LA
CELEBRACIÓN DE LA BODAS REALES ENTRE EL PRINCIPE DE ASTURIAS CARLOS Y LA
DUQUESA DE PARMA (1765) EN ALCALÁ LA REAL.
Carlos III y su hermano el duque de Parma Felipe acordaron el matrimonio
de sus hijos el príncipe de Asturias con María Luisa de Parma y el de su
hermana la infanta doña María Luisa Teresa.Ya muerto Felipe, tras la dispensa papal, se realizó el
desposorio por poderes en el palacio de Parma. La princesa de Asturias salió de
la ciudad de Parma el 29 de junio de 1765 y tras su paso por Génova, desembarcó do en Cartagena el 11 de agosto y
continuó su viaje hacia el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. Allí el
rey español, el 3 de septiembre, la recibió y, en la misma, se ratificaron los desposorios de los príncipes de Asturias, con
todas las ceremonias acostumbradas en iguales circunstancias.
Al día siguiente, 4 de septiembre, toda la
Familia Real, con sus respectivas servidumbres, asistió al solemne TE DEUM que se cantó en la Real Colegiata, en acción de
gracias por dicho acontecimiento. Para este día, la Corte también se vistió de
gala, vistiéndose de media gala los días siguientes de celebraciones.
Terminadas las jornadas de San Ildefonso y de El Escorial, la Corte se traslada
a Madrid el 28 de noviembre; al día siguiente,29, se dicta una orden para que
sean suspendidas todas las funciones reales con motivo del regio enlace por
indisposición de la princesa de Asturias. Restablecida de sus dolencias, la
princesa de Asturias, y como consecuencia de otra real orden, de fecha 7 de
diciembre, se volvieron a realizar los festejos reales, comenzando el día 9 del
citado mes, a las once de la mañana, con un besamanos a la Familia Real,
verificándose el de señoras a las cinco en las habitaciones de la Reina madre,
y al día siguiente, también a la misma hora, se verificó el besamanos de los
Consejos y Tribunales.
Y SIGUIERON LAS FESTIVIDADES HASTA DICIEMBRE DEL AÑO CON TOROS, COMEDIAS, DESFILES, MOJIGANGAS…
Y SIGUIERON LAS FESTIVIDADES HASTA DICIEMBRE DEL AÑO CON TOROS, COMEDIAS, DESFILES, MOJIGANGAS…
Y EN ALCALÁ LA REAL SE CELEBRÓ DE LA SIGUIENTE MANERA
El 17 de octubre de 1565 se juntó en las Casas
Consistoriales el cabildo municipal compuesto por el corregidor Pedro Moreno
de Villena los regidores Manuel de Lastres, caballero de la Orden de Calatrava
y alférez mayor de la ciudad, Diego de Hinojosa, Lorenzo de la Cruz, Diego Molina,
Fernando Marrón y Joaquín de Cisneros, junto con los jurados José López Nieto y
Andrés López. El escribano Martínez Acevedo leyó una carta real dirigida a la
ciudad, en la que se comunicaban los desposorios entre el Príncipe Carlos su
hijo con la duquesa de Parma, hija de su hermano Felipe. Invitaba a celebrarlo
en la ciudad y se fechaba a primeros de octubre. E inmediatamente, como era frecuente
y acostumbrado, se puso en marcha a anunciar y celebrar tan buena noticia.
Los
munícipes dieron muestras de demostración de alegría y acordaron publicarla al
pueblo en la Plaza de la ciudad, esquina del Llanillo, plaza de San Francisco y
del Rosario y esquinas del convento de Consolación. Y se pregonara asistiendo a
caballo el alguacil mayor con uno de los escribanos y ministros de cabildo con
timbales, trompas y clarines y miembros de la corporación acompañados de la
partida del regimiento de Caballería de Calatrava que se alojaba y forrajeaba
en la ciudad.Con espada en mano. Además, la compañía de milicias de la ciudad al frente de la cual
se colocaron el capitán Fernando de Utrilla y su teniente
Se
encargaron los caballeros comisarios de fiestas y los alcaldes pedáneos del
Castillo para que realizaran las mismas ceremonias en su villa. Se programó avisar
al gobernador y vicario eclesiástico que preparara el Te Deum en la Iglesia
Mayor de Santa María de la Mota y se tocaran tres noches las campanas de todas las iglesias sujetas a su jurisdicción
y lo mismo a todos los prelados, curas y párrocos de los distintos conventos y
ermitas y en la última noche se hicieran luminarias. Querían mostrar con estos
símbolos “ Para que Nuestro Insigne Señor
se digne por su misericordia tenerlo todo a bien y que Nuestro Augusto Rey y Señor y Señora amados y sobrevenerados
príncipe y princesa y sus Reales Casas
logren la salud de la Monarquía como es
menester y esta los efectos de la dicha Unión.
