. 
El orden  público, controlado por la guardia civil, municipal y del campo, denunció muchos robos de ganado y de otro tipo de bienes. Hay algunos puestos en las aldeas como en la Rábita  e, incluso, posteriormente en Mures. Es curioso el gran número de armas que se incautan en los distintos juicios y condenas. Se observa un gran movimiento de armas que reciben determinados particulares, influyentes de la sociedad. Y no es extraño el ruido de disparos y explosiones nocturnas como la del día 21 de noviembre de 1901, denunciada por el Jefe del Orden Público. los juegos prohibidos son perseguidos por la justicia. Pero la mayoría de las faltas  recaen sobre asuntos de urbanidad, escándalos de la vida pública y curiosamente la persecución de los blasfemos.
Algunas
obras públicas palian la situación agrícola como la del enlace entre la
carretera de Monturque y la
 Rábita , el camino vecinal de Ermita Nueva. Por primera vez se
observa una preocupación por las denuncias de accidentes de trabajo. 
L. Las
sociedades de las aldeas, de nuevo, en el año 1918, renacen con otros nombres.
En la Rábita ,
el trece  de diciembre el gobernador
civil aprueba La Sociedad 
de Obreros Agricultores el Faro de la Verdad.  El  mensaje de revolución social se encuentra en muchas
de ellas a partir de 1919.  La Sociedad Obrera 
" Esclavitud Emancipada"  de la Pedriza  fue una de las más emprendedoras y las
que más se comprometió en la defensa de los campesinos y de los aldeanos. 1919.Existían,
además,  comités en todas las aldeas.
(Pedriza, Venta de Agramaderos,
Algunas obras públicas palian la
situación agrícola como la del enlace entre la carretera de Monturque y la Rábita , el camino vecinal
de Ermita Nueva. Por primera vez se observa una preocupación por las denuncias
de accidentes de trabajo.
            En
1919, se encuentran dos núcleos concentrados: La Rábita y San José de la
Rábita. El núcleo de San José, asentado en torno al la antigua ermita que
sustituyó un ribat musulmán,  era de
mayores dimensiones que la propia Rábita, y además ofrecía los servicios de
cementerio al partido de campo; en torno a él se encontraban los cortijos (
Alto, o  del Cerrillo ) y las casas de
Julián Castillo, Felipe Arenas, y Francisco Bermúdez, Francisco Arenas, José
Padilla y Antonio Serrano; por su parte, el núcleo de la Rábita, estaba muy
poco dimensionado  en la zona lindera con
Alcaudete y se le añadía un conjunto diseminado de casas en torno al Veredón y los
cortijos de Josefa León y  de la Laguna;
por el camino de la Fuente Blanquilla, se ubicaban los  cortijos de la Fuente blanquilla, de san José,
de las Varas de Palio, y casas de Antonio Muñoz, Francisco Zarza y José
Bermúdez.; al extremo occidental de su territorio se encontraban el molino del
Salado  y la casa de Cayetano Torres y casa
de la Fresneda. 
A lo largo de
sus territorio abundaba un terreno compartido entre los cultivos de secano y
olivar, salvo en la zona occidental 
y  oriental  junto al barranco Moriana, donde  el terreno era predominantemente de secano y
tierra calma. La zona de humedal de La Laguna se encontraba  bien definida. 
Todo este
partido de campo venía atravesado por el antiguo Camino  del Barranco de Moriana que luego enlazaba
con la Fuente de la Encina y otros caminos que se acercaban  a la ciudad de Alcalá la Real; y también por
el camino de Córdoba. Desde el principio de este camino y atravesando el
partido se encontraba  la Cañada  Baena. Este camino se bifurcaba desde san
José, por otra cañada que marcaba el límite con la provincia de Córdoba ,
llamada cañada real de Córdoba; otro camino partía hacia el camino del Barranco
del Cáñamo desde la   Fuente blanquilla;
el del barranco Cañamón se adentraba a los pagos de Córdoba., pasando por la
casa de la Fresneda.
            El orden público seguía defendido por
un puesto de la guardia, compuesto de cabo y dos guardia, que se hallaban en
San José de la Rábita[1].
No hay comentarios:
Publicar un comentario