DIARIO DEL RUTERO VIII. EN TOLEDO Y CON EL GRECO
Muchas de ellas son procedentes de museos, colecciones y templos nacionales e
internacionales . De su catálogo recogimos las siguientes obras y su destino: El arquitecto Andrea Paladio (Copenague,
Den - National Gallery of Denmark). Vista
de Toledo (Nueva York, USA - The Metropolitan Museum of Art), San Martín y el mendigo (Washington,
USA - The National Gallery), Cristo en
la Cruz con dos donantes (París, Fr - Museo de Louvre), San Lucas pintando a la Virgen (Atenas,
Gr - Benaki Museum), La Dormición de la
Virgen (Syros, Gr - Iglesia de la Kolmesis)
Tríptico de Módena
(Modena, It - Galleria Estense), El
soplón (Nápoles, It - Museo di Capodimonte), La Adoración de los pastores (Roma, It - Galleria Nazionale d´Arte
antica Palazzo Barberini), La Adoración
del Nombre de Jesús (Londres, UK - The National Gallery), San Pedro y San Pablo (San
Petersburgo, Rus - The State Hermitage Museum), Retrato de un escultor (Ginebra, Sui - Colección particular), San Pedro y San Pablo (Barcelona
- Museo Nacional de Arte de Cataluña), La
Coronación de la Virgen (Guadalupe, Cáceres - Monasterio de Nuestra
Señora de Guadalupe), El caballero de
la mano en el pecho (Madrid - Museo Nacional del Prado), La Adoración de los pastores de Sto. Domingo
el Ant. (Madrid - Museo Nacional del Prado)
La Anunciación
(Madrid - Fundación Thyssen- Bornemisza), San Sebastián (Palencia - Obispado de Palencia), Jorge Manuel Theotocópuli
(Sevilla - Museo de Bellas Artes de Sevilla),
Con la guía, los rutistas pudieron
contemplar el proceso evolutivo de la obra del Greco: desde su primera etapa
con las pinturas egipcias hasta su paso
por Italia y la influencia de Tiziano y el pintores venecianos hasta la originalidad y
creatividad de su obra alejándose de los modelos clásicos del renacimiento, la estilización y manierismo
de sus figuras, el uso de la paleta suelta, el retrato y autorretrato, la
iconografía religiosa de sus cuadros, la
premonición del impresionismo y , sobre todo lo que nos manifestaba el catálogo
y las grandes pantallas del crucero “ Aunque parezca sorprendente, nunca se ha
realizado una exposición sobre el Greco en Toledo. En 1902 se celebró la
primera muestra sobre el artista en el Museo del Prado y, desde entonces, la
figura del pintor se ha dado a conocer a través de exposiciones en el mundo
entero, pero nunca en Toledo, su ciudad".
Luego con el catálogo en mano, destacamos
tres apartados _ el retratística que fue cuestionado por la similitud en
los parecidos “ Pone un importante énfasis en su labor como retratista, la única
con la que obtuvo fama y el reconocimiento de sus clientes contemporáneos,
incluso a pesar de su contraste con el tipo de retrato vigente en la España de
Felipe II. En segundo lugar, el gran conjunto de escenas de Jesús y María,
personajes, santos, apostolado y otros,
por los que “ Se presenta al Greco
como pintor de imágenes devocionales en España, vinculándose esta actividad con
sus estrategias comerciales y su tendencia a la réplica seriada de sus
composiciones, así como a la difusión final de las mismas a través de la
estampa, medio que le permitía ampliar su oferta y diversificar sus clientes. En
tercer lugar, su carácter de humanista renacentista “ Además, en España
desarrolló sus capacidades escenográficas evolucionando como artista, de pintor
a inventor y pintor de retablos complejos y pluridisciplinares en los que
diseñaba su arquitectura y sus esculturas, lo cual le exigió un nuevo
aprendizaje, transformándolo en un artista plural .De la mano de Huerta de
capuchinos el resto del grupo recibió las siguientes explicaciones: El Hospital
estaba destinado a todo tipo de enfermos y a los niños abandonados y se realizó
a las afuera s de la ciudad con un sentido muy moderno que se distanciaba de otros
que se realizaban más para morir que por la salud. Nos detuvimos en el relieve
de la portada , donde se encuentra del abrazo entre Joaquín y Ana cuando engendran a María. Luego subimos a la planta alta del Hospital y, visitando las
salas del Mueso Provincial de Toledo, se ilustraba del mundo de la cerámica ( de Talavera, Toledo ), de los artesonados mudéjares
y renacentistas, y una buena colección
de pintura de los siglos XVI-XVIII que se
cuelga y ocupa las paredes, entre las que destacamos el cuadro de San José de
Alonso Cano, taller del Greco ( Tristán,
su hijo Jorge Manuel…), retablo de Besuguete, y otras obras platerescas.