El calendario se resumía:
-EL día siguiente de la publicación de la Real Orden
el viernes por la tarde del 23 de Octubre se subía la Iglesia Parroquial de
Santa María, una vez informada. Se cantaría el Te Deum, asistiría el coro y el
abad y se celebraría una función de iglesia con un Predicador elegido por los
caballeros comisarios. Todo en concordancia con el vicario y gobernador de la Abadía
en ausencia del abad de la Cerda.
-Se
nombran comisarios el caballero Manuel de Lastres y Diego de Molina Lizaur, abogado delos
Reales Consejos.
-El
Sábado por la Tarde se ha de subir al balcón y recibir el acompañamiento que ha
de salir a hacer dicha publicación y dar
las demás órdenes que puedan ocurrir.
-Se
pusieron estas cedulas en el Archivo y en el libro de Ordenanzas.
El escribano redactaba la crónica de todos los
hechos en el pleno de 31 de octubre ante el corregidor, cinco regidores (Lastres,
Molina, Hinojosa, Cisneros, Estrada) y cuatro jurados López Bolívar, Andrés y
José, Bolívar Juan de, Jiménez). Aludía a la buena disposición y rigor de
cumplimiento de los actos previstas por medio de las buenas gestiones de los
señores comisarios. Y recogemos la crónica, por ser este escribano Victoriano
Martínez de Acevedo una joya literaria:
”En
la tarde del día sábado veinte y seis se publicó dicha Real Orden juntándose el acompañamiento prevenido para
ello en las Casas Capitulares de esta dicha ciudad, a hora de las tres de la
dicha tarde, y todos juntos y preparados, y con asistencia de Su Señoría dicho
Señor Corregidor y demás Caballeros Capitulares puestos en el balcón y se dispuso con el orden siguiente , delante
el expresado acompañamiento iban de bastidores cuatro soldados del regimiento
de Calatrava con espada en mano, a quienes seguían dos trompas, un clarín
y timbales; a estos dos Reyes de Armas con los porteros de
la ciudad Y en seguida el alguacil Mayor
con uno de los escribanos de este ayuntamiento , todos a caballo , bien
enjaezados,y ricos aderezos, y a la retaguardia la compañía de Granaderos del regimiento de Milizia (que es la que da esta dicha ciudad, assi dispuestos …), echa la señal desde el balcón por su Señoría se publicó el primero pregón
en la plaza pública haciéndose saber feliz tratado y ejecuado matrimonio en el día cuatro del mes próximo pasado del dignísimo Príncipe
de Asturias con la Serenísima Princesa de Parma, a que concurrió el numeroso pueblo que se había juntado con las debidas denostaciones
de alegrías, diciendo todos VIVA EL REY,
Y SU AMADO PRÍNCIPE . Siendo tanto el gozo de toda la ciudad por las constantes y
repetitivas las aclamaciones parecían que se esforzaban y animaban hasta
los caballos del expresado acompañamiento según la orden, seriedad, concierto,
formación y armonía, y ermosura con que salieron tirando a dicho pueblo muchas monedas por
uno de los ministros destinados para
ello; dirigiéndose a la calle que llaman del Llanillo, que es la más
principal, y, habiendo llegado a las
esquinas de la calle Veracruz, se echó el segundo pregón; con iguales demostraciones y con las mismas correspondencias del pueblo
que les seguía franqueándole, las mismas monedas que en el antecedente; y,
subiendo la calle arriba hasta la Plazuela de la Trinidad, y desde ella a la
del Rosario, y cuatro esquinas del convento de Consolación; se repitió en cada
sitio con iguales demostraciones dichas
ceremonias acompañadas del armonioso concierto de trompas, clarín y timbales
comprendiendo el pueblo con las
aclamaciones y vítores VIVA EL REY y NUESTROS AMADOS PRÍNCIPE, gratificándoles a cada uno de ellos con igual número de monedas arrojadas a los asistentes.
Después
de lo cual se retiraron a la Casas Capitulares , a donde se hallaba en el dicho balcón su señoría el señor corregidor , con
los demás caballeros y jurados y hecha
señal se retiraron a sus casas.
