jueves, 13 de octubre de 2016

LA MANCEBÍA



F. Martín
El cabildo municipal tenía por fuente de ingresos para su desenvolvimiento varios bienes inmuebles como casas, tiendas y cortijos. Una de ellas fue curiosa, porque puede sorprender en la actualidad: la casa de la Mancebía. Solía arrendarse a un vecino que pujaba por ella. Lo normal era cobrar medio real por cada prostituta en el siglo XIV y en toda Andalucía. Era frecuente que se situara en las afueras de la ciudad a partir del siglo XVI. Pero, en muchas ciudades principales del reino ocupaba calles cercanas a la Plaza Mayor y al mercado.
No obstante, mientras Alcalá fue la ciudad de frontera, ocupaba uno de los arrabales cercanos a la calle del mercado. En concreto, en el denominado barrio del Albayzin junto a las Entrepuertas hubo una casa, donde las mozas ofrecían sus servicios a los hombres. Curiosamente, junto a esta casa de propiedad municipal se ubicaban el hospital de pobres y muchas viviendas dedicadas a actividades artesanales: herreros, tejedores, tenderos, zapateros, sastres... No debió ser una casa con una estructura muy firme, pues tuvieron que restaurarrla a mediados del siglo XVI por el arquitecto Martín de Bolívar para finalmente pasar a una casa de la calle Cava, a las afueras del recinto fortificado en 1569 y por último en las afueras de la ciudad junto al Molinillo. . Su final fue transformarla en escuela de niños. Por la situación, debió ser un sitio muy transitable, ya que los mesones se encontraban un poco más abajo de ella, el comercio se desarrollaba a su lado y los viajeros debían frecuentarla con asiduidad. Lo que está claro, que el aislamiento con la ciudad se conseguía porque el antemural y la entrada a la fortaleza ofrecían un sitio abrupto que obligaba un esfuerzo a subir a la Casa de la Mancebía. Debía ser un callejón sin salida al que había que accederse directamente.
Hubo reyes que concedieron esta merced al cabildo, pero a principios del siglo XVII desapareció de acuerdo con la nueva moralidad de la época.
La composición de la casa solía estar formada de varias mujeres dedicadas al oficio de la mancebía y varios rufianes que les buscaban los encuentros de ellas con los vecinos de la ciudad. Un padre de mancebía se ocupaba de que se cumplieran todo tipo de regulaciones, administrativas, fiscales y sanitarias, tal como establece las ordenanzas de 1520:
Otrosí que el padre de la mancebía . Pues, las mujeres de mancebía no podían salir de las mujeres o el mesonero donde estoviesen, sean obligados de tener las hordenanzas en la dicha casa en una tabla, un estrado de hombre en alto e no más, en lugar donde todos los que entraren lo puedan leer y ver”.
Intentaba además que las mujeres de mancebía evitaran el encuentro con las personas honestas, tampoco debían tener amistad don rufianes ni vestir en público con los atuendos de las personas honestas. Lo segundo daba lugar a altercados con la población y obligó a la Corona a intervenir en el asunto en tiempos de Enrique IV, sin que atajara el asunto hasta tal punto que los Reyes Católicos tuvieron que dictar una provisión real en 1494 recogiendo la anterior ley que prohíba el uso de rufianes por parte de las mujeres públicas. No es de extrañar que en Alcalá hubiera este tipo de oficio, pues, como ciudad de frontera el gran número de caballeros dedicados a la guerra ofrecía unas posibilidades amplias de abrir estas casas “ sepades que a nos es fecha relación que a esa dicha ciudad e a sus términos vienen muchas mugeres del partido, las quales toman rufianes públicamente” . Abunda la ley en las penas de las mujeres que tuvieren rufianes, castigando con 100 azotes por cada uno de los que se encontrare y perdida del vestido, similar es la pena para los rufianes e, incluso la ley persigue la negligencia de los alguaciles.
El estar la casa cercana a la calle de los Mesones permitía su trasiego  hasta dichos lugares, lo que beneficiaba a los cargos concejiles como a los alguaciles que solían cobrar por permitirles el desplazamiento.


COLOCAR UN MONTAJE DE LA CASA DE MANCEBÍA EN UNA DE LAS CUEVAS DE L HUERTO DE MORIANA. PANELES ILUSTRATIVOS DE UNA CASA DE MANCEBÍA.
Entre ellas alguna ordenanza referente a la mancebía o el edicto del rey Enrique IV.

















































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