Una
vez alojados en el hotel Beatriz, que
nos ofreció un excelente alojamiento y gastronomía en los extramuros de la
ciudad, de noche, el día dos nos dejó agotados con la visita nocturna a la
ciudad de Toledo a través de las calles que accedían a Zocodover y la calle
Comercio. Hubo quien se atrevió a llegar y hacer la ruta de San Nicolás
a través de la puerta del Sol y la mezquita del Cristo de la Luz y
acceder a la Plaza Mayor y a la catedral
para pasar por la casa de la Hermandad, la plaza del Corralito, y ,
sobre todo, a los bares toledanos que se hallaban repletos de personas.
El día tres,
madrugamos y llegamos a la Puerta Bisagra para visitar el Hospital Tavera, obra
de mecenazgo de este cardenal, donde la guía
nos mostró la historia de este
edificio y personaje, para adentrarnos en la sacristía en las obras del Greco,
que se resumen: La Sagrada Familia con Santa Ana, San Pedro en lágrimas, El Cardenal
Tavera, San Francisco arrodillado en oración, El Bautismo de Jesús y Cristo
Resucitado.
Pasamos por calles estrechas y el bar la Abadía, que
retuvo a varios del grupo hasta llegar a la capilla de San José, ermita particular
marqueses del Vado y Gandulain por su especial devoción a San José, donde una
inscripción latina colocada en el
friso nos anunciaba la primera iglesia de San José, con
fuertes medidas de seguridad y en
subgrupos pequeños, pudimos contemplar
San José y el Niño y la Coronación
de la Virgen..
El último día, cuatro de mayo, nos reservó otra
visita de la ciudad, que comenzó con una ronda panorámica desde los mismos miradores del día anterior, pudiendo
contrastar la visión nocturna con la
diurna. A través del puente de
San Martín, llegamos a la iglesia de San Juan de los Reyes y con pulsera roja
en mano llevamos a cabo la primera visita,
donde explicamos el carácter de monumento funerario y de capilla real del monasterio, la
simbología de la unidad nacional , el gótico flamígero, el retablo de Bigarny y
algún que otro Berruguete. De allí, a Santa María la Blanca, donde nos centramos
en el arte mudéjar y las partes de una
sinagoga; de esta a la del Tránsito, con el museo sefardí, deteniéndonos en la
sala baja y la de las mujeres. Por una cuesta empinada de San Juan de Dios, de
nuevo a
la iglesia de Santo Tomé donde los rezagados del día anterior y nuestras
hispanista inglesa Shiela pudo contemplar y le explicamos el conde de Orgaz.
Sin perder aquel amuleto que nos permitía hacer una ruta de la ciudad por ocho
euros visitamos la iglesia de l Salvador con sus restos visigodos, mezquita y yacimiento arqueológico; luego la grandiosa iglesia de los Jesuitas,
mezcla de estilos y obra arquitectónica del siglo XVIII, donde nos llamó la
atención la escena de san Ignacio en la Cueva; posteriormente, los catorce
supervivientes sin tomar ni una cerveza llegamos a la mezquita del
Cristo de la luz, donde comentamos las pinturas románicas las leyendas de los
judíos y su Cristo y la del rey Alfonso.
Nos
esperaba el autobús en las escaleras
mecánicas y desde allí, fuimos a almorzar una delicada comida con ensalada especial y
merluza al horno más rico postre y café, todo para emprender el regreso a las
cuatro de ala tarde.
CERÁMICA TOLEDANA
ALONSO CANO
EL EXPOLIO
HOSPITAL TAVERA
SEPULCRO DE DON GIL DE ALBORNOZ EN CATEDRAL DE TOLEDO
EL EXPOLIO
VISTA PANORÁMICA
CUADROS DEL GRECO
SANTSA MARÍA LA BLANCA
COMIDA EN HOTEL BEATRIZ
CONSUEGRA
CONSUEGRA
SAN JUAN DE LOS REYES
VALDEPEÑAS
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