-Al
día siguiente veinte y siete salió la ciudad formada para la Iglesia de santa María la Mayor que
se halla en la Mota, con sus porteros y clarín, y habiendo entrado en la Sala
capitular que conserva en dicho
sitio, aguardó a que dicha iglesia acabara las horas, que estaban celebrando , y compusiera
todo lo que prevenía para la fiesta que
en acción de Gracias se había de celebrar; y , llegada la hora, salieron los
caballeros comisarios del Venerable Estado a dar cuenta de estar todo prevenido, con lo cual se volvió a formar dicha ciudad, y dando a
dichos comisarios el lugar acostumbrado, pasaron a dicha iglesia, que hallaron
hecha un remedo de la Gloria, y todo el Venerable estado en el coro, y, a
instante, salió vestido con capa pluvial de su sacristía, con todo el acompañamiento
que es costumbre el señor don Miguel
Ruiz de Olaya, Gobernador provisor y vicario general de esta abadía, por el
Excmo. y Eminentísimo Patriarca Cardenal de la Cerda y San Carlos, y puesto de rodilla
delante del altar entonó el TE DEUM
LAUDAMUS, que se cantó por el
coro y la música de dicha iglesia al armonioso concierto de trompas, violines y demás instrumentos
dando al Todopoderoso y Soberano Señor de los Cielos y Tierra las debidas
gracias de tan dichoso enlace, pidiendo
Su Majestad las felices sucesos de tan afortunada unión , y la Paz y mayor felicidad de la
Por
la tarde de este día, se corrió UN TORO DE CUERDA, y a ora de las siete y media de la noche, poco más o menos, se empezó la Iluminaria
de dicha plaza que dio principio el dicho señor corregidor y iluminando
los balcones de su casa, y el armonioso
repique de campanas todas las iglesias y conventos de ambos sexos se extendió por toda la ciudad compitiendo
tanto el vecindario en el adorno y primor de adornos de todas las suyas, y
sirvió de admiración toda la
uniformidad de luces que las prepararon
habiéndosele servido de estímulo y celo magnifico
que se puso el Balcón de la ciudad, que se halla en el testero alto de dicha
plaza, excepto de casas por
ocuparlo todo a excepción de una calle
por cada lado, que, sobre lo primoroso de la arquitectura, estaban los trece arcos,
que los coronaron con trece faroles grandes y diversas luces, la primera
cornisa con innumerables tan unidas que parecía
una sola y el balcón con muchas hachas de cuatro pabilos que deslumbraban
, a los que las miraban, las dos rejas del
cuerpo antevistas y bajas, que tiene a
los lados con tan brillantes resplandores que se llevaban las atenciones; no
estando la cornisa de la portada con menos ornato a todos sirvió de asombro,
con igualdad el testero bajo de dicha
plaza que está frente al dicho bajo de dicha plaza que está en frente del arco
con cinco casas propias de dicha ciudad con tanta similitud que se continuaron
por tres noches.
Habiéndose quemado en la última muchos fuegos con
diferentes invenciones. Y por fin un castillo Con tanto dispuesto que
no dejó aparecer.
´-A
los que seguía una mojiganga de todos
los gremios que voluntariamente concurrieron
al festejo con la imaginación de los sastres de sus trajes e invenciones
con el lucimiento hermoso de lunas e
mejoramiento, Fueron la mayor alegría de nuestro pueblo que con repetidas aclamaciones e vítores y VIVA
EL REY Y NUESTROS AMADOS PRÍNCIPES ,
-Y Finalizaron la celebridad ante pesar de no haber hecho todas las demostraciones correspondientes a su Lealtad y Amor a Su Soberano Lo que ponían en noticia de la ciudad , para que en su vista se sirviese mandar lo que más pudiesen hacer en servicio y obsequio de Nuestro Rey y Señor Don Carlos Tercero y de los Señores Serenísimo s Príncipes de Asturias, lo que visto por la ciudad. Acordó muchas gracias el señor corregidor y dichos comisarios por el celo, amor y lealtad con que ha solicitado dicho festejos u que los escribanos de cabildos den firme testimonio e relación de todo lo referido, y la ciudad escriba a Su Majestad dándole cuenta de todo, por mi mano de señor don Juan Ignacio de Goyeneche su secretario con la humilde súplica de que se digne recibir con benignidad el otro obsequio que es el principal objeto de la intercesión de la Paz .
-Y Finalizaron la celebridad ante pesar de no haber hecho todas las demostraciones correspondientes a su Lealtad y Amor a Su Soberano Lo que ponían en noticia de la ciudad , para que en su vista se sirviese mandar lo que más pudiesen hacer en servicio y obsequio de Nuestro Rey y Señor Don Carlos Tercero y de los Señores Serenísimo s Príncipes de Asturias, lo que visto por la ciudad. Acordó muchas gracias el señor corregidor y dichos comisarios por el celo, amor y lealtad con que ha solicitado dicho festejos u que los escribanos de cabildos den firme testimonio e relación de todo lo referido, y la ciudad escriba a Su Majestad dándole cuenta de todo, por mi mano de señor don Juan Ignacio de Goyeneche su secretario con la humilde súplica de que se digne recibir con benignidad el otro obsequio que es el principal objeto de la intercesión de la Paz .
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