y Tribunales.
Y SIGUIERON LAS FESTIVIDADES HASTA DICIEMBRE DEL AÑO CON TOROS, COMEDIAS, DESFILES, MOJIGANGAS…
Y SIGUIERON LAS FESTIVIDADES HASTA DICIEMBRE DEL AÑO CON TOROS, COMEDIAS, DESFILES, MOJIGANGAS…
Y EN ALCALÁ LA REAL SE CELEBRÓ DE LA SIGUIENTE MANERA
El 17 de octubre de 1565 se juntó en las Casas
Consistoriales el cabildo municipal compuesto por el corregidor Pedro Moreno
de Villena los regidores Manuel de Lastres, caballero de la Orden de Calatrava
y alférez mayor de la ciudad, Diego de Hinojosa, Lorenzo de la Cruz, Diego Molina,
Fernando Marrón y Joaquín de Cisneros, junto con los jurados José López Nieto y
Andrés López. El escribano Martínez Acevedo leyó una carta real dirigida a la
ciudad, en la que se comunicaban los desposorios entre el Príncipe Carlos su
hijo con la duquesa de Parma, hija de su hermano Felipe. Invitaba a celebrarlo
en la ciudad y se fechaba a primeros de octubre. E inmediatamente, como era frecuente
y acostumbrado, se puso en marcha a anunciar y celebrar tan buena noticia.
Los
munícipes dieron muestras de demostración de alegría y acordaron publicarla al
pueblo en la Plaza de la ciudad, esquina del Llanillo, plaza de San Francisco y
del Rosario y esquinas del convento de Consolación. Y se pregonara asistiendo a
caballo el alguacil mayor con uno de los escribanos y ministros de cabildo con
timbales, trompas y clarines y miembros de la corporación acompañados de la
partida del regimiento de Caballería de Calatrava que se alojaba y forrajeaba
en la ciudad.Con espada en mano. Además, la compañía de milicias de la ciudad al frente de la cual
se colocaron el capitán Fernando de Utrilla y su teniente

-EL día siguiente de la publicación de la Real Orden
el viernes por la tarde del 23 de Octubre se subía la Iglesia Parroquial de
Santa María, una vez informada. Se cantaría el Te Deum, asistiría el coro y el
abad y se celebraría una función de iglesia con un Predicador elegido por los
caballeros comisarios. Todo en concordancia con el vicario y gobernador de la Abadía
en ausencia del abad de la Cerda.
-Se
nombran comisarios el caballero Manuel de Lastres y Diego de Molina Lizaur, abogado delos
Reales Consejos.
-El
Sábado por la Tarde se ha de subir al balcón y recibir el acompañamiento que ha
de salir a hacer dicha publicación y dar
las demás órdenes que puedan ocurrir.
-Se
pusieron estas cedulas en el Archivo y en el libro de Ordenanzas.
El escribano redactaba la crónica de todos los
hechos en el pleno de 31 de octubre ante el corregidor, cinco regidores (Lastres,
Molina, Hinojosa, Cisneros, Estrada) y cuatro jurados López Bolívar, Andrés y
José, Bolívar Juan de, Jiménez). Aludía a la buena disposición y rigor de
cumplimiento de los actos previstas por medio de las buenas gestiones de los
señores comisarios. Y recogemos la crónica, por ser este escribano Victoriano
Martínez de Acevedo una joya literaria:


Después
de lo cual se retiraron a la Casas Capitulares , a donde se hallaba en el dicho balcón su señoría el señor corregidor , con
los demás caballeros y jurados y hecha
señal se retiraron a sus casas.
-Al
día siguiente veinte y siete salió la ciudad formada para la Iglesia de santa María la Mayor que
se halla en la Mota, con sus porteros y clarín, y habiendo entrado en la Sala
capitular que conserva en dicho
sitio, aguardó a que dicha iglesia acabara las horas, que estaban celebrando , y compusiera
todo lo que prevenía para la fiesta que
en acción de Gracias se había de celebrar; y , llegada la hora, salieron los
caballeros comisarios del Venerable Estado a dar cuenta de estar todo prevenido, con lo cual se volvió a formar dicha ciudad, y dando a
dichos comisarios el lugar acostumbrado, pasaron a dicha iglesia, que hallaron
hecha un remedo de la Gloria, y todo el Venerable estado en el coro, y, a
instante, salió vestido con capa pluvial de su sacristía, con todo el acompañamiento
que es costumbre el señor don Miguel
Ruiz de Olaya, Gobernador provisor y vicario general de esta abadía, por el
Excmo. y Eminentísimo Patriarca Cardenal de la Cerda y San Carlos, y puesto de rodilla
delante del altar entonó el TE DEUM
LAUDAMUS, que se cantó por el
coro y la música de dicha iglesia al armonioso concierto de trompas, violines y demás instrumentos
dando al Todopoderoso y Soberano Señor de los Cielos y Tierra las debidas
gracias de tan dichoso enlace, pidiendo
Su Majestad las felices sucesos de tan afortunada unión , y la Paz y mayor felicidad de la

Habiéndose quemado en la última muchos fuegos con
diferentes invenciones. Y por fin un castillo Con tanto dispuesto que
no dejó aparecer.
´-A
los que seguía una mojiganga de todos
los gremios que voluntariamente concurrieron
al festejo con la imaginación de los sastres de sus trajes e invenciones
con el lucimiento hermoso de lunas e
mejoramiento, Fueron la mayor alegría de nuestro pueblo que con repetidas aclamaciones e vítores y VIVA
EL REY Y NUESTROS AMADOS PRÍNCIPES ,
-Y Finalizaron la celebridad ante pesar de no haber hecho todas las demostraciones correspondientes a su Lealtad y Amor a Su Soberano Lo que ponían en noticia de la ciudad , para que en su vista se sirviese mandar lo que más pudiesen hacer en servicio y obsequio de Nuestro Rey y Señor Don Carlos Tercero y de los Señores Serenísimo s Príncipes de Asturias, lo que visto por la ciudad. Acordó muchas gracias el señor corregidor y dichos comisarios por el celo, amor y lealtad con que ha solicitado dicho festejos u que los escribanos de cabildos den firme testimonio e relación de todo lo referido, y la ciudad escriba a Su Majestad dándole cuenta de todo, por mi mano de señor don Juan Ignacio de Goyeneche su secretario con la humilde súplica de que se digne recibir con benignidad el otro obsequio que es el principal objeto de la intercesión de la Paz .
-Y Finalizaron la celebridad ante pesar de no haber hecho todas las demostraciones correspondientes a su Lealtad y Amor a Su Soberano Lo que ponían en noticia de la ciudad , para que en su vista se sirviese mandar lo que más pudiesen hacer en servicio y obsequio de Nuestro Rey y Señor Don Carlos Tercero y de los Señores Serenísimo s Príncipes de Asturias, lo que visto por la ciudad. Acordó muchas gracias el señor corregidor y dichos comisarios por el celo, amor y lealtad con que ha solicitado dicho festejos u que los escribanos de cabildos den firme testimonio e relación de todo lo referido, y la ciudad escriba a Su Majestad dándole cuenta de todo, por mi mano de señor don Juan Ignacio de Goyeneche su secretario con la humilde súplica de que se digne recibir con benignidad el otro obsequio que es el principal objeto de la intercesión de la Paz .
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