CANDIDATOS Y PROGRAMAS (III)
Se acerca
el inicio de una nueva etapa con la celebración de las próximas elecciones
locales de 24 de mayo. Es el momento de
emprender uno nuevo ciclo , en el que el
libro de ruta juega un papel fundamental a la hora de emprender la marcha.
Hasta ahora, se han convocado a los
ruteros y los senderistas; durante las
próximas fechas, es el momento de elegir
al grupo con el que vamos a emprender la marcha, elegir el itinerario para alcanzar la meta
y el bagaje con el que nos vamos
acompañar en los años siguientes. Pudieron acudir más personas
y más grupos, pero, a la hora de la verdad, tan solo se han presentado a
la convocatoria alcalaína tres grupos
con los que los ciudadanos van a compartir uno periodo de la historia local,
en que se va a avanzar en esta ciudad siempre inacabada, que todos coadyuvan a construir. Cada
uno desde su posición, el gobernante y el ciudadano, el representante y el
representado, por encima del simple vecino, y menos aún del simple votante. Razones
tuvieron para no emprender el camino los que no abordaron la posibilidad de
llevarlo a cabo, lo mismo que los que
responsablemente acuden a la cita, con ilusión, con espíritu renovador y con
las sinceras miras de mejorar la ciudad, que les ha tocado compartir como
polis.
Esto por lo que toca a la
elección del grupo. Pero, tampoco, puede soslayarse la composición del grupo.
Aquí, no solo hay que tener en cuenta la fiabilidad del coordinador del grupo,
el futuro alcalde de la ciudad; también, el resto de los componentes de la
candidatura debe ser objeto de profundo análisis y observación. Pues sus
compañeros de sendero van a ser los que van a organizar todas las actividades y acciones futuras. Y no para un simple trayecto, sino
para un viaje que marcará a generaciones enteras. Con ellos, se caminará en la salud, en el
bienestar, en el empleo, en la seguridad ciudadana, en la cultura, en el ocio y
en todos las aspectos que engloba la vida comunitaria. No es nada baladí, sino trasciende de lo personal
a lo colectivo.
Pero, si importante es la
elección del grupo , en la mismo medida
y responsabilidad se recae a la
hora de escoger el itinerario, el
currículo futuro o , con más palabras más sencillas, el programa a realizar en
los próximos años. Es crucial el posicionamiento de los electores. Los hay
que lo leen con lupa y
comparan punto por punto hasta el mismo
detalle. Y en verdad que estas personas son un ejemplo para toda la ciudadanía; pues este debería ser el comportamiento colectivo que a todos debería
mover a la hora de tomar una decisión
tan trascendente de la vida de comunidad. Son pocos, en verdad, los menos, casi
pueden contarse con los dedos de la mano. Pero,
a la hora de jugarse el futuro de la comunidad, en la que se encuadran
ciudadanos, familias, grupos y todo tipo
de entidades, nadie puede quedarse con
los brazos cruzados. Hay que comparar propuestas, estudiar su viabilidad, desbrozar la paja del trigo, analizar la competencia de la administración local y
el compromiso viable de otras
administraciones, sin olvidar la obra bien hecha por el simple hecho de la pura
innovación. Es un ejemplo de ciudadano
el que no cae en la demagogia ni se deja llevar por las primeras de
cambio; estudia los pros y los contras, y, tras sopesarlos y colocarlos en la
balanza de sus principios ideológicos y apetencias personales y sociales,
responsablemente marca su compromiso
emitiendo el voto con el grupo que mejor le cuadra para hacer una polis, una
ciudad, más próspera. Una ciudad que puede derivar en defensa de lo público o
en manos privadas; una ciudad libre o sometida a los caprichos de unos
pocos.
Hoy,
la tecnología y los medios de comunicación permiten un conocimiento amplio
de todas las ofertas que se presentan en
la campaña electoral. Desde la radio
hasta las mismas redes internautas, divulgan
programas, seleccionan los puntos más
importantes y resumen lo esencial de
las ofertas de los partidos. Hay quienes olvidan llevar a
cabo comparaciones de las distintas ofertas y realizan encuentros donde el ciudadano puede escuchar las
propuestas y valorar todo lo
que se le ofrece. Todas las iniciativas son
extraordinarias para ampliar el conocimiento de los programas electorales; ayudan
a tomar decisiones y a ejercer la responsabilidad
con mayor garantía y libertad.
También, existen aquellos para los que la
papelera de reciclaje es el destino de todas las informaciones ofrecidas;
incluso quienes las abortan a otras personas. Son malos ciudadanos que no creen
en la democracia ni en la participación. Nefastos conciudadanos y vecinos
desdeñables. A nadie le puede impedir el derecho a la información para tomar
decisiones. Menos mal que este grupos es la minoría. No se cuentan
ni con los dedos de la mano, a pesar de que hacen mucho daño a los
indefensos.
Abundan, en fin, los
votantes, los que se quedan con el mensaje transmitido oralmente; y esto tiene
sus dificultades. A veces, este se queda
sesgado por fuentes indirectas o manipulado por malintencionados de turno que publican
de los programas lo que les interesa arrancando las páginas que
no le agradan o
Por eso, es la hora de emprender la ruta, de
modo que se ofrece al ciudadano su libro durante estos.comicios Es un momento vital
y social para no lamentarse, en
tiempos futuros , del aventurismo
suicida, para salvar los obstáculos y
escollos de empresas no descritas objetivamente, y para progresar
en el camino con buen pie y buena
planta. No hay que olvidar que, si importante era el candidato, más lo es el
programa. No se vaya uno ver, según dicen,
en la boda de su abuelo. Y estos, ya, pasaron a la historia, por cierto con
mucha falta de la libertad de participación y de expresión.
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